Wiki Neo X
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Sección T-617 Adventures

"Los Saint Strikers unen fuerzas con los Neo X para acabar con Gargoyle y su reino de fuego"

Versículo Final[]

El sonido de los geíseres llameantes iluminando el infernal reino de fuego se entremezclaba con los gritos tanto de los prisioneros del reino como del ejército de demonios que avanzaba hacia un variopinto grupo de mutantes o, mejor dicho, hacia dos variopintos grupos de mutantes. El primero de esos grupos lo formaban Jofiel, Calypso, Bala Oscura, Tiger y Hellsinger, los Saint Strikers; el otro, estaba conformado por los que, en otro mundo, habían sido los Neo X pero en este, tenían una historia muy diferente[1]. Ellos eran Dana, Daniel[2], Horemeb, Devon, Wormhole, Yun, Brian, Rumsey y, por último, el que se había presentado a los Strikers, Ivan Nikolev, conocido como Eon.

- Entonces, ¿qué me dices, Jofiel?- dijo Ivan- ¿Tienes algún problema en que te acompañemos?

- No sé cómo demonios sabes mi nombre, hombrecillo, pero si buscas problemas te aseguro que los encontrarás- respondió el albino, que no había apartado los ojos del ruso, sintiendo que se encontraba frente a un enemigo- ¡Preparaos, Strikers!

Los compañeros de Jofiel se colocaron en posición de combate, esperando la orden para lanzarse al ataque. Ixchel, rodeada de remolinos de agua, era la que más dudas tenía sobre meterse en una refriega justo ahora; a fin de cuentas, ella ya estaba bastante dolorida tras su encuentro con Vatra, que ahora yacía muerta a unos pocos metros. Pero no sólo era eso, algo en sus entrañas le decía que podía fiarse de estos tipos. James, que se había colocado delante de Calypso para tratar de protegerla, apuntaba a la cabeza de un hombre calvo con rasgos hindúes.

Los Neo reaccionaron por instinto, preparándose también para combatir si hiciese falta, pero Rumsey, el calvo al que apuntaba Bala Oscura, alzó las manos con gesto apaciguador.

- No tenemos tiempo para esto- dijo- Todos queremos llegar a la torre de Gargoyle y hay un ejército de demonios bien armados entre nosotros y nuestro objetivo. Así que baja tu arma, Black, porque somos vuestra mejor opción para llegar.

James abrió los ojos ante la sorpresa de que aquél desconocido supiese su apellido y, cuando abrió la boca para responder, Tyler se le adelantó.

- ¿Qué habéis venido a hacer vosotros aquí?- preguntó Tiger- ¿y cómo cojones sabéis quiénes somos?

Ivan miró a Tiger de arriba a abajo, luego miró a sus compañeros y, por último, volvió a mirar al striker.

- Para serte sincero, creo que ninguno te conocemos a tí[3]. Lo que sí sé es que nosotros queremos acabar con Adonis y, para ello, necesitamos pasar por la torre de Gargoyle. Os lo he dicho, estamos en el mismo bando y no debemos perder el tiempo.

Jofiel no estaba cómodo ante esta situación. Odiaba no ser quien tuviese el control de todo y estaba a punto de dar la orden de atacar cuando Hellsinger, el fauno, le colocó una mano en el hombro.

- Yo les creo, hermano Jofiel- dijo- Si el señor nos ha puesto compañeros en el camino ante la tarea que nos espera, ¿quiénes somos nosotros para dudar de su buen juicio?

El albino cerraba los puños con fuerza, casi temblando al refrenar su cuerpo ante la perspectiva de un combate y, entonces, se fijó en Dana. Una preciosa mujer pelirroja, con dos grandes alas blancas y aspecto de acabar de llegar de una batalla. Ante su imagen, la tensión abandonó los músculos de Jofiel y se acercó a ella.

- ¿Eres el arcángel Gabriel?- preguntó el lider de los strikers con voz queda- ¿De veras eres tú?

Un hombre con grandes alas negras, Hate, se colocó entre Jofiel y Dana, mirándola a ella de reojo.

- No te acerques ni un paso más, monstruo- dijo Daniel

Dana se acercó y apartó a su marido con un gesto suave. Se aproximó a Jofiel, a unos pocos centímetros de él, posó su mano en el níveo rostro del albino y dijo:

- Puedo asegurarte que no soy un ángel, Jofiel, pero también que no estamos aquí para otra cosa que ayudar. Necesitamos llegar a la torre para que ella- señaló a Wormhole- pueda llevarnos hasta el maldito Adonis y acabar con el sufrimiento de este mundo. ¿Nos ayudaremos o dejaremos que ganen los demonios?

Jofiel observó a los mutantes que le rodeaban y cómo, en la distancia, un enjambre de demonios, negros como el carbón, se preparaban para la batalla. Tomó aire, se acercó a Eon, y le estrechó la mano.

- Aceptaremos vuestra ayuda para librar este lugar de pecado. Montaos todos en el camión y os haremos llegar a la torre. Nosotros también debemos llegar hasta allí si queremos rescatar a una... compañera.

- Buena decisión, Jofiel- respondió Ivan, el ruso, sonriendo- Nunca pensé que volveríamos a luchar en el mismo bando.

Todos se montaron en el camión que James comenzó a conducir a toda velocidad hacia la torre. Según se acercaban, los gritos del ejército de demonios que les esperaban se oían con más fuerza, casi ahogando cualquier otro sonido.

- Esto va a ser jodido- dijo Bala Oscura mientras veía cómo surgían seres de fuego rojizo entre las tropas infernales.

- Podremos con ellos- contestó Horemeb, que estaba sentado a su lado con cara de pocos amigos- No voy a permitir que nadie nos frene.

James miró de reojo al guerrero y preguntó:

- ¿Se puede saber porqué nos conocéis? ha sido muy raro.

- Si te soy sincero, yo no os conozco a ninguno de vosotros, pero imagino que se debe a que tuvisteis algún tipo de relación en el otro mundo... el mundo real.

El rumano tragó saliva, tratando de que no se le notase su cara de sorpresa.

- ¿Qué cojones quieres decir con el mundo real?- cuestionó.

- Es difícil de explicar- respondió Horemeb- Se resume en que Adonis encontró la forma de cambiar la realidad y convertir el mundo en un infierno regido por él[4]. Y se supone que mis compañeros y yo somos los únicos que podemos arreglarlo todo, a pesar del coste que suponga- concluyó, suspirando.

- Pues entonces me aseguraré de que llegueis a la torre- añadió James- Si hay alguna posibilidad de arreglar todo esto, os ayudaré a que ocurra. Pero creo que se acabó el tiempo de charlar- abrió una ventanilla que daba a la zona de carga del camión- ¡Preparaos, estamos a punto de tener compañía!

Una avalancha de demonios de piel negra y ojos llameantes, bien armados y enfundados en armaduras de metal oscuro, chocó de frente con el camión, que arrolló a una buena parte de ellos, pero que se vio inutilizado al momento; el motor no soportó el impacto.

Tanto los Neo como los Strikers salieron del camión y comenzaron a enfrentarse a los demonios.

- ¡Hermanos, proteged siempre el flanco de vuestro compañero más cercano!- gritó Jofiel- ¡Recordad que la misión es escoltar a Tyler y Jack hasta la torre!

Los demonios se lanzaban contra el grupo de mutantes, oleada tras oleada, encontrándose con un muro impenetrable de enemigos que soportaba cada ataque trabajando en equipo.

- ¡Chicos, tenemos que avanzar!- gritó Eon- ¡Aquí no conseguiremos nada!

Jack, el fauno, se adelantó guitarra en mano y comenzó a tocar una melodía trepidante llena de acordes menores.

- ¡Por aquí!- dijo, señalando hacia el frente mientras las armaduras de los demonios que se encontraban frente a él comenzaron a estrecharse, haciendo que los demonios comenzasen a caer muertos por la presión.

Un grupo de demonios se lanzó a por Hellsinger para evitar que siguiese tocando su guitarra, pero se encontraron con Devon y Horemeb que protegieron al fauno luchando como uno solo, a pesar de las miradas de desprecio que la mujer le dedicaba al guerrero.

- ¡Hacedle caso al hermano Jack!- gritó el líder de los strikers, con sus puños teñidos del color negro de la sangre de los demonios.

Los mutantes comenzaron a avanzar por el camino que Hellsinger les había señalado pero, de repente, un elemental de fuego de unos tres metros de altura, surgió bajo los pies del fauno que, aunque pudo esquivarlo, vio cómo su guitarra acababa destrozada por la embestida de fuego rojizo.

Dana lanzó una llamarada de fuego al elemental, que no se vio afectado por el ataque y se lanzó contra ella pero, en un segundo, se vio golpeado por un caño de agua a presión que acabó con el ser. Dana miró la fuente del agua y vio cómo Ixchel, conocida como Calypso, aunque maltrecha por su enfrentamiento anterior[5], le sonreía.

- Yo me encargaré de los capullos de fuego, tú céntrate en los demonios negros- le dijo

- Me parece bien, Ixchel- respondió Dana- Encárgate de los elementales y yo te cubriré de los demás.

- Espero que no te importe que yo también te cubra las espaldas- dijo Hate, que había caído sobre un demonio clavándole unas enormes garras negras que habían surgido de sus brazos.

Por otro lado, Tyler clavaba sus garras de acero en el pecho de los demonios para, acto seguido, destrozarlos a patadas al tiempo que Yun y Brian luchaban a su lado.

- ¡No sabía cuánto echaba todo esto de menos!- dijo Brian

- Me sorprende decir que pienso lo mismo- respondió Yun, el vampiro.

- Me alegro de que alguien se divierta mientras nos jugamos la vida- interrumpió Tiger, mirándolos fijamente- ¡Concentraos y dejaos de cháchara!

Brian soltó una sonora carcajada al tiempo que lanzaba un puñetazo a un demonio que casi sorprende a Tyler por la espalda.

- Predica con el ejemplo, amigo- le dijo el antiguo archiduque, guiñándole un ojo.

Tyler saltó y cayó sobre un demonio que estaba a punto de lanzarle un espadazo a Brian, destrozándolo con el impacto de la caída.

- De acuerdo. Lo tendré en cuenta.

Al mismo tiempo, James, Wormhole y Rumsey hacían frente a un grupo en la retaguardia. Rumsey golpeaba a los elementales telequinéticamente, deshaciéndolos, mientras la chica y el hombre de la escopeta se hacían cargo de los demonios.

- Black, vigila tu flanco izquierdo, se están agrupando por ahí- dijo Shaman

- Tranquilo, calvito- respondió James con cara de pocos amigos- No eres quién para darme órdenes.

Rumsey sonrió levemente antes de contestar.

- Hay cosas que no cambian, estemos en el mundo que estemos[6].

Los mutantes estaban a punto de alcanzar la torre cuando, desde las alturas, se oyó un grito estremecedor. Era una mujer alada con el pelo del color del fuego y la piel morada y casi pétrea. Medía más de dos metros de altura sin contar el par de enormes cuernos que coronaban su cabeza y sus músculos eran imponentes, pero era capaz de mantenerse en el aire gracias a la envergadura de más de tres metros de sus alas.

- ¡Habéis atacado mi reino y matado a mi guardiana! ¡Lo pagaréis, sucios e insignificantes insectos!- gritó la archiduquesa del reino antes de lanzarse en picado hacia el grupo de mutantes.

- ¡Corred hacia la torre, hermanos!- gritó Jofiel- Yo me encargaré de ella.

El albino dio un salto, para interceptar a Gargoyle, que lo agarró en el aire y le estampó la cara contra el suelo.

- Él sólo nunca podrá vencer a Gargoyle en su propio reino- dijo Brian- Su fuerza es inigualable mientras esté rodeada de este cementerio lleno de dolor y sufrimiento. Es por lo que Adonis la escogió para salvaguardar este reino.

- ¿Y tú cómo sabes eso?- preguntó Hellsinger

- Porque a mí también me escogió para uno de sus reinos y conozco a mis antiguos congéneres.

La cara de Jack tras oír era de completa estupefacción.

- ¡Espabila, hermano Hellsinger!- dijo Tyler- Ahora está de nuestra parte y eso es lo único que importa. Tú y yo debemos llegar a la torre si queremos terminar con todo esto y darle una oportunidad a Jofiel. Sólo así todo esto podrá valer la pena.

Mientras, Eon se iba a lanzar a atacar a Gargoyle, pero Shaman se interpuso.

- ¿Qué haces, Rumsey? Tenemos que ayudarle- dijo Ivan

- Su equipo se encargará de eso. Nosotros tenemos que salir de aquí ya. Aún nos queda otra parada antes de enfrentarnos a Adonis y no podemos arriesgarnos a perder a ninguno de los nuestros antes de haber cumplido con nuestra misión.

Ixchel oyó la conversación entre Ivan y Rumsey e intervino:

- Si os tenéis que ir, iros. Nosotros nos encargaremos de esto y volveremos al limbo por la puerta que se ha quedado abierta.

Rumsey se acercó a ella y le colocó la palma de la mano sobre su cabeza. Ixchel, la mujer de las mechas azules, sintió un extraño cosquilleo en su cabeza.

- Ya está- dijo Shaman- Si las cosas se complican, lo sabremos. He creado un enlace entre tú y yo.

- De acuerdo, largaos entonces- respondió Ixchel- ¡Tyler, Jack, acompañadlos a la torre y haced lo que haya que hacer!, ¡James, tú y yo ayudaremos al jefe contra esa mole!

Sin pensárselo dos veces, Bala OScura y Calypso se lanzaron a atacar a Gargoyle, mientras los Neo, Hellsinger y Tiger se abrían paso hacia la torre. Dana se paró un momento a mirar atrás.

- ¿De veras vamos a abandonarlos?- preguntó.

- A mi tampoco me gusta, pero Rumsey tiene razón. Es lo que tenemos que hacer- contestó Ivan

Acabando con los demonios que aún les salían al paso, los mutantes llegaron hasta las puertas de la torre, que se abrieron en una explosión ante uno de los ataques telequinéticos de Shaman.

- Ya hemos llegado- dijo Yun- Ahora, sácanos de aquí, Wormhole.

- Aún no- respondió la chica- Necesito llegar arriba para abrir el portal que necesitamos.

- Nosotros también tenemos que subir- interrumpió Tyler- Necesitamos encontrar una especie de orbe de energía.

Rumsey los miró con sorpresa.

- El orbe de poder del reino de fuego. Ahora lo entiendo todo- dijo- Pero... es muy peligroso.

- Conocemos los riesgos y los afrontamos- respondió Hellsinger- Al parecer sólo uno de nosotros puede usarlo en contra de Gargoyle.

- La única forma de cambiar la lealtad del orbe es con un sentimiento más poderoso que el que lo esté controlando ahora mismo, en vuestro caso... ¡Vaya, debo admitir que me sorprende de tí, Jack!- dijo Rumsey tras un rápido vistazo telepático a la mente del fauno- Pero me alegro de que hayas encontrado algo de amor en este mundo oscuro. Aún así, no sé si será suficiente para vencer, el odio que desprende Gargoyle es tan poderoso que hace falta un sentimiento realmente puro, y aún así, nadie os asegura que sobreviváis.

- Ese es nuestro problema- interrumpió Tiger- Pero el bien mayor es lo único que cuenta... tengo que ayudar a cambiar el mundo.

- Me parece que no es el mejor momento para ponerse a hablar, chicos- dijo Daniel, señalando a un grupo de demonios que bajaba una escalera dispuestos a atacar a los héroes- Si tenemos que subir todos, subamos de una vez y dejemos este lugar lo antes posible.

Así los Neo, acompañados por Tyler y Hellsinger, comienzan a subir la escaleras, acabando con todos los demonios que tratan de interponérseles.

Por las escaleras, se encontraban pequeñas ventanas a través de las que se podía ver el exterior cada pocos metros. Así, podían ver cómo Jofiel, Calypso y Bala Oscura mantenían una encarnizada lucha contra Gargoyle; una lucha que no parecía ir bien pues, a pesar de la regeneración del albino, su cuerpo parecía, tras cada golpe, una masa sanguinolenta sin posibilidad de vencer. Por su parte, los ataques de James no parecían más que molestar a la archiduquesa del reino de fuego y Calypso se veía obligada a centrarse en alejar a los demonios y elementales que trataban de ayudar a su señora.

Y, viendo esas escenas de cuando en cuando, los mutantes llegaron al nivel superior de la torre. Entraron en una habitación formada por ladrillos negros que rodeaban de ventanales sin cristales y en la que, en el centro de la sala, se alzaba un altar de un metal de color sangre sobre el que reposaba una esfera de energía condensada, que variaba sus colores entre el rojo y el negro.

- Es aquí- dijo Wormhole- Necesitábamos llegar al mismo sitio, aunque por razones diferentes. Puedo sentir la energía del orbe. Es una especie de batería de energía transdimensional que mantiene compacto este universo de bolsillo.

- ¿Se puede saber qué significa eso?- preguntó Tiger

- Eso significa que para poder salir de aquí y sacar al resto de mis compañeros, necesito que debilitéis el orbe. La energía que desprende es la que impide que podamos seguir nuestro camino.

Los Neo miraban a los dos strikers que, a su vez, miraban el orbe con nerviosismo.

- Bueno, ha llegado la hora- dijo Tyler, dando un paso al frente- Lo haré yo.

- De eso nada. Yo me encargo de esto- respondió Jack, agarrando el brazo de su amante para detenerle.

- No voy a dejar que te sacrifiques por todos nosotros- susurró Tiger- Eres mucho más valioso que yo en el equipo; ayudas a conseguir comida para el refugio; tus poderes son más útiles que los míos. Tú debes vivir.

- No. Tú eres padre- contestó el fauno, con decisión- No consentiré que dejes huérfana a Sophie.

- No es tu decisión, Jack. Sabes desde que nos reunimos con S'Zion[7] que soy la mejor opción. Él lo dijo "sólo aquél capaz de sacrificarlo todo por amor, será capaz de vencer la influencia del orbe".

- Y yo soy capaz. No trates de convencerme de esto, porque te noquearé si es necesario- amenazó Jack.

Los dos se miraban fijamente, hasta que Yun les interrumpió:

- Siento romperos el momento dramático, pero lo que vayáis a hacer, debéis hacerlo ya si queréis ayudar a vuestros compañeros.

- Yun tiene razón- dijo Daniel- Comprendo vuestro dolor. Dana y yo mismo hemos abandonado a nuestra familia por el bien de la misión; lo que hagáis debéis hacerlo ya y respetaros en la decisión.

Tyler miró el orbe, luego miró a Jack y dijo:

- Juntos somos invencibles. ¡Qué se jodan las reglas que nos dijo S'Zion, que lo que pase, nos pase a los dos!

- ¿Estás seguro?- respondió Hellsinger- Podría funcionar...

Los dos se acercaron al orbe y alzaron sus manos sobre él.

- Chica- dijo Tiger mirando a Wormhole- Prepárate para hacer lo tuyo en cuanto puedas. Y a los demás, aunque no me conocierais antes, espero que a partir de ahora me recordéis.

- Tenlo por seguro, Tyler- respondió Ivan- No olvidaremos el valor que estáis demostrando.

Por último, Tyler miró al fauno que había sido su pareja durante los últimos dos años y, con voz apagada, preguntó:

- ¿Nos damos un beso de buena suerte? solo por si acaso

Jack sonrió y le dio un apasionado beso en la boca, que Tyler respondió con la misma pasió. Entonces, se separaron unos centímetros y Tiger dijo:

- Cuida de Sophie.

Antes de que Hellsinger entendiese qué estaba pasando, Tyler clavó una de sus garras de acero en el costado del fauno para, acto seguido, empujarle hacia la pared.

- No te preocupes, sobrevivirás a esto- le dijo a Jack, que lo miraba con estupor- Pero de entre nosotros, sólo yo soy padre, y nada es tan fuerte como el amor que siento por mi hija. Soy la única opción viable.

- ¡No lo hagas!- gritó Jack, agarrándose la herida con la mano

- Adiós. Te quiero- concluyó Tiger antes de agarrar el orbe con las dos manos.

De pronto, una cegadora luz blanca surgió del orbe, como en una onda expansiva que llegó a todos los rincones del reino de fuego. El cuerpo de Tyler se vio envuelto en llamas blancas, provocándole un dolor tan grande que sólo pudo traducirse en el más ensordecedor grito que se pueda imaginar.

Wormhole sintió la oleada de energía transdimensional y comenzó a concentrarse, alzando una mano hacia un lateral del que surgió una esecie de agujero de gusano.

- ¡Vamos chicos!- dijo la muchacha- Tyler lo ha conseguido, pero no se cuánto tiempo tendremos.

Los Neo X comenzaron a saltar hacia el portal, quedando Ivan el último.

- Ven con nosotros, Jack- le dijo al fauno.

- No puedo...

- ¡Vamos, Ivan!- gritó Wormhole- Cuando digo que no sé cuánto tiempo tenemos, lo digo muy en serio.

Eon agarró a Hellsinger del hombro y lo levantó.

- Jack, tienes dos opciones. O vienes con nosotros a luchar contra Adonis o ayudas a tus compañeros de ahí fuera- su tono era el de un líder- pero lo que no puedes hacer es quedarte aquí lloriqueando.

- Ivan... deprisa- decía la chica

El fauno miró por uno de los ventanales al exterior y dijo:

- Iros ya. Yo me quedaré a ayudar a mi gente.

Eon asintió y saltó dentro del agujero de gusano, por el que también desapareció Wormhole[8]

Hellsinger se quedó sólo frente a la bola de luz blanca en que se habían convertido el orbe y Tiger, cuyo grito comenzó a desaparecer.

De repente la voz de tiger comenzó a retumbar en toda la estancia:

- Debéis iros ya. No podré contener este poder mucho más.

Jack, que no sabía si se estaba imaginando la voz o realmente provenía del hombre que amaba, salió corriendo entre lágrimas para ayudar a los demás.

Mientras, fuera de la torre, las cosas estaban pintando muy mal para los Santos Strikers hasta que la luz blanca surgió de la torre. En ese momento, el fuego rojizo de los geíseres pasó a ser blanco, los elementales que ayudaban al ejército de fuego se disiparon, así como las llamas de las tumbas incandescentes que formaban el cementario que cubría todo el paisaje. Los demonios entraron en pánico y comenzaron a correr, alejándose de la torre y de su reina, Gargoyle, cuya envergadura comenzó a disminuir.

- ¿Qué está ocurriendo?- se preguntaba la archiduquesa mientras veía menguar sus fuerzas.

Jofiel, regenerándose como lo había estado haciendo durante todo el combate, comenzó a reír:

- Ocurre que el Señor ha guiado a nuestros compañeros en su divina tarea.

De las tumbas comenzaron a salir los prisioneros, al principio extrañados por su liberación, pero luego esperanzados por lo que veían. Al parecer, los buenos estaban ganando, y eso les dio fuerza para alzarse en busca de la libertad.

- ¡No!- gritó Gargoyle- ¡Me habéis arrebatado el orbe!

- No sé de qué mierdas hablas, pero te quitaremos algo más que eso- dijo James disparándole una de sus balas explosivas directa al pecho.

La archiduquesa se tambaleó por el impacto, pero aún se tenía en pie.

- ¡Lo recuperaré y todos arderéis, lo juro por el Señor Oscuro!- gritó la reina alzando el vuelo en dirección a la torre.

- ¡Ni lo sueñes, monstruo!- le respondió Calypso, golpeándola con un chorro de agua a presión que volvió a tirarla al suelo.

Al caer, Jofiel la agarró por los cuernos y comenzó a tirar de ellos, pero el cuerpo de la archiduquesa parecía volver a crecer poco a poco.

- Jajajaja- rió Gargoyle- Tu alma es oscura, mi pálido amigo, y eso me da fuerzas.

Jofiel no lo entendía. Debía ser un engaño para hacerle dudar y que no la matase. Él era un siervo de Dios, ningún alma era más pura que la suya.

Calypso y Bala Oscura, por su parte, veían cómo la reina recuperaba poco a poco su poder.

- Debemos encargarnos nosotros- dijo Ixchel, preparando un chorro de agua.

Lanzó ese chorro de agua de forma que la archiduquesa fue a caer a los pies de James, al tiempo que su fuerza volvía a disminuir.

- ¡No eres rival para una reina!- gritó Gargoyle- ¡Estás m...!

Nadie supo nunca lo que pretendía decir, porque Bala Oscura encajo su escopeta en la boca de la archiduquesa y apretó el gatillo, reventándole la cabeza en mil pedazos.

- Lo siento, pero tú ya no eres una reina- dijo James antes de dirigirse a sus compañeros.

En ese momento, Hellsinger salió corriendo de la torre, con una mano en el costado, tapándose las heridas y aún llorando por haber perdido a Tyler.

- ¡Corred!- gritó- ¡Debemos llegar a la puerta antes de que todo se derrumbe!

En cuanto Jack termina de decir la frase, la nona superior de la torre explota pero, para sorpresa de todos, los cascotes no llegan a tocar el suelo ya que, antes de llegar, vuelven al epicentro de la explosión, que se ha transformado en una especie de agujero negro que lo absorve todo, solo que en este caso, el agujero es blanco y comienza a tragarse toda la torre muy poco a poco, aunque parece que cuanto más grande se va haciendo, mayor es la velocidad con la que lo absorve todo.

- ¡¿Qué demonios es eso?!- le pregunta Ixchel a Hellsinger

- Es... Tyler- responde, con gesto sombrío- Debemos correr todos hacia la puerta que da al Limbo antes de que acabe también con nosotros.

Los cientos de presos que se habían levantado de las tumbas estaban aterrados ante el agujero blanco y no sabían hacia donde ir, hasta que una voz femenina se alzó entre ellos:

- ¡Huid, no seais imbéciles!- era una mujer rubia, de pelo corto, que estaba, como los demás liberados, desnuda y cubierta de quemaduras. Pero aún así, Jofiel la reconoció.

- ¡Hermana Leonor!- gritó

Ella lo miró y corrió hacia donde estaban sus compañeros, los Santos Strikers.

- Debí saber que esto era cosa vuestra- dijo Escarlata- ¿Qué hacemos ahora?

- Tenemos que correr hacia la puerta que nos llevará de nuevo al Limbo- respondió James, señalando en la distancia- Así que no hablemos más, tenemos que avisar a los liberados.

Todos se pusieron en camino, excepto Jofiel, que agarró a su recién recuperada compañera y la estrechó entre sus brazos, dándole un beso.

Ella forcejeó hasta apartarse, dándole un empujón.

- ¡¿Qué mierdas te crees que estás haciendo?!- dijo Leonor, escupiendo al suelo- Nada ha cambiado entre nosotros, no me interesas, maldito loco. Sólo te he soportado todo este tiempo porque era más seguro estar contigo que sin tí, pero ya ves a dónde me ha traído eso, así que no se te ocurra volver a acercarte a mí.

Al albino se le rompió el corazón al escuchar las palabras de Escarlata, que salió corriendo junto a los demás, mientras les gritaban a los presos que les siguiesen. El dolor se tornó en furia y, luego, en tristeza; todo a una velocidad que la cabeza del striker no era capaz de comprender ni asimilar. Lo único que hizo reaccionar a Jofiel fue el sentir una fuerza que empezaba a tirar de él hacia el agujero blanco; cada vez era más grande y, si no se marchaban rápido, los absorvería a todos. El albino comenzó a correr al tiempo que lanzaba órdenes al aire:

- ¡Hermana Leonor, ayuda al hermano Jack a llegar a la puerta!, no perdáis el tiempo. ¡Hermano James, hermana Ixchel, nosotros nos encargaremos de que nadie se quede atrás!

- ¡Cómo digas, jefe!- respondió Ixchel- ¡Ya lo habéis oído, gente! ¡Todo el mundo a correr!

Durante la siguiente hora, todo el mundo corría hacia la puerta de fuego, humanos, mutantes y demonios por igual, mientras que el agujero blanco creado por Tyler crecía cada vez más rápido. Muchos empezaron a quedarse atrás y ser absorvidos por lo que antes había sido un orbe del tamaño de un balón de fútbol y ahora amenazaba con destruir todo un reino dimensional.

Todos iban cruzando la puerta de fuego camino del Limbo, mientras los strikers los jaleaban para que se diesen prisa ante el peligro que suponía el agujero blanco. El problema era el número de personas que querían salir con respecto al tamaño de la puerta; poco a poco todos se agolpaban, empujándose sin ningún miramiento.

- ¡Tranquilos!- gritaba Hellsinger, que se apoyaba en Escarlata para soportar el dolor de la herida que Tyler le había hecho en el costado- ¡Si no cunde el pánico, saldremos todos!

Aunque la verdad es que las palabras de Jack no podían asegurarse, ya que el vacío blanco se aproximaba rápidamente, y cada vez más grande e imponente. Aún así, la gente no hacía caso y seguía dándose codazos y empujones.

- ¡Hermana Ixchel, dales un empujón para que pasen rápido!- dijo furibundo Jofiel- Empiezo a dudar de si el Señor quiere que se salven todos...

Calypso dudó un momento de si seguir las órdenes de su líder pero, un par de segundos después, accedió.

- Tened ciudado y dejaos llevar- avisó la mujer de las mechas azules mientras empezaba a generar una corriente de agua que, como un río, fue encauzando a todos los que trataban de salir.

James y Jofiel ayudaban a algunos presos que se estaban quedando atrás a llegar hasta la puerta mientras Escarlata, que cargaba con Jack, preguntaba:

- ¿Qué hacemos nosotros, Jofiel?- decía, mientras su voz se clavaba como agujas ardiendo en la mente del albino.

- ¡Largaos de aquí!- respondió el líder de los strikers, despechado por el rechazo recibido un rato antes- Aquí ya no servís para nada.

- Hermano...- comenzó a decir el fauno, pero se calló y se llevó a Escarlata hacia la corriente con el resto de presos fugados.

Aunque el agujero blanco se acercaba inexorablemente, con la ayuda de los poderes de Calypso, parecía que todos iban a poder salir a tiempo pero, cuando ya sólo quedaban por salir James, Jofiel y la propia Ixchel, escucharon la voz de un hombre pidiendo auxilio entre unas rocas. Sin duda, el griterío anterior había tapado los gritos del desdichado ser.

- Yo me encargo- dijo Bala Oscura, comenzando a correr hacia el hombre al que la onda de luz implosiva casi había alcanzado.

- Yo lo haré antes- añadió Jofiel corriendo con toda su potencia física intacta.

El albino saltó entre las rocas, llegando al hombre que gritaba desesperado mientras veía acercarse el agujero blanco. Cuando el hombre vio a Jofiel, con su piel blanca cubierta de sangre demoníaca y sus penetrantes ojos rojos mirándole fijamente, se puso pálido por el terror y gritó:

- ¡No me hagas daño, demonio!

El albino había acudido en su ayuda y lo único que había recibido era temor. Quizás en otro momento lo hubiese pasado por alto, pero no ahora, no tras todo lo que había pasado, no tras descubrir lo que sentía Escarlata por él.

Jofiel agarró por el cuello al hombre, levantándolo, y dijo:

- ¡¿Demonio yo?! ¡Soy el más ferviente seguidor de Dios!- fue elevando el tono- ¡Soy un dechado de virtud!, ¡soy tu única esperanza y tú blasfemas en mi presencia!

El albino miró al hombre y luego el agujero blanco cuya atracción ya podía sentirse notablemente por su cercanía.

- ¡Morirás aquí por tu falta de fe hacia mí, hereje!- gritó Jofiel y lanzó al hombre al agujero blanco- Que dios te perdone, pecador.

El albino se giró en dirección a la puerta y le sorprendió un puñetazo metálico en la cara. Había sido James, que lo miraba atónito.

- ¡¿Qué has hecho, maldito demente?!- le gritó Bala Oscura, apuntando a Jofiel con su escopeta- Has matado a un hombre inocente... ¿qué clase de monstruo eres?

- ¡¿Monstruo yo?!- respondió el albino- Él insultó a un siervo de Dios.

Las rocas alrededor ya rodaban hacia el agujero blanco mientras Jofiel se levantaba del suelo.

- ¡Estoy harto de tu desobediencia, hermano James! Quizás este también deba ser tu final.

El albino se lanzó sobre Bala Oscura y comenzó a darle puñetazos en la cara, aunque James conseguía defenderse gracias a su entrenamiento marcial. En un momento en que Jofiel bajó su guardia, el mutante de la escopeta consiguió dispararle a su líder en el pecho, lanzándolo hacia atrás.

Ambos se levantaron, mientras su propia imagen comenzaba a distorsionarse ante la cercanía del agujero blanco y, entonces, Calypso gritó:

- ¡Parad ya, hay que salir de aquí!

- Lo siento, hermana Ixchel, no vamos a salir los dos vivos de aquí. Estoy harto de que creáis que vuestra opinión importa lo más mínimo- respondió Jofiel- Sólo importa el mensaje de Dios, y yo soy su voluntad encarnada. Me obedeceréis o iréis al infierno.

James miró a su compañera, y le dedicó una sonrisa triste, casi imperceptible por la sangre que los golpes del albino habían provocado.

- Haz lo que debas, preciosa- dijo Bala Oscura- Sé que él es nuestra mejor arma. Lo que hagas no cambiará lo que siento por tí.

Los dos guerreros se lanzaron el uno contra el otro pero, antes de que se pudiesen alcanzar, un chorro de agua proveniente de las manos de Calypso lanzó a Jofiel hacia el agujero blanco y, girando, lanzó a James a los brazos de su compañera.

Mientras Jofiel era tragado con el agujero blanco, se le oyó gritar sus últimas palabras:

- ¡Arderéis en el infierno!

Y desapareció.

Cerca de la puerta, James e Ixchel estaban en el suelo tras el golpe, mientras el agujero blanco que Tyler había creado seguía avanzando hacia ellos. Se levantaron con esfuerzo y comenzaron a correr hacia la puerta mientras sentían la atracción de la implosión blanca tirar de ellos.

- ¿Por qué me has salvado a mí?- preguntó James, mientras se agarraba al suelo, tirando para ayudarse a avanzar- Jofiel era nuestra mejor arma.

- Sí, pero si algo he aprendido aquí, es que lo que necesitamos no es un arma- respondió la mujer- Lo que necesitamos es esperanza.

Y, juntos, avanzaron mientras todo su ser se distorsionaba por la atracción del agujero blanco. Paso a paso, mientras la implosión ganaba terreno para, en el último segundo, conseguir cruzar la puerta.

Justo cuando cruzaron, la puerta se cerró en un estruendo y desapareció, presa de la implosión, pero ellos estaban bien. El agujero negro había acabado con el reino de fuego, y ellos estaban a salvo.

Ambos se miraron, se abrazaron y se dejaron caer en el suelo.

- Te quiero- dijo James.

- ¿Y es un amor sincero? sí, eso creo- la voz que decía estas palabras era áspera y conocida.

Ixchel y James miraron a su alrededor y vieron a sus compañeros Hellsinger y Escarlata, también a los presos fugados pero, además, allí estaba S'Zion acompañado de un ejército de demonios menores que estaban cercenando las cabezas de los demonios que habían escapado del reino de fuego.

El demonio S'Zion se acercó a Calypso, que se levantó como pudo, y le dijo:

- ¿Es hora de que paguéis la deuda? Sí, sin duda, eso creo.

-FIN-

OTROS[]

Notas[]

Esta trama está enmarcada en el evento Age of Adonis, por lo que se recomienda leer antes el resto de series de dicho evento

Anotaciones[]

  1. ^ Como sabréis más que de sobra si habéis hecho los deberes y habéis leído la serie de MagnetoRex, El Fin
  2. ^ Para saber cómo han llegado ellos al grupo, debéis leer la serie de Darkfantomex, Abyss of Hate
  3. ^ Esto se debe a que Tiger nunca llegó a formar parte de ningún equipo, al escribirse sólo la prueba de su personaje.
  4. ^ Como sabes más que de sobra si has leído todas las series del evento, que comienza en Age of Adonis: Alpha
  5. ^ Ver Saint Strikers: Versículo 4
  6. ^ Referencia a la compleja relación que ambos personajes tuvieron mientras compartieron equipo en los Neo X de la Tierra-617
  7. ^ Durante Saint Strikers: Versículo 3, pero ocurrió fuera de plano.
  8. ^ Si queréis saber dónde van, debéis leer Age of Adonis: Omega
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