Wiki Neo X
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Foro Fussion Gate

"Una explosión hace que Nueva York sea invadida por una masa amarilla, que convierte a los humanos en zombies."

RESUMEN[]

Eon, bajo la supervisión de el Ángel y Cecilia Reyes, organiza una fiesta tanto para los NeoX como para los Abyss. Poco a poco van llegando los diferentes invitados ya sean individualmente (James, Sonne, Enix, Swamp, Knight…) como en dos limusinas contratadas por Xavier (Wildwood, Hermes, Quimera,Hotaru, RoloX, Deathmaid…), quienes se van sentando en mesas con sus nombres.

La llegada de la mayoría es muy tranquila, pero Swamp descubre, que Rebecca le está poniendo los cuernos con otro. Después de un rato discutiéndolo, terminan la relación.

Después de un breve incidente con Will y James, quienes quieren alcohol pero son pillados por Reyes, y de comer un poco, los profesores toman la palabra, felicitan a los chicos y Reyes informa de que Caído está en coma, pero vivo.

Para celebrar la ausencia de sus compañeros, James usa sus poderes para crear con unas balas explosiones con las caras de algunos de los compañeros que faltan, lo que entristece a Dana, pues hay muchos otros que no han sido recordados.

Algo más tarde, Caído parece despertar, aunque está inmóvil, mientras que Terrank y Xia han compartido una limusina y, al llegar al hotel, se encuentran una horda de paparazzis, que han de esquivar para entrar en al fiesta, donde Hermes lo está dando todo en la pista de baile, junto a Enix.

Una voz ordena que avisen a Kingpin y SHIELD.

Unos cuarenta minutos de fiesta después, Brian no se encuentra bien, y cuando Eon se acerca para saber cómo está, Brian le responde mal y decide abandonar la fiesta.

Eon sale entonces se asoma al balcón del hotel y usa sus poderes para mostrar el rostro del resto de miembros que abandonaron o desaparecieron de los equipos. Sin embargo, un rastro dorado cae del cielo hasta la ciudad, causando un resplandor que ciega a todos, menos a Eon y RoloX, quienes pueden ver cómo una masa amarilla cubre gran parte de la ciudad, deshaciéndose como un líquido espeso.

Cuando los profesores son conscientes de lo que pasaba, ordenó tanto a los Abyss como a los Neo-X que organicen a los invitados para que pongan a salvo al resto de invitados. James se preocupa por Brian, aunque Will intenta relajarlo para que ayude al resto del equipo.

Antes de marcharse, Swamp vuelve a entrar en el salón y se encuentra con una niña, a la que termina por poner a salvo.

Mientras vuelven a la escuela, Terrank decide bajarse del coche ante la indiferencia de sus compañeros. Más tarde será recogido por Xia y Sam, quienes le animan para que no deje el equipo.

En la escuela, los profesores muestran a un débil Caído, mientras ordenan a los grupos rescatar a los ciudadanos.

De vuelta a la ciudad, los jóvenes héroes ven a lo lejos a varios héroes infectados, y se tienen que enfrentar al Capitán América, quien termina el por ser vencido en un ataque conjunto, pero Iron Man, Hulka, la Gata Negra y el Halcón se dirigen hacia ellos, acompañados por doscientos infectados.

A Sam se le ocurre separarse para resistir, mientras el resto del equipo se aleja y ayudan a los que puedan. A la iniciativa de Sam se le une Wildwood, Knight, RoloX y Eon, quien después se marcharía, así como los profesores Arcángel y Cecilia.

Entre todos conseguirán que RoloX tome el control de Iron Man, consiguiendo derribarlo. Will se enfrentará a el Halcón, mientras Knight lo hacía con la Gata Negra. Swamp, sin embargo, se enfrentará a Hulka, y aunque consigue derribarla, queda al descubierto, tras los daños causados, y es infectado, cubriéndose de un lodo amarillo.

Mientras tanto, Daredevil se enfrenta a Sonne y Bala Oscura, quienes terminan por noquearle combinando sus poderes.

Knight aprovecha que sube a una azotea para distraer a los infectados y conseguir que tanto RoloX como Will huyan. En la distracción, Warren y Cecilia, ambos asediados por los infectados, toman la oportunidad y Warren sale volando, rescatando a Knight. Sin embargo, tras tanta batalla termina perdiendo el conocimiento mientras vuela, y, por suerte, cae cerca de donde se encontraba el resto del equipo salvando a gente.

Con la llegada de los miembros agotados, Eon ordena a RoloX, Felix, Xia y Quimera que llevasen a Knight, Cecilia y Warren, de vuelta a la mansión, para controlar su estado, por lo que los siete se suben a una limusina que conduce RoloX.

Mientras tanto, el Caballero Luna, el Escorpión y el Capitán América se acercan, de nuevo, hacia los jóvenes héroes.

El capitán golpea a Yasha, quedando inconsciente y sin respiración, es entonces cuando Sonne usa sus poderes para introducirle oxígeno, volviendo a respirar y recuperándose. Esta situación será el desencadenante para que Matt quiera alejarse del resto, pero con ayuda de Enix terminarán por encontrar a Touch, un jóven Morlock al que ponen a salvo, mientras Caído y Eon se ocupan del Caballero Luna, rematado por Enix, y James, Wildwood, Terrank y Hermes de los Nuevos Guerreros.

De camino a la Mansión-X, los zombies, funcionando como una masa, consiguen derribar el vehículo, y es Swamp, junto a un grupo de infectados, quienes retendrán a los mutantes, pero de pronto el ex-alumno explotará, y será RoloX quien absorberá el impacto y la masa infecciosa.

Con ayuda de Xia, RoloX se limpiará y volverán a retomar el viaje hasta la mansión, cuyo sistema de defensa se encargará de que los zombies no entren.

Mientras tanto, Brian, Alex y Medium se encuentran con Grecia. Algo más adelante se encuentran con una iglesia donde algunos humanos rezan por el fin del mundo denotando cierta xenofobia. Tras enfrentarse a ellos, los humanos ponen una bomba y todo se viene abajo. Grecia ha muerto y solo los tres mutantes han sobrevivido. Alex se quedará detrás llorando a la chica, mientras Medium y Brian avanzan.

Durante el combate contra los Nuevos Guerreros, Shaman escuchará una voz y verá una sombra.

En la mansión, el sistema de alarma detecta a un nuevo alumno, Gamma, quien llega justo cuando los poderes de Xia se descontrolan y deciden encerrarla en la Sala de Peligro. Deathmaid propondrá el uso del Antídoto-X, pero antes de que Xia pueda tomar una decisión sobre qué hacer, terminará por explotar, destruyendo la Sala de Peligro en el proceso. Al despertar los jóvenes en la Mansión, descubrirán que todos están bien y se llevarán a Xia junto al resto de heridos a la enfermería.

En las calles de Nueva York, el suelo parece venirse abajo, apareciendo los Strikers. Hermes y Yasha serán los primeros en atacar a Revenge, mientras el resto sale y Jofiel se centra en Shaman; Tony ataca desde lo alto del terreno tanto a Strikers como a Neo-X/Abyss, buscando evitar que se hicieran daño; Eon se unirá al combate contra Carl, así como Enix; Jofiel y Shaman pasan a un combate cuerpo a cuerpo; Fangoria apresará con sus poderes a Terrank; y Rage, quien había sido disparado por Bala Oscura, se lanzará a por él y, más tarde, a por Plan-B.

Medium y Brian llegarán hasta donde se encuentra el combate, siendo bienvenidos por los jefes de equipo.

En la mansión, Knight descubrirá que las explosiones de Xia sí que le habían afectado, causándole heridas importantes, mientras que Felix parece marcharse. Xia curará a Knight, mientras Dana descubre que el sistema de seguridad no es suficiente para retener al virus, así que vuela a avisar a RoloX. Cuando lo encuentra, Xia descubre que ya están siendo rodeados por la masa amarilla. RoloX sugiere bajar a su laboratorio secreto, allí RoloX se desvela como el causante del quiebre en la seguridad, así que Knight lucha contra el RoloX contaminado, mientras Quimera pone a salvo a los demás. Cuando por fin solo queda Knight, vuelve a bajar y se interpone entre el ataque de RoloX, terminando por ser infectada, pero salvando a Miguel.

El equipo se volverá a encontrar con Miguel, mientras ascienden huyendo del virus, terminarán rodeados y Xia tendrá que dar su vida por Gamma, dejándose caer en la masa amarilla. En un momento límite aparece Felix, dando una oportunidad al equipo para recuperar el aliento y marchar al garaje para huir.

Mientras huyen, RoloX, Quimera y Xia los persiguen. Deathmaid se harta de lo ocurrido y sufre una crisis de identidad, volviéndose muy violenta y obligando a Knight a detener el coche.

Al combate se le une Swamp, y gracias a una treta de Knight consigue hacer explotar el coche bajo el cuarteto, dando una nueva oportunidad de huir a los héroes, que entraron en una clínica.

Knight necesitaba una transfusión sanguínea, y con ayuda de Spider-Woman, consiguen que Felix de sangre a su compañero, pudiendo, éste, recuperarse.

Gamma hablará con Deathmaid por su cambio de personalidad, y ésta huirá y se pondrá a rezar a su madre, diciéndole que cancelaba su promesa. Jessica Drew aprecerá y la convencerá de que no lo haga.

Mientras tanto, en la batalla, Revenge termina por ser vencido por un ataque consecutivo de Yasha, quien romperá el escudo del mutante, y Eon y Enix, quienes usaran su poder para lanzar un ataque energético que lo noqueé; Jofiel usará un rayo piroquinético para noquear a su enemigo; Ericka había montado una trampa para noquear a Rage, pero se despista con el virus, descubriendo su origen, y la bomba le explota a los dos; Por su lado, Fangoria usa sus poderes en Medium, y la obliga a atacarse con sus propios entes.

Mientras tanto, RoloX usa sus nuevas habilidades para manipular, genéticamente, a Dana, convirtiéndola en una humana regular, y convenciéndola de que se una, voluntariamente, a ellos, ya que con él "las diferencias entre mamíferos y máquinas morirán". Esto hace dudar a la heroína.

Por su parte, Knight es sanado por Deathmaid, quien usa su sangre, pero ve las pesadillas de Knight y se asusta. Knight desvela que había sido infectado por el virus durante un breve tiempo, pero que sus pensamientos seguían en su cabeza. Al levantarse, anima a su grupo a seguir adelante, incluso cuando Spider-Woman se marcha, preparando trampas para cuando RoloX decida volver a atacarles.

En mitad de Nueva York, Noctem aparece tras una colina, se teletransporta junto a Eon, quien estaba a punto de recibir un garrazo de Revenge, pero Noctem se interpone, y dispara al mutante que queda noqueado, pudiendo hablar con Ivan tranquilamente.

Noctem le pide que detenga a su equipo, y que él hará lo mismo. Tras ponerse al día los dos ex-compañeros de habitación, acuerdan que, ya que los zombis no persiguen a los Strikers, ellos les servirán de avanzadilla. Eon propone ir a la Mansión-X para organizarse, y entre Noctem y Nightmare se ponen a ello. Mientras tanto, Alex regresará con una piedra al cuello.

Finalmente, RoloX llega, junto a todos los infectados, a la enfermería donde están Knight, pero estos ejecutan su trampa: prenderles con alcohol y los poderes de Burnpath y, usando el factor sorpresa, se lanzan a por ellos.

TRAMA[]

Página 1[]

Un atardecer con el cielo iluminado en rojo, naranja y amarillo. El sol se ocultaba y las nubes de diciembre hacían de manto para una pantalla de reflejos dorados que eran, lentamente, convertidos en carmesí y, posteriormente, en violeta oscuro. La noche caía y con ella se despegaba otro espectáculo de luces, más mundanas, pero más organizadas.

En un hotel a orillas de la bahía del Hudson, con la vista de la ciudad de fondo y el esplendor del agua reflejandola, se iniciaba una celebración para muchos necesaria, sobretodo después de los últimos meses de tensión y pérdidas.

En la entrada del opulento Hotel se encontraba una sabana con letras que ilustraban la frase "Bienvenidos Neo y Abyss", la cual no hacía juego con nada a su alrededor, pero daba un aire de candidez bastante agradable.

Cada mesero se movía de manera elegante y sobria, contrariando los destellos de alegría y movimientos rápidos de Ivan, quien pasaba de mesa en mesa revisando que todo lo que había preparado estuviese en su lugar. En la mesa de invitados de honor se encontraban solo los dos maestros y supervisores de los equipos: El señor Worthington, un hombre de la alta sociedad, por lo que su gusto por la ropa es altamente calificado; y Cecilia, quien creció en el Bronx, aunque sabe muy bien que la sutileza es siempre correcta vistiendo algo sencillo que haga destacar su hermosa figura. En la mesa habían más espacios, con pequeñas tarjetas para los nombres de cada integrante de los equipos, así como los nuevos estudiantes. La comida estaba servida y el pastel tenía unas misteriosas marcas de dedos en el merengue de chocolate y moka.

A la distancia se escuchó el sonido de dos automóviles en la vereda. Al instante Ivan dejó los platos sobre la mesa y corrió hacia sus profesores.

— ¡Ya vienen, ya viene! ¡Je, je, je! ¡Si!, no me puedo creer que ya esté todo listo. ¡Guau!, mi primera fiesta en años. ¡¿Me veo bien?!

— Sí, Ivan. Tan solo límpiate el chocolate de la mejilla y deja de brillar.

— Ok, señorita. ¡Je, je, je! Bueno, ya estamos listos. ¿Prendo los cohetes o espero a después del baile…o de la comida…o del kareoke…o de…?

— ¡Ve!, y eso lo decidimos nosotros, ¿ok?

— ¡Ok! ¡Je, je, je!


Mientras el chico salía a recibir a sus compañeros, Cecilia y Warren se miraron por un momento y se soltaron a reír. Definitivamente esa noche sería muy especial.


Un cielo estrellado. Acababa de anochecer y la oscuridad había tomado las calles. Un ruido en la noche, un tubo de escape a toda potencia. Una moto que circula entre los coches con alguien subido en ella. Ese alguien no es un ser corriente. Ese alguien es un mutante al que llaman Bala Oscura. Su nombre real es James Black y es un NeoX que llega tarde a una fiesta.

James: ¡Mierda! …Mira que dormirme en la sala de peligro. ¡Si es que soy idiota!


Una sirena en la noche. Un ruido que aparece al lado de la Harley Davidson, de estilo Chopper.

Policía: ¡Pare ahora mismo!

James: ¡Maldita sea!, justo lo que yo quería…


La motocicleta paró en seco al lado del policía.

Policía: Señor…

James: Black, James Black.

Policía: Bien, señor Black…bueno, quería decir…niño, ¡¿se puede saber a dónde vas con tanta prisa?! ¿Tienes que ir a tu camita o algo así?

James: Llego tarde a una fiesta. Si es usted tan amable de dejarme ir, no llegaré más tarde.

Policía: Sin casco, corriendo más de lo debido…¿te importaría darme los papeles?

James: ¡Oh, vamos! ¡No me jodas, tío!, llego tarde.

Policía: ¡Los papeles he dicho!

James: Lo siento, tío, pero no estoy aquí para esto. Sayonara.


La motocicleta aumentó su velocidad hasta que salió corriendo, dejando atrás a un anonadado policía, que se metió en su coche y salió persiguiéndole, sirena en mano.

James: Ya verás qué bien como se enteren en la mansión. Si no me echan es raro. ¡Je, je!


La motocicleta corría por todas las calles, atravesando los cubos de basura, metiéndose por todas las callejuelas que salían a su paso, intentando no desviarse demasiado del recorrido, hasta que el coche que iba persiguiéndole se detuvo y retrocedió, dejando a James perdido entre las callejuelas, para llegar a la gran fiesta.

James: No me lo puedo creer. Me ha hecho alejarme aún más. ¡¿Es que la policía de este mundo son todos gilipollas?!


Una sombra se le acercó por detrás con una botella de whisky en la mano.

Vagabundo: Pues sí, por eso estoy yo aquí. ¿No me ves?


James: ¡Joder! Qué divertido…y ahora esto. ¿Quién eres, viejo?

Vagabundo: Un pobre viejo hambriento y muy borracho. ¿Qué te parecen unas monedillas para aliviar el cansancio de este pobre anciano?

James: ¡Ja, ja, ja! ¿Así llamamos a la borrachera ahora?


James le dio unas monedas que tenía en el bolsillo y, montándose en la moto, corrió hasta el final de la callejuela, saliendo a una calle que no tenía salida. Sorprendentemente, tras dar la vuelta, apareció a una calle frente al gran hotel.

James: ¿Pero qué…?

Voz: Ahora sabes quién te ha pedido dinero para un Whisky. Adiós, chaval.


James solo recordó la pequeña figura famélica de piel color café y su mente dio en un archivo de los X-Men: Pórtico.

James: ¿Cómo se me ha podido olvidar…?


James aparcó la moto y salió con su larga chupa de cuero negro, cayéndole hasta los pies, donde llevaba unas botas altas de talón de metal con una punta con llamas dibujadas y, con su sombrero negro en la cabeza, apareció ante un sorprendido Eon.

James: Buenas, Eon. Lo siento, chico. He tenido una noche movidita.


Will estaba nervioso. Él no había viajado hasta América para esto. Por un lado, lo que él quería era tener un buen entrenamiento como superhéroe, aunque, por otro lado, no le parecía tan mal hacer amistades.

A pesar del recelo que había sentido al principio con sus compañeros, después de su última aventura se había dado cuenta de que podrían ser buenos amigos si les daba una oportunidad. Los Abyss, por otra parte, no eran sus compañeros y esto incomodaba a Wildwood. Nunca había hablado con ellos, y ahora estarían en la misma fiesta.

A pesar de todo esto, Will se armó de valor, se enfundó sus jeans, una camisa blanca y su chaqueta de cuero sintético y se dispuso a acudir a la fiesta.

Will se metió en el auto que le llevaría a la fiesta y se encontró con casi todos sus compañeros.

"¿Dónde está Bala Oscura?" —pensó el joven irlandés, y estuvo a punto de levantarse e ir a buscarlo, cuando el coche se puso en marcha.


Durante el trayecto, todos los ocupantes del vehículo hablaban entre sí, pero Will no se relacionaba. Los nervios le tenían preocupado. ¿Y si no les caía bien a los del otro grupo?, es más: ¿y si no había conseguido caerles bien a los de su propio grupo?

Wildwood: En fin. Vamos allá…


El coche paró frente al hotel y Will, de repente, se vio más tranquilo. Parecía que todo parecía mejorar, …ya no le temblaban las piernas.


Matt bajó del autobús en la esquina del hotel:

"Al menos no me ha pillado muy lejos" —pensó.


Decidió ir sólo a la cena. No mezclarse demasiado con la gente, con sus compañeros. Había sido mucho en tan pocos días…

El muchacho caminaba lentamente con las manos metidas en los bolsillos de su pantalón vaquero, mirando al suelo. Tenía un extraño peso en sus pulmones, y no era por la densidad del aire, como le ocurría a veces. “Me cuesta cambiar de vida. Me cuesta vivir así”, se decía a sí mismo. La amabilidad de Eon, la despreocupación de Terrank… Todo chocaba con su personalidad, sin embargo, por alguna razón, sentía que se encontraba a gusto con ellos.

Matt se iba acercando a la puerta. Podía observar cómo, realmente, el hotel estaba acondicionado para una buena fiesta. Odiaba las fiestas. Mientras llegaba a la entrada del hotel, iba ensayando las frases de la noche: “Hola, soy Matt”; “Lo siento, no fumo”; “Veras, tengo que salir un momento…”. No sabía por qué tenía que estar allí en medio de todos. Sin saber qué decir. Sin saber qué hacer. Para él esta "cena" era una encerrona y, desde luego, iba a pasar un mal rato.

— Echo de menos el estar en silencio un par de horas —dijo, mientras comenzaba a escuchar el murmullo de los compañeros que comenzaban a bajar de dos autocares. Él se les adelantó, estrechando la mano a Eon, que, con un suave brillo, hizo sonreír tímidamente al joven Matt.— "Este tío siempre me sabe sacar una sonrisa" —se dijo a sí mismo.


El nuevo alumno de los Abyss saludó al profesor Worthington.

— Hola Matt. Vaqueros oscuros, camisa blanca y chaqueta negra…elegante, te lo concedo.


Mientras Matt asentía con la cabeza, la profesora Reyes saludó también al joven.

— ¿Cómo estás, Sonne?


A Matt Searle se le volvió a escapar una sonrisa. “Debo estar volviéndome loco para haberme puesto ese nombre”. Tras el saludo, buscó su sitio y se sentó justo al lado de la única silla ocupada: "James Black".

— ¿Cómo lo llevas, chaval?

— Aquí me ves —respondió secamente Matt mientras buscaba el nombre de la tarjeta de su otro lado: "Steven Hilton".


“Joder. No me separaré de este tío en la vida” —pensó Matt mientras veía avanzar hacia las mesas a un tropel de jóvenes mutantes—. “Hoy no es mi día” —se dijo antes de bajar la cabeza a la mesa.


En un bello atardecer, Alex se dispone a comprarse su vestido. Sin duda, no llegaría puntual a la fiesta de bienvenida de los nuevos chicos tratando de decidir qué comprar. La mayoría de su ropa estaba en casa, así que decidió comprar algo nuevo para la ocasión. Después de todo, también sería, en parte, su bienvenida al equipo en el que tan solo llevaba un par de misiones más que sus nuevos compañeros.

Después de una intensa búsqueda, y de la elección del vestido, Alex decidió regresar al hotel. Se había ausentado de instituto dos días y, en estos momentos, no tenía tiempo de regresar a la escuela. Además, la fiesta no quedaba lejos. Se dio prisa con el arreglo, baño, cabello, maquillaje, ropa, y demás detalles, lo que le tomó más tiempo y recordando por qué, en parte, odiaba las fiestas de sociedad de su padre, incluso cuando, en esos tiempos, contaba con las asistentes de su padre.

Por fin lista, se dispuso a salir del hotel y abordar el BMW 2007 que había rentado. De nuevo dudaba si comprarlo o seguir utilizando los autos de la escuela. Su padre por fin le había levantado el castigo y tenía de regreso sus tarjetas y sus cuentas abiertas. Avanzaba por la ciudad para llegar a su destino. Por fin vislumbró el lugar con Warren y Cecilia recibiéndolos. Cecilia mostraba su figura y su gran belleza, y Warren…pues él sabía mucho de estas cosas de cómo vestir, y no importaba lo que se pusiese, siempre estaba guapísimo. Delante de ellos, Ivan. El ruso estaba recibiendo a James, y después a uno de los chicos nuevos al que no conocía muy bien, y Matt estaba entrando, como niño enfadado, al lugar.

Alex estacionó, y pronto uno de los aparcacoches le ayudó a bajar, le entregó sus llaves y se dirigió hacia Ivan, quien la miraba de la misma forma en la que siempre miraba a miss Frost.

Alex: Buenas noches. Hola a todos. Hola Ivan.


Alex ingresó después de la bienvenida de Ivan, quien le dijo que sabía que ella asistía a esta clase de fiestas, y le pidió el saludo "oficial": beso y, de ser posible, abrazo, por lo que ella no discutió.


Algunos chicos habían preferido ir por su cuenta a la fiesta, mientras que otros habían tomado el expreso proporcionado por la escuela, que en este caso eran dos limusinas: Una negra para los chicos y otra blanca para las chicas. Las dos muy brillantes.

La mansión, por lo general, estaba casi vacía, dado que la mayoría de los alumnos se encontraban de vacaciones, y los chicos de los Abbys y NeoX anduvieron todo el día de compras y arreglándose para la ocasión.

Bart Nord tenía planeado una noche muy especial: Había alquilado un esmoquin cola de grillo muy elegante, de color blanco con corbatín a juego —a lo James Bond—. Cuando se lo mostró a Brian y a Deathmaid para saber sus opiniones, los ojos de la mutante habían resplandecido de una manera tal, que se notaba que adoraba el traje; mientras que Brian había sonreído virando la cara, mientras le decía que "el traje estaba fantástico, pero que tal vez él esperaba algo menos…"…¿cómo fue la palabra que utilizó?…¡"llamativo"!. Esto no le había importado, para nada, a Bart, quien, contento con su traje, se había pasado toda la tarde con una sola misión: Conseguir chicas en la fiesta.

Desde que había llegado a la mansión, lo único bueno que había visto era a Miss Frost, y aunque estaba seguro de que ella se derretía por él, sabía que, si la tomaba, rompería el corazón del señor Summers, …y de seguro, pero seguro que éste le terminaría echando de la escuela de inmediato por puros celos. Así que decidió mover su atención hacia sus compañeras de equipo: Deathmaid y Xia. La primera, simplemente, aún le hacía sentir algo incómodo, dado su forma de ser y que nunca le gustaron mucho el marisco; mientras que Xia era simpática, pero lamentablemente muy engreida para su gusto.

Bart pensaba en todo esto mientras, en menos de un minuto, se bañó, se peinó, se perfumó y se vistió. Entonces salió por el corredor, sin correr pues eso arruinaría su flameante traje, y, decidido a hacerlo con estilo para que todos le viesen y lo envidiasen, salió caminando lentamente con el pecho inflado y meneando los brazos de manera que dejaba ver su seguridad. Cuando llegó a la salida se topó con algunos de sus compañeros, quienes le esperaban en la limusina, por lo que entró de inmediato.

—…¡Ja, ja, ja! —La limusina resonó por las carcajadas de los chicos.

Bart: Sí, burlense no más. Ya veremos quién reirá de último ¡cuando me lleve a todas las chicas de la fiesta![1]


Y así, entre risas y bromas pesadas sobre el atuendo de Hermes, la limusina partió hacia el hotel. Una vez allí, Bart bajó, mostrando con elegancia su traje a todos, y se dio la misma caminata, de importancia, al entrar al hotel, mientras que Ivan, al verle, se llevó la mano a la boca.

Hermes: A ver. Según este papelito me toca…en la mesa cinco. Umm… Ojalá que me toque con alguna de las chicas del otro grupo…ju, ju, ju[2]


En el cuarto de Dana en el ala de las chicas, se escuchaba música a un volumen promedio, mientras que, dentro del cuarto, la puerta del baño se encontraba abierta, la luz prendida y la ducha encendida mientras el agua caía sobre el cuerpo desnudo de Dana. Ella entonaba la letra de la canción que sonaba en su estéreo "Crazy" de Aerosmith.


Dana: …Crazy…for you baby…I'm losing my mind… ¡Yeah!, 'cuz I'm going ¡crazy…!

La mutante se terminó de fregar el cabello con sus manos, luego lo lavó con el agua y, tras esto, cerró la llave. Mientras seguía entonando la canción, tomó la toalla y se secó con ella, se la enrolló en su cuerpo y, poniéndose unas pantuflas, con la cara de Rondador Nocturno en las puntas, salió del baño para ponerse frente a su cama ante un problema: Un traje de noche negro que terminaba justo en sus muslos, con tiritas en los hombros y chispas, a un costado del traje, que comenzaban desde la parte superior y terminaban por la cadera, y que parecían estrellas brillantes en un firmamento oscuro.

Dana no podía dejar de mirarlo, mientras que enseguida pensó: "¡Je!, …es justo el tipo de vestido que a Devon le hubiera encantado verme usar alguna vez…". Al pensar el nombre de su ex-compañera, su sonrisa se desvaneció al recordar que llevaba perdida mucho tiempo, sin que nadie supiera nada de ella, ni de su hermano Horemeb. Las dos chicas habían tenido varios malentendidos en su tiempo, pero eso no pasaba a ser algo malo. Y así, casi al instante en que dejó de pensar en sus compañeros perdidos, pensó en Daniel.

Dana: …Tal vez también le hubiera gustado a Daniel[3]… —dijo, mientras sus ojos se pusieron llorosos.— ¡Maldición, Dana! ¡Este es un momento para festejar con los amigos y no de ponerse melancólica, ni a llorar! —se decía la mutante mientras se secaba las lágrimas y se desnudaba para tomar el vestido y ponerselo.


Pasado un rato salió por el pasillo para llegar hasta la salida de la mansión. Allí le esperaban dos limusinas muy elegantes y brillantes: La negra para los chicos, y la blanca para las chicas.

Dana: '"'Realmente el profesor Xavier se tomó la molestia de que esta fiesta fuese muy especial para nosotros" —pensó la mutante mientras entraba en la limusina.


En las puertas del hotel, y después de oír varios cumplidos que le decían que se veía precios y etc por parte de sus amigas, bajó de la limusina, mientras que un botones le tomó la mano para ayudarle a bajar, y la llevó hasta la entrada. Todo esto le parecía de fantasía a Dana. Nunca había estado en una fiesta tan lujosa, ni había visto un lugar tan lujoso como aquel hotel.

En la entrada estaba Ivan, quien reía por algún motivo tapándose con la mano la boca y que, al ver a Dana, se quedó impresionado. Le hizo una reverencia y, con una sonrisa, la invitó a pasar mientras la saludaba con un beso en la mano.

Dana: En verdad estás empeñado en ser un total caballero esta noche, ¿no, Ivan?[4]


Ivan volvió a sonreír mientras le decía que se lo merecía, y así la guió junto al resto hacia la sala principal, donde se encontraría con algunos chicos, la mayoría desconocidos, que solo habían oído nombrar, como Bala Oscura o Hermes. Mientras que saluda con la mano a Matt, su nuevo compañero de equipo, el guapo profesor Warren se acercó y beso a Dana en la mano, muy galán, y le dice que se la veía estupenda. A continuación, la profesora Reyes se le acerca y le dice que debería vestirse de esa forma más seguido. También saludó a Alex, con quien se sentó en la mesa.

Seguramente esta noche iba a ser inolvidable para los chicos. Después de todo, se la merecían.


Samuel se dirigía al hotel con pasos calmos. Las cosas con Rebecca no estaban del todo bien. Cada vez estaban más distanciados. Él estaba concentrado en los Neo. Con el asunto de los chicos nuevos, el equipo se sobre-poblaba, y él temía que lo dejaran a un lado por haber estado desconcentrado últimamente.

La última misión le había dejado algunas secuelas psíquicas[5], cada vez tenía más sueño y le dolían los ojos. Ella decía que tenía problemas con los estudios y, muchas veces, quería estar sola, incluso en la semana en las que Swamp tuvo que pasar en la enfermería para que el Doctor McCoy le revisara la cabeza, ella se dignó a visitarlo ¡una única vez! Rumsey iba cada tarde a pasarle las cosas de clases junto con Brian, quien iba contarle alguna que otra anécdota; Bart iba cinco veces al día —decía que tenía tiempo libre—; incluso Xia pasó una vez a preguntar por su billetera; Will, que hasta entonces había sido hostil y retraído con él, pasó a darle un mensaje del Sr. Wagner —Samuel estudiaba teatro—, y a desearle que se mejore; Reachel aparecía de tanto en tanto con las mejores intenciones y con algo para que comiera, pero sus visitas eran casi tan frecuentes como las de Hermes, aunque Samuel nunca tuvo tiempo de digerir todo lo que le llevó; Incluso James había ido a visitarlo dos veces: la primera para burlarse de él y la segunda bue…la segunda para pedirle dinero para una cerveza; Pero Rebecca, quien supuestamente era su novia, lo había ido a visitar sólo un día en un espacio entre clase y clase. Sin duda ahí había algo raro.

Para fomentar más el distanciamiento, o tal vez a causa del mismo Sam y Rebecca, habían decidido ir cada uno por su cuenta a la fiesta de bienvenida a los chicos nuevos. Sam trató de quitarse esos problemas de la cabeza: esta era una noche de fiesta. Habría música, comida y era casi seguro —según Ivan— que hubiera helado, así que eso lo animaba bastante. Al fin conocería a los otros miembros de los Abyss, puesto que él solo conocía a Ivan, por medio de Rumsey y Brian. La idea de conocer nuevas personas lo incomodaba, pero sabía que cuando hiciera más contacto las cosas irían un poco mejor.

El chico de barro llegó a la entrada del hotel. La decoración le gustaba. Ivan se encontraba en la puerta, junto con la doctora Reyes y el señor Worthington. Sam se dirigió allí sin pensarlo dos veces. Excepto ellos, no quedaba nadie conocido fuera.

— Samuel, ¿cómo estás? Espero que mejor que la otra vez.

— Sí, bastante mejor, Ivan. Me encanta el lugar.

— Sí, a mi también. Es como un sueño. Por favor, pasa. Ya han llegado alguno de los Neo. Tu mesa es la…cinco.

— Muchas gracias, Ivan. Nos vemos luego. Luces estupendo.

— Y tú también.


Ambos mutantes rieron mientras se hacían un gesto. Samuel se llevaba muy bien con Eon, con quien había entrado en confianza rápido. Era un buen chico.

— Doctora Reyes, Señor Worthington…

— Muy buenas noches, Samuel. Que disfrutes de la velada.


Swamp se dirigía hacia la mesa cinco cuando sintió como un aire detrás de él, y vio una mano que le pasaba por sus hombros.

— Buenas noches, paciente. Hoy no pensará desmayarse como estuvo haciendo los últimos días, ¿no?


Al voltear, Samuel vio a Bart con una sonrisa de oreja a oreja mientras se sacudía, un poco, su traje blanco.

— ¡Cof, cof! …Bonito traje…¡cof!

— Lo notaste, ¿eh?…y fue una ganga —le decía Hermes en un susurro—, pero eso las chicas no lo notarán. Observa cuántas chicas hay aquí, bro. …Es…increíble…

— ¿Qué? ¿Qué es increible?

— No… Mejor vayamos a sentarnos. Luego las vemos…

— ¡Anda! No hagas como si hubieses visto algo…


En efecto Bart había visto algo, y ahora Samuel también. Allí, a unos cuantos metros de ellos, Rebecca estaba en los brazos de otro, a los besos. Nada fácil de digerir.

— Lo sabía. Sabía que pasaba algo —murmuraba Swamp.

— Ven. Vamos a sentarnos, Sam. No vale la pena.

— No. No dejaré que me arruine la noche… No… —Repetía Swamp como un lunático— Ven, joven amigo. Esta noche será una que recordaremos por el resto de nuestras vidas —dijo pasándole un brazo a Hermes por el hombro, mientras se dirigían a la mesa.


— "Una fiesta…, y pensar que Yukio-sensei me mandó aquí para mejorar el uso de mis poderes[6]" —pensaba Hotaru, mientras se vestía con la ropa que tenía preparada para fiestas: Unos pantalones negros, zapatos y camisa negra china de cuello mao, con un kyūbi no kitsune[7] dorado en la espalda. Se recogió el pelo en una coleta baja y marchó a la entrada de la casa, para subir a la limusina que le llevaría a la fiesta.


Cuando estaba entrando, vio llegar a otro chico, todo vestido de blanco.

— "¡Por kami-sama, qué hortera! Espero no tener que pasar toda la fiesta a su lado" —pensó durante el trayecto. Cuando llegaron, salió para saludar a Ivan, el Neo-X que lo preparó todo, y a los dos profesores que se encontraban allí—. Ivan-san, muy buena la idea de la fiesta. Por cierto —dice acercándose a su oído—, creo que ya sé a quién podemos tirar a la piscina —le dice mientras mira a Bart[1].

— Hotaru, tu mesa es la cinco.

— Gracias, sensei.


Cuando me acerqué a la mesa pude ver al shiro no wakai otoko[8] hablando con otro chico sentado en la mesa, en la que había unos carteles con nuestros nombres. El mío se encontraba al lado del de Bart Nord, chico del cual me quería alejar.

— Bueno, al menos estaré cerca de él si lo lanzamos a la piscina. Hubiera preferido estar al lado de una de las chicas para no sentirme tan patético.


RoloX: "Una fiesta,…una fiesta…una fiesta. Tienen que estar bromeando. ¿Qué quieren que haga? Bueno, ¿qué otra alternativa tengo? Podría ir con mis pantalones normales, o puedo hacer un traje a mi medida…estúpidamente grande. Creo que me tiraré a lo segundo. Dios…"


El androide llevaba un buen tiempo intentando hacerse un traje para usar esa noche. Finalmente pudo hacer un traje negro clásico, no muy imaginativo, pero a la medida. Realmente no entendía qué iba a hacer. Apenas podía entender a los demás cuando hablaban, y realmente nadie compartía sus intereses por la mitología y la química.

Al ponerse el traje se dió cuenta de que le quedaba perfecto.

— "No me sorprende. Sé lo que hago."

Al dar un paso se detuvo, regresó hacia atrás y se quitó el traje.

— "Es muy pequeño."

Decidió quitarse el traje y quedarse con sus shorts normales. Se sentó en la silla de su sótano a pensar qué diablos iba a hacer. No podía bailar, conversar, ni siquiera comer, pero decidió ir de una vez, y ver lo que pasaba porque, si quería ser aceptado por los mamíferos, debía tratar de entenderlos. Se levantó, tomó un buen trago de energía y se largó de ahí.

En la limusina todos sus compañeros le decían: "Ponte algo encima. ¿No tienes frío? ¿Qué haces?, ¿muestras tus pectorales? ¡ja, ja, ja!" RoloX solo se quedaba ahí, esperando a que los demas se dieran cuenta que ellos hacían el ridículo mas que él.

Finalmente dijo:

RoloX: ¿Les parese gracioso? Debo de dar mucha lástima, dado que puedo partirles la cabeza ahora mismo. Sí, lo sé, ¿cómo puedo pasarlo bien si tengo tanto físico encima que no puedo ocultarlo? ¡Ja, ja!


Todos los Abyss se quedaron mudos y fríos. Fue cuando RoloX se dió cuenta de que no soportaba la presión y que había perdido el control.

RoloX: Disculpen —dijo—. No estoy de buen humor ahora mismo.


Todos los demás aceptaron sus disculpas y le dijeron que no importaba, que se veía bien. Finalmente llegaron a la fiesta. Ivan lo miró un segundo y se rió.

RoloX: Cuando tenga tiempo pasaré nueve años más haciendo un nuevo cuerpo más pequeño. ¿Podrías ubicarme en la mesa, por favor?

Eon: Por supuesto, campeón. ¡Je, je! Al fondo a la derecha.

RoloX: Gracias —dice mientras le da un pequeño golpe en el hombro y se dirige a su mesa.


James acababa de entrar en el gran salón cuando vio que todavía faltaba gente por llegar. "Por lo menos no era el último", pensó.

Eon: James. Tú te tienes que sentar…

James: Si no te importa, Eon, creo que estaré de puta madre al lado de Wilwood y Brian. Seguro que nsotros tres nos lo pasamos mejor, ¿eh?

Eon: Claro. ¡¿Qué más da?!

James: Perfecto. Gracias, compañero.


James se encaminó hacia la mesa, donde estaban el nombre de Brian y Wildwood, y éste en persona.

James: Buenas, chaval. ¿Qué hay? Tenemos que hacer más divertida esta fiesta. Seguro que a los dos se nos ocurren cosas para alegrar eso.

Wilwood: Eso. ¡Je, je!

James: Brian también tiene que estar a punto de llegar. Él tambien te va a gustar. ¡Je, je!


Eon les miraba preocupado, desde la entrada, mientras miraba a RoloX quien acababa de entrar, y le entró una sonrisa al verle.


La pequeña sirena se veía muy bonita al verse con el kimono que estrenaba ese día, dado que era ajustado, no muy debajo de su cadera, y que le dejaba bastante cola libre para moverse.

Deathmaid: Realmente creo que este traje no le quedaba cómodo a nadie, …hasta que nací yo. ¡Ji, ji, ji! ¿Qué te parece, Xia?

Rocket 2: …No…lo…sé…

Deathmaid: ¿Qué quieres decir?[3]

Rocket 2: Que realmente no creí que alguien como tú pudiese verse tan…linda.

Deathmaid: ¡Ji, ji, ji! Desde hace mucho tiempo las sirenas han llevado a los marineros y sus barcos a la perdición con su belleza. ¿Qué te pasa?, ¿tal vez estás preocupada por quedar en segundo lugar?

Rocket 2: ¿Estás loca? Estás a años luz de alcanzarme[4]

Deathmaid: Sí, puede ser…, pero por las dudas no te quedes atrás.

Rocket 2: Mmm[9]

Deathmaid: ¿Qué pasa?, ¿eh? ¿Quieres una pelea? De acuerdo, ¡venga![10]

Rocket 2: Por favor[11]


En la limusina, todas se preguntaban si Reachel podría bailar, dado que había demostrado que, aun sin piernas, podía hacer cosas increibles con su cola. Ésta se dió cuenta del interés de las demás y les dijo:

Deathmaid: ¡Ji, ji, ji! En realidad no sé bailar, aunque mi familia ha intentado enseñarme cualquier disparate que se les ocurría, no sé bailar. Aunque espero…que en algún momento me den el micrófono para cantar alguna canción. Tengo una bonita voz cuando canto. En serio.


En la entrada, Ivan miró a Reachel y sonrió. Era difícil que una alumna con cola de sirena pasase desapercibida[12].

Eon: Amm…, Deathmaid, ¿correcto?

Deathmaid: ¡Yup! ¿Tienes una mesa para mí?

Eon: Amm…

Deathmaid: Sí, puedo sentarme[13].

Eon: Lo siento. Amm…por ahí.

Deathmaid: Gracias[4].


Will estaba sentado con James, deseando que empezase la fiesta de verdad, mientras esperaban a que llegasen todos los asistentes que faltaban.

James: ¿Crees que faltará mucho para que traigan la comida?

Wildwood: Espero que no. La verdad es que no me gusta beber sin tener nada sólido en el estómago, y creo que hoy nos vamos a pillar una buena borrachera[2].

James: …Pero una copa antes de comer no le sienta mal a nadie, ¿no? Podríamos pedir algo.

Wildwood: ¿No crees que se molestarán, Eon y los profesores, si empezamos a beber antes de que lleguen todos?

James: Podemos ir a pedir algo y, si no es correcto, ya nos lo dirán. ¿Qué te pasa? ¿El irlandés huraño le tiene miedo a los profesores?[4]

Wildwood: No es miedo, es… Bueno, está bien, pidamos una cerveza. Al fin y al cabo es muy buena para la digestión. Si nos preguntan, "lo hacemos por nuestra salud"[14]


Los dos se levantan de la mesa, disimuladamente, en dirección a un camarero.

Wildwood: Perdone, ¿podría servirnos a mi amigo, y a mí, un par de…?

Doctora Reyes: ¿Qué estáis haciendo, chicos? ¿No estaréis tramando algo, verdad? Después de la conga en ropa interior del otro día[15], me espero cualquier cosa de vosotros.


Cecilia Reyes había aparecido por detrás, interrumpiéndoles en el momento de pedir, y Will se puso completamente colorado al ver que le habían pillado in fraganti, pero intentó disimular lo mejor que pudo.

Wildwood: …Un par de vasos de agua . Mi amigo y yo tenemos la boca seca—le dice al camarero—. Claro que no tramamos nada, profesora. Sabe que somos buenos chicos[11] —pasa a decir a la doctora Reyes.

James: Sí, señora. Eso es lo que somos. ¡Je, je, je!


Los dos volvieron a su mesa con un triste vaso de agua cada uno, mientras James se reía entre dientes y a Will se le bajaban los colores.

James: ¿Sabes que no tenías porqué haber disimulado? La doctora Reyes es joven, seguro que no hubiese tenido problemas en que nos tomásemos una cerveza. ¡Je, je, je!

Wildwood: Entonces, ¿por qué no me lo has dicho antes?

James: He disfrutado más viendo al "chico lechuga" muriéndose de vergüenza[2].


Will y James se miraron y, sin más, comenzaron a reír a carcajadas.

Wildwood: ¡Ja, ja, ja! Está bien. Ok, ¡je, je, je!, pero la próxima vez pides tú las bebidas. ¡Ja, ja, ja!


Ivan estaba que no cabía de gusto. Había enviado las invitaciones y ahora todo mundo llegaba con sus mejores galas. Además, ya estaban empezando a servir la comida, y se estaba muriendo de hambre. A lo lejos puede ver que se acerca la profesora Cecilia.

— Estos chicos son peligrosos, Ivan. Habrá que tener un ojo en ellos.

— ¿En serio, profesora?

— ¡Nah!, solo son traviesos, pero bueno, de todos modos, lo de mantener un ojo sobre ellos sí que es en serio.

— ¡Je, je, je! Lo tendré en cuenta.


Mientras la profesora se retiraba para charlar con los algunos trabajadores de la escuela, Ivan se acercó lentamente a la mesa donde William y James se encontraban.

— ¡Ejem! ¿Desde cuándo son fanáticos del agua?

— Muy gracioso, Eon. ¿Qué más podemos hacer por aquí?

— Tal vez podrían ayudarme con este tequila…digo. Yo no puedo jugar a competencias de resistencia, ya que estaré ocupado esta noche, pero tal vez ustedes puedan hacer algo con la botella, mientras esperamos a que sea más tarde.

— Chico, tú si que sabes cómo atender a tus invitados.

— Sí, James. Tan solo procuraremos no mencionarlo mucho, ¿ok?

— ¡Je, je, je!


Mientras los tres chicos reían en voz baja, Cecilia Reyes volteó a verlos, y también sonrió.

— Como si no supiera lo que ibas a hacer, Ivan. ¡Ji, ji, ji!

— Disculpe, señorita.

— ¡Oh!, no. Nada, nada. Pues sí, me estaba contando…


La noche se veía hermosa. Ciertamente era una noche espléndida. El primer día con los X-Men, y le tocaría una fiesta. Estaba sumamente nervioso porque no conocía a nadie. No sabía cómo sería su estadía y…¿qué era eso de comenzar con una fiesta? Después de todo, puede que no fuera tan buena idea. ¿Y qué tal si ellos lo rechazaban?…¿o si él hacía algo tonto, o decía algo malo que incomodaba a alguien?

La desesperación subió rápidamente. Empezó a sudar frío y, entonces, empezó a sudar más frío al darse cuenta de que estaba sudando. Aunque nervioso como estaba y pensando en regresar, sus pies no paraban y seguían su curso. Antes de que se diera cuenta, Knight estaba en la puerta del hotel.

Knight: ¡Uff!…no.


Empezó a dar vueltas en la entrada y a practicar lo que iba a decir.

Knight: Hola. Gusto en conocerlos… No. …Hola, soy Knight… No. Hola, soy Miguel. Soy un muti… No… Soy Miguel, pueden llamarme Knight…


Antes de que se diera cuenta es tomado de la mano y saluda enérgicamente.

Eon: Gusto en conocerte, Knight, …o Miguel, como prefieras. Soy Eon, líder de los Abyss, ¿de qué equipo eres? ¡Oh!, bueno, tambien puedes llamarme Ivan. Como prefieras. Puedes entrar, o…quedarte aquí un rato. Como prefieras. ¡Je, je!…estoy balbuceando.

Knight: Eh…sí. Yo solo…eh…soy nuevo…eh…

Eon: Pero pasa, pasa.


Ivan lo hace pasar, mientras que Knight pensaba que aquello era muy extraño. Se sentía animado, pero sumamente nervioso. Antes que se diera cuenta, Eon se estaba yendo.

Eon: Voy a por los bocados y regreso —dijo, marchándose rápidamente.


En la entrada, Miguel puedo ver el escenario. Había llegado mucha gente, y había un hombre con alas, una mujer lagarto y…demás. Estaba temblando. Miguel pensaba en desmayarse, pero aguantaría.

Knight: Madre mia. Esto no está bien.

Página 2[]

James y Wildwood estaban absortos con su botella de tequila. Estaban deseosos de montar una buena fiesta, y lo que es mejor: a nadie le importaba.

James apartó la vista de la botella que tenía en la mano y susurro:

James: No es que le haga asco a esto, ni mucho menos, pero la cerveza está más rica. De todos modos, para hacer un duelo de ver quién aguantaba más, estaría bien. ¡Ja, ja, ja!

Wilwood: Mira. Acaba de entrar alguien. No le había visto nunca. ¿Quién será?

James: Vamos a comprobarlo. Chico, está hecho un flan.


Los dos mutantes se acercaron al recién llegado, presentándose de antemano.

James: ¡Hola, chaval! Supongo que eres nuevo, o de un rincón muy profundo de los Abbys. De hecho, de ese grupo conozco a unos pocos, pero tú no estás en mi lista. Bueno, me llamo James Black…o Bala Oscura, como prefieras. Si duras lo bastante por aquí te haré una demostración de mi nombre.

Wildwood: Hola. Yo soy también reciente por aquí. Ya he estado un poco, pero ya he visto de qué pasta están hechos por aquí. Por cierto, me llamo William McDonner, pero me puedes llamar Wildwood, y esto que te presentamos aquí se llama "Botella de tequila", y nos ha dejado probarla. ¡Ja, ja, ja!

Knight: Hola…er…yo me llamo Miguel, …o si lo preferís Knight. …Y sí, soy nuevo por aquí. No conozco a nadie…y no sé cómo hacer esto realmente…

James: Relájate y vente con nosotros. Eon, el chico se queda con nosotros. Cuando venga Brian dile que se ponga cerca, que su sitio se enfría. ¡Ah!, y dile que hay bebida. Seguro que así vendrá más rápido.

Eon: Sí…vale. …El orden a tomar por saco…

James: Gracias, "Chico Luz".

Wildwood: Bueno Miguel, cuéntanos un poco qué poderes tienes. Yo, por ejemplo, controlo la naturaleza. Es un poder de lo más. Si quiero, puedo hacer que los árboles me traigan una cerveza, pero…pobres. ¡Ja, ja, ja!

James: Oye, eso sería un buen reclamo para las chicas. Lástima que ya esté pìllado. ¡Oh!, por cierto, mi poder es cargar piro-explosivamente las cosas de metal. Digamos que soy un buen cazador.

Knight: Bueno…mis poderes son raros. Digamos que puedo hacerme…como un caballero de la edad media. Mola bastante. ¡Je, je!

James: ¡Oye! ¡¿Por qué vuestros poderes son tan espectaculares?! Como yo no enseñe que puedo hacer explotar algo, nadie se fija en mí. Qué cosa más guay, de verdad.

Los tres chicos conversaban acerca de más y más idioteces. Se notaba un gran compañerismo entre Wildwood y James. Knight estaba absorto en una batallita que estaba contando James de su época de cazavampiros, pero bueno, eso es otra historia.


A unos metros del trío dinámico…

— Y chicos, ¿cómo lo están pasando? —preguntaba Ivan acercándose a Samuel y Bart.

— ¡Ah!, perfecto, si no fuera por el mínimo detalle de que "mi novia está transfundiendo[16] saliva con un desconocido.

— Ignóralo. Eon, lo estamos pasando bien. Ya estoy ansioso por la música, así reluciré mi excelente atuendo —decía Bart, con una enorme sonrisa de oreja a oreja.

— Ah…sí, pues dentro de unos minutos podrás relucir tu disfraz…digo, atuendo[17] —Ivan se puso rojo al haber metido un poco la pata.

— Permiso, chicos. Creo que tengo que hablar con alguien —decía Samuel mientras se paraba decidido.

— ¡Espera Swamp!, ¡no cometas una locura! ¡No! —Hermes se golpeaba la cabeza contra la mesa, y Reachel no podía parar de reír, mientras que Eon no entendía nada.


Samuel tenía la boca seca. Un buen helado no le hubiera venido mal en ese momento, pero se conformó acercándose a la mesa de James, Will y Miguel.

— ¡Hola! ¿Qué cuentas, "Chico de barro"? —le decía James, un poco contento, al callado Samuel, quien se acercaba a la mesa.

— Aquí ando, rumbo a la conversación más extraña —por así decirlo— de mi corta vida.

— Ven entonces y siéntate al lado del "Chico lechuga". Quiero presentarte a alguien: Él es Miguel. Es uno de los nuevos. Miguel, él es el "Chico de barro", sentado al lado del "Chico lechuga".

— Un placer, Miguel. Yo soy Samuel, pero puedes llamarme Swamp o "Chico de barro". …¿Estás sudando?

— ¡Je, je! Sí, es que estoy un poco nervioso —decía Knight, mientras se secaba la frente—. …¿Y cuáles son tus habilidades?, digo…¿tienes poderes?

— ¡Je, je! Sí, sí que tengo. Tranquilo, chico. …Mis células pueden generar un lodo muy fuerte con el que puedo protegerme…y puedo lanzarlo entre otras cosas. …¿Qué están tomando? —preguntó Samuel al ver la botella.

— Tequila. Cortesía de Eon. Sírvete, Swamp —dijo Will, mientras le alcanzaba la botella.

— Gracias. Solo tomaré una copa. Supongo que no sabían que mi madre biológica es mexicana, ¿o sí?

— No, yo no tenía idea, ¿y tú, cazador? —le preguntaba Will a James, atónito.

— No, para nada. Quién diría…

— Sí, así es. Ahora me voy a esa conversación. Gracias por todo, y un placer conocerte, Miguel. Relájate un poco —decía Samuel, mientras paraba y retomaba su rumbo.

— Becca, ¿podemos hablar un momento…a solas? —Samuel había cruzado todo el salón hasta llegar a donde estaba Rebecca con el traficante de saliva, que en estos momentos se iba a sentar, mientras que lady Ice y Swamp se dirigían hacia afuera.

— Rebecca, te he visto…

— ¿Eh?…claro. ¿Qué, me has visto y por eso estamos uno en frente de otro?

— …¿Te crees graciosa[18]?

— Perdón, ¿qué decías? —dice con cara de buena, la reina del hielo.

— Rebecca, te he visto a los los besos con otro…

— Samuel, eso era una actuación…

— ¡Pero por favor! ¡Intercambiaban bacterias bucales como si hubiera un TLC[19] entre ustedes!

— Veo que estás inspirado, poeta. Sam, eso no es verdadero. Te debes de haber equivocado. No besé a nadie.

— ¿Primero, que era una actuación, y luego que yo me equivoco? ¿En qué quedamos?

— …

— ¿Cuánto hace que andas con él?

— Sam, te has equivocado. Yo no te he engañado.

— Te sorprendería saber cuánto amigos, y conocidos, telépatas tengo en la fiesta, Becca.

— Sam…

— ¡¿Cuánto hace?!

— Dos semanas…

— Sabes…lo que más me duele de esto no es el hecho de que estés con él, si no el que me hayas mentido. Si me conocieras, sabrías que lo hubiera entendido. Hubiera entendido si me hubieras pedido un tiempo…o si querías cortar, pero no entiendo tus mentiras.

— Samuel, no quise mentirte. No tuve otra opción…

— Ya no tendrás por qué hacerlo. Esto se terminó acá. Eres libre de hacer lo que te plazca.

— Si crees que es lo mejor para ambos…

— Sí, lo creo. Será lo mejor —decía Samuel, mientras se disponía a volver a la fiesta.

— Pero, …al menos ¿podemos seguir siendo amigos?

— …No, …no podemos —concluyó, cruzando el umbral.


El chico tenía la mirada clavada en el paisaje, alejado de la multitud como a él le gusta. La comida estaba deliciosa, lo tenía que reconocer, pero no tenía apetito. "No era su noche", se volvió a decir. En su mano izquierda —pues siempre fue zurdo— sostenía una copa de vodka con naranja, su bebida favorita, a medio acabar.

Su gesto no era triste, sino confuso, tal vez nostálgico. No sabía dónde podría acabar esta historia, y él odiaba no tener las cosas claras.

— Hola, Enix —dijo suavemente Matt mientras se daba la vuelta para verla.


La joven Carbeth se detuvo al ver un brillo fugaz en los ojos verdes de su compañero dibujando una expresión de sorpresa.

— ¿Cómo sabías que era yo?

— Forma parte de mi poder: Percibo cómo se manipulan y gastan los gases que hay a mi alrededor. Normalmente la gente gasta el mismo oxígeno, pero tú apenas respiras. Por eso te he reconocido.

— Me tienes fichada, ¿eh? Debe de ser por mi poder mutante. Verás, no me basta solo con respirar para vivir…

— Lo sé. He leído tu ficha.

— ¡Ah!, ¿sí? ¡Vaya!… —Alex parecía sorprendida, a la vez que preocupada. Al fin y al cabo, Matt no había hecho ningún mérito para ganarse su confianza. Era nuevo y apenas sabían de él.

— ¿Estás asustada?

— ¿De qué, Matt?

— Lo noto en tus pulmones. No te preocupes, Alex, me gusta tener las cosas controladas. Me gusta saber de las personas a las que confiaré mi vida, el día de mañana. Es solo por eso.

— Es la primera vez que me llamas por mi nombre —Alex sacó una media sonrisa y su sistema respiratorio volvió a la normalidad—. Lo siento, pero apenas te conozco. No estás a gusto aquí, ¿verdad?

— No es eso, es solo que ha sido un cambio muy brusco. Siempre he vivido deprisa, al menos eso creo, …pero esto es demasiado. Todo es tan nuevo que me da la sensación de que no encajo, ni en el lugar, ni con mis compañeros. —Los ojos de Matt volvían a brillar, pero esta vez no tenía nada que ver con su habilidad mutante.

— ¿Es por Will y James, los chicos de los Neox? He visto cómo te han dado la espalda en la mesa. Pasa de ellos, Matt, van a su bola.

— Como yo, chica. Como yo. No, no tiene nada que ver con esos. Como se suele decir en mi barrio: “me la pela”. No te preocupes por eso.

— ¿Y entonces?… —preguntó Alex, queriendo saber más de su nuevo compañero.

— Entonces nada. Es mi vida, Enix. Déjame vivirla como quiera. —El rostro de Alex se volvió seco y enfadado. Matt acababa de cagarla.

— Mira, chaval, te la paso porque eres el nuevo, pero no me gustan esas tonterías. Estás aquí, en esta escuela, compartiendo vida, además de techo. Tu vida ya no es solo tuya, Matt, ahora es nuestra vida. Compartiremos todo no sabes hasta qué punto. Seguro que eres el típico chaval solitario que se va quejando de lo mal que le ha tratado el destino, pues no tienes ni idea de cómo nos ha tratado al resto, tío. Aquí no hay nadie especial, amigo. No lo hay. Así que por mí, bien, puedes seguir jugando a estar aislado y quejarte solito, o puedes venir conmigo a presentarte a todos los demás y empezar a ser parte de esta familia.

— ¿Familia, eh? —El gesto de Matt no varió ni un solo segundo, pero Alex vio como iba apareciendo una sonrisa sincera tras sus palabras y eso la hizo sonreír también.

— Familia, Matt. Sí, familia.

— Tu ganas, ojitos. —Alex volvió a sonreír tras esto— ¿Me dejas tan solo un minuto en silencio?

— Claro. Matt, ¿por qué te gusta tanto el silencio? A mi me aterra.

— Cuando hay silencio puedo escuchar el aire: Cómo cambia, cómo se agita. Puedo escuchar cómo los seres vivos respiran…Puedo sentirlo.


Y ahí permanecieron los dos de cara hacia el mirador, sintiendo cómo el aire cambiaba sin importar el tiempo y escuchando los lejanos murmullos de la fiesta. Matt le dio otro sorbo a su copa, miró a Alex y dijo:

— ¿Qué?, ¿me presentas a las chicas guapas, o qué?


Y rieron, mientras se dirigían hacia la gente.


En la mesa número dos estaban Reachel y Dana. Por el momento, todas las demás chicas tenían sus propios asuntos.

Quimera: Así que…¿cuál es tu historia?

Deathmaid: Bueno… Nací en un pueblo que me ha tratado como una niña normal toda mi vida, hasta que un par de extraños mataron a mi madre y me obligaron a dejar a mi familia en "quién sabe dónde". Imagino que en la escuela se tiene una buena vida, buenos amigos… Realmente me gusta este ambiente, …pero aún extraño mi vieja vida…

Quimera: Hay muy pocos mutantes que hayan tenido vidas fáciles. Debe de ser difícil perderlo todo.

Deathmaid: Sería más difícil saber que otra niña debió de ver a su madre morir porque desperdicié mis poderes. He vivido como una niña normal, pero mi lugar está aquí, con ustedes, desarrollando esto que me hace especial.

Quimera: Te entiendo. El mundo depende de nosotros y…

Deathmaid: ¡Seh!, seguro… No le demos mucha bola ahora, que ¡esto es una fiesta!, ¡¿no?! ¡Ji, ji, ji![2]


Ante la actitud de Reachel, Dana se quedó sin aliento, A ella le encantaría poder ver la vida con tal indiferencia y, por un momento, intentó olvidar todos los problemas que la estrangulaban, y se sintió relajada, por un increíble instante.

Deathmaid: Veo que has estado estresada por alguna razón. No sé qué ha pasado últimamente, porque no leo mucho los informes, pero puedo ver que te sientes mejor.

Quimera: …Un poco, gracias a tí.

Deathmaid: ¡Ja, ja! Siempre he tenido ese poder sobre la gente.

Quimera: Debo decir que tu familia fue muy afortunada.

Deathmaid: …Y ahora tengo una nueva familia que se beneficiará de mi presencia. ¿Es eso lo que quieres decir?[2].

Quimera: No…

Deathmaid: ¡Qué bien!, ¡gracias!

Quimera: …[13]


Mientras que todos los chicos disfrutaban de la comida —y algunos más de la bebida—, la música comenzó a desvanecer, mientras los profesores se levantaban de la mesa para tomar el micrófono. El primero en aclarar su garganta para pedir la atención del público fue Warren, quien miraba a todos con una sonrisa afable.

— Buenas noches a todos, y bienvenidos a la que es su fiesta. En primer lugar debo de felicitarlos por haber asistido y por lo bien que lo han hecho desde el tiempo que los conozco, y a algunos un poco antes. A pesar de que en nuestra escuela han existido muchos grupos de jóvenes estudiantes, debo de decir que me sorprendió que todo comenzó sin nosotros. Eso me demuestra que nuestros ideales viajan más allá de los muros del instituto, pero bueno, el verdadero asunto es que ustedes han logrado bastante y, aunque ha habido pérdidas que todos lamentamos, no perdemos la esperanza y seguridad de que hacemos un cambio verdadero. ¡Bueno!, creo que si otros X-men estuvieran presentes ya me hubieran comparado con Scott en cuanto a discursos, así que por mi parte es todo…

— …Y por mi parte, jóvenes, especialmente dirigido a los Abyss, les tenemos una excelente noticia: Como recordarán, su compañero Michael estaba pasando por un mal momento, y todo hacía ver que había perdido la vida. Pues bien, al parecer, con ayuda de una cirugía por parte de McCoy, la sangre de su alado profesor y el poder mutante de Caído, éste logro sobrevivir; aunque ahora está en un coma indefinido. De todos modos, es un buen motivo para festejar, así que ¡empiecen a bailar!


Los aplausos y gritos de emoción no se hicieron esperar, mientras que la música cambiaba a una tonada mucho más movida, mezcla de techno con rumba, y un destellante Ivan sacaba a bailar a una de las chicas nuevas, llamada Ericka.

La noche había caído completamente y en el cielo se podían escuchar como fuegos artificiales reventaban la quietud del cielo.


El ambiente seguía mejorando. La noche estaba en todo su esplendor. Cada vez el lugar se ocupaba con más chicos y, a pesar de que algunos no querían estar, se fueron acoplando y se disponían a pasarla bien. Alex y Matt seguían conversando, mientras ésta lo dirigía a la mesa donde se encontraba Dana y una chica a la que apenas conocía como Reachel. Delante de ellas estaba Rolox y de seguro que estaba captando cada momento de la fiesta.

Matt: …Y entonces…he escuchado que tú no eres muy amable, más bien engreída, pero estoy dudando de eso.

Alex: ¡Ja, ja, ja! Sí, es lo que muchos dicen[1].

Matt: ¿Y no te molesta?

Alex: Al contrario, me da mucha risa porque no tienen una vida social, así que les gusta hablar, y yo, simplemente, los ignoro[14].

Matt: ¿No decías que aquí tenemos que compartirlo todo?

Alex: Mmm…no me expliqué bien. Mira, a mí me gusta ser así. Símplemente no me gusta perder el tiempo en tonterías, o con personas que, símplemente, no causan efecto alguno en vida. Lo de compartir lo hago con todos los de nuestro equipo y, en las escuela, con los compañeros. Me comparto a mí misma. Les muestro lo que soy, y quién soy en realidad. Solo que…las personas solo ven lo que quieren. Solo toman lo que les conviene.

Matt: Sí. He escuchado que no tienes problema por mostrarte en público[6]

Alex: Para nada. Creo que eso es lo que les afecta. Ellos tienen miedo. En parte lo comprendo con todo lo que pasa, pero no me gusta esconderme.

Matt: ¿Por eso tus archivos están incompletos? Solo dicen algunas cosas. Así que, ¿no te escondes?[11]

Alex: Recuerda que dije "mostrarme a mi misma", no mostrar la vida que llevaba, la cual no es la gran cosa. La disfruté a cada momento y todo lo que tuve, y luego, de pronto, todo cambió y terminé aquí.

Matt: Vale.

Alex: Hola, Dana. Ya conoces a Matt[20]


El dúo se colocó frente a las chicas que conversaban. Alex rió al ver la cara de Dana, quien miraba extrañamente a Reachel.

Dana: Hola[21].

Reachel: Hola, chicos. ¡Qué linda pareja![20]

Alex: ¡¿Cuál?![13]

Reachel: Ustedes. Los observé hace rato. Se llevan muy bien, ¿verdad?

Matt: Niña, te equivocas[22].

Alex: Bueno, Reachel, ¿verdad? Éste es Matt, y éste es RoloX —dice sujetando a RoloX y haciéndolo voltear.

RoloX: Hola, ¿y tú dónde andabas?

Alex: Ya sabes, compu…mmm… Matt, a él ya lo conoces.

Matt: Claro.

Reachel: Sí, ¡es hora de divertirnos[20]! —gritó con entusiasmo al momento en que comenzó la canción.

Alex: Sí, es hora de bailar un rato.

Dana: Sip.


Matt y RoloX se quedaron con cara rara[13]. Si las chicas querían bailar, significaba que ellos tenían que invitarlas.

Reachel: ¡Sí, fiesta, baile, diversión! ¡Eeha![2]

Dana: …[13]

Alex: …[22][23]

Matt: …[22]

Rolox: …[24]


Reachel comenzó a bailar, mientras los chicos la observaban.


Los fuegos artificiales recorrían el cielo nocturno, haciendo que numerosos colores salieran del cielo.

James: Creo que podemos divertirnos un poquito más…

Wildwood: ¿A qué te refieres, …viejete?


Knight no pudo reprimir una carcajada.

James: ¡¿Conque esas tenemos, eh?! —James salió hacia la terraza del segundo piso del hotel de la fiesta, donde había varias chicas coqueteando entre ellas— ¡Qué buena vista hay por aquí! —Volteó la cabeza para ver cómo se marchaban las tres chicas rubias.

Wildwood: Tú, a mirar para adelante, que ya estás pillado. Déjanos a Miguel y a mí esto.

Knight: Yo…err… Son guapas —dijo sonrojándose.

James: Anda, tranquilízate y vente para acá, conmigo y el chico lechuga. ¿Sabes?, podíamos hacer un día una hamburguesa. Tú la cortas, ¿vale?

Knight: ¡Ja, ja, ja!…Vale, venga, yo lo hago…

James: Bueno, por lo menos he roto el hielo.

Wildwood: Oye, si no te importa…abajo están las tres chicas rubias y una morena que no paraba de mirarme…

James: ¡Ya ligarás luego! Te quiero enseñar algo que he creado, con un par de cositas del laboratorio de la Bestia.

Wildwood: Querrás decir…¿robado?

James: Sustraido, robado, ¡qué más da!


James Cogió su escopeta y cargó una bala morada detrás de otra.

James: Haced que todos salgan afuera, rápido.


Diez minutos más tarde, todos estaban fuera mirando por las ventanas.

Warren: ¿Qué pretendes, muchacho?

James: Os quiero enseñar los fuegos artificiales creados por el trío de "la Hamburguesa": El "Chico lechuga", el "cortador de carne" y el "camarero heavy".

Eon: Creo que ha bebido demasiado…


James apuntó al cielo y disparó tres balas que explotaron en el cielo, creando las caras de Caído, Hate y Disease.

James: Esto va dedicado a ellos.

Todos aplaudieron la idea y vitorearon al trío que, entrando, siguieron con la fiesta.


Knight se sentía más a gusto. El joven Bala Oscura no dejaba de parlotear y parecía que el vino y él eran viejos amigos. El otro Wildwood, aunque también se le podía ver animoso, estaba más emocionado por los fuegos artificiales.

Knight: Emm…son muy lindos. ¡Je,je! ¿Quiénes son ellos? —comentó, acercándose a Bala Oscura.

Bala Oscura: Amigos. Ellos "eran" amigos.

Knight: ¡Oh!, lo siento.

Eon: "Son" —dice acercándose—. Por favor, ellos aún son amigos. Qué bonito detalle, James.


Knight veía cierta melancolía en sus caras, pero aun así no dejaban de seguir contentos. Abrazaban el recuerdo de sus amigos con una sonrisa. Knight no podía evitar acompañarlos con su expresión: una sonrisa se posó en su rostro. Apenas llevaba un corto rato con ellos y ya se sentía en casa. Los nervios ya se le habían pasado, y ahora estaba bastante contento de estar aquí. Se tomó un rato y volteó a ver a Will y James.

James: ¿Qué?

Knight: …¿Es tuya la moto?[20]

Will: ¿Qué planeas?

Knight: ¿Quién de ustedes sabe hacer acrobacias? Yo sé unas cuantas, y creo que con unas copas más…estaré con suficiente valor[25]


James y Will sonríen.

James: ¡Eso es, chico! Ahora estamos hablando. ¿Te animas, lechuga?

Will: ¡Ja, ja! Vale.


Dana miraba sorprendida cómo las imágenes de los tres chicos desaparecían en el cielo.

— Eon, ¿acaso nadie recuerda a Tony y Amelia?…¿o a Isabela? —preguntaba Dana algo molesta acercándose al líder de los Abyss— …¿o a Horemeb y Devon? Deberías hacer algo. Ellos murieron, desaparecieron o se fueron confundidos…, pero también fueron nuestros compañeros[26]

Eon: …


En otra parte de la fiesta.

— Tranquilo, amigo, lo has manejado bien —le decía Bart, mientras le palmeaba el hombro a Samuel, quien le había contado su charla con Becca—. No te preocupes. Ahora…es hora de demostrar mis habilidades danzantes.


Mientras Hermes se iba a sacar a bailar a alguna chica Samuel se quedaba ahí sentado tomando una copa.

— ¿Mal día? —preguntó una persona a su lado.

— Así es. ¿Tanto se nota?— respondió el sureño lodoso.

— Bastante. Me llamo Matt. Pertenezco a los Abyss.

— Samuel, de los Neo-X. Últimamente no he tenido una muy buena racha.

— ¿Problemas personales?

— Más bien biológicos. Últimamente me está doliendo mucho la cabeza, y ya pasé una semana en la enfermería.

— Espero que te mejores, amigo.

— Ya lo haré, descuida. Está todo muy bien, ¿no? Buena música, buena bebida, buena comida, buen…¡helado!


Samuel no permaneció mucho tiempo en la mesa, ya que de inmediato fue a servirse helado. Mientras se lo comía, una persona se acercaba por detrás, lista para sorprenderlo.


James sacó la moto de donde estaba aparcada y salió a por el dúo de mutantes, que se reían demasiado.

James: Aquí tenéis: Una Davidson. Sabéis lo que es eso, ¿verdad? La mejor moto que existe. Además es de estilo chopper, así que a quien la cague le corto los huevos. Os la dejo mientras que yo hago otros quehaceres.


Wildwood lo miró con cara extraña. No sabía qué había querido decir.

James saltó de la moto y, antes de irse…:

— Bueno…una acrobacia antes de irme estaría bien. Miguel, por qué no haces los honores.


El nuevo cogió la moto, se subió en ella y se dispuso a mostrarles un ejemplo de lo que había aprendido en su corta, pero intensa, vida.


James: Venga, dale. Tiene el mejor motor que puede existir. Te permite lo que sea. —Sin quererlo, James dejó caer el guante izquierdo, haciendo que su mano metálica quedase a la vista de los dos chicos.

Wildwood: No sabía… ¿Qué te ha pasado?


James tapó la mano enseguida y empezó a ensombrecerse un poco.

James: No es nada. Un pequeño…gafe del oficio. Todos los tenemos…


James, al sentirse demasiado observado, cargó la cadena, que estaba agarrada a la farola y que había sujetado la moto, y la hizo explotar, escuchándose una pequeña explosión con un peculiar ruido.

James: Estamos en fiestas, ¿no?


Wilwood se limitó a reírse con grandes carcajadas, del ruido cómico que había hecho el estallido.


Felix se encontraba emocionado por la fiesta a la que fue invitado.

Felix: ""¡Guau! Llevo aquí muy poco y ya estoy en fiestas. Bueno, después del trabajo en la sala de peligro, creo que la merecemos. Solo espero que Matt esté bien[13]… Bueno, lo sabré en la fiesta."" ¡Uh! —exclama mirando la hora— ¡Dios, ya es muy tarde! ""Bueno, al menos ya sé que voy guapo.""


Felix llevaba unos jeans de color azul con una cadena colgando de este, una camisa blanca y una chaqueta de cuero negra.

Felix: …Me llevaré los guantes[22]…mmm… Sí, son parte de lo que soy. ""Además, así podré hacer demostraciones a las chicas, ¡ji, ji!"". Bueno, ya en camino.


Felix sale de su pequeño departamento y se va en su moto, hasta que, por fin, llega al hotel[27], y al único al que ve afuera es al señor Warren.

Ángel: ¡Oh!, ya llegaste, Felix.

Felix: Sí. Se me hizo tarde, lo siento[13].

Ángel: No te preocupes. Será mejor que entres, ya que todos se están divirtiendo. ¡Je, je!

Felix: Sí, y falta el alma de la fiesta. ¡Ja, ja, ja!

Ángel: Lo que tú digas[6].

Felix: Bueno. Con su permiso, profesor, allá vamos.


Felix entra al salon y los ve a todos. Algunos son conocidos y otros no, pero lo primero que quiere ver es cómo está su compañero Matt.

Felix: ¿Dónde está?

Terrank: ¿Quién?

Felix: ¡Oh!, hola, Terrank. Busco a Matt.

Terrank: ¡Ah!, ok, está por ahí. …¿Por?…

Felix: Solo quería saber si ya está mejor de su rodilla.

Terrank: ¡Ah!, ok. Sí, está bien. No era nada grave.

Felix: ¡Ah! Ok. ¡Qué bueno![20] Bueno, entonces a divertirme y a bailar con algunas chicas. ¡Je, je!


El grandullón de metal avanzaba, pesadamente, hacia Matt, intentado huir del espectáculo bailarín que estaban dando Reachel y Alex.

— ""¿Habrán conseguido atrapar a Dana?"" —se preguntó— ""Yo no pienso dar una vuelta más sobre mi mismo."" ¡Ey, Rolox! ¿Tú también te has escabullido? —Matt no pudo esconder su rostro pícaro y cómplice.

Seguir tus pasos me parecía lo más lógico, la verdad.

— ¡Ja, ja! No sé dónde habrán aprendido a bailar esas chicas, pero, tío, yo necesito un descanso.

Y que lo digas. Mi batería no puede sufrir gastos innecesarios.

— ¿Batería? …Vaya, claro, es evidente. ¿Cómo la llenas?

Me conecto a computadoras, o a fuentes eléctricas. Ya sabes. Digamos que la electricidad es “mi comida”.

— ¡Claro! Así que …de invitarte a un helado, ni hablamos, ¿verdad?

¡Ja, ja! No. No le haría ningún bien a mis circuitos, créeme.

— Pues, si me disculpas, voy yo a por uno. Enseguida vuelvo. ¿Quieres la batería de un coche, o una torreta eléctrica?

¡Ja, ja! Estás muy alegre hoy, Matt.

— Bueno. A ver lo que me dura… —dijo Matt mientras se alejaba hacia la barra.


Lo cierto es que no le apetecía helado, tan solo quería dar un poco de conversación al chico de antes. Swamp estaba sentado en una butaca, poniéndose “las botas” de helado de cacahuete.

— Sam, ¿verdad? —preguntó Matt mientras le daba una palmadita en el hombro.

— ¡Je! Buena memoria.

— ¡Eh!, no te quejes. Hoy me están presentando a mucha gente, ¿sabes?

— Lo sé. Es típico de este tipo de fiestas.

— Oye, ¿cómo puedes comerte esa mierda? Dios, odio el cacahuete.

— ¡Tío, pues no mires!

— ¿Te crees que es fácil dejar de mirar una bocaza pringada de pote marrón? ¡Límpiate!


Matt y Sammuel comenzaron a reír a carcajadas, mientras se acercaba hacia la barra, el también nuevo alumno, Felix.

— ¡Matt! —gritó Felix para llamar la atención de su compañero.

— ¿Felix? Ya era hora. ¿No sabes lo que es la puntualidad?

— Lo siento, ¿vale? ¿Qué tal tu pierna?

— Genial. Deberías pasarte por la enfermería que tenemos. Hace milagros —El joven Searle se alegró del interés de su compañero al preocuparse por él, y Felix lo notó en su cara.— ¿Quieres helado?

— No, gracias. no acostumbro.

— Pues está buenísimo. tú te lo pierdes —Logro decir Swamp con la boca llena de helado.

— ¡Oh!, perdona, Felix. Éste es Samuel, está en otro grupo, en los Neo-X.

— Encantado. Perdona si te molestan los guantes…

— No hay problema. Si me disculpáis, creo que van a hacer un brindis en mi mesa ¡y no puedo faltar!

— Ok, Sam. Te veo luego —Dijo mientras Swamp se despedía con la mano.

— Bueno, Matt, ¿dónde está el resto?

— ¡Oh!, ven. Rolox me va a matar por hacerle esperar tanto.

— ¿RoloX?, ¿la chatarra andante esa?

— ¡Ja, ja! Sí, pero no digas eso delante de él, creo que tiene sentimientos.

— Definitivamente esta escuela es muy peculiar —decía Felix mientras sacudía la cabeza a modo de asentimiento.


RoloX, mientras tanto, no había perdido el tiempo. De su base de datos había rescatado diez modos de baile distintos, con sus respectivos pasos básicos y avanzados. Ahora verían quién era el rey de la pista.

Felix Washington, ¿verdad? —preguntó Rolox al ver acercase al joven compañero con Matt.

— Así es. ¿Has esperado mucho?

¡Oh!, no. He aprovechado el tiempo. ¡Je, je! —Matt y Felix cruzaron una mirada de incredulidad, al no saber a qué se reía RoloX.— Bueno, chicos, ¿volvemos a la pista?

— ¿Qué pasa, Rolox? ¿Te has convertido, de repente, en wikipedia:en:Saturday Night Fever#Cast Tony Manero? —Matt siempre presumía de ser un cinéfilo.

— ¿Tony Manero? —Repitió Felix con absoluta ignorancia.

— ¡Vaya! No ves mucho cine, ¿no? —Matt pensó que ya le habían chafado su broma.

— Bueno, la verdad es que… —Felix no pudo continuar la frase, ya que se vio atropellado por una voz de máquina expendedora de tabaco.

Tony Manero. Personaje interpretado por John Travolta en “Fiebre de Sábado noche” en 1977…

— ¡Waua! RoloX, tú y yo nos vamos a llevar muy bien. ¡Eres un máquina!

— Literalmente —añadió con tono jocoso Felix, mientras los tres estallaban a carcajadas—. Bueno, ¿me llevan a donde están las mujeres?


Los tres volvieron a la pista de baile, mientras RoloX reproducía la banda sonora de “wikipedia:es:Fiebre de Sábado noche” y Matt tarareaba la melodía. Felix, al escucharles, se le escapó un suspiro y un “¡ay!” mirando al cielo. Como resultado: los tres volvieron a reír.


— ¡Bip!, ¡bip!, bip![28]

El sonido se repetía a una frecuencia constante de unos 50 latidos por minuto, coincidiendo con la pantalla del monitor de eventos cardíacos.

— ""Frío. Mucho frío.""


El intermitente sonido aceleró su ritmo, ahora a una frecuencia de unos 80lpm.

— """Hate…¡Hate!""


El sonido volvió a acelerar, ahora a unos 120lpm, con un sonido doble que parecía estallar en los oídos de cualquiera que lo oyera y, de pronto, los sonidos cesaron y un incesante y eterno "¡bip!" no dejaba de sonar. El monitor ahora solo mostraba una línea. Unos segundos más tarde Caído despertó sobresaltado mientras el sonido se mantenía eterno.

Michael comenzó a toser como un loco. Sus ojos le pesaban y no sentía su cuerpo. No podía hablar, pero estaba vivo. Lo único que recordaba era sentirse libre y, de nuevo, estaba en la mansión. ¿Cuánto tiempo habría pasado? Una luz asomó por la ventana de la enfermería, una luz que era de colores.

Desde la cama retrocedió en el tiempo, intentó recordar qué había ocurrido, quién lo había revivido, quién era el culpable de su estado actual por el que no podía moverse.

Intentó mirar entre las mantas, sin apenas mover más que su cuello, y entre las sombras intentó definir lo que estaba viendo, sin éxito.

Era de noche y estaba demasiado cansado. Había vuelto a la vida en contra de su voluntad. No tardarían en ir a ver por qué la máquina se había detenido. No estaba muerto, solo inmóvil.

Alguien llegó a la habitación muy ajetreado. Con los ojos cerrados no pudo diferenciar de quién se trataba. Registró la máquina y le tomó el pulso:

— Está caliente. ¿Cómo es posible?…


Aquella persona le intentó sacar el brazo, pero no pudo, así que lo destapó:

— ¡Oh, dios!, ¡es hueso!


Después de conversar con Sam, y tratar de animarle un poco, Bart se alejó, y se fue hacia la mesa de comida y bocaditos.

Bart: ¡Caray!, ¡cuánta comida basura hay aquí! Sandwiches, chocolates, hot dogs…podría comermelos toditos. Me muero de hambre. ¡¿Cuándo piensan servir la comida?!


El niño se tragó varias cosas rápidamente, mientras a lo lejos, Shaman le veía con cara de asco o incomodidad.

Bart: ¡¿Humm?! mmnññ… Pero si es el calvito…¡ñam, ñam, ñam!… ¡¿Dónde habías estado, jefe?!…¡ñam, ñam!…

Shaman: He estado aquí, casi, desde que tu viniste. Vine contigo en la limusina, ¿recuerdas?

Bart: ¡Ah!, …sí, sí. Ahora recuerdo verte en un rincón, aburrido como siempre. En serio, jefe, deberías relajarte por este día y…¡hip!…perdón[2]… Como decía…relájate y ¡únete a la fiesta!


El chico mutante se acercó a la pista de baile y comenzó a moverse de manera ridícula: Subía su brazo a cada rato, mientras levantaba el pulgar. Sin duda, un movimiento de baile muy famoso, aunque ¡muy! pasado de moda.

Bart: ¡Vamos, calvito! Ven y menéate como yo, ¡que sin duda esto atraerá las miradas de las chicas!

Shaman: ¿Sabes, Hermes? Verte bailando así, y con tu traje, me hace recordar la película ¡Fiebre del sábado noche!…

Bart: ¿Fiebre de qué? No importa. Mira, si quieres te puedo enseñar más pasos. Como este, que lo aprendí viendo una peli…


El chico comenzó a pasara sus dos dedos en forma de V frente a sus ojos, mientras movía un pie contra el suelo.

Shaman: …¿Y ese paso de dónde lo sacaste?[18]

Bart: ¡Vamos, que este es fácil! Es un clásico: ¿…Tarantino?…¿Travolta?…¿Uma? ¿Sabes lo que quiero decir?

Shaman: Déjame adivinar… No. No tengo idea de lo que quieres decir.

Bart: ¡Por favor! ¡¿Nunca has visto Pulp Fiction?! ¡¿Esa escena clásica cuando Travolta baila con Uma?! ¡Te digo que esto enamora a las chicas!


Shaman decidió hacer la vista corta mientras volteaba la cara y Enix y Dana pasaban frente a él, sin paraban de mirar a Bart menearse en la pista de baile.

Enix: ¡Ey! El chico sabe cómo moverse.

Dana: Ni que lo digas. Pense que era un chiquillo tonto, pero ahora le veo distinto. ¡Je, je!

Shaman: ¡¿Qué?! ¡¿De qué están hablando?! ¡¿Cómo pueden decir que les gusta cómo baila?! ¡Tan solo mírenlo!

Dana: ¡Ay, Rumsey, viejo amiguito! Tienes que aprender a relajarte, de verdad. ¡Je, je, je! Estamos aquí para pasarlo bien, ¿o no?

Enix: Lo mismo digo. Ahora, si me disculpan, iré a bailar con Bart. ¡Je, je, je!


La chica se acerco a Bart y le preguntó si se le podía unir, y, por supuesto, el chico aceptó.

Bart: ¿Ves, calvito?, ¡te lo dije! ¡Yeah, baby! ¡Rock and roll![2]


La fiesta estaba muy, pero que muy, divertida.

Dana: ¿Alguien ha visto a la chinita?

Shaman: La verdad es que no. Creo que estaba cambiándose.

Dana: ¡¿Tanto se demora?!

De pronto aparece una limusina enorme, blanca y super elegante, y miles de paparazzis salen de la nada. En esa limusina se encontraban Steve, quien había visto a Xia bien arreglada y la invitó a la fiesta. Ella no se hizo de esperar, y aunque no conociera mucho a la estrella de Hollywood, ya que ella vivía en Japón, por la forma en la que vio vestido a Steven no tardó ni un segundo en decirle que sí.

Steven: Ahora bajemos. ¿Has estado en una alfombra roja?

Xia: No, pero no tengo miedo.

Steven: Solo posa y sonríe —dice bajando del auto.


Los flashes de las cámaras comenzaron a cegar y confundir a Xia.

Steven: Linda, no me hagas quedar mal. Solo posa —decía mientras posaba, con su muchísima experiencia, para todos los fotógrafos.


Todos los reporteros comenzaron a hacerles preguntas, mientras que Xia estaba algo confundida y mareada.

Xia: ¿Ya podemos irnos?

Periodista: ¿De qué diseñador es?

Steven: De Armani.

Xia: ¿Por qué mientes? No tengo mucha plata, así que lo compré en un "dos por uno" —susurra.

Steven: Cállate —dice pellizcándola.

Xia: ¡Auch!

Steven: Tú solo diles que sí —continúa susurrando.

Periodistas: Joven Hilton, ¿qué ha sido de su hermana, Paris?

Steven: Yo no hablo de ella.

Periodistas: ¿Es verdad que usted también tiene una película para adultos?

Xia: ¿Qué?

Steven: ¿Qué? …No, no. Yo solo modelo. No tengo ninguna otra forma de ganar mi dinero.

Xia: Entremos, que me muero por bailar.


Xia y Steven entraron a la fiesta, dejando una aglomeración de paparazzis fuera.

Enix: ¿Les dirás que se vayan?

Steven: ¿Para qué?

Enix: Es una fiesta privada.

Steven: Perdón. Soy una celebridad. Los paparazzis me aclaman.

Enix: ¡Qué imbécil que es éste! Solo porque tiene un poco de dinero se las cree…

Steven: ¿Un poco? Si, claro, ¿cómo no? Y, por cierto, ¿de qué tienda sacaste ese vestido? Te queda horrible.

Enix: Esta sí que me la pagas.

Dana: No, Enix, ¿qué haces?

Enix: ¡A ver qué tal queda tu traje después de esto…! —dice tirándole ponche en su ropa.

Steven: ¡Oye, idiota!, mira lo que has hecho.

Shaman: A ver los dos. Se calman.

Steven: Agradece que estoy de buen humor, porque si no, ya te hubiera demandado.

Enix: Sí, sí. ¿Qué más?

Steven: …Alô —dice cogiendo su celular—. Hola, Tiësto, ¿cómo estás, amigo? Este…te queria preguntar si podrías venir a mi fiesta, para animarla un poco. Tú sabes, ¿no?…¿no puedes?…umm. Ya. Pues…a ver…¡fíjate! Ok. ¿A qué hora?…ajá. Te espero. Por el dinero no te preocupes: ¿te parecen bien 100.000 dólares? ¿Sí?…pero toda la noche, ¿ok? Hablamos… —dice y marcar otro número— Por favor, otro traje para mi fiesta. Gracias.

Xia: Estoy tan aburrida…y nadie quiere bailar. El único que parece que está feliz en la pista de baile es Hermes. Qué fiesta más aburrida. ¡Quiero bailar sobre una mesa! ¡Que alguien me saque a bailar!

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Cada vez más parejas y asociados llegaban a la pista, para estrenar sus "nuevos" pasos. Ivan y Ericka se acercan a la mesa, sudados y cansados. Después de todo, no habían parado de bailar desde que la música comenzó. Mientras Ivan saludaba y se despedía de la chica, explicando que tenía que seguir atendiendo invitados.

Ericka se sentó y, con un vaso de jugo en la mano, comenzó a reflexionar acerca de cómo había trascurrido su vida como una niña cerebrito, desde años antes de que su poder se manifestara. Después de todo era buena en lo que hacía. ¿Para qué pensaba en eso?, pero dejar de pensar era algo que ella no podía hacer. Su mente siempre estaba en movimiento. Siempre en bajo una perfecto conexión. Siempre alerta.

A los doce, lo único que pasó fue que esa capacidad se multiplicó un 250%, lo que le per…¡bah!, volvía con lo mismo: pensar y pensar, en lugar de relajarse y disfrutar del momento. Ahora era una superheroína y vivía con los mutantes que arriesgaban su vida diariamente para hacer de este mundo un lugar mejor…bla, bla, bla…y eso seguía sin ser suficiente para sentir el subidón, llenarse de adrenalina y, posiblemente, de toda aquella variedad química, similar a un viaje a una selva mortal con alguien de su agrado[29].

El rostro de Ericka se sonrojó en un instante, haciéndole voltear hacia todas partes, esperando a que nadie la viera. Por suerte, el espectáculo que tanto Bart como Alex estaban dando, era suficiente como para que no la notasen. Bien, así le gustaba. Todavía no estaba acostumbrada a las fiestas de jóvenes de su edad; solo a las pequeñas carnicerías sociales de las universidades de prestigio, donde alumnos estirados y profesores secos argumentaban sobre política. Al principio disfrutó al ver sus expresiones cuando eran atropellados por una serie de datos y razonamientos fuera de sus pobres capacidades, pero eso se volvió aburrido también con el tiempo. Como sea, ese tiempo había pasado, y ahora estaba decidida a no estancarse dentro de sí misma, o perdería la razón de vivir.

Pone la mejor sonrisa. Voltea a ver a todos. Actitud alegre. Esa maldita sonrisa no se ha dignado a aparecer, ¡diablos!


— ¿Qué está haciendo Fisk en estos momentos?

— Está en la fiesta de invitación, señor.

— ¡Ah, ¿sí?! Debí de haberme presentado por ahí, aunque, la verdad: no soy muy dado a tratar esos asuntos.

— Entendido, señor.

— Bueno… ¿sabes qué?, ya me aburrí. Además, mi pequeño amigo en finanzas ha terminado todas las transacciones, de manera muy ordenada y sobria debo decir, así que, en realidad, no tenemos nada más que esperar. Dile a Fisk que tiene veinte minutos para terminar la fiesta, y veinte para salir de la ciudad. A nuestro querido señor jefe de la cámara de senadores dile que tiene 52 minutos para que SHIELD desaloje. ¡Je, je!, será gracioso verlos caer si son demasiado lentos.

— Por supuesto, señor.

— Bien, bien…y una taza de café no caería mal, ¿eh?

— Enseguida.

— Bien, bien…


Alex estaba furiosa y Dana la calmaba, mientras Steven y Xia ingresaban completamente en el local.

Alex: Ese idiota…

Dana: Ya, déjalo. Además, tu vestido es lindo.

Alex: ¿Qué?…¡no es por eso!, es solo que cree que tener dinero lo es todo, y aún si uno lo tiene, no tiene por qué andar presumiendo.

Dana: Mmm…¿si uno lo tiene?

Alex: ¿Qué?…¡ah! Yo no, mi padre.


De pronto, Alex soltó una gran carcajada, haciendo voltear a algunos de los asistentes.

Dana: ¡Va!, ¿ya te volviste loca de nuevo?[13]

Alex: ¡Ah!, es solo que él dijo que me demandaría, y quisiera verlo intentar[1]

Dana: No sé si preguntar, o no[22]

Alex: Ya, déjalo. No es nada. Ahora seguiré mi baile con Bart, ¿vienes?

Dana: Pues[11]


Las chicas se dirigieron nuevamente a la pista. Después de un rato, fueron interrumpidas por un mensaje que las dejó pasmadas:

— …Y por mi parte, jóvenes, especialmente dirigido a los Abyss, les tenemos una excelente noticia: Como recordarán, su compañero Michael estaba pasando por un mal momento, y todo hacía ver que había perdido la vida. Pues bien, al parecer, con ayuda de una cirugía por parte de McCoy, la sangre de su alado profesor y el poder mutante de Caído, éste logro sobrevivir; aunque ahora está en un coma indefinido. De todos modos, es un buen motivo para festejar, así que ¡empiecen a bailar!


Mientras Bart seguía bailando, Alex no se movió.

Alex: ¿Michael?[30], pero ¿por qué no dijeron nada antes?[1] …Y nosotros aquí, en lugar de estar con él[1].


Alex estaba tan furiosa que dejó bailando a Bart, quien parecía no darse cuenta de lo que sucedido, solo volteo un momento la cara, algo extrañado, y luego siguió a lo suyo, mientras ella se alejaba de la pista.


RoloX: Veo que sí que sobrevivió, pero…no sé qué pensar.


A pesar de todo, el androide no podía dejar de sentirse amenazado por Michael. Después de todo, él representaba todo lo que RoloX no era, y ahora se vería obligado a enfrentarse a ese mundo que no entendía, y de hecho temía profundamente.

RoloX: "¡Al diablo!" —se dijo a sí mismo - "si hubiese pretendido alejarme de las emociones para siempre, obviamente no estaría aquí. Ahora mi objetivo, en este lugar es aprender, y no debo dejar que me afecte. Cuando lo vea, intentaré hacer las paces. Bueno, creo que tengo que terminar con esto ahora."


Sabiendo que las máquinas sabían tanto de sentimientos como los mamíferos de lógica, decidió que no era ni la hora, ni el lugar, de lamentarse y que debía hacer todo lo posible para hacer que funcionase.

RoloX: Veamos… No…no…no…no…¡sí!, ¡lo encontré! Descargando…listo.


Rápidamente, RoloX se dirigió hacia el parlante, donde ponían la música. Sacó de su pecho un CD…pirata y, de pronto, todos los mutantes miran en su dirección.

RoloX: ¡Gente, ¿quieren escuchar algo más nuevo?!

Todos: ¡Dale, Compu!


Acto seguido, RoloX pone el CD en el reproductor. En ese momento todos los parlantes dejan de sonar por tres segundos, tiempo más que suficiente para que RoloX llegue al centro de la pista con un salto que, al aterrizar, rompe el piso bajo él. El CD de RoloX tenía un remix techno de "Sábado noche", lo que hizo que muchos mutantes se dejaran llevar por la risa, sabiendo que esa era la idea.

Los movimientos de RoloX no eran ni ágiles ni rápidos, pero estaban perfectamente sincronizados con la música. No se le pasaba ni una coma, o un espacio. La delicada selección de movimientos y ritmos sorprendió a muchos. Todo el tiempo estuvo planeando esto y finalmente podía ponerlo en práctica. Todos se quedaron pasmados al ver que, realmente, todos tenemos una canción para nosotros.


El espectáculo que daba la máquina danzarina era mayor que el que habían dado Bart, Alex y Dana, por lo que pronto todo el mundo se dejó llevar por la música y comenzó a bailar como Rolox.

Mientras Dana se acercaba a invitar a bailar con ella a la computadora humanoide, Samuel salía del baño, ya que le había tomado bastante limpiarse el helado de la cara, dispuesto a dejarse llevar como el resto de sus amigos. Quería invitar a alguien a bailar. A lo lejos le pareció ver a una joven asiática, que creyó conocer. Al acercarse más, notó que era Xia, lo que le preocupó un poco. Era una chica muy linda, pero se le notaba fría con todo el mundo. Es más, Swamp a veces se cuestionaba si era capaz de sentir, teniendo en cuenta que incluso RoloX parecía tener más sentimientos que ella. De todas formas decidió acercarse a ver si podía animarla un poco, pues tenía cara de aburrimiento.

— ¡Ey!, Rocket, ¿qué ocurre? —preguntó Samuel casi a gritos, por la música de RoloX.

— Swamp, ¿no?

— Eh…sip. ¿Quieres bailar?

— Mmm…¿tienes tu billetera aquí?

— Olvídalo. —Samuel decidió resignarse ella, pues no cambiaría. Aunque aún no entendía por qué le dolía tanto que ella fuese como era.

— Espera. Está bien. Bailemos. De todas formas estaba aburrida —le dijo Xia, mientras le alcanzaba y lo tomaba de la mano para arrastrarlo a la pista.


Knight y Wildwood se habían quedado fuera, con la moto que James les había confiado a su cuidado. Definitivamente, o James estaba loco, o había bebido más de la cuenta, pero lo hecho, hecho está: Miguel y Will iban a hacer acrobacias con la moto de Bala Oscura.

Knight: ¿Quieres ver algo espectacular?

Wildwood: Claro. A ver qué saber hacer.


Miguel se montó en la moto y la aceleró hasta alejarla al máximo de la visión de Will, quien esperaba impaciente para ver de lo que era capaz su nuevo compañero de juergas y, seguramente pronto, de aventuras. Miguel dio la vuelta con la moto, a toda velocidad, sobre una rueda…sobre la rueda delantera. Sin duda, este chico tenía talento para esto.

Wildwood: ¡Vaya! Parece que se te da bien montar en moto. A mi me encantaría aprender a hacer alguna pirueta, pero solo sé montar sin hacer el loco.

Knight: Pero si es sencillísimo. Ven, monta y te enseñaré a hacer un par de cosas.

Wildwood: ¡De acuerdo!, pero quizás deberíamos esperar un poco más. Nuestros vasos están vacíos y estoy escuchando una canción que valdría la pena bailar.

Knight: Lo del vaso es cierto, habría que llenarlo, pero eso de bailar…no sé. Me da algo de vergüenza. No conozco a nadie…

Wildwood: Miguel, yo llevo muy poco tiempo aquí y tampoco conozco a la mayoría, pero para ligar ese es un buen truco. Si las mujeres no te conocen, tampoco conocerán tus defectos. A ver si encontramos a un par de chicas guapas que estén solas[14]. ¡Je, je, je!

Knight: De acuerdo, pero tú hablas primero[17]

Wildwood: Ok. No hay problema. …¿Dónde se habrá metido ese cazador?


Y los dos chicos regresan a la fiesta, en busca de alguna chica que esté dispuestas a darles el baile de sus vidas.


Shaman se encontraba otra vez apartado de los demás, sentado cerca de los profesores, Warren y Cecilia, y veía, con algo de vergüenza, cómo Hermes, de tanto bailar, había perdido la noción y ahora se movía tan rápido que era prácticamente un borrón.

Rumsey bebió un poco de su ponche, para pasar el momento incómodo, pero no podía evitar que Bart ocasionara vientos fuertes que levantaban las faldas de las chicas, a consecuencia de la gran velocidad con la que giraba.

Shaman: …No todos los Neo-X pueden ser así de malos, Rumsey. Además, es solo un chico, ¿no?… —Se dijo a sí mismo el hindú, y entonces decidió moverse hacia la mesa de los profesores, quienes veían el espectáculo, sonrientes y satisfechos.

Shaman: Señor Worthington, señorita Reyes… ¿Puedo sentarme?

Cecilia: Claro, chico. Siéntate.

Warren: No es que no seas bienvenido, Rumsey, pero: ¿cómo es que prefieres sentarte con los viejetes, en vez de con los chicos?

Cecilia: ¡¿Viejetes?![1]

Shaman: Lo siento. Es que no soy muy…¿cómo se dice?…creo que la palabra es: fiestero.

Worthington: ¡Je! No debes reprimirte, Rumsey. El hecho de que seas el líder de un equipo no quiere decir que no te puedas divertir. Nadie te mirará mal.

Shaman: …Creo que tiene razón, señor Worthington. Gracias. Iré a conversar con Dana.


Dicho esto, el mutante se levantó y se acercó a su antigua, y querida, amiga.

Shaman: ¿Me permites esta pieza, Dana?, por los viejos tiempos…

Dana: ¡Rumsey! ¡Je, je! Claro, amigo, …desde luego. Por los viejos tiempos, ¿no?

Shaman: Así es.

Dana: Después de todo, debemos mostrarles a estos novatos cómo se baila en la mansión, ¿no? ¡Je, je![20]


Mientras los dos bailaban, Hermes pasaba, rápidamente, dando vueltas por toda la pista y alzando las faldas de sus compañeras con el viento, uno diría que sospechosamente[2].

Hermes: ¡Ji, ji, ji![21]


La fiesta se estaba poniendo cada vez más prendida. Todos estaban bailando, excepto…

Deathmaid: Oiga, señor robot, ¿podría poner alguna cancion lenta?

RoloX: ¿Qué?, ¿quieres bailar con alguien en especial?

Deathmaid: ¡Ey! Acabo de llegar y no conozco a nadie. ¿Crees que solo soy una gata en celo?,…pues no[1].

RoloX: Bueno, bueno, bueno…que no intentaba ofenderte. ¿Qué quieres en concreto?

Deathmaid: Algo que pueda cantar… Cualquier cosa.

RoloX: Está bien. Tienes una bonita voz, ¿sabes?

Deathmaid: ¿Qué?…¡ah!, está bien, gracias[17].

RoloX: Por favor, no te pongas tan sentimental conmigo. Solo digo lo que pienso. Busco algo…esto servirá: ¿te sabes la canción de "Titanic"? —dice mostrando un CD que acababa de sacar de su boca.

Deathmaid: ¡¿La tienes?!, ¡¿en serio?! ¡Wow! ¡Muchas gracias!


Antes de poder decir nada, Reachel ya había tomado el CD, de las manos de RoloX, y se dirigía a toda velocidad hasta la radio del escenario, detrás de ellos.

RoloX: Esa chica es todo un caso: Impaciente y descuidada, como una niña. Creo que será interesante ver cómo los mamíferos reaccionan al cambio brusco de ambiente.

Deathmaid: ¡Puedo oírte! ¡Creo que será divertido![2].


La música cambió de un rap a la canción de Titanic, tan rápido que no pudieron gritar: "¡¿qué?!" La mayoría de los hombres se cerraron de hombros, en especial Hermes, quien se dio cuenta de que había perdido toda posibilidad de destacar con su velocidad, mientras que las chicas se abalanzaban, como tiburones, hacia sus pobres víctimas. RoloX se sentó, en una silla, a ver lo que había provocado, creyendo que todo era, simplemente, un experimento de ciencias y las personas conejillos de indias.

En lo alto del escenario, con un micrófono inalámbrico, estaba Reachel, cantando con una voz tan inocente, y llena de vida, que daba ganas de llorar. La única cosa a la que le era indiferente, era, obviamente, RoloX, quien, sin embargo, reconocía que muy pocas personas estaban bendecidas con una voz similar.


Un destello surgió de las mesas de detrás que rápidamente llamó la atención de algunos: Era Eon, destelleando al ritmo de la música. Su voz se levantó para cantar algunas palabras, sin embargo descendió de nuevo cuando la de la jovencita lo superó, pudiendo sentir, casi como un pecado, el interrumpir tan bella voz, por lo que, lentamente, se acercó a Dana y le tendió la mano. Su compañera era buena en la pista de baile, así que él no podía corresponderle mejor que dando todo su esfuerzo.

— Mi bella y adorable dama, ¿me darias el placer de bailar esta pieza conmigo?


Esta vez, Ivan brilló con un tono mortecino que invadió toda la habitación, como si fuera un leve sueño, dando pequeñísimos destellos con el ritmo de cada nota regalada por Reachel. Era la noche de sus equipos, y Eon la disfrutaría al máximo.


— Todos los sistemas listos, señores. Carguen la maquinaria y, por favor, que alguien acomode a los sujetos generadores en sus puestos. Que alguien más tome el teléfono y le diga al jefe que todo está listo para que lo active cuando crea conveniente. Por favor, dígalo tal como lo dije, si es que aprecian su vida. Mi último mensajero le levantó la voz y ahora me produce pesadillas recordar como quedó. Bueno, ¿qué esperan? ¡Muévanse!


Shaman se encontraba muy contento oyendo la melodiosa voz de Deathmaid. Podía oír algunos de los pensamientos fuertes que se escapaban de sus compañeros, y todos mostraban su alegría.

Brian: ¡Ey, Shaman! Buena fiesta, ¿no?

Shaman: ¡Brian! ¿El chico pesadilla piensa hoy soñar algo bueno? No te había visto. Ni siquiera percibido.

Brian: Bueno, sabes que no soy muy dado a las relaciones públicas. El único verdadero amigo que tuve en el equipo fue Yun, y el ya no está. Bueno, Dana, Ivan y tú, sois los únicos que de verdad me conocen.

Shaman: ¡Vamos!, te entiendo. Tampoco es común que venga a este tipo de eventos, pero disfrutémoslo.

Brian: Espero que las cosas no se arruinen. Siempre se arruinan.

Shaman: ¡¿A qué te refieres?!

Brian: Digo…que siempre que tenemos un momento tranquilo y feliz, alguien lo arruina.

Shaman: ¡Vamos, Brian, que no todo es una pesadilla!

Brian: Eso quiero creer, amigo. Eso quiero creer.


Brian se retiró hacia la barra dejando a un Rumsey pensativo, hasta que apareció Xia frente a él.

Rocket: ¿Qué?, ¡¿no bailas, jefe?! La pieza está a punto de terminar.

Shaman: ¡Je, je! Es que no sé como…

Rocket: ¡Vamos!, eres un telépata. Algo podrás hacer hurgando en mi mente.

Shaman: Bien. ¡Je, je! Lo intentaré…y llámame Rumsey. ¿Por qué todo el mundo me llama "jefe"? Sé que soy el líder, pero tengo nombre. Además, puedo ser divertido si me lo propongo.

Rocket: Está bien, Rumsey. ¡Je, je, je!


James bajó la escalera en los últimos compases de la canción con una jovencita atrapada en sus brazos. Nadie se podía creer lo que pasaba, pues Silenciosa no estaba con ellos, pero algo más pasaba: la muchacha era como un holograma.


James: Bueno, ya sabéis: si no puedo estar con la que quiero, no quiero a nadie…

James siguió bailando con el holograma.


Mientras todos se divertían, Brian se encontraba en la barra, en silencio, sólo, observando y meditando las cosas habían sido un tanto difíciles para él: Había una enorme brecha que no lograba recordar. Habían pasado demasiadas cosas en su vida: se unió a los Neo, logró hacer buenos amigos, quienes cambiaron su carácter y, en una batalla, todo se volvió oscuro. Ni él mismo sabe qué diablos pasó: ¿Murió? ¿Dónde estuvo todo ese tiempo?… Ahora estaba de vuelta y, aunque las cosas eran un poco confusas…y nuevas, su mejor amigo lo terminó por abandonar. Se siente culpable por la partida de Medium. Un sinnúmero de extraños le rodean y no sabe cómo actuar. Siente una tremenda soledad.

Ivan: ¡Ey!, ¡despierta!

Brian: …¡Ah, hola! ¿Qué tal, Ivan?

Ivan: ¿Es todo lo que dirás? Mmm… Osea,…digo, creo que merezco algo más que un simple "hola". Anda, ven para acá.

Brian: No…

Ivan: No me hagas levantarte de esa silla. Anda, levántate, …o tendré que arrancarte el brazo.

Brian: …No

Ivan: Vamos, Brian. Solo un abrazo, es todo lo que pido. ¡Ja, ja, ja!

Brian: …Dije que no.

Ivan: Mmm…ok…no. ¿Qué te pasa? Solo estaba jugando, no tenías porqué haber reaccionado de esa manera, y menos delante de todos los nuevos. Estás actuando igual que…cuando te conocimos.

Brian: Tal vez…debí quedarme así siempre.


Brian salió de la fiesta.


Al observar la reacción de Brian, Ivan corrió para alcanzarlo, pero un ruido llamó su atención: Al parecer alguien había tropezado con una mesa, armando un verdadero alboroto. Para cuando volteó de nuevo, Brian no estaba a la vista. Por esta vez tendría que dejarlo ir.

Al dirigirse hacia el centro de la pista, donde había varias parejas. Le llegó un sentimiento de nostalgia, y recordó toda su historia. Al ver a todos reírse del desastre, él también se rió. Sin embargo, su mente estaba lejos, en el cielo donde había visto el regalo de James. Bien. Él también debía recordar quienes fueron importantes para él, así que se acerca al balcón y, elevando sus brazos, deja que su poder fluya en una estela delgada que sube varios metros hasta que, al llegar a su límite. comienza a dibujar los rostros de Tony, Amelia, Isabela y una chica desconocida para la mayoría, aunque para algunos muy poco conocida como era Alice. Ellos también se merecían ser recordados.

Mientras la mayoria observa el cielo, a lo lejos de los rostros se pueden ver una estela dorada, y mucho más fina, que viaja rápidamente hacia el centro de la ciudad. En segundos desaparece entre los edificios, para explotar en un destello que lo cubre todo a la vista.

Cuando la luz disminuye, y la mirada de todos se adapta, comienzan a escucharse gritos. Mientras los profesores miran por todas partes, para ver si los alumnos están bien, a la distancia pueden ver a Eon y RoloX mirar fijamente la ciudad. Solo ellos no fueron cegados por la luz, y miran con asombro cómo una masa amarilla cubre gran parte de la ciudad, deshaciéndose como un líquido espeso. Mientras, el humo y los gritos empiezan a llegar desde el otro lado de la bahía.

Arcángel comienza a dirigir a todos a las limusinas, cuando nota que el edificio está siendo evacuado en diferente direcciones. Sin darse mucho tiempo, comienza a volar por el patio donde estaba Miguel y William, gritando fuertemente a los presentes:

— ¡Neo-X, Abyss, Todos al frente!


Cecilia volteó a ver al profesor y, al notar la expresión en su rostro, lo supo: Esto significaba que había serios problemas. Muy serios.

Todos los jóvenes fueron agrupándose frente a él. Algunos estaban asustados, y otros todavía estaban riendo, pero la mayoría estaban serios.

— Chicos, lamento decirles que es obvio que la fiesta terminó. Shaman y Eon, junten a sus equipos y diríjanse a la mansión en las limusinas. Yo llegaré más rápido con Cecilia. Si alguno desobedece, y hace algo diferente a lo que estoy diciendo, quedará expulsado permanente de la Escuela, y su respectivo equipo. De ahora en adelante los equipos no se separarán, y cada uno seguirá a sus líderes. No actuaremos de ninguna manera hasta tener una idea de lo que pasó. Por ahora, y para que lo sepan todos, no hay ningún X-Men en la mansión. No sabemos qué ha pasado. Como se pueden imaginar, si es necesario tendremos que actuar, pero será un pequeño grupo, ¿entendido?, así que nada de heroismos todavía. Ahora, todos a la mansión, ¡ya!


Shaman: Sí, señor.

Eon: ¡Maldición!, arruinaron la fiesta, pero ¿qué le vamos a hacer?

Shaman: Es hora de mover a los equipos, Eon.

Eon: Vamos, tranquilo. Trabajemos juntos y tranquilos.

Shaman: Sí, lo siento, pero lideraremos de maneras diferentes. Bala Oscura, Hermes, Deathmaid, Wildwood, Rocket y Swamp, permitan que los estudiantes que no están en ningún equipo suban primero. No busquen a Brian, está fuera de mi escáner mental, así que esperemos que se encuentre bien.


Bala Oscura: ¿Cómo que no busquemos a Brian? No pienso quedarme de niñera, ¡mientras un amigo puede estar en peligro!


James sale corriendo hacia el exterior, pero, cuando va a perderse de vista, de repente se ve frenado por unas enredaderas. James mira a Will enojado.

Bala Oscura: ¡¿Qué estás haciendo Chico-lechuga?! Me caes bien, no lo estropees y suéltame.

Wildwood: Te necesitamos aquí, James. Si Brian está en problemas encontrará la forma de comunicarse con nosotros y, entonces, te aseguro que seré el primero en acompañarte a buscarlo; pero, por ahora, el grupo te necesita.


James miró a Will con el ceño fruncido, e hizo ademán de acercarse a él. Will le soltó de las enredaderas y esperó a que James llegase hasta él. Parecía muy serio. Will tragó saliva, esperando alguna reacción de enfado por parte de Bala Oscura.

Bala Oscura: Me quedo, pero con una condición.

Wildwood: ¿Qué condición?

Bala Oscura: La próxima ronda invitas tú[4]

Wildwood: ¡Je, je, je! Trato hecho, cazador. Trato hecho.


Samuel estaba algo nervioso. La noche había sido bastante rara para él, y ahora debía dejar de lado, nuevamente, su vida privada y volver a ser un Neo-X. Eso sí que le gustaba, aunque no lo que estaba pasando. No le daba buena espina, pero antes de averiguar más debía de evacuar a los estudiantes.

— Estudiantes sin equipo, ¡vengan por aquí! —gritó mientras alzaba los brazos. En un instante, un gran número de estudiantes se amontonaron frente a los Neo-X.

— Muy bien. Por favor, hagan una pequeña fila. Organícense un poco. …Así es, gracias. Muy bien. A ver… Ustedes seis, vengan para esta limusina. Ustedes, vayan con aquellos chicos de allá. ¿Eh?…sí, sí, con la sirenita y el de pelo verde. Por allá, por favor.

— Lo estás haciendo bien, charco de lodo— le dijo una voz a sus espaldas.

— Ah…Xia, eres tú. ¿Podrías encargarte de esto por un momento?, voy a ver si queda alguien dentro.

— ¡Eh!…no creo que sea buena id… —Pero fue demasiado tarde. Swamp se deslizaba en el barro hacia la puerta. Tenía que confirmar que no faltara nadie.


Después de dar unas vueltas por el salón. No parecía que nadie estuviera aún allí, así que Swamp se dispuso a irse, cumpliendo con lo que le habían asignado, cuando de pronto oyó un suave llanto que provenía de debajo de una mesa. Al acercarse, vislumbró a una pequeña estudiante acurrucada sobre sí misma. Con cuidado, la tomó. La niña quería salir de allí cuanto antes, por lo que, al ver al Neo-X, se sintió más tranquila y dejó de llorar.

— Gracias por suplirme, Xia —le agradecía Samuel, mientras hacía entrar a la niña a la limusina.

— De nada, pero tienes suerte que no se enteró el calvito.


La voz de Shaman retumbó en la cabeza de ambos.

— Ok…ok. Ya vuelvo…ya vuelvo —decía Xia mientras se dirigía a otra parte.

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Knight no sabía qué pasaba. A él le encantaba haber empezado con la fiesta, pero se sentía incómodo ahora. No sabía qué pasaba. Fue el primero al que metieron a la limusina. Desde adentro, podía ver la imagen: la ciudad tenía algo extraño. Algo sumamente extraño: El líquido que había caído. Will se había ido por otro lado. Se sentía extraño por ser llamado "nuevo", o no tener un equipo[13]. No sabía qué hacer.

Miguel se sentía incómodo, aún cuando había otros en la limusina. Ninguno de ellos parecía nuevo. De hecho murmuraban cosas, mientras que a él le desagradaba, cada vez más, la situación de no poder estar con nadie y comienza a preocuparse por lo que está pasando.

A lo lejos, mientras él observa por la ventana, una señora hace movimientos raros después de caerle la sustancia. Aunque Knight piensa en acercarse a ayudarla, inmediatamente ella desaparece. Intentando olvidar el tema, espera a ver quién más entra en la limusina.


Los Abyss pronto se agruparon. Incluso los nuevos: Felix, Terrank y Yasha, quienes tomaron la iniciativa juntándose con RoloX y Enix, quienes no encontraron rastro alguno de Matt y Dana.

— ¿Dónde está Quimera? —preguntó Terrank mientras observaba cómo se desalojaba el hotel.

— No lo sé, pero hay que irse ya —Concluyó Yasha, a la vez que empezó a caminar hacia la limusina.

— ¡De aquí no se mueve nadie hasta que estemos todos! —La voz de Enix sonó tan clara, y autoritaria, que frenó a Yasha en seco, pasando a mirarla de manera desafiante.

— ¿Quién te ha nombrado jefa, pelito mono?


Enix dio un paso adelante para contestar a Yasha, pero fue rápidamente separada por RoloX, quien vio en su sensor de temperatura cómo los[31] dos jóvenes mutantes empezaban a acalorarse.

— Alex, ¿es esto necesario?

— ¡Oh, sí!, claro que lo es.


En ese momento Felix alzó su mirada y dijo:

— ¡Matt!

— ¿Matt? –preguntaron todos al unísono.


Ahí estaba Matt, apoyado en el hombro de Dana y visiblemente mareado y débil, avanzando hacia sus compañeros. Felix y Alex corrieron a ayudarles.

— Está mareado. No sé por qué —dijo Dana mientras Enix, muy preocupada, se ocupaba de él.

— Matt. ¡Eh! Escúchame. ¿Qué te pasa?

— El aire… Algo está mal en el aire… —logró pronunciar Sonne.

Sugiero movernos hacia la limusina para atender mejor a Matt —dijo Rolox.


Los demás asintieron con la cabeza y se dirigieron a la limusina, con Enix y Felix ayudando a Matt a moverse. Yasha se colocó a la altura de Alex, y le susurró:

— Esta vez te has librado, pelo café.


Alex ni siquiera se inmutó. Le dedicó una pequeña sonrisa a Yasha, quien no lo acertó a comprender, y se adentró a la limusina junto a Nikolev. Terrank volvió a mirar el hotel y dijo:

— Hasta mi prima, de 10 años, hace mejores fiestas. ¿Qué hago ahora con el animador que había contratado?


Felix le miró, sonriendo:

— Dile que salga de la ciudad. Parece que no hay mucha fiesta en la calle.


Dentro de la limusina.

— Esto no me gusta. Qué demonios habrá pasado para que tengamos que volver tan rápido a la escuela…

— ¿Alguno sabe qué ha pasado? Es muy raro que nos manden a la academia en mitad de la fiesta.


Matt: No lo sé, pero ya os he dicho que había algo raro en el aire.


Alex, al igual que sus compañeros, se extrañaban por lo que sucedía, mientras que Yasha seguía mirando a Alex, tratando de entender por qué sonrió al escuchar la amenaza. Alex siguió observándolo un tiempo. Después, puso toda su atención en Ivan y Dana, mientras se acomodaba mejor al lado de Matt y RoloX.

Alex: Oye, Compu, ya sabes qué hacer.

RoloX: Estoy en eso.

Alex: Oye, Ivan, ¿nos dices lo que sabes?

Ivan: Solo vi lo que ustedes observaron, pero con más claridad.

Dana: Como sea. Primero lleguemos a la mansión.

Alex: Lo que digas, Gata.

Felix: Sip, claro.

Yasha: Bien, oye[13]… —dice dirigiéndose a Alex en voz baja.

Alex: Regla número uno: Jamás abandonas a tus compañeros[14]. ¿Ya estás mejor?, Matt.

Matt: Un poco.

Los chicos seguían serios durante el viaje. Trataban de controlarse. Sabían que pronto tendrían respuestas. Después de todo, las malas noticias siempre llegaban rápido.


Mientras, Xia y Samuel subían a la limusina. Xia se percató de que no había nadie del equipo.

Xia: Sam…

Sam: ¿Qué pasa?

Xia: …¿Los demás?…

Sam: No sé. Aquí están solo algunos estudiantes.

Xia: …Pero nadie del equipo. Y ahora qué hacemos. ¿Dónde estarán?

Sam: Deben haberse ido en otro carro.

Xia: Lo que nos faltaba… Oye, perdona por haber bailado tan, tan, tan…tú sabes…malhumorada.

Sam: No…no hay problema.

Xia: Oye, me contó un pajarito que tú tenías novia.

Sam: Sip. Se llamaba Rebecca. Es genial. Deberías conocerla.

Xia: Claro. Cualquier día. Tú dirás.

Sam: Excelente. Por ahora solo me preocupa qué está pasando allá.

Xia: Sip. La fiesta se estaba poniendo interesante. ¿Sabes usar algún arma de combate?

Sam: No. ¿Y tú?

Xia: Sí, la katana. Soy experta.

Sam: ¡Genial! Algún día me enseñarás —dice mientras el carro saltó, por un bache, y provocó que Xia se golpeara la cabeza.

Xia: ¡Auch!…mi cabecita.

Sam: ¿Estás bien? A ver…¡oh!, te hiciste un chichón.

Xia: ¡Suéltame! ¡Auch! Me duele.

Sam: No te comprendo. Estábamos hablando bien y ahora me gritas —dice volteando la cara.

Xia: Ya. Oye… —dice sacándole la lengua.

Sam: Compórtate…¿sí? Hay jóvenes viéndonos.


Terrank: Oye, Yasha, déjame a alex a mí. Yo la voy a destruir.

Yasha: No. Para qué. Ella lleva ya un tiempo por aquí. Además, no seas malo.

Terrank: Se lo merece —dice mirando con cólera a Alex.

Alex: A ver. Me dejas de mirar asi, ¿ok?, o si no, lo arreglaremos ahorita.

Ivan: No, muchachos. Aquí no hay espacio.

Dana: Ivan, no. Por favor, dejen de pelear, ¿sí?. Está bien que tengan sus diferencias, pero no por eso tienen que estar peleando.

RoloX: ¡Vamos, Alex! Dale duro.

Terrank: A tí también te va a caer, Robot.

RoloX: ¡Ja, ja, ja!

Terrak: Detesto este equipo. Me bajo.

Felix: Pero tenemos una misión…

Matt: Oye, no te vas a ir, así no más.

Terrank: Lo lamento, pero este no es mi mundo.


Terrank baja del auto, dejando al equipo, y a los chicos parece no importarle.

Terrank: Fue mala idea venir aquí —dice llorando—, pero juro que jamás volveré. Además, tengo que grabar mi disco…


Shaman: ¿Están todos aquí? —preguntaba el joven hindú, mientras terminaban de evacuar a los demás estudiantes sin equipos.

Shaman: Por favor…mmm…que cada uno levante la mano y diga "presente".

Bala Oscura: ¿Qué te pasa, calvito? No te ves para nada bien…presente.

Wildwood: Presente. Sí, es como si estuvieras pasándolo mal, o algo.

Shaman: Es solo que hay…muchos pensamientos de desesperación, miedo, furor y…angustia. Son muchas personas, y eso me esta afectando. Las emociones que percibo me llegan por toneladas. ¡¿Dónde están Hermes, Deathmaid, Swamp y Rocket?!

Bala Oscura: Pues, no lo sé. Con toda la confusión les perdí de vista.

Wildwood: Seguro que deben de estar en camino.


Mientras, se escuchaban gritos por las calles, alrededor del Hotel, y la materia amarillenta, de aspecto raro, seguía moviéndose de forma que uno diría que estuviera viva.

Deathmaid: Te dije que no era por aquí, ¡tonto!

Hermes: Tú, calla. Tenemos que hacer esto bien, o si no se arruinará. ¿Ves? Allí están los demás.


Los dos mutantes llegaron junto con sus demás compañeros, quienes, especialmente Shaman, no tenían cara de buenos amigos.

Hermes: Hola, jefe. Ya estamos aquí.

Shaman: ¿Se puede saber por qué se demoraron? Tú, en especial. Juro que es como si no tuvieras super velocidad.

Deathmaid: No, no, no, jefe. No se ponga bravo con Hermes. Sepa que los dos estuvimos recolectando comida.

Shaman: ¡¿Comida?! ¿Se puede saber por qué?…aunque no quiero imaginarlo.

Hermes: Pues…si esto termina mal, no vendría mal tener reservas de comida, ¿no? Miren, recolecté todo lo que pude[2].


El chico dejó caer un tapete de las mesas, lleno de golosinas y demás.

¡Paf! —Bala Oscura golpeó la cabeza de Hermes con una bofetada, como la de un padre que corrige a su hijo.

Hermes: ¡Ay! ¡Ey!…¡¿a qué se debe ese golpe?! ¿Buscas pelea, niño rudo? ¿Eh?, ¿eh?, ¿eh?

Bala Oscura: Ya. ¡Compórtate, niño! Al parecer estamos en un momento grave, y tú sigues con tus niñerías. De ahora en adelante se hará exactamente lo que Shaman diga. ¿De acuerdo?

Hermes: …Está bien, pero solo porque me lo pides amablemente. ¿Sí? Y bueno…¿alguien sabe a qué nos enfrentamos? ¿Qué es esa…sopa amarilla? La he visto moverse con mente propia. Es muy raro y, a la vez, tenebroso. Me da miedo.

Shaman: Eso lo deben de explicar los profesores. Es su…competencia[32]. Por ahora esperaremos por aquí hasta que haya más órdenes.


Los chicos se quedaron esperando el retorno de Swamp y Rocket, quienes ya asomaban a la distancia.

Hermes: Tanta comida desperdiciada[11]


Al llegar todos los chicos a la mansión se encuentran, solo, la luz de la sala encendida, y todo lo demás a oscuras. No hay ningún movimiento en todo el lugar. Cosa rara, ya que existen más de trescientos estudiantes en la casa. Cada uno de los Neo-X y Abyss se acomodan en los sillones, mientras algunos hacen el intento de dirigirse a la cocina, y siendo reprendidos, rápidamente, por Shaman y Eon. Los minutos pasaban sin que nadie diga mucho, cuando Ivan se percató de que faltaban alumnos. Sale un momento y regresa trayendo a los restantes.

En esos momentos se abría la puerta del elevador y de él salían Arcángel, Cecilia y Caído.

Las miradas y expresiones de sorpresa eran variadas, sobretodo de los Abyss, por ver a su compañero vivo de nuevo, y de casi todos, en general, por la apariencia que tenía: Su rostro y cuerpo estaban como antes. Sin embargo, una masa de hueso lo cubría, como si fueran placas. Lo peor consistía que parecía en movimiento, como una masa viscosa.

En un movimiento tambaleante, Michael se puso de pie y caminó un poco. Sin embargo, no pudo evitar tropezar de nuevo y tener que ser atrapado por Warren.

— Chicos, la situación es difícil y seré directo: No hay nadie más en la mansión, a parte de nosotros. El resto de X-men están en Latveria, y algunos cerca de Corea. Sin embargo, las comunicaciones con ambos grupos, así como con Genosha y alguna sección de las X-Corps son imposibles. Hemos enviado a los Nuevos Mutantes y demás grupos a la isla Muir, para que intenten contactar con los demás y mantenerlos a salvo. Hubiéramos hecho lo mismo con ustedes, pero, lamentablemente, estábamos algo alejados de la mansión y no contábamos con tantos aviones. Así que ahora nuestra situación, aquí, es determinante. Podemos quedarnos encerrados en la mansión o podemos actuar y ayudar a las personas de la ciudad en la medida de lo posible. También traté de comunicarme con los Vengadores, o algún otro grupo que pudiera darnos información sobre esta situación, pero todo fue en vano. Al parecer, salieron rápidamente a ayudar en la situación y están ocupados. Si queremos ir tendremos que formar un grupo con los más expertos y…

— Espere, señor. Creo que eso no sería lo más correcto, sin antes saber qué estaba ocurriendo.

— No, Ivan. No podemos arriesgarnos a llevar a los más nuevos. Es posible que sus poderes se les escapen de control.

— No lo creo. Disculpe, pero todos los presentes tenemos perfecto control sobre nuestros poderes. El problema es no tener la experiencia necesaria para llevar a cabo una ofensiva completa. Sin embargo, sí que podremos ir como rescatistas, y para ello necesitaremos todas las manos posibles.

— Y dime, Eon: ¿De verdad solo irán como rescatistas?, porque chico, los conozco bien y sé que se meterán en problemas a la primera oportunidad.

— Disculpe, señorita Reyes, pero creo que Eon y yo podemos hacernos cargo de eso. Ustedes podrán decidir si nuestra presencia es necesaria o si regresamos, de nuevo, a la mansión.

— Bueno, Cecilia, creo que si Rumsey se anima es porque esto se nos escapa de las manos.

— ¡Oiga!, yo tambien lo dije.

— Sí, Eon. ¡Je, je! Disculpa, es solo que comprenderás que Shaman es algo menos…impulsivo, que tú.

— Emm…sí, algo.

— ¡Je, je, je! Bueno, solo recuerden que esto es una situación seria y que deben de obedecernos en todo momento. Si alguno sale herido, en lo más mínimo, regresen a la mansión sin rechistar. Fallen y Sonne, si ambos todavía se sienten mal, pueden quedarse aquí a cuidar la mansión.

— Lo dudo mucho, profesor.

— ¿Seguro, Matt?

— No, pero no le encuentro mucho sentido a ser velador de una casa vacía.

— Entendido. Entonces…ambos equipos irán juntos. Obedecerán las órdenes de sus líderes, o nuestras, completamente. Y recuerden que nuestra prioridad es salvar vidas.


Mientras todos se preparaban para partir a la ciudad, los cambios ocurrían a una velocidad sorprendente.

Al ser la nueva mansión de los Vengadores el edificio Stark, una de las bases más cercanas al epicentro de la explosión, todos sus integrantes, exceptuando Spider-Man y Spider-Woman, terminaron por ser contaminados casi instantáneamente.

En las calles se podían escuchar los gritos de las personas que huían de sus seres queridos, conocidos y extraños, contaminados, quienes sometían a los sanos y los llenaban de sustancia amarillenta, convirtiéndolos en esclavos. Había autos incendiándose por doquier, y aquellos que se resistían con demasiada violencia eran tratados peor que basura: siendo golpeados y mutilados para, finalmente, ser contagiados.

En la Cocina del Infierno, Daredevil escapaba entre los edificios. Sin embargo, también fue atrapado por un muro en el que intentó impulsarse. Entre las personas que corrían tras algunos civiles se podía ver a personajes como Luke Cage, Gata Negra, Hulka, Iron Man, Hércules, Misty Knight y soldados del SHIELD. Sin embargo, el Helicarrier estaba ya sobrevolando la capital. Sus órdenes eran claras, sin embargo tanto Maria Hill, como Nick Fury, habían enviado un contingente a escondidas para no dejar caer la ciudad. Mientras que los pocos soldados de Fury habían caído emboscados por Spider-Woman II y Hombre Maravilla, los de Hill estaban todavía peleando y retirándose a un bunker escondido en el subterráneo.

En la entrada de la ciudad un vehículo silencioso se estacionaba, mientras un grupo de jóvenes mutantes bajaba, rápidamente, y se acomodaban en filas. Arcángel venía volando y con una señal silenciosa señaló a varias de las calles de la ciudad, no muy lejos de las avenidas principales, y comenzó a avanzar hacia ellas siendo seguido por los Neo-X y los Abyss.

— Bien, Abyss. Todos en fila. Recuerden que esto podría ser una invasión, así que ayuden a todo civil al que vean, y traten de identificar a los enemigos. —Ivan casi susurraba mientras decía esto. El sudor caía por su frente como un aguacero, y no por el miedo a la situación, si no para evitar brillar de la emoción y nervios.


En la mansión, antes de ir a la ciudad, Wildwood se va del salón en el que estaban todos hablando acerca de ir a ayudar, cuando James le mira inquisidoramente y le pregunta:

Bala Oscura: ¿A dónde vas, muchacho? No pensaba que fueses de los que te escondías.

Wildwood: Tranquilo. No os dejo tirados. Tan solo voy a coger algún recipiente hermético del laboratorio. Creo que puede ser útil conseguir alguna muestra para analizar de esa extraña gelatina amarilla.

Bala Oscura: Buena idea, pero ven rápido. Vamos a salir inmediatamente.


Habiendo cogido Will un par de tubos de ensayo herméticos del laboratorio, volvió lo más rápido que pudo y se unió a sus compañeros en los coches que iban a la ciudad. James parecía algo molesto por algo.

Wildwood: ¿Qué te pasa? Tienes mala cara.

Bala Oscura: Nada. Es solo que me preocupa la situación —dice mientras se frota las sienes.

Wildwood: Sí. Todos estamos preocupados.

Bala Oscura: Pero no solo por la gente de la ciudad. Me gustaría saber dónde está Brian, o si, al menos, está bien.

Wildwood: No te preocupes. Él sabe cuidarse solo. Los civiles son a los que tenemos que cuidar ahora.


Llegaron a la ciudad y aquello era un caos, aún mayor del que habían dejado atrás.

Shaman: Chicos, somos héroes, y es un buen momento para demostrarlo. Ayuden a todo el que puedan, y si encuentran algún problema pónganse a salvo. Contacten conmigo telepáticamente y no hagan nada, hasta recibir instrucciones.

Bala Oscura: Lo de ponerse a salvo no te lo puedo asegurar, pero por lo demás tranquilo, Calvito.

Wildwood: Yo, antes de hacer nada, voy a coger una muestra para el laboratorio. Tardo un segundo.


Will, entonces, hizo crecer una rama desde debajo del asfalto, provocando una brecha en la carretera, y con dicha rama se prepara para coger una muestra. La coge con cuidado y la mete en el tubo de ensayo, que cierra con rapidez.

Wildwood: Ya estoy listo. Vamos allá.


Knight se sentía incómodo otra vez. Él no era ni Abyss ni Neo-X.Y ahora, ¿qué?. Todos comienzan a avanzar y se da cuenta de que, realmente, estaba incómodo de estar tan incómodo. ¿Por qué tenía que sentirse mal…o extraño…o débil? Todos aquí son diferentes, así que no tenía porqué seguir como estaba. La timidez la debía dejar a un lado en ciertas situaciones, y esta era una de esas. Era el momento de comportarse como un mutante, o lo que fuera que fuese en un futuro.

Acercándose primero a Shaman, empezó a hablar siguiendo sus pasos.

Knight: Em…hola.

Shaman: Hola. ¿Qué necesitas?

Knight: Sí, veras…sucede que no estoy en ningún equipo porque soy nuevo y…pues…puede que ambos equipos se dividan o algo asi y…

Shaman: No lo harán.

Knight: Sí… Bueno, tal vez lo hagan, así que me gustaría decirte que si necesitas apoyo pesado, aquí estoy.

Shaman: Lo tendré en cuenta.

Knight: …[13]


Rápidamente se acerca al otro lado de el grupo, y fue a hablar con el que lo invitó a la fiesta: Eon.

Knight: Hola.

Eon: Hola. ¿Qué tal? ¿Qué haces? ¿Qué pasa?

Knight: …Era solo para decirte que…bueno…no estoy en ningún equipo…

Eon: ¡¿No estás en ningún equipo?! ¡Creí que eras de los Neo-X!

Knight: Eh…no, pero ese no es el asunto…

Eon: ¿Cómo que no es el asunto? Claro que es el asunto. Por supuesto que es el asunto.

Knight: ¿En serio?[13] ¿Es muy importante?

Eon: ¡Claro! ¡Es lo más, más, más, más importante!…pero ¡más!

Knight: …

Eon: …No es cierto.

Knight: …[13]

Eon: …[11]

Knight: …[13]

Eon: …¿Qué?

Knight: …[13]Nada.

Eon: …[13][17]Deja de mirarme[9]

Knight: ¡Oh! Lo siento.

Eon: Pues…¡no lo sientas, jovencito![9] …También era broma[33]

Knight: Solo queria decir que estaré allí si me necesitas. Bye.


Knight se da la vuelta y vuelve al grupo. Le apetece ir frente al resto y, por primera vez, mira las caras de los demás. No quiere perderse entre toda la gente de la ciudad, de sus compañeros[34].


Xia y Sam, estaban aún en el auto con algunos alumnos que se dirigían al instituto con bastante cautela, ya que la cosa amarilla podría percibirlos. Yendo por ahí, y algo amargados por las cosas que se dijeron, vieron a lo lejos a Terrank, quien andaba solo con arena en la cara y con la ropa sucia. Algo que jamás se esperaría de él.

Xia: ¡Ey, mira, es Terrank! ¡Paren! …Amigo, qué haces aquí.

Terrank: Jugando a las cocinitas, ¡¿no ves?! Estoy todo sucio y tengo hambre. Por mí me compraría el Burger King, pero no estoy cerca. ¿Me llevan?

Sam: Claro. Sube.

Xia: Jamás imaginé verte así. ¡Ja, ja, ja!

Terrank: Yo tampoco, pero son gajes del oficio. Un oficio que pronto dejaré.

Sam: ¿Cómo es que lo dejas?

Terrank: Sip. Ya no seré más ni un Abyss, ni nada de eso.

Xia: ¿Por qué, guapo?

Terrank: Esta vida que estoy llevando es horrible.

Xia: ¡Vamos! ¿No me irás a decir que no es gratificante salvar vidas?

Terrank: No es eso, sino que mis compañeros…

Xia: ¿Qué pasa?

Terrank: No sé. Creo que no me quieren —dice dejando caer una lágrima.

Sam: No lo creo. Todos parecen ser buena onda.

Xia: Mira, esto es una convivencia, ¿sí?, así que tendrás que aprender a convivir, porque seguro que, al igual que no te gustan algunas de sus cosas, pues a ellos habrá cosas tuyas que tampoco les gustarán.

Terrank: …Pero yo soy buena gente.

Xia: ¡Sí!, claro, pero deberías dejar de ser tan engreído.

Sam: Diste en el blanco, bombón.

Terrank: ¿Es por eso que me odian?

Sam: No es que te odien, es solo que les cansas.

Xia: Sí, algo así. Entonces, ¿qué dices?, ¿te quedas?

Terrank: Está bien, pero lo pensaré bien. ¿sí? Es que también extraño mucho desfilar…

Xia: Una vez que terminemos con esto, hacemos un gran desfile de moda en el instituto.

Terrank: ¡Genial!


Los tres chicos llegan al instituto, al parecer justos, ya que todos estaban partiendo.

Sam, Terrank y Xia: ¡Esperen!


“Esto me supera”, se decía a sí mismo Matt, mientras caminaba por las calles solitarias y desiertas."Debería de hacer como Terrank y marcharme de este grupo de locos".

A su lado, Quimera fijaba su mirada en el horizonte, aunque no encontraba nada que no fuese aquella horrible masa viscosa. Lo cierto es que todo esto era una excusa para ella, quien aún intentaba asimilar la vuelta de Caído al grupo.

— Matt, ¿estás mejor?

— Como una rosa. El doctor McCoy me dijo que los cambios bruscos en la densidad del aire me pueden afectar, y, creeme, ¡tenía razón!

— Entonces…¿esa cosa está en el aire?

— No técnicamente, pero la siento. Siento cómo se mueve y crece.


Quimera y Sonne se adelantaron al grupo mientras caminaban alerta. A Matt le tranquilizaba tener a una de las veteranas a su lado.

— ¡Matt, cuidado!


En ese instante dos civiles saltaron de un domicilio, abalanzándose sobre él. Avisado por Quimera, se apartó rápidamente y con un sutil movimiento, aún sin saber qué hacer.

— ¡Son civiles, Dana! ¡No les puedo herir!


Los civiles, antes hermanos de una familia humilde de tradición cristiana, trabajadora, honrada y amable, no atendían a razones. Recubiertos por una casi-transparente capa de líquido amarillento, habían perdido movilidad y mecanizado sus movimientos, concentrando sus energías en capturar al joven Matt.

A lo lejos, los dos equipos corrían a socorrer a sus dos compañeros, mientras Dana se limitaba a rugir a los extraños, intentando intimidarles sin éxito.

— ¡Sonne, usa tu poder! —gritó su líder: Eon.

— ¡Mierda, mierda, mierda…! —Matt se concentró mientras retrocedía a las embestidas de los dos infectados. Cerró un momento los ojos y, al abrirlos, sus pupilas estaban decoradas por unos destellos azules.

¡Plof!


Los dos civiles cayeron al suelo desplomándose, mientras que Matt suspiraba aliviado mirando al suelo.

— ¡Joder! ¿Qué ha pasado? —preguntaba Bala Oscura, mientras llegaban todos a donde se encontraban Matt y Dana.

— He aislado el oxígeno de sus pulmones para dejarlos KO.

— ¿Los has matado?

— ¡No! Están inconscientes, aunque no sé cuándo se despertarán.

— ¡Idiota! ¡Podrías haberlos matado! ¡Son civiles!

— Tío, ¿qué habrías hecho tú en mi lugar?

— No los hubiera freído, desde luego.

— No tenía elección, amigo.

— Siempre hay una opción, chaval…siempre. …Y no me llames “amigo”.

— Ok, vale ya —dijo Shaman—. Los he escaneado y no tienen ninguna perturbación, tan solo su estado de infectado. Será mejor que los pongamos a salvo.

— ¡Déjame, jefe! Los llevaré lejos —Hermes empezó a coger a uno.

— Está bien, Hermes, pero ten cuidado.

— ¡No tardaré!


Y al decir esto, desapareció dejando una estela de polvo.

— Bien, chicos, ¿alguien me dice qué les ha pasado a esos dos, o nos tenemos que esperar al telediario? —preguntó Deathmaid, notándose, a kilómetros, su sarcasmo.

— No sé, pero nunca me gustó George A. Romero

— ¿Quién?[22] —preguntaron a la vez unos cuantos.

— ¡Oh, joder! ¿Es que a nadie de este grupo el gusta el cine?


En ese momento se oyó una voz computerizada que decía:

George A. Romero: Cineasta de películas de serie B y de terror. Pionero en su género, que destac…

— Compañero, déjalo. No es el momento —interrumpió Enix con una mirada severa.

¡Oh, perdón![17] —dijo mientras miraba con sus ojos robóticos a Matt, quien le sonreía de manera infantil.


En ese momento se oyó un rugir, una explosión de sonido a lo lejos. Era el ruido de una multitud.

— ¿Lo escucháis? No pueden estar muy lejos —concluyó Yasha, mientras miraba a lo lejos.

Concretamente, a dos manzanas de aquí, según mis datos.

— Ok, Rolox. Bien, equipos, ¡vayamos hacia allá! —Los líderes se adelantaron, apresurando el paso.


Llegando a su posición, venía un grupo de civiles que no estaban infectados. Estaban siendo perseguidos por algunos zombies, y el líquido amarillo se les acercaba.

Shaman: Eon, debemos poner a esa gente a salvo.

Eon: Bien. Déjame que impida que el líquido avance, con unas pantallas de luz.

Shaman: ¡Equipos!, dejen a los zombies fuera de combate. No dejen que el líquido les toque. Quimera y Hermes, ayúdenme a sacar a esas personas del peligro.


Shaman y Quimera salieron disparados volando y tomando a los civiles, al igual que Hermes, quien lo hacía a gran velocidad.

Terrank: ¡Vaya! Yo puedo hacer algo.


El chico usó su terraquinesis para crear algunos canales por los que el líquido amarillo se desviaba.

Xia: Bien hecho.


Eon, Wildwood, Enix y otros, dejaban fuera de combate a los zombies.

De pronto algo salió girando, una especie de platillo con dirección a Shaman.

Knight: ¡Cuidado! El chico pasó a su forma blindada y recibió el impacto.

Shaman: Gracias. ¿Estás bien?

Knight: Ese metal era duro y nos hubiera podido matar a cualquiera.

Shaman: Alguien se acerca. Eon, reagrupación.

Knight: Yo recomendaría una retirada.

Eon: Sí. Bien. Los civiles están bien.

Shaman: Señores, tomen esta avenida. Al parecer no hay rastro de la cosa amarilla por este lado. Nosotros nos encargamos. ""Eon, alguien viene.""


Frente a ellos aparece el Capitán América. Sus ojos eran malignos y se dirigían hacia los mutantes.

Shaman: ¡Oh, dios mío!

Eon: Abyss y Neo-X, esperen órdenes.

Shaman: Va a atacarnos. Prepárense los que tienen poderes a larga distancia. Comenzad si nos ataca.

Capitán América: Aquellos que ponen en riesgo a los civiles deben morir.

Hermes: ~Glup~ Creo que habla en serio.

Shaman/Eon: ¡Listos, equipos!


Knight sacó su escudo, del tamaño de su pecho, y no esperó a las órdenes de los demás. Se acercó, ligeramente, y tomó el escudo del capitán. Aunque era preciso, no se esperaba la desviación por medio del metal y que no lo recuperó en el rebote. Con ambos escudos en las manos preguntó a los demás:

Knight: ¿Se supone que pelearemos contra él?…digo, no soy de aquí y, aún así, lo conozco. Les dije que era recomendable una retirada.

Eon: Podemos contra él.


El Capitán América caminaba desafiante, con la pose erguida representante del Capitán América, pero con un tono en los ojos como si en ellos les hubieran hecho algo malvado. Antes de que se diera cuenta Knight, el Capitán ya tenía, con una mano, su escudo. Sin embargo, el necio de Knight evita soltarlo y, con la fuerza que pudo reunir jala el escudo, intentando evitar que el Capi lo tome.

A Knight no le gustaba pelear solo. En este caso estaba demasiado cerca, y no podía evitarlo. En un movimiento, el capi le quitó la espada y se abalanzó sobre Knight, pero la espada se deshizo en el aire justo antes de que el capi golpeara, con su mano, contra el metal. Sin embargo, no hubo una reacción de dolor y, rápidamente, dio otro golpe con el escudo, que hizo retroceder a Knight. Incluso a pesar de que su armadura era grande, el Capitán lo lanzó y cayó en medio de sus compañeros.

Knight: Ok… No podré contra él —dijo levantando la cara—. ¿Alguna idea?


— Sí, sí que podemos.


Eon carga sus brazos con energía y lanza un rayo hacia el Capitán, quien lo esquiva fácilmente. Sin embargo, a medio camino, el rayo se expande impulsando al Capitán por los aires. De nuevo, Eon carga su brazo, y mientras cae, el Capitán está a punto de lanzar su escudo, cuando de repente, lo tiene que usar para protegerse[35] del fuego de Quimera.

Enix se lanza y trata de absorber la energía del héroe, sin embargo el Capi gira en el suelo y, de una patada, la manda a volar, siendo atrapada por la telequinesis de Shaman.

Mientras Swamp lanza disparos de lodo, RoloX tan solo observa los acontecimientos.

Enix se levanta lentamente, y Eon mueve una pantalla de luz para golpearlo, sin que la pueda esquivar. El Capitán lanza su escudo hacia una pared, rebotando rápidamente en varios ángulos hasta golpear a Eon en la espalda, y siendo su luz lo único que le permite no sangrar sin parar.

El Capitán carga de nuevo su escudo, esta vez para noquear a Felix. Sin embargo, antes de golpearle en el cráneo, el escudo es desviado por la guadaña de RoloX, quien calculó el movimiento. Mientras, Shaman inmoviliza a su atacante y Enix, haciendo equipo con Sonne, logran noquearlo: Matt, aturdiendo sus oídos con giros de viento en los tímpanos, y Enix, absorbiendo su energía.

— Humm… Les dije que sí podíamos. ¡Je! …Y bueno, ¿alguien está herido?

— No, nadie, Eon. Sin embargo, eso estuvo muy cerca. Espero que tengas como responder a lo que hiciste, Knight.

— Disculpen, pero es que, con mi armadura, pensé que podría resistir mejor sus ataques.

— No lo dudo. Sin embargo, eso fue peligroso. No sabe…


A media frase, Shaman se cayó de golpe mientras Arcángel y Cecilia, quienes estaban un poco más adelante, venían corriendo al ver la pelea.

A lo lejos, más o menos a unas tres cuadras, se veía a Iron Man, la Gata Negra, Hulka, el Halcón, y un grupo de más o menos doscientos civiles infectados.

La situación pasaba de difícil a mortal.

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— ¡Wow, wow, wow! —exclamaba Swamp, mientras se llevaba las manos a la cabeza.

— ¡¿Qué ocurre, chico?! —pregunto James.

— ¡¿Que qué ocurre?! ¡Una jauría de zombies se dirige a por nosotros! —dijo Terrank bastante asustado.

— ¡Equipo, debemos poner a los civiles a salvo! —La voz de Shaman resonó entre los grupos.

— Disculpa, Rumsey, pero ¿cuánto crees que tardarán Iron Man y el resto de los "héroes" en darnos caza?, ¿apenas cuando empecemos a huir?…¿treinta segundos? Y no solo nos convertirán, sino que también a los civiles. —Samuel estaba muy nervioso. No era miedo, tan solo tenía una idea.— Doctora Reyes, …creo que tengo una idea.

— Samuel, ¿en qué estás pensando? ¡Deben irse de aquí cuanto antes!

— Nos atrapará. Tiene razón el chico, ¡escuchémoslo por una vez! —James se comportaba de forma muy rara esta vez.

— Muy bien, …Shaman, últimamente he notado que si me deslizo en el barro soy más veloz, aunque no puedo hacerlo por los aires, por el suelo está bien. No creo que los pueda entretener mucho tiempo, pero quizás sí el suficiente como para que huyan.

— ¡¿Cómo piensas hacer que se concentren en ti?! —preguntaba Enix, incrédula por lo que oía. La idea de que alguien se quedara atrás no le gustaba para nada.

— Ahí es donde entra Eon. Un destello potente los dejaría "ciegos" por un tiempo. Ahí ustedes comienzan a escapar y, para cuando recuperen su vista, allí estaré yo.

— ¿Cómo piensas protegerte? Es una locura —exclamaba Xia preocupada.

— Muchos de los nuevos no lo saben, ya que últimamente cada vez uso esta forma menos, pero sí que, si me recubro de lodo, soy mucho más fuerte y resistente a los golpes. Además, es posible que incluso sea inmune al virus. ¡¿Recuerdan cuando me mordió aquel vampiro[36]?!

— Samuel, sigue siendo una locura. No podrás contra ellos tú sólo. Además, mi destello no creo que pueda con Stark —Le decía Eon. Al parecer nadie creía que pudiese funcionar.

— No está sólo. No es el único que puede recubrirse de algo. Me uno si es necesario —Wildwood parecía convencido por sus palabras.

— Y también estoy yo, aunque no entiendo muy bien de qué hablan…y sigo proponiendo una retirada…, pero ustedes dos solos no podrán contra todos. —Al parecer Knight también se unía.

Yo también ayudo. —Todos voltearon a ver como RoloX se ofrecía también para la batalla— Soy un androide. El virus no me afectará. Adem…

— Ni lo sueñes, Compu. Un golpe de Hulka o Iron Man y necesitarás otra cosa diferente a chapa y pintura.

— Ahora las cosas son diferentes. Ya no estoy solo, y quizás RoloX sí que pueda ayudar. Si no me equivoco, ¿en tu expediente dice que puedes infectar computadoras?

Así es.

— ¿Podrás hacerlo sin necesitar estar conectado a algo?

Lo intentaré —dijo RoloX mientras analizaba la situación—, pero no aseguro nada.

— Samuel, olvídalo. —Eon, esta vez, estaba muy serio.— Nunca los dejaremos atrás.

— Por favor, Eon y Shaman, esto va a funcionar…y si no lo hace, me sentiré bien por al menos haberles dado el tiempo necesario para que lo puedan solucionar todo.

— ¡Ey!, amigo, creo que el calvo y el foco tienen razón. —Hermes ya no bromeaba.

— No tienen por qué hacerlo, Sam[26]. —Deathmaid se había puesto a llorar.

— ¡Ey!, amigos, tranquilícense. Además, ya he hecho ciertas modificaciones al plan.

— Las oigo, pero ya sabes mi opinión. —Shaman estaba muy serio.

— Ok, ok. Eon destellea y ustedes emprenden la huida. Knight y Wildwood atacarán a Iron Man, mientras que yo protejo a RoloX para que pueda meterse en la computadora de Stark y le cause un pequeño cortocircuito que afectará como el destelleo a los otros. Luego, solo resta contenerlos un rato y huir…o perecer en el intento…y, solamente si es necesario y de seguro que lo será, dejar fuera de combate a algún civil, pero no lo lastimaremos.

— Sigo creyendo que es muy mala idea.

— …Y veo que no tardan en llegar —decía Swamp mientras se cubría de lodo—. Si estás de acuerdo, simplemente destellea y corran, Eon. Si tienen una mejor idea avisadme cuanto antes.


Swamp, Wildwood, Knight y RoloX ya se encontraban listos, mientras que, detrás de ellos, las caras de susto de algunos de sus compañeros empeoraban, otras lloraban y, mientras, las de Eon, la doctora Reyes, Arcángel y Shaman nunca habían sido peores, hasta aquel momento.

Frente a los cuatro mutantes, y no muy lejos, Halcón, Hulka, Gata Negra e Iron Man, se acercaban, junto a unos 200 civiles detrás de ellos.


— Yo…no sé qué le pasa al muchacho, pero está decidido. …Creo que sí que podemos dejarlos solos, por unos momentos y mientras rescatamos a las demás personas de los alrededores. Después regresamos lo más rápido posible y los rescatamos.

— Lo siento, Eon y Swamp, pero es muy peligroso. Lo mejor sería que todos huyeramos…o todos peleásemos.

— Sin embargo eso seria fatal. Además existen muchos inocentes en peligro en los alrededores. Sé que no podemos salvar a toda la ciudad per…

— ¿Y ustedes no son inocentes?

— Sí, profesor, pero…pues…

— No sé qué piensas, Warren, pero yo me quedaré con ellos. El chico está loco, y es un suicida, pero tiene razón: Hay muchos inocentes y ustedes siempre alegan que existe un bien mayor, así que ¿no crees que deberíamos quedarnos también?


Warren se quedó observando fijamente a Cecilia. Él sabía que era una locura, sin embargo el que Cecilia, quien siempre había sido reacia a las peleas innecesarias y a los actos tontos, los apoyara, le hacía dudar. Ahora no tenía claro qué decidir, y solo tenían unos minutos…si no eran segundos.

— Pues bien. Si creen que solo les daré un destelleo se equivocan. Te apoyo, Swamp, pero no con un destelleo, sino con una descarga masiva. —Eon decía esto mientras cargaba su energía y destelleaba.— Muy bien. Háganlo todo de acuerdo al plan de Swamp, ¿entendido? —Eon seguía acumulando energía.

— De acuerdo —dijo Wildwood.

— Listo —dijo Knight.

Afirmativo —dijo RoloX.

— Será todo un honor —dijo Swamp.


— Uno…dos…¡tres! ¡Ahh!


La luz de Eon llenó el ambiente. Ya no parecía una oscura noche, sino un vacío muy claro para los que no podían ver nada, pero para los cinco chicos era muy extraño.

El resto de los Neo-X, y Abyss, habían emprendido una huida hacia la parte izquierda de la ciudad, pero solo era una distracción, por si llegaban a ver algo. Al ir todos protegidos con gafas pudieron cambiar fácilmente su rumbo hacia la izquierda en el momento del destello.

La masiva, e impresionante, explosión, que incluso golpeó a Iron Man, retrasándolo, consiguió golpear duramente a Hulka, Gata Negra y Halcón, quienes cayeron, éste último a más de diez metros de altura. Aunque todos sabían bien que no tardarían demasiado en volver a levantarse.

Samuel se encargaba de proteger a RoloX y Eon, hasta que se recuperase un poco, de los ataques de los civiles. De tanto en tanto, le lanzaba bolas de lodo al Hombre de Hierro, pero estas hacían poco más que distraerlo lo suficiente como para que Knight, impulsado por uno de los árboles de Wildwood, llegara a él y lo contuviera un rato.

Los dos hombres de metal estaban enroscados en una pelea. Quizás sus fuerzas fueran iguales, pero Iron Man tenía más experiencia y armas de fuego.

Knight fue lanzado 15 metros golpeando con una pared. Will hacía lo posible, pero Iron Man lo tenía contra la red. Swamp se había puesto en marcha con su lodo, pero parecía que no llegaría. El roble que protegía a Will aguantaba menos que el metal, así que no sabía cómo podría afectar a Will un golpe directo del héroe. Ironman iba a acabar con el jóven cuando, de pronto, se elevó con sus jets y comenzo a dar vueltas en el aire: RoloX había llegado. Él era el responsable de aquello.

Eon estaba listo y decidió marcharse, creando uno de sus famosos deslizadores. Puede que los otros necesitaran ayuda, y estos chicos se las arreglaban bien.

Mientras Iron Man volaba sin sentido, Will y Miguel se incorporaron, pero no fueron los únicos: Hulk, Gata Negra y Halcón también lo hicieron.

— ¿Están bien? —preguntaba Swamp a sus compañeros.

— Lo estaré —decía Knight.

— Sí, estoy bien…creo que sí —Will también se encontraba mejor.

— Bien. Me pido a Hulka. Ustedes, que están un poco cansados tras la pelea, elijan quién va con quién. RoloX, sigue así. No dejes que vuelva —Samuel sabía que no tardarían mucho tiempo en caer los cuatro, pero debían hacer todo lo posible para darle más tiempo, a los demás, para ponerse a salvo.


Knight se apresuró. Tal vez los árboles de Will serían suficiente contra Halcón, pero ¿Swamp contra Hulka? Le parecía sumamente ilógico.

Knight: ¡No podrás contra Hulka!

Swap: ¡No te preocupes por mí!

Knight: ¿Tienes alguna ruta de escape?

Swap: ¡Solo muevete!

Knight: …¡Gwah!, ¡necio!


Knight corre y s posa frente a Swamp. La gente viene corriendo, pero más rápido vienen los, ya recuperados, Hulka, Halcón y Gata Negra.

Para vencer al Halcón, él tendría que poder atacar en el aire, cosa que no podía, así que le parece que debería contener a Hulka, pero era el plan de Swamp, así que debía de confiar en sus compañeros…y lo haría ahora, así que se dirige contra la Gata Negra.

Knight: Will, por favor, ayuda al profesor de las alas contra el otro señor de las alas y, si puedes, ayuda al chico de lodo.


Knight se enfrenta a la Gata Negra. Ella no habla, aunque, al principio, hace un ronroneo extraño mientras salta, cayendo con una patada que golpea en la frente de Knight. Él no se mueve y utiliza su escudo para azotarla. La Gata sale volando y escupe sangre cunado la gente se le acerca. La Gata regresa a la pelea e impacta con una patada en Knight, quien piensa que la Gata no entiende que no puede dañarle así, y aprovecha para dar un nuevo azote, con su escudo, ahora en su pecho, pero, aunque la Gata recibe el impacto, ésta hace un movimiento, que Knight no ve por el punto ciego de su casco, y que termina con su escudo siendo arrebatado, y un arañazo que le corta un mechón de cabello. Todo al mismo tiempo en que la mujer salía volando tras el golpe, cayendo de pie. La Gata juguetea con el cabello que le había arrancado, en una mano, y en la otra tiene el casco. Knight se da cuenta de lo que sucedió y un nuevo casco se forma, mientras que el que el que tenía la Gata se deshace.

Knight: ¡Demonios! Olvidaba que lo que quieren no es vencernos, es contaminarnos. ¡Swamp!, ¡es tu plan, rayos, haz algo!…¡Ahh!


Knight corre, violentamente, contra la Gata Negra, quien le espera. La Gata salta, rebotando contra la pared, y se le lanza, obviamente al casco, algo que Knight ya tenía en mente, así que levanta el escudo para "golpearle". Ella le quita el escudo, solo para quedar frente a él, recibiendo un golpe con bastante fuerza del mango de la espada de Knight en su cara, que la azotando por tercera vez. Ahora queda tirada en unos botes de basura.

Knight: ¡Uf! Eso deberá detenerla por ahora. Ok, a lo…¡ahh!


Él estaba más cerca que los demás, y la gente lo había alcanzado. Había varios que trepaban a su espalda. Con un pensamiento selló su armadura al máximo, y empezó a moverse y a tirar a los que podía, quitándoselos con el escudo y con la mano. Estaba siendo asediado por completo.

Knight: ¡Uf!…¡Ahh!…Sw… —Un golpe le permitió seguir hablando— ¡Muévete, Swamp!…mue… —dice mientras sigue quitándose una gente que no se acaba.


En otro lado, Warren se lanza contra Halcón, y cecilia mantiene al borde a la gente, pero son demasiados.

Knight, por su parte, tiene que usar su armadura para cubrirse por completo, y no deja espacio ni para su boca, así que se acabaron las palabras para él. Ahora solo le quedaban los ojos y, mientras se va haciendo para atrás, se va acercando a un callejón y alejándose de los demás, reduciendo el espacio de aquellos que se podían juntar contra él y, a la vez, reduciendo la gente que iría contra sus compañeros. Solo eran unos cuantos, en comparación al tamaño del callejón, mientras que los demás continuaban hacia sus compañeros. Los infectados seguían llegando. Era una cuidad de millones, así que tendría que haber más.


Alex: ¿Podrías repetirme, nuevamente, qué rayos hacemos aquí?

Medium: Tratando de salvar al mundo.

Alex: Ese tipo de cosas lo hacen los Vengadores, los 4 Fantásticos, los X-Men, …los Neo…

Medium: …Esto no es tan simple. Te lo dije ayer cuando desperté con esa terrible premonición que me dejó con una terrible jaqueca. Y créeme cuando te digo que necesitan de toda la ayuda posible.

Alex: Solo digo que nuestra vida es más sencilla ahora. …Esto es demasiado macabro: llevamos horas caminando y ¡no hay gente! Un tipo con poderes…dos tipos…¿qué más da? Mejor regresemos, ¿no?

Medium: Alex, sigues sin entender la gravedad de la situación. Esto podría ser el fin del mundo.

Alex: …Ok. Quizás. Dejemos de platicar e intentemos resolver esta pesadilla ¡y largarnos a casa! Así que andando. ¿Qué es eso? ¿Es gente?…y ¿qué demonios es eso amarillo que los cubre? No se ven muy amistosos…más bien se ven un poco hambrientos. Creo que será mejor retirarnos.

Medium: Quédate detrás de mí. Al parecer, el origen de todo este desastre es esa extraña sustancia. ¡Oh, por Dios! Están persiguiendo a esa niña…


Sin más que decir, Alex y Medium corren para llegar primero a la pequeña, por desgracia, de los edificios de alrededor salen más civiles infectados rodeándolos.

Medium: Esto no se ve muy bien …y son civiles. No podemos hacerles "demasiado" daño. Alex, enciende tu campo y dales. Mejor dicho, no les des tan duro.

Alex: Entendido, jefa. —El joven enciende un campo de energía y comienza a repartir golpes.— Esto, Eimi…creo que son más resistentes de lo normal. Creo que sería mejor darles un poquito más fuerte. ¡Je, je! ¡Auch! mmm…también golpean bastante fuerte.

Medium: Deja de hablar tanto, Alex, y concéntrate en proteger a la pequeña y guardar tu área. Y tú, lindura, sigue quedándote entre nosotros. No te pasará nada.


La niña abraza la pierna de Medium y no le quedaba nada salvo poner su confianza en estos dos extraños. Un pequeño empujón no les vendría mal.

Medium: Adelante, amigos. Salgan a divertirse.


Unos cuantos seres del inframundo logran abrir un camino, y ellos corren tratando de salir con vida. Sin embargo, la suerte no parece estar de su lado y Medium tropieza y cae con la niña. Es la oportunidad perfecta para ser contaminadas. La sustancia amarilla llueve por todas partes y se dirige hacia ellas. Alex está lejos como para protegerlas con sus campos, es más, ni siquiera se había percatado de que se habían caído. Medium no parece que pueda reaccionar tan rápido como para protegerse. Unos agujeros negros aparecen alrededor de ellas, de los que emergen dos enormes zombies, a los que no parecen afectarles, en lo más mínimo, la sustancia. Los infectados se concentran en ellos, dejándoles el camino libre a los héroes.

Alex: ¡Eimi!, ¿estás…? …¿Qué rayos es eso? Creo que no veré más películas de horror.

Medium: ¿Sabes? No necesitaba ser rescatada por tí.

Brian: ¡Sí, claro! …Lo sé, pero digamos que esa es mi manera de decirte "¡Qué gusto verles de nuevo!"[4]

Medium: Mmm…gracias, Brian, pero de momento hay cosas más importantes de las que ocuparse.

Brian: Sí, lo sé. Todo esto se esta yendo al diablo. Es algún tipo de infección. Eviten, a toda costa, ser topados por esa sustancia.

Alex: Gracias por el consejo, y qué gusto verte de nuevo[4].

Brian: ¡Je, je![21] Gracias, Alex. Hola, pequeña, ¿nos puedes decir tu nombre?

Niña: …Soy…Grecia, …y ustedes son geniales[2].

Medium: Tendremos que encontrarte un lugar seguro, y después acabaremos con todo esto.


RoloX: ¿Te quedarás ahí todo el dia, o intentarás atacarme?


Entre pelea y destrucción sin sentido, RoloX e Iron Man se encontraban callados, mirándose entre sí. Finalmente, Iron Man se eleva y se impulsa a toda velocidad hacia el androide.

RoloX: Humano imprudente…


Con un rápido movimiento, RoloX se movió a un lado, mucho más rápido de lo que Iron Man pudo reaccionar. Luego, tomó su pie y le dio vueltas sobre su cabeza, soltándolo y golpeando la cabeza del héroe contra una pared. RoloX bien sabía que la cabeza de Iron Man era más dura que eso, por lo que no dudó en usar toda la fuerza. Iron Man se levanta y se agarra un poco la cabeza, mirando con resentimiento la figura, algo antipática, de RoloX.

RoloX: Eres una vergüenza para los robots del mundo, humano[24]. Creí que "La leyenda" podría con un simple virus como yo. …Humano… ¡Je, je, je!…¡je, je!… ¡Ja, ja, ja![1]


RoloX, realmente, no disfrutaba para nada del sufrimiento de su enemigo. La única razón de su comportamiento era crear resentimiento en la mente de su enemigo, para hacer que cometiera errores…los cuales cometió. Iron Man comienza a disparar sus láseres contra RoloX, quien recibe el golpe sin otra opción ya que no tuvo tiempo de reaccionar.

RoloX: ¡Grah! ¡Grr!…&"·$&$… ¡Grah!


Finalmente, el androide comenzó la ofensiva. Corre en zigzag para evitar los láseres, sujetando su guadaña con toda su fuerza, hasta llegar a una distancia suficiente para partirlo por la mitad. Iron Man se elevó rápidamente para evitarlo, pero el golpe estaba dirigido, desde un principio, hacia la zona sobre él. Herido por la guadaña, Iron Man estaba, aún, disparando contra RoloX, quien termina por clavar su arma en el suelo y dispara sus ametralladoras contra él. El ruido, la luz, la violencia, la pasión, el éxtasis de la guerra y…el miedo.

RoloX: …El final… —RoloX abre la boca y muestra un enorme cañón láser que, al dispararse, envuelve a Iron Man en un intenso fuego, terminando por caer al suelo inconsciente.


Exhausto…casi sin energía. El androide camina lentamente en dirección a la computadora de Stark cuando un grupo de civiles lo ataca. Al ver esto, se da cuenta de que no puede hacer nada para quitárselos de encima sin lastimarlos, por lo que no encuentra una salida lógica al problema, lo que no le sienta bien a un perfeccionista obsesivo como él.

RoloX: No puedo desesperarme ahora…no debo. ¡Grr!


Finalmente, RoloX intenta sacarse a los humanos de encima, lo menos brutalmente posible, para alcanzar la computadora. No, no estaba muy lejos, pero sabía que no podría aguantar mucho más tiempo.

RoloX: Así que, díganme, ¿han visto alguna película últimamente? El exorcista tiene buena crítica, ¿no?…¡ghmr! Creo que puedo facilitar las cosas un poco más si supongo que no hay vida en ustedes y que, por lo tanto, puedo acabar con ustedes, pero no puedo hacer eso. ¡Je, je, je! ¡Grah!


En un último y desesperado intento por llegar al final del camino, RoloX comienza a moverse de un lado a otro, como un demente, para sacarse a los humanos de encima, una y otra vez. Corre a toda velocidad hacia, lo que sus sensores le dicen qu es, "adelante".

Finalmente, aún con tres encima y veinte detrás, llega a la computadora, extiende su mano y toca el lector de CD. Un sonido se escucha en todo el sistema y las luces comienzan a parpadear[37], mientras una montaña de mamíferos, lo bastante tontos, como para creer que podrían infectar un corazón de metal, cae sobre él.

RoloX: ¿Por qué me preocupo por ustedes? ¿Por qué?…porque…


Wildwood estaba dándole caza al Halcón con sus árboles, pero, por desgracia, Halcón maniobraba muy, pero que muy, bien. Ángel había tenido que ir a ayudar a Cecilia, así que Will tendría que encontrar alguna otra forma de vencerle, sin ayuda de nadie.

Sin esperarlo, de repente, Halcón cambió su dirección y, en vez de esquivar los árboles, decidió atacar directamente a quien los controlaba, o lo que es lo mismo: a Will. El Halcón se lanzó contra Will a toda velocidad, golpeándole con ambos puños a la vez y con una fuerza que le hubiese dejado inconsciente de estar en estado roblizo.

Wildwood: ¡Argh! Ese golpe ha sido duro. Espero que sepas encajar los golpes igual que los das.


De repente, el suelo alrededor de Wildwood comenzó a temblar y de él brotó un gran árbol que levantó a Will, dándole cobertura de ciertos ataques. La lucha sería en las ramas, a donde no alcanzaban los civiles que acababan de llegar y, por tanto, no resultarían heridos.

Wildwood: Ahora estamos a la misma altura. Ven pajarito y pelea.


El Halcón se lanzó sobre Will, y ambos se enzarzaron a golpes. Will se agarró a Halcón, y empezó a golpearle las alas, haciéndole perder el equilibrio. Esta pérdida de equilibrio los acerca hasta el árbol que, en cuanto ambos lo tocan, empieza a intentar atrapar al Halcón.

Parecía que Wildwood había solucionado la situación, pero lo que no había tenido en cuenta el irlandés era que, además de unas alas de alta tecnología, Sam wilson, alias el Halcón, había sido entrenado en combate por el mismísimo Capitán América. Una de las primeras cosas que debes aprender a hacer en un oficio como el de héroe es aprender a escapar.

El Halcón gira sobre sí mismo, evitando así las múltiples enredaderas que estaban brotando del árbol, y le propina una patada en la cara de Will. Aunque el irlandés había hecho daño a sus alas, el Halcón no iba a rendirse. Comienza entonces una lucha cuerpo a cuerpo sobre una gran rama.

Wildwood: Ríndete. No quiero hacerte daño.


El Halcón se lanzó contra Will, haciendo caso omiso de la advertencia. Sin duda, iba a ser una lucha encarnizada. La superioridad técnica de el Halcón, contra la resistencia sobrehumana y el control de las plantas de Wildwood.


La mayoría de los Neo-X avanzaban corriendo junto a los Abyss. A James le dolía horriblemente la cabeza, demasiado como para poder concentrarse. Llevaba así desde que salieron de la fiesta y, para colmo de males, se había separado de Wildwood, y no sabía dónde demonios estaba Brian.

James: Calvito, ¡maldita sea!, ¿me puedes repetir por qué no me dejaste quedarme?

Shaman: Aquí eres más fácil de vigilar. Además, necesito tu vista.

James: ¡Pues usa tu mierda de telepatía! El chico verde me necesita.

Shaman: Si te vuelves, pondrás en peligro todo el plan. Deja de hacer el idiota de una vez.


James se paró en seco y se puso frente a Shaman, mientras todos los demás seguían corriendo.

James: Por tu puta culpa estoy hecho una mierda, así que no me tientes a enseñarte buenos modales, ¿ok?


Shaman lo miró fijamente y, sin decir nada, salió corriendo, haciendo que James se quedara sólo.

James: ¡Maldita sea! Tiene razón en la mierda del plan. Seré más útil contra ellos… ¡Dios!, los seguiré.


James salió corriendo detrás de Shaman, y el grupo. Al poco, su dolor de cabeza desapareció y pudo concentrarse en alcanzar a Shaman, y al grupo, lo más rápido posible. Lo justo para oír a lo lejos un grupo de personas que corrían asustadas. Al parecer, alguien les hacía correr de pánico.

Shaman: Maldita sea, ¡qué pasa ahora!


Un hombre hizo su aparición por donde el grupo estaba corriendo. Alguien de apariencia tranquila apareció ante ellos, enfundado en un traje rojo como de diablo. Era Daredevil.

Shaman y Eon empezaron a dar órdenes a todos los integrantes, para hacer que lograran poner a salvo a los civiles. De repente un trozo de edificio se vino abajo. Parecía que iba a caer sobre un grupo de personas, entre las que había una niña llorando a voz en grito.

Hermes: Yo puedo ir a por ellos. ¡Soy rápido!

Shaman: ¡Pues hazlo!, mientras yo me ocupo de hacer un escudo psíquico.


James estaba boquiabierto. Tanto dolor y tantas emociones juntas, eran demasiado para el calvito. Por eso estaba como estaba, pero ahora no podía entrar en dudas. Mientras sus compañeros intentaban hacer algo con los supervivientes, él intentaría hacer algo con "el hombre sin miedo". Seguramente no tendría nada que hacer contra él, pero podría entretenerlo.

Shaman: James, te estoy leyendo la mente, tío. Si quieres hacer algo es todo tuyo, pero no mueras.

James: Como si eso fuera posible…


El total caos. Un grupo separado de héroes y los civiles infectados.

Enix: ¡Diablos! Oigan, ustedes, vengan aquí.


Alex trataba de ayudar a cuantos más podía. Pronto tomó una decisión: que los demás se encarguen de cuidar civiles. Ella trataría de detener a los infectados tanto como fuese posible, para abrir camino a sus compañeros.

Pronto comenzó su ataque. Una lluvia de pequeños destellos contra los infectados, que aunque los inmovilizaban, no sufrían todas las consecuencias de su ataque, ya que no emitían ninguna clase de dolor. Solo quería una cosa: tenerlos a toda costa.

Enix: ¡Ay, compu! Más te vale que vuelvas completo[22].

Dana: Estará bien.


Quimera bajó, rescatando a una chica, mientras Enix seguía a lo suyo.

Dana: Mmm…¿cómo estás?


Al ver la cara de Alex pudo ver cierta fatiga, por haber estado utilizando demasiada energía. Sin duda, poco a poco se iba agotando.

Enix: Mi energía se acaba, gatita. Necesito recargarme, de una forma u otra[9].


Las dos chicas se miraron mutuamente. Alex necesitaba energía, y Quimera…ya sabía lo que planeaba.

Enix: ¡Vamos! Solo será un poco. Además, ellos no la necesitan tanto —dijo observando a los civiles a los que estaban rescatando, en concreto en un par que estaban heridos en las piernas.

Quimera: Bien, pero solo un poco.

Enix: Bien, no hay problema.


Enix se acercó a los civiles. Al primero lo tomó de la mano, y al segundo del rostro. Los hombres no se dieron cuenta, tan solo sentían que se agotaron, creyendo que Alex revisaba sus heridas, y entonces ésta volvió a su plan.

Enix: ¡Va!, prefiero la energía mutante. Esto durará poco.


Daredevil se acercaba rápidamente hacia Bala Oscura, quien no paraba de disparar, con la esperanza de que alguna bala diera en su traje y lo dejase inconsciente, pero no había manera de parar a ese diablo rojo.

James: ¡Maldita sea! ¿Cómo es posible que alguien sea tan ágil?, ¡joder!


Daredevil se lanzó contra James, haciendo que éste corriera para esquivarlo. Como si Daredevil le hubiera leído el pensamiento, el "héroe" quedó frente a James, golpeándolo y lanzándolo lejos. Justo se iba a lanzar sobre el joven transilvano, para rematarlo, cuando una explosión, en el aire, hizo que Daredevil saliera disparado hacia atrás. Sonne había entrado en escena.

Sonne: Te acabo de salvar el culo, transilvano.

Bala Oscura: ¡Maldito niñato! Largo de mi lucha. ¿Quieres que te enseñe cómo acabar con alguien, y que luego te de una paliza?, ¿o qué?

Sonne: Hablas mucho, pero no actúas.


Daredevil se había recuperado, y con un ágil movimiento le había dado una fuerte patada a Sonne, quien salió disparado hacia James.

James: Perfecto. Me sirves de escudo.


Sonne solo pudo ver cómo las balas surcaban velozmente sus oídos. James disparaba contra el diablo rojo, quien les perseguía, y haciendo que éste tuviese que esquivar, en el último momento, una bala que terminó por rozarle el hombro, magullándole.

Sonne: ¡Podías haberme matado!

James: Ya, bueno, un mal menor. Le he rozado, chaval, así que, si vas a ayudarme, será mejor que empieces a ver qué puedes hacerle, ¿no crees?


Wildwood y Halcón estaban luchando sobre una gruesa rama de árbol, intercambiando golpes sin parar. La mayor diferencia radicaba en que los golpes de Will eran menos, y menos estudiados, mientras que los de el Halcón eran más estudiados, pero hacían menos daño, debido a la resistencia sobrehumana de William en su estado roblizo.

Wildwood: Tío, cuando te cures me tienes que enseñar a pelear.


El Halcón no respondía a los comentarios de Wildwood. Tan solo atacaba sin piedad, mientras esquivaba los ataques de un sin fin de ramas.

Durante el combate, el Halcón consigue hacerle una llave a Will, por la que consigue inmovilizarlo contra el tronco del árbol. Ante esta situación, Will, aunque sufriendo por la llave de artes marciales, sonríe.

Wildwood: ¡Je, je! ¿De veras piensas aprisionarme contra un árbol? ¿Es que no has aprendido nada de mis habilidades?


Acto seguido, Will se adentra en las entrañas del árbol, que él mismo había hecho crecer, pero, para su sorpresa, este era el plan del Halcón.

Wildwood: ¡Argh! ¡Me quemo!


En el fragor de la batalla, Will no se había dado cuenta de que los infectados, de debajo, habían incendiado gran parte de la zona, y el fuego había llegado hasta el árbol, sufriendo Will el dolor al fusionarse con el tronco ardiendo. Will, por simples reflejos, sale del árbol completamente desorientado.

Halcón: ¡Je, je, je![1]


El Halcón aprovecha la situación de Will para golpearle, con tal fuerza que lo tira hacia la calle donde se encuentran los infectados. Will se incorpora lo antes posible, pero se encuentra rodeado, y Halcón va en camino de seguir con la lucha.

Wildwood: Vale, chicos, ¿cuál es ahora el plan?


Will espera una respuesta por parte de sus compañeros, mientras hace brotar una rama con forma de bastón para ayudarse a mantener a raya a los infectados. Está rodeado y el dolor de las quemaduras casi no le deja moverse.

Completamente derrotado, solo una frase se le pasa por la cabeza: "¡Qué sed! me tendría que haber traído una cervecita para emergencias".


Samuel no era idiota. Si había elegido pelear contra Hulka era porque sabía lo que hacía. Su barro resistiría los golpes, pero necesitaría una capa doble. Swamp decidió recubrir una parte del suelo de barro, para evitar que sus enemigos estuvieran muy equilibrados, pues, realmente, no le convenía.

Comenzó a deslizarse hacia la gigante verde, mientras que ella hacía lo mismo. Un golpe directo y con esa velocidad arruinaría a Swamp, y él lo sabía. Instantes antes de que impactaran, Samuel cambió de trayectoria con su barro, moviéndose a la derecha, mientras Hulka seguía de largo, patinando en los restos de lodo, por lo que fue a parar, de cabeza, hacia un automóvil que no quedó ileso. Especialmente después de que Hulka lo agarrase y lanzase hacia el chico de barro.

Samuel sabía que, si no lo esquivaba, probablemente no lo iba a contar. Detrás de él estaban los civiles. ¿Qué haría? Estaban contaminados, sí, pero no podía dejar que fueran dañados así. El automóvil se acercaba muy deprisa, y no le dio tiempo mas que para voltearse y lanzar algunas bolas hacia los civiles para alejarlos. El coche iba a impactar en él, pero ya iba a ser tarde, cuando un tronco aplasta al auto contra el piso, impidiendo daños en ninguno de los bandos.

— El soldadito de plomo me dijo que te echara un ojo…

— ¡Ey! Gracias, Chico lechuga, pero ya estoy bien —decía Swamp mientras se preparaba para continuar.


Samuel se apresuró a darles golpes duros, pero estos le hacían, realmente, muy poco daño. Ella tenía más fuerza, pero los golpes se perdían en el lodo, aunque tampoco lo hacían demasiado. Los intentos de contaminar a Swamp eran en vano, ya que su lodo le protegía y, al intentar apartarlo, quedaba atrapada.

Los golpes siguieron, pero la segunda capa de Swamp estaba desapareciendo y su resistencia era cada vez menor. Fue incapaz de soportar el golpe en el estómago, que le dio Hulka, y salió volando varios metros, dejando atrás su protección y quedando tirado en el suelo. Estaba casi agotado. No tenía fuerzas ni para escapar. No podía volver a recubrirse, ni crear caminos, ni bolas de lodo. Debía usar sus residuos.

Samuel, completamente descubierto, comenzó a patinar por su lodo, ya cerca de Hulka pegó un salto al grito de: "¡Kowabonga!", mientras se acomodaba de costado y atravesaba algo de lodo, dándole, de lleno, con los pies en los sus abdominales. En ese golpe había puesto toda su fuerza y, afortunadamente, algo de lodo que se adhirió a sus manos, haciendo sus golpes más fuertes. Swamp aprovechó y se tiró sobre ella, comenzando a golpearla. No era muy noble, pero era su única salida. Obviamente, gracias a la fuerza de Hulka, Swamp no estuvo golpeando más de unos segundos, ya que ésta lo apartó de una patada, esta vez, dejándole rodeado de zombies.

— Chicos, ¡deben irse de aquí cuanto antes! —les gritaba Swamp a Will y RoloX, que eran los que estaban visibles, mientras batallaba con algunos zombies, impidiendo que lo contaminasen.

— ¿Eh?…ni en sueños. Te vienes con nosotros —le respondía Wildwood, quien también peleaba, pero un poco más a lo lejos.

— Deben irse mientras puedan. No tengo fuerzas ni para esca…¡Argh! —Samuel pegó un grito de dolor. Mientras batallaba, y hablaba, no notó que alguien le mordía el hombro. Hulka había llegado hasta ese lugar y le había atacado por la espalda, con el fin de contaminarlo.

— ¡Swamp! —gritó Will, distrayéndose un poco.


Uno de lo zombies estaba muy cerca, pero antes de que pudiera tocarlo, algo lo lanzó a varios metros de distancia.

Presta atención, humano.


RoloX se había acercado hasta donde estaba el chico lechuga, justo para ver cómo Samuel caía entre los zombies y, al poco tiempo, volvía a levantarse. A simple vista parecía él mismo, pero éste Samuel sí que tenía energía. Ya se estaba volviendo a su forma de barro, pero esta vez no a su barro violeta, sino a uno amarillo. Muy amarillo. Parecía un monstruo hecho de aquella cosa que recubría las calles.

Debemos irnos… —le decía RoloX a Will.

— No podemos dejarlo —le recriminaba.

Es ilógico quedarse aquí. Ya ha caído Swamp. En poco caerá algún otro…y otro…

— Tienes razón. Ven, sube —Will ahora estaba de acuerdo y había hecho salir unas raíces del piso, que usarían como transporte.


Mientras tanto, Knight se encontraba en un callejón, conteniendo zombies con su escudo y espada. Presentía que era hora de irse por lo que se volteó y, al ver que no había salida, corrió hacia una pared, pisándola, para llegar a la escalera de incendios. Tuvo éxito y comenzó a ascender por ella.

Wildwood y Rolox ya estaban bastante alejados de los zombis y héroes zombies, pero a lo lejos se les podían ver venir. Si antes no eran suficientes, ahora alguien más se ponía de su parte: una gran masa de lodo amarillo, que hasta hacía sólo un momento era un amigo, y que ahora deberían rescatar. Knight no podría hacerlo solo, así que tendría que encontrar a los demás, sin que le siguieran. De no ser así, el plan habría fracasado y habría sido un sacrificio en vano. Knight demostraría lo contrario.

Knight, desde la azotea en la que estaba, lo visualizaba todo. Ciertamente era deprimente en sobremanera. Alejándose rápidamente, Will y RoloX se marchaban a recuperarse. Intentaba ver el lado positivo: les había dado tiempo a los demás. El hombre de las alas[38] se recuperaba, pero ya no contaba con sus alas. Ahora era normal, como los demás. No lo había notado, pero desde arriba se podía ver la razón por la que no estaban muertos: Solo habían peleado contra cincuenta zombies, o tal vez unos pocos más. Los demás, estaban encima de Cecilia y Warren, quien no podía volar, pues estaba bajo el campo de la mujer. Cecilia estaba estaba aguantando el peso de toda aquella gente que estaba sobre ellos. Los profesores habían detenido a los casi 100 zombies que restaban. Un trabajo heroico.

Swamp y los demás no lo notarían nunca desde abajo, pero desde aquí arriba era evidente la tétrica realidad. A pesar de sus esfuerzos, Hulka seguía acercándose a ellos, junto a Halcón, y muchos otros zombies se acercaban a Warren y Cecilia, a pesar de todos los que el propio Knight había derribado.

Había sido un plan valeroso. Sus frutos se veían en una Gata Negra y un Iron Man derrotados, y un Halcón con las alas rotas, pero la estratagema había dejado a sus tutores allí, y eso no era correcto.

Antes de que Knight siguiese reflexionando, se da cuenta de que su espada se está contaminando, así como parte de sus placas. Rápidamente las deshace. Al parecer, el metal, aunque en diferente proporción, también era propicio al virus. Creando de nuevo sus componentes faltantes, y pensando en lo agotador que sería estar deshaciendo su armadura constantemente, camina, lo más silenciosamente posible que puede, por el techo, lamentándose de la situación. Miguel piensa qué estratagema tomar y es entonces cuando sus esperanzas se vacían: El golpeado Iron Man se levanta y se oye, a lo lejos,: "armadura funcional 34.7%". También la Gata Negra se acercaba a pasos lentos. Lo siguiente sería deshonroso, en caso de que knight se fuese a quedar, lo cual no haría. Solo había un camino a tomar:

Knight: ¡Ey! —dijo posándose en la punta de la azotea.


Todos voltearon atónitos, tanto infectados, como la golpeada doctora, quien no daba a más, y el hombre Ángel.

Knight: ¡Ataquen a quien sí puede pelear, escorias!


Los héroes voltearon en segundos. Iron Man fue el primero en llegar, pero sus rayos repulsores no servían. Tal y como pensó Knight, Iron Man tendría que utilizar el resto de sus recursos. Cuando el héroe llego, tomó rápidamente a Knight y lo elevó por los aires. La expectación dio tiempo suficiente a alguien, tan experimentado como el Ángel, a tomar a la doctora, quien no daba para más y se desmayó en sus brazos, y, tras hacer un rápido derribo circular con sus alas, tumbando a todos los que los rodean, emprende el vuelo. En el suelo tan solo se quedan atónitos. Hulka da un salto gigante para atraparlos, pero la agudeza de movimientos de ángel, aún dolorido, es más que suficiente para esquivarla.

Angel: ¡Dios! Un novato me salva la vida. Estos sí que son momentos difíciles.


Muy arriba, Iron Man asfixia a Knight, aplicando fuerza con su traje, y comprimiendo el pecho del joven. Knight, aunque muy dolorido por la inmensa presión, logra dar una estocada en la batería del pecho de Iron Man, esperando a que los circuitos dañados fuesen suficiente como para liberarse. La armadura de Iron Man comienza a mostrar daños, y, finalmente, el héroe suelta a Knight, quien cae al vacío sumamente dolorido, pero consciente. Iron Man se prepara para un nuevo ataque, cuando, por la espalda y velozmente, el Ángel aplica un corte perfectamente dirigido a sus propulsores, haciendo que Iron Man desvaríe y termine cayendo sobre el Halcón, y varias personas más. Knight comienza a pensar que, tras todo el daño sufrido, no podrá poner su armadura al 100% de resistencia, y, por tanto, aunque sobreviviese a aquella caída estaría acabado. Sin embargo[39], un pensamiento lo reconfortaba: su sacrificio podría servir para salvar a, al menos, una persona. Sin embargo, por segunda vez, sus pensamientos se ven interrumpidos por una mano…la del Ángel.

Warren: ¡Quítate la armadura! ¡Rápido!

Knight: ¡Señor! —exclama, reaccionando rápido y deshaciendo su armadura.

Warren: ¡Uff! Pesan en demasía. No podré mantenerme por mucho tiempo. Comenzaré a planear lejos de aquí. ¿Estás bien? Gracias por salvarnos.

Knight: Yo…solo…quería que hubiesen más víctimas.

Warren: ¿Más víctimas? ¡Oh, no! No puede ser. Esto era demasiado peligroso. ¿Quién cayó?

Knight: Fue…Samuel, señor. Swamp. Él hizo un valiente esfuerzo para que pudieran huir el robot y Will. Yo…lo siento, pero no podía irme de aquí sin ustedes.

Warren: Está bien. Hiciste mucho. Te debo la vida. Swamp nos ha dado tiempo que no hay que desperdiciar. ¡Uff!…

Knight: ¿Está bien?

Warren: Sí, claro. Es solo que sois mucho peso, pero no te preocupes. Ya diviso a los demás y…¡oh, no!, hay más gente. ¡¿Es ese Daredevil?!

Knight: ¿Qué? Yo no veo nada. ¿Y cómo es que llegamos tan rápido?

Warren: ¡Uff! Estoy…llegando…a mi límite. Voy…lo más rápido…que puedo…en este estado. Los…veo con mi visión aumentada. …Ahora, ¿los ves?

Knight: …No… Espere…¡sí! Los veo. Por allá, a lo lejos, se pueden ver a Will…o al robot. Señor…¿señor?

Warren: Lo siento, chico. Ya no puedo más. Sí, creo que lo veo, pero están algo lejos. No tardarán en pillareles. ¡Uff! Lo siento. Creo que…estoy perdiendo la…conciencia. Tendremos un aterrizaje forzoso. ¡Oh!… —dice Warren empezando a cerrar los ojos y girando de espalda, para proteger a Cecilia.

Knight: Gracias, señor… —dice soltándose de Warren y transformando su piel, de nuevo, en metal.


El resto de los equipos estaban salvando a gente o peleando contra Daredevil o los infectados. Shaman estaba sumamente alterado por la cantidad de efectos mentales, pero después de tardar algo en darse cuenta, siente algo nuevo.

Shaman: Eon, mira al cielo.

Eon: ¡Oh, por dios! —dice tras voltear.


Detrás de todos los que peleaban, y de los que estaban por llegar, Warren aterriza cayendo al suelo con sus alas. Knight rueda, golpeando fuertemente, contra el asfalto. Lentamente levanta la cara, e hincado, se quita el casco, dejando ver su cara golpeada y de total cansancio. Las alas del Ángel se abren por inercia, mostrando a Cecila entre ellas.

Knight: ¡Oh!…Hola…los detuvimos a…muchos. Muchos cayeron. Los héroes están agrupándose…bastante. Espero haber hecho algo bueno… Por favor, no se enojen… Estoy muy…cansado… Denme…unos minutos… —dice agachando la cabeza y respirando profundamente.


James y Matt alzaron la mirada al cielo: Un caballero sobrevolaba la ciudad, cogido a un Ángel… Cosas más raras habían visto.

— Ok, barbas, déjame primero –Matt se adelantó a Daredevil, intentando ganarle en un combate cuerpo a cuerpo, y aún sabiendo que no tenía ninguna posibilidad.


Su entrenamiento en Aikido era bueno, pero no era, ni por asomo, suficiente. Golpe, parada, Golpe, parada…Matt recibía tanto como daba, pero Daredevil ni siquiera aprecia la fatiga. Con un pequeño salto, Sonne se separó del diablo rojo lo suficiente y gritó:

— ¡Ahora, dispara! —Antes de que Matt terminara la frase, Bala Oscura estaba apretando el gatillo. Un solo tiro, no más, ya que no quería poner en peligro a su compañero, por mucho que le sedujera la idea.


El disparo, al salir de la escopeta de James, se convirtió en una gran bola de fuego gracias a su poder. Sin embargo, esta vez y por su asombro, de esa gran bola de fuego surgieron cuatro pequeñas bolas, cortesía de Sonne, que se dirigieron al hombre de rojo, quien hizo todo lo que pudo para esquivarlas. Una gran pantalla de CO2 salió de esas explosiones, creación, de nuevo, de Matt.

— ¿Por qué cojones haces eso, idiota?

— ¡Así no nos podrá ver!


Sonne y Bala Oscura pararon un momento. Observaron el callejón buscando a su enemigo, pero no había ni rastro de él.

— Por tu estúpida idea, ahora no podemos verle.

— Calla y observa. No puede haber ido muy lejos…

¡Zas!


Daredevil se alzó sobre ellos, con una acrobacia digna de Rondador Nocturno. Sonne se apartó lo mejor que pudo, cayendo al suelo, y el Diablo rojo se abalanzó sobre James, para cogerle contra la pared y tirando su escopeta al suelo.

— Capullo de mierda… ¡Agh!

— Nadie se mete en la Cocina del Infierno, niños. —Daredevil empezó a segregar la sustancia amarilla para infectar a James, pero cuando iba a empezar el proceso, se echó las manos a los oídos.

— ¡Agh!


James pudo ver a Sonne con las pupilas blancas.

— Dos a cero, barbas.

— Puto niñato… —James aprovechó la oportunidad para deshacerse de Daredevil, magullándole el brazo mientras sangraba por los oídos.

— ¡Sigue tú, James! Esto me ha dejado seco.

— Ok, niño. Vete a la cama que son más tarde de las 12… —James sonrió, mientras preparaba su próximo golpe.


La situación estaba siendo, cada vez, más peliaguda. El diablo rojo atacaba, pero ahora se le notaba cada vez más cansado. Al parecer aquel último golpe le había hecho efecto.

James: Ahora, niñato, vas a ver cómo se lucha de verdad.


James se quitó la larga cazadora de cuero y la tiró al suelo, al lado de su sombrero. Matt, sorprendido, vio que uno de los brazos de James era metálico.

James: Esto es de mi primera misión con los Neo-X, chaval. Espero que sepas a lo que te espones.


Matt estaba sorprendido ante tal situación, pero no cambió su gesto hacia James.

James: Bueno, chaval. Ahora me toca pelear.


James cargó su brazo metálico, que había alcanzado la forma de una cuchilla, y atacaba a diestro y siniestro contra el Diablo rojo, quien solo podía retroceder ante la velocidad del ataque de Bala Oscura.

James: ¡Ya te tengo!


James lanzó una daga cargada hacia Daredevil, quien la esquivó, pero quedó atrapado entre su "espada" y la pared.

James: Ahora será mejor que te rindas. No quiero hacerte daño.


Daredevil solo sonrió, impulsándose contra la pared y, saltando entre las sombras, alcanzaba la espalda de James. Incapaz de esquivarlo, James recibió un buen golpe contra la pared. Daredevil se quedó quieto. Cuando James se levantó y, sin previo aviso, lanzó su puño como si de un cañonazo se tratase, el "Hombre sin Miedo" no pudo responder, y fue golpeado en la cabeza, dejándolo noqueado. James saltó y recogió su puño. Comenzó a golpear en el cuerpo al héroe, esta vez con sus dos puños, y terminó por lanzarlo contra una pared, con tal fuerza que unos escombros cayeron sobre él.

Sonne: Te has pasado, barbas.

James: Quizás…, pero lo que cuenta es la supervivencia, ¿sabes? —Acto seguido, James calló de rodillas al suelo, sujetándose la cabeza y gritando de dolor.

Sonne: ¡¿Qué te pasa, viejo?!


James, a cuatro patas, se levantó como pudo, y escupió sangre hacia un lado.

James: No pasa nada, chaval. Ahora que has visto a "los lunnis", ¿por qué no cogemos al "Hombre sin miedo" y le llevamos con el calvito y el Chico luz.


Entre los dos cogieron a Daredevil y se lo llevaron a Shaman y Eon, quienes quedaron sorprendidos tal tras hazaña.

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Will y Rolox iban huyendo en una raíz que Wildwood había hecho crecer. Will se había ocupado de que no los persiguieran, bloqueando una calle con cientos de enredaderas. Eso los detendría. De repente, RoloX le habló, señalando al cielo.

RoloX: Parece que Knight y nuestros tutores han conseguido escapar.


Will miró hacia arriba y vio a Miguel, el señor Worthington y la señorita Reyes. Se alegró muchísimo de verlos vivos. Aunque a Miguel lo había conocido esa misma noche, le había caído muy bien. La alegría de verlos escapar le hizo recordar a Swamp, y cómo cayó víctima del virus por salvarles la vida. El rostro de Will se ensombreció al tener este pensamiento.

RoloX: Creo captar en tí un sentimiento de…profunda tristeza.

Wildwood: ¿En serio? ¿Tanto se me nota? —dice con tono de sarcasmo.

RoloX: Solo quiero que sepas que, si necesitas desahogo, mis sistemas receptores de información están perfectamente. Si eso te proporcionase una sensación de relajación, creo que sería la mejor opción mientras alcanzamos a nuestros compañeros. Las probabilidades de éxito de un aventurero aumentan en un 8,4 % cuando el aventurero se encuentra relajado.

Wildwood: Gracias por ofrecerte, pero ahora lo único que quiero es llegar hasta nuestros compañeros, y buscar algo de agua. ¡Qué sed tengo! No sé si podré aguantar.


RoloX observó al irlandés, mientras sus sistemas chequeaban el estado físico de Will. Wildwood se dió cuenta de que la mirada de RoloX no era normal.

Wildwood: ¡¿Qué miras, tío?!

RoloX: Chequeo tu estado físico para encontrar cualquier anomalía que requiera de cuidado, pero solo he encontrado el motivo de tu sed.

Wildwood: Acabo de luchar con el Halcón. Es normal que tenga sed.

RoloX: Sí, es normal que, sobretodos, tú tengas sed. El uso de tus poderes, sin duda, requieren un gasto de agua superior al de un humano medio. Normalmente no lo notas porque no haces sobreesfuerzos como el de hoy, pero en los días más difíciles te convendría llevar una cantimplora con agua. Es solo un consejo.

Wildwood: ¿Un sobreesfuerzo? Si hubiese hecho un sobreesfuerzo, Sam aún estaría con nosotros y no por ahí, siendo un zombie.

RoloX: Con que ese es el motivo de tu estado anímico. Tranquilízate. Las estadísticas indican que, desde la aparición de los 4 Fantásticos hace unos años, las crisis en New York que parecen no tener remedio, y se solventan con un mínimo de víctimas, han aumentado en en un 1500%.

Wildwood: ¿Qué quieres decir exáctamente?

RoloX: …Que Sam saldrá de esta.


Mientras hablaban, divisaron a sus compañeros al fondo de la calle. Los héroes estaban manteniendo a raya a una multitud, mientras los no-infectados huían.

Wildwood: Pues parece que no podré beber antes de seguir gastando agua.

RoloX: No seas imprudente. Busca agua en alguna parte antes de actuar.

Wildwood: Cuando el deber llama, a los héroes no se les hacen esperar, …y yo quiero ser un héroe.


El impacto de la escena dejó asustado a Eon, quien no podía pensar en algo apropiado que decir, así que hizo lo más lógico.

Eon: ¡Knight! ¿Están todos bien? ¿Y los demás?

Knight: Yo… Están… Vienen en camino…algunos…

Eon: ¿Quién no viene?

Knight: Él hizo un trabajo valeroso… De verdad que era un buen plan. No hubiéramos podido contra ellos y, a parte de los que están peleando, yo…


Eon reaccionó rápido. La tristeza lo invadió, y volteó hacia el aire. Después de un momento, se giró a ver a Shaman. La expresión de tristeza transmitió a Shaman lo que acontecía. Éste bajó la mirada un momento y, después, mirando a Eon, continuó con la batalla.

Eon: …Ustedes necesitan ayuda médica urgente.


RoloX y Wildwood venían aproximándose. Bajaron de la rama de Wildwood y se dirigieron hacia Eon, visualizando su cara de tristeza.

Wildwood: ¿Qué sucede?…¡Oh!…

RoloX: No te preocupes. Venía explicándole a Wildwood que el sistema probabilístico de…

Eon: Basta. ¿Sí? Por favor. Solo…hicieron un gran trabajo, pero necesitamos que los heridos tomen posición y se acaben los problemas con los más nuevos —dice tomando un aspecto serio, pero triste al mismo tiempo— Regresarán a la mansión y dejarán al señor Warren y la doctora Reyes en la sala de recuperación de la enfermería.

Wildwood: Yo me encuentro bien —dice manteniéndose en pie lo mejor posible, intentando no mostrar su cansancio.

RoloX: Mi sistema también está reconstruyéndose. No creo que haya inconveniente con mi estado.

Eon: Está bien. Puedes quedarte, Will, pero tú, RoloX, necesito que vayas con los profesores. Eres el que mejor puede manejar el carro.

RoloX: Una acción lógica, pero yo recomendaría otra cosa: Se necesitará apoyo para la contención…

Eon: Tranquilo, RoloX. Tendrán que llevar al señor Warren y a la señorita Cecilia —dice mirando el campo de batalla—. ¡Felix, Xia y Quimera!, ¡vengan, por favor!

Felix: ¿Qué sucede?[20]

Quimera: ¿Qué pasa, Ivan?


Xia se acercó y solo puso cara de "¿qué quieren?"

Eon: Necesito que ayuden a llevarlos a la enfermería. Quimera y RoloX podrán regresar después. Los demás… —dice volteando a ver a Knight.

Knight: …¿Qué? ¡¿Yo?!, pero podría ser útil aquí. ¡En serio, estoy bien!

Eon: Lo siento, pero no puedo dejarte aquí. Lo siento mucho. Tranquilo, lo que hiciste estuvo bien[6].

Knight: Pero…pero…

Eon: Quimera, ¿podrías, por favor, dirigirlos? Felix, ayuda a cargar a Warren junto a RoloX. Dana, por favor, si pudieras llevarte a la Doctora…

Felix: ¡Claro!

Quimera: Vamos, chicos.

Knight: Pero, yo podría quedarme, ¡en serio!

Quimera: Vamos.


Eon se da la vuelta y regresa a la batalla. La pelea es encarnizada. Enix sigue sacando civiles, mientras que Caído se incorpora, tirando a bastantes personas. Wildwood se une a la batalla con una cantidad sorprendente de ramas y árboles, tirando gente. Ericka, aún cuando no la habían notado, mostraba cantidad de artilugios, como pequeñas esferas que se transformaban en redes, puntas neutralizadoras, y demás gadgets.

Todo el equipo se junta y prepara algo parecido a un muro. Shaman detecta nuevas, e importantes, presencias, y pasa la información directamente al cerebro de sus compañeros: El "Caballero de la noche", el Caballero Luna, venía acercándose; Por otro lado, y en medio de la batalla, un infectado y peligroso Escorpión también se acercaba; y, por último, las ondas mentales de el Capitán América mostraban que ya se había despertado.

La vista de Eon se cuadró en la población que venían armados con bates, palos, piedras y demás objetos que se encontraban. Eon creó un resplandor más y, al menos todos los que estaban frente de ellos, se tendrían que detener o ralentizar.


Knight se sentía agotado, pero no le gustaba dejar a sus compañeros atrás. Aún pensaba que podía servir de algo, así que, tomando la palabra a sus propios pensamientos, comenzó a actuar.

Knight: ¡Eh!…¿cómo te llamas? ¿Felix? Permíteme al señor. Yo puedo cargarlo…se lo debo.

Felix: Eh…claro por que no[6]. Por cierto, ¿cuál es tu nombre?

Knight: Emm…Miguel.

Xia: ¿Alguien podría decirme qué hago aquí?

Quimera: Ya lo sabremos después. Ivan, aunque precipitado, suele tomar buenas decisiones.


Knight pensaba que podía tener razón, pero aún así, él quería poder ayudar. El peso de Warren no era demasiado, pero su cansancio aumentaba con la presión. Estaban por llegar al automóvil. Realmente no estaba tan lejos. Abriendo la limusina, metió, cuidadosamente, a Ángel allí, y Quimera hizo lo mismo con la doctora. Quimera entró por detrás al coche, junto con Felix y Knight. Xia se sentó en el lugar del copiloto, y RoloX se puso en el lugar del conductor.

RoloX: Procesando sistemas de manejo…actuando…listo.

Knight: Debí haberme quedado.


Matt y James se habían unido. Dado su estado de desgaste, no hablaban mucho entre ellos. La mala leche iba en aumento, pues parecía que no se llevaban muy bien. Los dos chicos llegaron frente a los Neo-X, quienes estaban luchando contra todo los que se les venía encima.

Shaman: Llegáis perfectos. Veo que acabasteis con la amenaza de Daredevil. Perfecto, pero ahora necesitamos su ayuda. Eon está por ahí intentando sufragar la situación.


Eon intentaba minimizar los daños ocasionados por el Caballero Luna y la multitud que se les avecinaba. Todo esto iba en aumento y no parecía que fuese a acabar.

James se lanzó a rescatar a los civiles como podía, mientras que con su poder para hacer explotar el metal, se hacía cada vez más evidente que necesitaban más ayuda. James destruía todo lo que podía, para intentar salvar a la gente enterrada, pero era demasiado. Demasiada gente.

Un minuto de silencio y la cabeza de James le volvió a arder. Cada vez era más frecuente, y James sabía que esto podía ocasionarle muchos problemas, pero cada vez lo intentaba controlar más. Wildwood, al verle desde lejos, caído frente a un piso que se le iba a caer encima, le agarró con las ramas y lo atrajo hacia él.

Wildwood: ¡James! Ya te ha pasado dos veces esto. ¡¿Qué diablos te pasa?!

James: Gracias, lechuguita. No es lo que te crees. Ha sido el esfuerzo. Daredevil me ha agotado.

Wilwood: Antes no habías luchado contra él.

James: Tío, te agradezco la preocupación, pero déjame en paz. Vamos a luchar de una puta vez.


Desde el escudo que le había proporcionado Wildwood, podía atacar con balazos, que fueron disparados hacia los edificios cercanos, destruyendo las piedras que caían al suelo.

De repente, desde el cielo apareció un proyectil, tan rápido, que golpeó a los dos chicos, haciendo que volasen varios metros hacia atrás. Los Nuevos Guerreros habían aparecido.


La tensión era enorme para Shaman. Jamás había sentido esto, desde que era líder de los Neo. Aunque su rostro mostraba serenidad, por dentro los nervios se lo comían. Debía seguir. Debía luchar y mantener el escáner mental y a todos conectados, aunque eso implicase un esfuerzo mayor.

Shaman: Eon…¿de verdad debemos seguir por aquí? Ésta misión supone un gran riesgo. No le veo sentido a seguir salvando civiles, apenas podemos salvarnos…

Eon: Lo sé, pero…

Shaman: ¡Maldición, el Capitán América! Era de imaginar que, haberle ganado, había sido un golpe de suerte. ¡Yasha! ¿Dónde está Yasha? ¿…Y ese chico,Terrank? Enix, cuidado.

Eon: Shaman, ¿estás bien?

Shaman: No. Mi mente es un desastre. Percibir tantos problemas me pone tenso. …Más civiles infectados.


Shaman se lanzó al aire y empezó a girar, mostrando los poderosos movimientos de su arte marcial antiguo. Se veía tan ligero y, a la vez, tan resistente, y dejaba fuera de combate a los infectados.

Shaman: Eon, ¡cuidado!


Un chorro de líquido verde era lanzado hacia Eon, pero éste lo esquivó a tiempo.

Eon: ¿Ácido?…

Shaman: Ahí está…¿el Escorpión? ¡Maldición!, ¿y esos de por allá quiénes son?

Eon: Los Nuevos Guerreros.

Shaman: "Chicos, diríjanse a donde está James, que necesita refuerzos." Bien. Tú y yo nos encargamos de este, ¿te parece?

Eon: Mmm… No se ve tan dificil.

Shaman: Esperemos que no. Excelente.

Eon: ¡¿Ahora estás contento?!… Eres raro[11].

Shaman: Ya entiendo el desastre de sus mentes. Voy a atraer a los zombies y al Escorpión hacia nosotros. Aunque siento como el Caballero Luna también viene en camino[40].

Eon: ¿Los atraes hacia nosotros?

Shaman: Bueno, que valga la pena el sacrificio si morimos.

Eon: …¿Morir? …Em…debes de ser un poco más positivo, Rumsey.


Los chicos caminaron hacia atrás hasta que sus espaldas estaban juntas.

Eon: Ok, ¿listo?

Shaman: ¡Listo!


Shaman se volvió a lanzar con movimientos muy precisos. Eon era muy bueno tambien, y dejaba fuera de combate a los infectados con miles de pequeños rayos luminosos. Su último objetivo sería Escorpión.


Xia: ¡Vé más rápido!

RoloX: Es una velocidad moderada.

Xia: ¿Seguro?…¡Estás yendo demasiado lento!

RoloX: No lo creo…

Xia: Éste nunca escucha, ¿no? —dice mirando a los chicos de atrás.

Knight: Seguro… ¿Tú también estás amargada porque no te quedaste?

Xia: Sí, algo. Pensé que podríamos hacer algo.

Dana: ¡Oigan!, ¡arriba esos ánimos!

Knight: Sí, claro.

Dana: Oigan, miren: A Felix parece no preocuparle. Aprendan de él.

Felix: …También estoy algo decepcionado…

Dana: ¡Vamos! Esto no puede ser tan malo. Regresaremos.

Xia: ¡Oh-oh! Problemas. ¡Miren!

Rolox: …Infectados.

Dana: No los vamos a atropellar…

Knight: …Pero, tampoco les vamos a pedir permiso.

Felix: ¿Por qué no lo intentamos?

Xia: ¡Ja! Mira como me rio en tú cara. ¿Es en serio? ¿Ahora qué hacemos?

RoloX: Pues…pasémosles por encima.

Dana: ¡No! ¡Detente! —exclama mientras da un tirón al freno de mano.

Xia: ¡¿Qué haces?! ¡Nos van a comer!


El carro se detuvo en medio de todas aquellas personas, quienes comenzaron a subirse al vehículo, a intentar abrirlo, o romper las ventanas.

Felix: ¡Oh, no!

Xia: ¿Qué hacemos, Dana? Tú eres la que más tiempo lleva aquí.

Dana: …Salir de aquí.

RoloX: …y combatirlos.

Knight: Acción, ¡allá voy!

Dana: A las cuenta de tres salimos, ¿ok? Los que posean ataques de fuego o explosiones úsenlos más allá, ¿sí?, ya que podrían llegar hasta la gasolinera. Felix, cuenta.

Felix: ¡Va! Uno…dos…tres…


Hermes corría hacia los recién lanzados, James y Wilwood, a quienes cogió en el aire, asumiendo que detendría el golpe al estar los tres juntos.

James: Chico, pesamos demasiado. La próxima vez que quieras ayudarnos hazte un favor y no lo hagas.

Wilwood: …Es su forma de darte las gracias.

Hermes: Pues de nada. ¡Anda, pajaritos alrededor de mi cabeza!

James: Vamos. Levantad. Parece ser que han llegado los Nuevos Guerreros al rescate.


Nova, Namorita, Bola Veloz, Microbio, Rabia y Detrito. Los Nuevos Guerreros habían hecho su aparición.

James: ¡Joder! Hay que neutralizar a Nova. Son dos para cada uno, así que elegid.


Acto seguido, James sacó la escopeta y disparó contra Namorita, y, aunque le atinó, no le hizo nada a su fuerte cuerpo.

Namorita: Bien…¿alguien tiene matamosquitos?


James se había cabreado. Se lanzó contra ella blandiendo su brazo metálico, el cual cargó y, como si de un gran bate de beisbol se tratase, James la atacó. La fuerza de sus puños resonaban por todo el campo de batalla, pues Namorita estaba respondiéndole con la misma dureza. Un golpe de Namorita, mal dado, le dio en la cara con tal fuerza que mandó a James a volar. Namorita apareció sobre él y le golpeó, cayendo hacia el suelo de manera brutal. Una gran nube de humo surgió y Namorita empezó a reír con ganas.

Namorita: ¡Ja, ja, ja! ¿Cómo puede ser que sean tan inútiles? ¡Ja, ja, ja!

De repente, un disparo resonó en el aire, y Namorita sitió un golpe en el pecho que la hizo caer al suelo inconsciente. Debajo de ella, James estaba tumbado sobre unas ramas de árboles, que le agarraban de las piernas y el cuello.

James: Esto es lo que pasa por tener amigos con ramas en vez de manos.


Namorita se levantó y, aunque resentida, cayó de rodillas al suelo.

James: Bueno, así los dos estaremos menguados…


Knight no podía perder esto. Con un movimiento azotó la puerta, mandando a volar a varias personas.

Knight: Síganme. Por aquí.


Lo mejor sería quedarse unidos, así no tendrían oportunidad de contaminarse entre sí, sin que los compañeros se diesen cuenta. Quimera y Felix se apresuran a salir. De un jalado, Rocket abre la puerta, y ésta sale. RoloX es el único que se quedó adentro. Knight comenzó a golpear a la gente, aunque no con mucha habilidad por su cansancio, así que solo los votaba hacia los lados. Felix mostraba una curiosa forma de dar patadas y puñetazos para tumbar a la gente. Quimera se alzó por los aires, y hacía pasadas, quitando unos cuantos objetivos. Xia, por otro lado, hablaba con RoloX.

Xia: ¡Ey! ¿No vas a bajarte?

RoloX: Probabilísticamente, es más correcto atropellarlos.

Xia: Eso significa…¿no?[13]

RoloX: Tienen las probabilidades a favor. No me necesitan.

Xia: Pero será divertido[6]

RoloX: —RoloX se detiene a pensarlo— Afirmativo. Adelante.


RoloX y Rocket se unen a la batalla.


Yasha[41] mantenía a raya a los infectados con leves golpes de sus conocimientos marciales, sin apenas poder percatarse de cómo le pueden ir las cosas a sus compañeros. A su lado estaban del resto del equipo Abyss que se mantenía en la ciudad: Enix, Terrank y Sonne.

Sonne: Me alegra que volvieras, pijito.

Terrank: ¡Agh! No me mires. Tuvisteis suerte de que no encontrara ningún taxi por el camino.

Sonne: Ya, ya… ¡Cuidado!


Los infectados les ganaban terreno. Terrank mandó a todos al suelo con un temblor en la tierra. Así ganaban tiempo.

Enix: Chicos, ahí viene el capitán América de nuevo. ¡Coordinémonos!


Los tres “novatos” pillaron la orden en seguida, colocándose Sonne y Yasha en primera línea. Yasha pecó de impulsivo y se abalanzó sobre el Capi, quien lo neutralizó con un simple golpe de escudo. El joven asiático yacía en el suelo inconsciente. Matt quiso contraatacar, pero el héroe de barras y estrellas le frenó en seco y dijo:

Capitán América: No queremos vuestros cuerpos, niños. De momento no… Os volveré a ver, Bebés-X. —dijo mientras se marchaba lentamente bajo la atenta mirada de los Abyss y el resto de Neo-X.

Enix: ¡Oh, dios!, ¡Yasha!


Yasha continuaba inconsciente. Con Shaman ocupado con el Escorpión, no había nadie en el equipo que se pudiera concentrar en el estado de su compañero.

Enix: ¡Mierda!, esto no nos puede pasar ahora.

Matt: Apartaos. Voy a intentar algo-


Matt se agachó y pidió silencio y, por un momento, la ciudad se lo concedió. Apoyo sus dos manos en el suelo, cerró y los ojos y respiró profundamente.

Matt: "Vamos chico. No me jodas el invento ahora."

Yasha: …¡Ah! —Yasha se alzó bruscamente, con la respiración acelerada y sin apenas poder gesticular palabra. Sus pupilas atigradas estaban completamente dilatadas.

Terrank: ¿Cómo has hecho eso, Matt? —preguntó.

Matt: Pensé que, si le daba un poco más de oxígeno, despertaría.

Terrank: Pues has acertado, tío. ¡Eh!, oye… ¿Matt?…¡Matt!


Matt no escuchaba nada. No quería escucharlo. Lo que acababa de hacer con Yasha era mucho más de lo que esperaba hacer jamás en la escuela de Jóvenes Talentos. Aquello le había abierto los ojos, la mente y…puede que incluso algo más.

Caminó algunos pasos, aún sabiendo que dejaba atrás al grupo, pero su instinto, su intuición, le empujaba, paso a paso, lejos de allí.

Alex: ¡Matt, maldita sea! —gritaba Alex— Terrank, voy a por él. Seguid así. ¡No os separéis!


Alex corrió hasta donde se dirigía Matt, agarrándole del brazo.

Alex: ¡Ey!

Matt: Déjame, chica. Vuelve con el grupo.

Alex: ¡Tú eres parte del grupo, melón!

Matt: No tardaré. Lo prometo. —Matt seguía andando, manteniendo su atención en otro lugar.

Alex: Sonne…

Matt: Matt. Llámame Matt.

Alex: No. Te llamo Sonne. Aún no te has ganado ese privilegio.

Matt: ¡Ah!, ¿no? No importa. Da media vuelta, Enix.

Alex: No me pienso ir sin ti. ¿Qué estás haciendo?


Matt miraba alrededor, observándolo todo. Alex se dio cuenta de que Sonne estaba buscando algo.

Matt: Busco un poco de silencio.

Alex: Sonne, la ciudad está saqueada ¿y tú buscas silencio?

Matt: No lo entiendes. Lo necesito.

Alex: Claro que lo entiendo. Eres un egoísta. Nos has dejado tirados en el primer momento malo que has tenido. —Enix decía eso desde lo más profundo de su corazón, porque era verdad: Estaba decepcionada.


Matt se paró y dio media vuelta, pero no miraba a Alex, seguía desviando la mirada a los alrededores, mientras decía:

Matt: Parece que has tardado en darte cuenta de eso, ¿no crees?


RoloX: Muy bien, Xia. Esto será como pelear con Alex. Mantente detrás de mí y nadie saldrá infectado. ¿Entendido?

Rocket: ¿Quién te nombro jefe?

RoloX: La Convención Internacional de Rol. Ahora dispara, pero no mates a nadie. Repito: ¿Entendido?

Rocket: Mmm[1]…bueno…


La batalla comienza del lado de estos dos. RoloX aprovecha su piel de metal para resistir el virus y protegiendo a Xia, mientras golpea a los zombies con la parte trasera de su guadaña. por su lado, Xia dispara proyectiles cerca de los humanos infectados, asegurándose de no darles directamente para no lastimarlos.

RoloX: Debí equiparme con anestésicos esta vez. Las ametralladoras no son lo más adecuado para esta situación.

Rocket: Mal momento para darse cuenta, compu.

RoloX: Hazte un favor y cállate. Me pongo "ilógico" cuando me enfado.

Rocket: No me das miedo, ¿sabes?

RoloX: Es natural: Eres terca.

Rocket: No estoy escuchando —canturrea.


La horda de zombies era cada vez más densa. Las posibilidades de éxito se reducían, con cada nuevo dato, de la realidad, que la máquina tenía en cuenta. Ese cero estaba cada vez más cerca.

Felix: ¿Cómo se ven las cosas desde ahí arriba?, señorita Quimera —preguntó, intentando hacer una zanja en el suelo con sus flamas.

Quimera: ¿Qué crees? Nos superan en número: 80 a 1, y siguen llegando y llegando…

Knight: Es más fácil cuando estás en igualdad de poder, en lugar de pelear contra un grupo de almas sin voluntad. ¿Qué podemos hacer?

Felix: ¡Oigan! ¡¿Qué es eso?!


De pronto, de la nada, una figura rápida y confusa aparece entre los cadáveres caminantes, dejando a su paso un rastro de personas en el suelo.

Deathmaid: Damas y caballeros, el arma definitiva contra zombies sin voluntad está aquí, y se llama…"Deathmaid", ¡ji, ji, ji![6]


Con sus garras, ahora segregando anestésicos, la sirenita podía, fácilmente, dejar a los zombies fuera de combate sin la necesidad de herirlos, y con su velocidad podía alejarse, antes de que el otro centenar le llegase a tocar.

Quimera: Reachel…

Felix: ¡Ja, ja! Parece que las probabilidades aumentan, ¿no Rol?

RoloX: …Tienes que estar bromeando. Ahora, no.

Xia: … —pone cara de confusión.

RoloX: Una enorme fuerza aparece en mis sensores. ¡Que alguien le diga a esa chica que es peligroso estar ahí!

Quimera: ¿¡Qué!?, ¡Reachel, ven aquí!

Deathmaid: Solo…un…poco…más… —La emoción la alejaba de la idea de alejarse aún de allí.

RoloX: Chica testaruda… No te dejaré morir.


Sin más que decir, RoloX comienza a pasar, como una locomotora, a través de los zombies. Sin analizar demasiado el estado de estos y sin decir nada más que: "Buen trabajo. Ahora vienes conmigo", RoloX sujeta a, la algo histérica, sirenita debajo de su axila, y se larga lo más rápido posible hasta llegar a donde estaban todos los demás.

Knight: ¿¡Estás loco!?

Quimera: ¡No le hables así! No puedes ver esto: …Es…¡Swamp!

RoloX:

Deathmaid: …[30] Lo siento[17].


Tal y como James bien había dicho: Había que neutralizar a Nova, y no iba a resultar fácil. Entre Nova y Detrito estaban atacando a Wildwood.

Wildwood: ¿Es que no hay en la ciudad un solo héroe que se haya librado de la infección?

James: Esta vez nos toca a nosotros ser los héroes. Debemos dejarlos inconscientes para poder curarlos luego.


Mientras Will atacaba a Detrito, alargando un brazo, creaba barreras que le protegían de los ataques de Nova. Will se encontraba al límite tras su batalla contra el Halcón, por lo que sabía que debía acabar lo antes posible con Detrito para tener alguna oportunidad Nova, el peso pesado de los Nuevos Guerreros.

Wildwood: Lo siento nena, pero esto te va a doler. —Acto seguido, alrededor de Detrito germinaron varias ramas que le atacaron con violencia.


Will sabía que no debía contenerse si quería vencer, y su estrategia dio resultado: Detrito quedó inconsciente, no sin antes llenar de basura a Will en un último esfuerzo.

Wildwood: ¡Dios mío! Ahora, además de pegarme, los héroes me tiran basura. ¿Qué clase de reputación voy a labrarme si me tratan así?

Nova: La reputación de un hombre muerto.


En ese momento, Nova se abalanza sobre Will, dándole tal puñetazo que lo mandó al otro lado de la calle. Solo su piel robliza le salvó de sufrir más daño.

Wildwood: ¡Ya me estais enfadando! Me vas a obligar a usar un truco que aún no he probado, y te va a doler mucho…o al menos eso espero.


De repente, alrededor de Will comenzaron a brotar ramas y raíces a raudales, que fueron envolviendo al irlandés. Todos se quedaron boquiabiertos sin saber lo que Wildwood estaba haciendo, pero tras unos segundos todo quedó más claro: Will se había creado una especie de armadura de más de tres metros de alto y dos de ancho.

Wildwood: Chaval, vas a comer verduritas.


A pesar de la seguridad que aparentaba Will con respecto al combate, un solo pensamiento recorría su cabeza: "debo vencer a Nova y buscar agua. Tengo mucha sed".


Knight : ¡Oh! El compañero, Swamp,…[3] Es una lástima verte así.

Felix: Uh…¿quien es ese?

Knight: Felix, tienes algo en la mano… ¡Fuego!

Felix: Tranquilo. Ese es mi poder.


Knight meditó un segundo y continuó luchando contra más gente, mientras Swamp se acercaba. En un momento lo tuvo claro:

Knight: …¡Claro! ¡Felix, prende fuego alrededor de Swamp! ¡Rápido!

Felix: …Pero no puedo mantenerlo —dice haciendo un movimiento rápido con el fuego—. Tengo que estar haciendo olas de fuego.


Swamp se hizo para atrás y, antes que pudiera avanzar, Quimera se acercó.

Quimera: ¿Para qué? —dice acercándose y disparando fuego[42], mientras ella y Felix completan un círculo de fuego alrededor de Swamp.

Knight: Pues…podría moverse rápido y atacarnos con barro, pero la verdad es que el barro está hecho con mucha humedad. El fuego evapora la humedad y deja el lodo seco, lo que hace que, al mismo tiempo que se regenera su capa para no quemarse, se termine por agotar y quede sin fuerzas. Sin contar que, en medio del fuego, el oxígeno debería ser menor y caerá desmayado en un rato.

Xia: No pareces un cerebrito con esa armadura[13].

Knight: Gracias…supongo.

RoloX: Una idea perfectamente lógica. Con los pulmones estándar de Swap, y el promedio del lugar —dice dando un golpe con la guadaña a los zombies—, estará desmayado en poco más de 4,23 minutos. Buen movimiento.

Deathmaid: ¡oh! …¿Ahora puedo seguir?

RoloX: Claro, pero no te acerques al círculo de fuego. Debemos de proteger a Quimera y Felix mientras desmayan a Swamp.


Enix: ¿En verdad eres un idiota, o qué? Escapar no es una solución. Dime ¿crees que ellos te dejarían?, ¿no dijiste que querías conocerme para poder saber quién resguardaría tu trasero en las batallas?


Sin duda, Alex estaba más acalorada que nunca. Nadie abandonaba a su equipo y ella mucho menos. Matt no la miraba su vista se dirigía a otra parte que no fuera ella.

Sonne: No tienes por qué hablar así.

Enix: Entonces, ¿cómo? En verdad, mira que me esfuerzo por poner atención a las personas, pero los que son como tú hacen que tire todo a la basura. He sido amable contigo, y mira que serlo con el primer tarado que se me pone enfrente no es lo mío.

Sonne: No recuerdo habértelo pedido.

Enix: Ok, entonces que no sea por mí, sino por los compañeros que has dejado atrás. Ellos confían en tí.

Sonne: Ni siquiera me conocen. Tú no me conoces. Tú no puedes confiar en mí.

Enix: …Y vas con lo mismo.

Sonne: Además, ¿qué tanto te importan en verdad? Para ti es solo atención para llegar a ser uno de ellos, un héroe.

Enix: Quizás cada uno tengamos nuestros motivos. Si fuera la de antes los dejaría aquí y ya, pero en mi primera misión con ellos les prometí que haría lo que fuera para protegerlos, y yo no miento. Además del hecho de que gano algo más con esto, que, claro, no te diré.

Sonne: …¿Y dices que es tu familia?

Enix: Ahora lo son.

Sonne: Entonces mientes. Acabas de decir que es por algo más.

Enix: La cosa está así: …Que gano la aceptación de una persona. Al principio creí que era así, pero ahora tengo responsabilidades. Antes no cuidaba de nadie más que de mi misma. No me preocupaba de nada. Lo tenía todo…me lo daban todo, pero ahora tengo algo más…y son ellos.

Sonne: ¿Darías todo por ellos?

Enix: ¡Claro! Sé que algunos son unos latosos, niños malcriados, y demás, pero entiende: ahora son familia. En el momento que aceptaste entrar, asumiste la responsabilidad. ¿Sabes? Si quieres irte, adelante. Solo serviría para ser consciente de que me equivoque…y odio equivocarme.


Alex se da la vuelta y se aleja lentamente, mientras Matt se queda pensativo un momento, tratando de entender lo que ha pasado. En cierto punto esperaba que ella le diera una paliza, o por lo menos un golpe, pero no lo hizo, ya que más que enfadada estaba decepcionada.


Matt la veía alejarse. Quería llamarla, pero no conseguía concentrarse. Su mirada se volcó bruscamente hacia su derecha y dijo:

— Enix, es allí.


Alex se detuvo, solo por curiosidad. Tenía una leve esperanza de no equivocarse

“Está bien, Alex. Un último intento. Un último intento y después le mandas a la mierda.” —pensó mientras avanzaba hasta Sonne, quien la miró suavemente, casi sin ganas.

— Allí, en ese callejón, vamos.

— ¡Dios, Sonne!, ¿me vas a llevar a un callejón? No quiero dejar de parecer enfadada, pero…pensé que no eras de ese tipo de chicos.

— ¡Qué rápido se te pasan los enfados entonces!, ¿no?


Alex volvió a poner su peor cara. Odiaba que Matt tuviera razón, pero ¡no era capaz de enfadarse con él!

Los dos se detuvieron un momento en el callejón, mirando hacia ninguna parte, pues estaba vacío.

— Ok, chaval. Ya has tenido tu momento de silencio. Ahora, vámonos.

— No estamos solos, chica. Mira —dijo señalando unos cubos de basura.


De entre los cubos salio un pequeño niño, cubierto de harapos que impedían ver su rostro.

— ¡Sonne!, ¿cómo lo sabías?

— Su respiración, …era tan profunda, tan alterada…la sentía a lo lejos.


Enix se acercó al pequeño.

— No temas, chico. Somos de los buenos.

— Habla por tí, guapa —dijo Matt con rencor, tras las palabras que le había dicho antes, Alex.

— No le hagas caso, chico. Es un bromista. Ven, acércate…


El niño la miró deseoso de poder expresarse, pero no podía hacerlo. ¿Cómo podrían ayudarle si él no sabía hablar? Se acercó a Enix y le tendió su mano. Inmediatamente se provocó un destello que hizo conmocionar a Enix, cayendo al suelo.

— ¡Dios!

— ¡Alex!, ¿qué ocurre? —Matt fue rápidamente hacia el niño, al que separó de Enix cogiéndolo en brazos.

— No lo entiendes… ¡Oh, Dios! Es un Morlock. El chico está sólo. Ellos también están en peligro.

— ¿Morlock? —preguntó Matt mientras se fijaba en el triste rostro de ese niño. Tendría unos seis años, y su cara estaba deformada, con la frente llena de pequeños salientes que podían ser cuernos.

— Es una…

— …Lo sé. Es una larga historia. Bien, chico, ¿no tienes nombre?

— Se llama Touch. No puede hablar. Nació sin las cuerdas vocales. Se comunica a través de la empatía, aunque solo puede hacerlo por contacto. Ya lo he comprobado.

— ¡Oh! Lo siento chico. Yo soy Matt. —El pequeño Touch le tocó la cara y Matt sonrió.— ¡Je, je! No es mi novia, enano. …Ya quisiera ella.

— ¡Eh, imbécil! —gritó Enix, enojada.


El niño aún seguía con la mano en el rostro de Matt, quien dijo:

— Sí, es así de gruñona.

— Te juro que te mataría, engreído —decía Alex indignada. —Bien, llevémosle con Eon, Matt.


Los dos comenzaron a andar hacia donde se encontraban los Neo-X con el pequeño Touch, subido a caballito en Sonne.

— Así que ahora vuelvo a ser Matt, ¿eh, Alex?

— No te lo creas tanto, o te absorberé cruelmente.

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Alex estaba confundida. Sin duda había exagerado las cosas mientras matt la seguía con el pequeño Touch en hombros. De pronto ésta se paró en seco.

Enix: Ok, exageré. Me disculpo.

Sonne: ¿Tú te disculpas? Bueno, verás, en cierta forma todo lo que me dijiste quizás sirva de algo.

Enix: Va, pero podrías haberlo dicho desde el principio, en lugar de hacerme hablar tanto.

Sonne: ¡Ja! Bueno, no creí que fueras de las de dar sermones. Además, ya te lo dije. Supongo que me aclaró algunas cosas.

Enix: Como sea. Regresemos. Mmm…

Sonne: …¿Qué?

Enix: Vienen más infectados. Esto sí que nos está afectando, ¿no?

Sonne: Sí, creo que nos están dando duro.

Enix: A parte, tú estás algo raro con esa cosa…, y por otro lado, yo…,es extraño, no pude sentir al chico. Es cierto que estaba algo lejos, pero incluso cuando llegamos al callejón no pude detectar nada. Y para empeorar las cosas, necesito más energía si quiero mantenerme en la batalla.

Sonne: ¡Je! No sigues enojada, ¿verdad?

Enix: ¿Qué? ¡Ah!…no dudes que me puedes servir para algo, pero por ahora, quizás haya algunos civiles por ahí que me sean útiles.


Siguieron avanzando hasta llegar al lugar donde vieron a sus compañeros. La idea original era llevar al pequeño con Ivan, pero se vino abajo cuando lo vieron junto a Shaman encargándose del Escorpión, y la situación empeoraba. Además, acababan de llegar los Nuevos Guerreros y tres de sus compañeros estaban tratando con ellos. El resto del equipo mantenía a raya a los infectados, y a salvo a los civiles.

Enix: ¡Diablos! Oye, Sonne, llévalo a un lugar seguro.


Alex se alejó rápidamente, para detener con rayos a algunos infectados que se acercaban por la espalda de Yasha, quien siguió luchando, y pronto se puso en contacto con Shaman.

Enix: “"Oye, Shaman. Descubrimos otro problemilla."

Shaman: “"¿Qué sucede, Enix? No puedo distraerme mucho"” —respondía mientras él seguía su ataque contra el Escorpión.

Enix: “"Solo avisar de que los morlocks también están en peligro, y quizás algunos estén infectados. Encontramos a uno de ellos que ya está a salvo."

Shaman: “"Por el momento nos ocuparemos de esto y confiaremos en sus habilidades para sobrevivir."


Sin duda, la cara de Shaman reflejaba la preocupación por lo que estaba pasando, pero aun así, al igual que resto, estaba concentrado en seguir peleando, así que Alex hizo lo mismo mientras observaba a Matt, quien ya había regresado a la batalla después de poner a salvo al chico.


"Calor…calor…calor…infectar…infectar…calor…" —Swamp solo podía pensar en eso desde que el virus se había apoderado de su cuerpo, y desde que el fuego de Quimera y Felix lo rodeaba.

RoloX tenía que hacer algo para no caer e infectar a alguien. Mientras peleaba contra los zombies, protegiendo a Dana y Felix, RoloX notó que Deathmaid y Xia estaban un poco lejos, derribando zombis, y empezó a escanear el estado del chico de barro. Al parecer la humedad en él aumentaba. Eran los efectos del virus. Todavía no conocía los límites a los que llevaba a sus portadores aumentando, hasta el máximo, sus fuerzas. La humedad continuaba en aumento, y Rolox no lo iba a permitir.

RoloX: ¡Dana, elevate! —exclama mientras corría hacia Felix, y lo lanzaba muy alto.

¡A explotar!


La explosión de barro apagó el fuego como si fuera una simple cerilla que cae al agua. Quimera pudo elevarse justo a tiempo, antes de que el fango la tocara, mientras que RoloX quedaba completamente cubierto de la sustancia.


¿Están todos bien? —se escuchaba por debajo del fango de RoloX. Swamp estaba cansado, pero en poco tiempo se recuperaría.

— Sí. Espera, Compu, yo te ayudo —decía Rocket mientras lanzaba un misil a un hidrante que vertió agua sobre RoloX, quien aparentaba no haber sido infectado ya que pudo quitarse el fango amarillo rápidamente.

— Te tengo —decía Quimera mientras tomaba a Felix en sus brazos, al que estaba bajando—. RoloX, ¡debemos irnos todos de aquí!

— Esperen. ¡Tengo otra forma de vencer a Samuel! —Knight no se iba a dar por vencido fácilmente.

— Tendrá que ser en otro momento, Miguel. Ahora nos vamos —decía Quimera desde los aires.

— Por favor, Quimera. Yo puedo hacerlo.

— Tú no estás viendo lo que yo… —Quimera ya se dirigía al auto, mientras derribaba zombies para pasar.


Nuevamente subieron todos al auto, en las mismas posiciones, mientras se abrían paso entre los zombies. El asiento de atrás estaba un poco más apretado, debido a que ahora Reachel iba con ellos.

— Quimera, ¿qué hacemos? —preguntaba Felix.

— RoloX, …Plan A —decía Quimera mientras cerraba los ojos y RoloX hundía el "pie" en el acelerador, atropellando a un montón de zombies.


Al llegar con el auto a una pendiente más alta, todos entendieron a qué se refería Quimera unos momentos antes. Huyendo se habían salvado, por los pelos, pues, a lo lejos junto con Swamp, ahora se encontraban un renovado Iron Man, Hulka, Halcón y Gata Negra, y a los que se les había sumado otro gran número de zombies.

— Samuel[3]… —Xia estaba teniendo el mismo sentimiento que Samuel tuvo en la fiesta. No le gustaba verlo así. Tendrían que encontrar una forma de ayudarle.


La lucha entre Namorita y James se hacía, cada vez, más cruda. Esto se estaba poniendo muy mal. James no podía sino encajar los miles de golpes, y sus huesos ya se resentían, dejándolo casi sin respiración.

James: ¡Joder!…esto es demasiado. …Demasiado fuerte, ¡maldita sea!…


James apelo a un último ataque demoledor, pero esto estaba siendo demasiado peligroso y, por el estado en que se encontraba, seguramente caería inconsciente, o incluso peor muerto.


Namorita: Estás muerto, chaval. Tengo la fuerza de un titán. ¡Nunca podrás conmigo!


James se levantó, dejando claro su mal estado. Sangraba por sus varios cortes, y su visión estaba volviéndose cada vez más diluida.

Wildwood: ¡Esto se está poniendo feo, cazador!


James empezó a cargar su brazo. La energía comenzó a hacerse visible, en un poder frío de color rosado con matices verduzcos. Parecía que esa energía ya se le estaba acabando. La energía de su brazo comenzó a destellear, y James empezó a emitir energía por todo su cuerpo. La energía se estaba canalizando por todas las cosas de metal de su cuerpo.

James tenía un aspecto como completamente ido. Sus ojos refulgían en un color rosa, pareciendo que el mutante iba a estallar por dentro. De repente, un grito corrió por la calle. James estaba gritando. No se sabía si era de dolor, o de horror ante lo que se avecinaba.

Namorita: ¡¿Pero qué…?!


James salió volando, como si de una bala se tratase, y golpeó a Namorita de lleno, comenzado a golpearla como si de una ametralladora se tratase. En el momento en que iba a darle el golpe de gracia, alguien apareció por detrás. Rabia habia hecho su aparición y parecía cabreado.

De un golpe en la cabeza, James cayó al suelo, dejando un cráter muy grande. Namorita estaba cansada. A su lado, Rabia seguía golpeando a James, quien, aún estando en el suelo, seguía siendo golpeado hasta intentar matarlo. James se cansó y, en un golpe de energía pura, lanzo su puño robótico, noqueando a Rabia en el acto. James se levantó y se decidió a dar un último golpe a Namorita, pero de repente cayó al suelo gritando de puro dolor. James cayó inconsciente y dejó de emitir su energía.


Alex: Je, je. Sí que eres una niña encantadora ¡y muy platicona!

Grecia: Gracias. Tú también eres muy divertido, Alex[25].

Medium: Al parecer, Grecia y Alex se están haciendo muy buenos amigos.

Brian: Así es. Sabía que te encontraría aquí. Después de todo, no puedes rechazar tu destino.

Medium: Digamos que solo tuve lástima de ustedes. No podrían resolver esto sin mí. A parte, necesitaba tomarme unos días fuera de Los Ángeles. Pero, a todo esto…¿por qué no estás con el resto del equipo?

Brian: …Éste…yo… No sé…son demasiadas cosas. Antes de que se iniciara todo esto, estábamos teniendo una pequeña fiesta. Son ya demasiados los integrantes nuevos, tanto en los Neo-X como en los Abyss. Ya sabes: música, vino, risas…

Medium: Pero tú no estabas cómodo con ellos, ¿cierto?

Brian: …Cierto.

Medium: ¿Qué pasó con Yun?

Brian: Después de que te marcharas, él también lo hizo… Y yo, símplemente, no me he sentido muy cómodo desde entonces. Simplemente, creo que no encajo. Son demasiados cambios los que he sufrido, y ya no sé, realmente, ni quién soy. Yun e Ivan son los únicos que me hacen sentir completo, …pero Yun se ha ido, y bueno…Ivan está tan ocupado liderando a su equipo que, simplemente, …ya no sé que sigue…

Medium: No es nada fácil regresar de la muerte. No es fácil perder a los viejos amigos. La vida no siempre es tan sencilla y perfecta como nos gustaría que fuera. La vida cambia, y nosotros con ella. No siempre puedes aferrarte al pasado, ni a las personas que estuvieron contigo. No puedes depender de ellos para saber quién eres realmente. Ellos, sin duda, nunca se irán de tu vida. Una parte de sus almas siempre pertenecerán a la tuya. Si te quedas en el pasado, entonces has fracasado en la vida. Estos últimos días, solo has estado viendo las cosas negativas, ¿por qué no, mejor, te concentras en ver las cosas buenas? Estás vivo, Brian, y eso es algo que no todos tienen. Da gracias a Dios por tu vida, y no desaproveches esta segunda oportunidad que te han dado. Se merecedor de ella… Si le comentas a alguien todo esto que te acabo de decir, estás muerto[4]

Brian: …Gracias, Eimi.

Medium: Por cierto, no te tienes que estar lamentando por mi salida de los Neo-X. Esta nueva experiencia que estoy viviendo es absolutamente increíble[14].

Alex: Éste…chicos, miren adelante. Parece ser una iglesia muy vieja y abandonada, aunque se escucha ruido. Tal vez ahí sepan dónde se encuentran los padres de Grecia.

Medium: De acuerdo. Démonos prisa y averiguemoslo.


Al entrar en la iglesia.

Brian: Éste…mmm. Hola, ¿qué tal? …Esperamos no interrumpir nada, pero quisiéramos un poco de ayuda.

— ¿Ayuda? Si es así han llegado al lugar correcto. Pasen, por favor. Únanse a nuestro grupo, oremos juntos y esperemos el juicio final. Solo resta pedir misericordia. Adelante, hermanos míos.

Alex: Parece que no entendieron lo que querías, B.

Medium: Escuche, lo único que queremos saber es si ustedes saben dónde se encuentran los familiares de esta pequeña. Eso es todo…

— ¡Oh!, pero si eres tú, pequeña Grecia. Tus padres estaban muy preocupados por tí.

Madre: Grecia, hija, ¿dónde te habías metido? Nos tenías muy preocupados.

Brian: Soy solo yo, o esto es muy raro.

Alex: Desde que decidimos entrar en la iglesia, Grecia dejó de decir palabra alguna…

Medium: Nuestra labor ha concluido aquí. Es hora de marcharnos, chicos.

Alex: ¿Así nada más?

Brian: ¿Es que no ves que todo esto…?

Medium: Escúchenme. No tenemos tiempo para estar resolviendo problemas familiares. El futuro del mundo está en juego y no podemos quedarnos aquí.

— Todo lo contrario. No saldrán de aquí. ¿Es que no lo ven? La salvación se encuentra aquí. No pueden salir, aquí estarán seguros. Después de todo, somos simples humanos. No podemos hacer nada más que orar y pedir clemencia y protección.

Medium: Humanos…¡jum! Habla por tí, "hermano" —Aquel humano se da la vuelta, cuando, frente a él se aparece un horrible fantasma, que lo frena de miedo.

— …Ustedes…no son…h…hu…

Alex: …¿Humanos?


Hermes veía cómo machacaban a Bala Oscura y, finalmente, cómo éste caía derrotado. También veía como Wildwood corría a intentar ayudarle, mientras Namorita se le ponía en frente. La cosa estaba fea, pero por más que intentase no podía quitarle los ojos de encima a la atlante.

Hermes: ¡Diablos! ¿Acaso debo sentirme mal por pensar, en estos momentos, que Namorita esta re-buena? ¡Maldición! …¡Si acaba de machacar a Bala Oscura! ¡Bart, quítate esa idea de ella nadando contigo en un jacuzzi! —dicho esto, Hermes apretó sus puños y emprendió una veloz carrera hacia sus amigos.

Namorita: Y ahora el golpe final…¡¿eh?! ¡¿A dónde se ha ido?! Ha desaparecido…

Hermes: No ha desaparecido. Aquí está, ahora a salvo. Si quieres revolcarte con alguien…emm…, perdon…si quieres manosearte con alguien…¡diablos!… Ahora sí: Si quieres darte de golpes con alguien, ¡ese seré yo!


En un santiamén, Namorita emprendió el vuelo y se detuvo justo frente a Hermes.

Namorita: ¡Bu![1]

Hermes: ¡Ick…![13][30]

Namorita: Y ahora, ¿quién es el bravucón?


La atlante golpea a Hermes, mandándolo lejos. Éste nunca había sido golpeado tan fuerte, y encontró el dolor insoportable. La mejilla le dolía mucho.

Hermes: ¡Ahn! Mi…mi…me duele mucho. Yo…creo que voy a…a…desmayar…me.

Wildwood: ¡Ey!, Hermes, ¡despierta! No puedes perder el conocimiento así porque sí. Sé que esto debe de ser difícil para ti, pues me imagino que nunca has estado en una pelea, pero mira, todos estamos dando lo mejor de nosotros, y tú también debes darlo. Así que ¡arriba!


El joven mutante parpadeo muchas veces, mientras acomodaba su visión, y luego, arrimándose a un muro, se levantó.

Hermes: Tienes razón Wildwest. Ahora esa tipa, por muy buena que esté, sabrá ¡qué es capaz de hacer Hermes![1]

Wildwood: Es Wildwood, no Wildwest[9]

Hermes: Repite eso, que no te entendi[13]

Wildwood: Olvídalo y, …anda, suerte.


Hermes, yendo a toda velocidad, levantó y tumbó a Namorita. Esta vez el chico estaba decidido a no parar hasta detenerla. Después de todo, a esta velocidad no podría tocarle.

Namorita: ¡Quédate quieto, enano!

Hermes: ¿A que no me atrapas?. Ña, ña, ña[2]


Varios golpes caían sobre la atlante. Eran insignificantes, pero comenzaban a molestar debido a la cantidad, y rapidez, con los que eran dados.

Namorita: ¡Suficiente! A ver ¡qué te parece este golpe!


La mujer lanzó un golpe al aire, previendo que Hermes se movería justo en esa dirección, y lo hizo. El chico salio volando, nuevamente, sobre un muro, pero esta vez intentó no sentir el dolor y, por primera vez, intento algo distinto: Pensar.

Hermes: ""Umm… Veamos. Si pongo en práctica lo que me dice el jefe, …tengo que concentrarme. Según dice Shaman, es poco lo que no puedo hacer, si me lo propongo; así que… ¡Auch!, ¡cómo duele! ¡Rayos!, ¡concéntrate! …Umm… Esos escombros me han dado una idea.""


Hermes cayó limpiamente moviendo sus manos como "pica flor"[43], descendiendo suavemente. Acto seguido, tomó varias rocas de entre los escombros.

Hermes: ¡Ey, chica! A ver cuán buena eres esquivando cosas. ¡Ju, ju, ju![2]


Hermes comenzó a lanzar, a gran velocidad, varias rocas contra Namorita, quien, con dificultad, conseguía esquivarlas mientras se acercaba volando. Entonces, Hermes decidió aumentar la velocidad, pero Namorita aún seguía acercándose.

Hermes: ¡Diablos-diablos-diablos! esto-no está funcionando.-Tengo-que-poner-más-velocidad. Por-favor, por-favor, por-favor —decía a gran velocidad.

Namorita: ¡Agh!

Hermes: ¡Sí! ¡Le-conseguí-dar! ¡Le-conseguí-dar! ¡Ja, ja, ja! ¡A-ver-ahora-quién-es-el-mejor![2] ¡Vamos! ¿A que no te puedes volver a levantar? ¡Dios mío!, que no lo haga. Por-favor, …que no-lo-haga.


En efecto, la atlante no se volvió a poner de pie. Tras el encuentro con James y esto último con Hermes, debía haber quedado exhausta.

Hermes: ¡Uf![11][2]… Muy bien, y ahora ¿quién sigue?, ¡¿eh?![1]

Bola Veloz: Ese sería yo, niño.

Hermes: No podías quedarte callado, ¡¿verdad, Bart?! ¡Yo y mi gran bocota![1][13]


Los chicos que llevaban al Ángel, Cecilia[44] y a Knight a la enfermería de la mansión, realmente estaban en aprietos. Una cantidad enorme de zombies tecno-orgánicos les venían pisando los talones.

Felix: RoloX, amigo, será mejor que aceleres a fondo ¡si no quieres ser comida para zombies! Esos de ahí se están acercando rápidamente. ¡Rayos!, ¡¿vieron eso?! ¡¿Vieron lo que están haciendo?!

Rocket: ¿Qué pasa? ¿Qué están hacien…? ¡Oh dios mío! ¡RoloX, acelera!


Dana volteó para ver lo que sucedía, que tenía tan preocupados a sus dos amigos, y lo que se encontró fue que ahora los infectados, en vez de perseguirles corriendo, se movilizaban de forma colectiva, como si fuesen una especie de masa viviente.

Quimera: Muy bien. Eso es escalofriante. Jamás dejare que me conviertan en uno de esos.

RoloX: Sería de mucha ayuda que los que pueden proyectar energía atacasen desde aquí: En este caso Quimera, Felix y Rocket. La cosa depende de ustedes.

Deathmaid: ¡¿Y yo qué puedo hacer, amigo computadora?!

RoloX: Lo mejor es que te quedes sentadita en tu lugar, Deathmaid. Debido a tus poderes no tienes cómo[30]…emm… Será mejor que se sujeten fuerte todos.

— ¡¿Por qué?! —preguntaron todos a la vez.


El auto, conducido por RoloX, de repente empezó a avanzar de forma rara, y entonces se dieron cuenta: la carretera no era carretera, era la masa amarilla que se movía bajo ellos y los estaba intentando obligar a salir del camino.

Quimera: ¡Ya oyeron a RoloX, chicos! ¡Hay que darles a estos tipos lo que se merecen!

Felix: Muy bien. ¡¿Nos quieren?!, pues ¡tomen mi poder!


El fuego de Felix era muy potente. Dana, al ver esto, no pudo evitar preguntar:

Quimera: Emm…Felix, puedes controlar y crear el fuego, ¿no? ¿Qué te parece si juntamos nuestros poderes?

Felix: Me parece una tremenda idea, Quimera.

Rocket: ¡Ey! Y ¿qué? ¿Me van a dejar atrás?

Knight: Xia, no te pongas brava. Es solo que los dos trabajan mejor ya que sus poderes se complementan…¡ngg! ¡Diablos!, aún estoy muy cansado.

Rocket: Está bien…está bien, pero no dejaré que se lleven toda la diversión.


Los tres chicos atacaban a la masa amarilla desde el auto, mientras RoloX hacía lo imposible por mantener el vehículo estable. Sin duda la cosa estaba cada vez más difícil.

Deathmaid: ¡Ey!, miren, ¡es la Mansión! Ya la puedo ver.

Knight: Muy bien. …El señor Warren, en verdad, necesita atención…

Deathmaid: ¡¿Y es que tú no?! No te hagas el valiente ahora. No, señor.

Quimera: Bien. Ahora queda entrar. Propongo que Felix, Rocket y yo nos quedemos abriéndoles el camino. Ustedes, Rolox y Deathmaid, lleven a Knight y a los señores Warren y Cecicia a la enfermería. …Y por favor, cuídense.

Deathmaid: Lo mismo digo de ustedes. Gatita, no te conozco mucho, pero de verdad que me gustaría que siguieras con vida para empezar a hacerlo.

Felix: No te preocupes, ¡lo haremos! —dicho esto, RoloX frenó y, junto con Deathmaid, entraron, llevando a los heridos a la mansión.

Quimera: Bueno. Es la hora de la verdad…

Rocket: ¡Yo elijo a esos cinco de la derecha![1]


Al entrar a la Mansión, los chicos aceleran por la entrada, mientras Felix, Quimera y Rocket se bajaban en la entrada. Los tres detendrían a la masa para que no llegase a la escuela, pasase lo que pasase. Sin embargo debido a la gran distancia entre la ciudad y la Mansión, para cuando llegaron, allá solo había un grupo reducido de infectados que venía tras ellos y que, al llegar contra la puerta de la Mansión, fueron noqueados inmediatamente.

El sistema de alerta de la Mansión estaba encendido y a máxima potencia, desplegando un domo de energía visible solo por la neblina de la noche.

Dentro de la Mansión los heridos son llevados, rápidamente hacia la enfermería. Los chicos descansan. Ahora estaban relativamente a salvo, sin embargo si los Neo-X y Abyss no lo lograban, serían los únicos que quedarían.

En las calles, los dos equipos empezaban a cerrarse sobre sí mismos, mientras los Nuevos Guerreros, Escorpión, el Caballero Luna y los demás infectados seguían peleando, casi al máximo. Los ocho jóvenes ya estaban cansados, sobretodo Shaman y Eon, quienes no habían parado de emitir energía a diestra y siniestra. Mientras Namorita caía, también lo había hecho Bala Oscura. Por otro lado, Sonne y Enix no habían regresado, o eso parecía, porque venían por un pasillo cargando de un niño. Rápidamente colocaron al chiquillo detrás de unos botes de basura y se unen, de lleno, a la pelea.

Shaman se eleva un poco y comienza un ataque acelerado. Levanta a el Escorpión y azota su cabeza contra una pared repetidas veces. Éste se recupera y se levanta un poco, apuntado con su cola con ácido, pero Rumsey desvía el ataque para que caiga en su espalda y rostro. El grito de dolor y furia del Escorpión fue fuerte, pero se intensificó, y cayó con un chillido agudo, cuando Sonne reventó sus tímpanos. Por último, Plan B le lanza un dispositivo a la cola, que no solo la hace explotar, sino que lo electrocuta con una descarga eléctrica sobre toda la armadura, inutilizándola. Después de eso, solo queda el cuerpo tirado, y con algo de humo saliendo de él, quien murmura algo ante de, por fin, desmayarse.

Por su parte, Caído se había plantado frente a al Caballero Luna, lanzando algunos golpes que eran fácilmente esquivados. Sin embargo, al momento en que el infectado conecta un golpe al chico, éste lanza también un alarido de dolor: Al parecer, Caído había concentrado su poder alrededor de su cuerpo y, al ser tocado, afectó a los huesos de la mano de de Marc Specter, quien, de no ser por su armadura de adamantium, hubiera perdido todos los huesos.

Aunque retrocedió un poco, Marc saca un bo deslumbrante y se prepara de nuevo. De pronto, una esfera de luz rodea su cráneo y lo lanza por los aires. Eon se concentra, olvidando todo lo que está a su alrededor, y solo exclama a sus compañeros cercanos "¡al suelo!", mientras lanza una onda expansiva que alcanza, de lleno, al Caballero Luna y a los otros infectados, obligándolos a retorcerse de dolor estomacal, llegando, algunos de ellos, incluso a vomitar. Enix aprovecha y corre para tocar a Specter, quien tenía rota una parte de la mascara, absorbiendo tal cantidad de energía que casi la noquea, pero logrando tal efecto en él.

Los Nuevos Guerreros se agruparon de nuevo, y ahora los civiles también, formando una barricada como una primera ola de ataque contra los héroes. De repente todos se ven detenidos por una montaña de rocas y enormes raíces que crecen frente a ellos, deteniéndoles el paso. Terrak y Wildwood estaban levantando aquel muro, mientras se movían para golpear a cuantos podían. A pesar de todo, William se estaba quedando exhausto.

Los civiles, y algunos Nuevos Guerreros, pasaban entre las ramas, sin embargo no contaban con dos torbellinos que los derribaban apenas pasaban. Era Hermes, quién corría a toda velocidad golpeando a cuantos podía, mientras Yasha saltaba entre los árboles, con asombrosa agilidad, soltando golpes certeros y casi invisibles a sus rivales. De esta manera, la primera ola de civiles, Destructor Nocturno, Microbio y Bola Veloz fueron noqueados por la maniobra.

Ahora el equipos se volvía a reunir, mucho más cansados, pero con una sonrisa en los labios. Sin embargo, algo no andaba bien: Faltaban infectados y Nuevos Guerreros que no se veían en el suelo.

— Viene mucha más gente por ambas direcciones. Por un lado creo que son infectados, por la poca respiración que ejercen; en el otro lado, parece un grupo más numeroso y…¿apestoso?


Las palabras de Matt sorprendieron a todos. Así, mientras Terrak bajaba las rocas, se podía ver a un grupo de vagabundos que peleaban contra los Nuevos Guerreros, y civiles, restantes. Eran los morlocks. No había nadie conocido, excepto para Caído y el pequeño niño, al que habían protegido Sonne y Enix. Eran la gente de ambos, y necesitarían ayuda ya que, aunque valientes, no eran muy poderosos.


Shaman y Eon mostraban ser un dúo poderoso e invencible. El Escorpión se puso de pie de nuevo y lanzó su veneno hacia ellos, pero las barreras de luz y telequinéticas eran suficiente para defenderse del villano.

Eon: ¿Sabes?, hubo una vez en que tú seguiste mis órdenes.

Shaman: …Y hubo una vez cuando te fuiste y tuve que convertirme en el nuevo líder.

Eon: Pero regresé…

Shaman: …y yo seguí siendo líder[4].

Eon: Lo haces bien, Nagra.

Shaman: Lo mismo digo, Nikolev.


Un último ataque, de ambos, dejó fuera de combate al enemigo.

Shaman: Bueno, no era un gran rival después de todo.

Eon: Creo que lo mejor es irnos de aquí.

Shaman: ¡¿A caso, ahora, me lees la mente?!

Eon: Bien, vayamos con el resto.

Shaman: Nunca pensé que nos enfrentaríamos a tantos héroes.

Eon: Oh, oh…

Shaman: Sí, lo sé.


Cuando Shaman volteó, el Capitán América estaba, de nuevo, frente a ellos.

Eon: ¿Corremos?

Shaman: La mente de los infectados es más frágil. Tal vez pueda hacer que pierda el conocimiento por unos minutos…lo suficiente como para irnos. Solo detenlo un poco.

Eon: Bien, una barrera de luz no aguantará mucho, así que apúrate.


Shaman se concentró, pero percibió a alguien más en el ambiente. Alguien los observaba, de seguro, pero su mente era difícil de leer:

— ""Cronos, el mensajero.""

Shaman: ¿Dijiste algo?

Eon: Ehh…no. ¿Podrías apurarte?


Los ojos de shaman se iluminaron y pudo ver la mente del Capitán América como un libro abierto. Lo tenía todo a su disposición. Dejó escapar una explosión de energía y, no solo se desmayó al capi, sino todos los civiles infectados de los alrededores.

Eon: Has progresado, Shaman. ¡Guau!

Shaman: Fue una extraña sensación, pero fue más fácil de lo que pensé.

— """El mensajero"…"cronos"…""


Shaman volteó hacia el edificio detrás de él. ¿A caso alguien le hablaba a su mente?. El hindú pudo ver una silueta que, inmediatamente, desapareció, dejando de percibir lo que fuese aquello. Alguien, definitivamente, los estaba viendo, pero se escabulló como un fantasma.

Eon: ¡Los morlocks!, debemos ayudarlos.

Shaman: Sí, está bien. Vayámonos ya de aquí.


Algunos de los Nuevos Guerreros estaban derribados, pues la lucha estaba siendo atroz. James seguía tirado en el suelo inconsciente. Todo parecía que iba a venirse abajo. Wildwood seguía una lucha sin igual contra Nova, mientras que Hermes y Bola Veloz luchaban en una pelea de velocidad, que hacía que los dos sufriesen muchas heridas. Mientras tanto, uno de los inconscientes zombies se levantó. Por su lado, rabia seguía vivito y coleando.

Rabia: Esto no va a ser tan fácil. Si muero, te vendrás conmigo, ¿entiendes? —Dijo señalando el cuerpo inconsciente de James, quien recibió una patada y salió rodando hacia una pared, que cayó sobre él. Rabia se acercó al cuerpo y, arrancándolo de los escombros, lo levantó en el aire y le empezó a golpear en la cara, hasta que parecía que iba a matarle. En el último momento, una explosión en el aire hizo retroceder a Rabia, quien escapó hacia atrás y pudo ver a su agresor:

Sonne: Al barbas solo le vapulearé yo, ¿entendido?


Sonne había hecho acto de presencia, y se disponía a enfrentarse a Rabia.

Por un lado, Wildwood y Nova se enfrentaban en un combate épico en el que el heraldo no podía hacer nada contra la férrea defensa de la naturaleza.

Mientras que, pro otro lado, Hermes y Bola Veloz se atacaban con velocidad. Dejando claro que Hermes era muy novato en cuanto al uso de sus poderes, pero disponía de un valor que le haría ser, pronto, un gran líder.


El equipo estaba ayudando a los Morlocks contra los infectados. Ya eran pocos los Nuevos Guerreros que quedaban, pero seguía en pié uno de los más peligrosos: Nova.

Wildwood: ¡Chicos, Nova es mío! Creo que puedo contra él.


Will estaba recubierto de una armadura de raíces y ramas que le hacía medir 3x2 metros, y se abalanzó, contra el hombre llamado Nova, con toda la ferocidad que su cansancio le permitía. Estaba sediento y, por lo que sabía, era debido a un uso excesivo de sus poderes, pero eso no lo frenaría. Había gente inocente que necesitaba ayuda y él no era de los que se acobardaban.

Nova estaba atacando a los morlocks cuando recibió un tremendo puñetazo de Will por la espalda. El golpe lo hizo retroceder más de veinte metros, pero volvió a la batalla, a toda velocidad, cargando contra Will y estrellándolo en una pared. En ese momento la batalla se volvió encarnizada, pues los adversarios se golpeaban sin piedad ni estrategia, solo guiados por un instinto de supervivencia, que siempre hace aparición en los momentos más críticos. Aunque en un principio la lucha parecía igualada, poco a poco Nova cogía ventaja. Sus golpes arrancaban trozos de la armadura de Will, a mayor velocidad de la que el irlandés podía reaccionar. Sin duda el cansancio, y la sed, que sufría Wildwood le estaban jugando una mala pasada.

Will miraba alrededor buscando ayuda y al ver a Matt se le ocurrió una idea.

Wildwood: ¡Matt! Tú controlas el aire, ¿no?

Sonne: Sí, ese es mi poder.

Wildwood: Pues aumenta el nivel de humedad a mi alrededor todo lo que puedas, ¡rápido!

Sonne: De acuerdo. ¡Allá voy!

Nova: ¿Crees que una niebla me parará? ¡Ja, ja, ja!

Wildwood: Una niebla quizás no, pero yo voy a intentarlo.


— ¡Ey!, ¡tú!, ¡el chico rápido!


Hermes se dirigió hacia Matt, diciéndole:

— Necesito que abras todos los grifos de agua que puedas alrededor de esta calle. ¿Podrás hacerlo?

— Como quieras, tío, ¡pero me llamo Hermes! —Y desapareció, dejando una estela de polvo.

— Si esto funciona, te llamare hasta Carl Lewis si quieres.


Matt se quedo quieto, estirando su cuerpo. No había intentado esto antes, aunque lo cierto es que nunca había intentado nada de lo que había hecho aquella noche. Cerró los ojos y notó como el hidrógeno se concentraba en varios puntos a su alrededor. “Bien hecho, Hermes”, se dijo a sí mismo.

Abrió las palmas de sus manos, estirándolas. No sabía si tenia algo que ver, pero le ayudaba pensar que sí. Abrió los ojos y esta vez sus pupilas eran de color azul, azul marino. Empezó a notar el hidrógeno suelto por el aire, y lo atrajo hacia él. Había poco tiempo antes de que Rabia volviera a por el mutante, así que tenía que ser rápido.

— Arbolito…¡ugh!…estoy en ello… —Alrededor de Wildwood se podía ver una fina capa de niebla, y gotas de roció cayendo sobre su tronco. Matt continuó esforzándose y empezó a sudar. Aquello estaba siendo muy duro.

— ¡Sonne! Ya está. Con esto tendré suficiente —gritó Wildwood mientras le daba un soberbio mamporro a Nova.— ¡Ocúpate de rabia!

— “"¿Rabia? ¡Joder!, y yo que me quejaba de mi nombre…"


Sonne se quedó inmóvil, casi petrificado. El Nuevo Guerrero pensó que sería por respeto o miedo, pero lo cierto era que, símplemente, se intentaba recuperar del esfuerzo anterior. Tras unos instantes de silencio, Matt miró a Rabia con una sonrisa y dijo:

— ¿Sabes? La verdad es que estaba disfrutando viendo cómo le atizabas al manquito, pero esto ya no es una pelea seria.


Matt se alzaba entre el suelo agrietado, obra de Terrank. Se había distanciado, levemente, del grupo al ver resurgir a un par de infectados.

— ¡Niño estúpido!…¿Sabes con quién te estás metiendo? —A Rabia le brillaban los ojos de ira.

— La verdad…es que no. —Matt desafiaba verbalmente a Rabia, buscándole las cosquillas.

— ¡Arg! —Rabia se abalanzó sobre Sonne, quien rápidamente se alzó hacia el cielo, impulsado por un gran bloque de suelo.

— ¡Malditos mutantes!

— No estoy sólo en esta lucha, listillo.


Y así era. Terrank, desde una distancia prudencial, estaba alzando a Sonne para que estuviera lejos del alcance de Rabia.

— Vuelve aquí, ¡cobarde!


Matt saltó, por última vez, a otra protuberancia, creada por Terrank, para dar el paso definitivo hacia Rabia:

— Como quieras —dijo mientras lanzó una fuerte patada al pecho de Rabia.— Te voy a dejar sin aliento.


Rabia empezó a notar cómo sus pulmones se cerraban, y empezaba a faltarle el aire, pero eso solo le cabreaba aún más, por lo que, aunque seguía avanzando hacia Matt, lo hacía lentamente.

— Literalmente, quería decir —añadió el joven.

— No…es…tan fácil… —Rabia estaba a punto de alcanzar a Sonne, quien, seguro de sí mismo, seguía inmóvil.

— Estás…muerto… —Rabia estaba a tres metros de Sonne, quien empezaba a fatigarse por intentar noquear a su enemigo.

— ¡Qué más quisieras!… —dijo Matt, mientras sus pupilas cambiaban rápidamente a un gris claro.

¡ZAS!


Una potente explosión cayó en medio de ambos, lanzándolos por los aires. Matt se levantó rápidamente para comprobar si su última jugada había dejado a Rabia fuera de combate. Y así era. Se acercó lentamente a Bala Oscura, mirando su cara ensangrentada.

— Tres…a cero…, Barbas…

¡PLOF!


Sonne se desplomó en el suelo, agotado.


Knight: No lo necesito. En serio.

Xia: Tan solo ponte alcohol.

Knight: Mmm…Ok.


Knight y los demás habían llegado a la enfermería. El sistema de seguridad de la escuela se había activado y, momentos después, se había desactivado. La calma llegaba. Xia seguía atendiendo al señor Worthington, y la señorita Cecilia era atendida por Felix. Ni idea de dónde estarían RoloX o Quimera.

Knight no quería deshacer su armadura por completo. No quería que se preocuparan por las heridas que tuviera, así que tomo una venda y deshizo una parte de la armadura en su brazo izquierdo. Por el dolor que sentía era probable que se hubiera roto un tendón. La presión causada por el combate contra Iron Man, y el resto de golpes, podrían haber sido demasiado. Lo hizo lo más rápido que pudo, para que no se notara, y volvió a construir su armadura.

Repentinamente, la alarma volvió a sonar. Era extraño, pero era posible que hubiera unos cuantos zombies más, o al menos eso pensaban los que estaban dentro hasta que el comunicador de afuera se activó y se oyeron gritos que resonaron en la mansión.

Gamma: ¡Ah! ¡¿Qué es esto?! ¡Soy un aliado!!~kzzk~

Knight: ¡Dios!

Quimera: ¡Rápido, Rolox, desactiva el sistema por ahora!

RoloX: No es recomendable.

Xia: ¡Hazlo, robot!


RoloX tomó uno de los muchos sistemas computacionales de la casa y, ya que él era parte del propio sistema, la desactivación fue instantánea. Knight se apresuró a la entrada, ya que no quería que ningún potencial aliado resultara herido.

Xia: ¡Tranquilo, chico! —dice siguiendo los pasos de Knight— Vas a morir si sigues así.

Knight: ¡Uf, uf! …Mientras no mueran los demás…


Por el Hall estaba entrando una persona.

Gamma: Hola. Soy nuevo.

Knight: ¡Je, je[6]! …Yo también.


Todo seguían esforzándose mucho…demasiado, diría Alex, quien, después de absorber toda esa energía de Specter, se sentía algo confusa, pero el deber la llamaba, y los Morlocks la necesitaban.

Enix: ¡Wow! Eso estuvo intenso.


Un grupo de tres morlocks se hallaban cerca de ella. Eran muy jóvenes y trataban de detener a los infectados. Se movían rápido, pero no tenían los poderes como para mantenerlos a raya.

Enix: Bien. Creo que esto me toca.


Enix se colocó cerca y se concentró tanto como pudo. Sabía que reuniendo suficiente energía podría lograr algo más que pequeños rayos paralizantes, así que probaría, de nuevo, una de sus bolas energía. Cuando por fin sintió toda la energía concentrada, comenzó a crear una pequeña bola de brillo intenso, que iba creciendo poco a poco. Cuando al fin estuvo lista, la lanzó con toda su fuerza. El resultado, a la vista, fue ver como doce infectados yacían inmóviles. Lo había logrado.

Enix: ¡Ay!, ¡qué buena soy!


Un pequeño mareo hizo que se descuidara, y fue atacada por detrás por un par de infectados que la golpearon fuertemente. Los morlocks la ayudaron, alejándola de sus atacantes a los que noquearon. Después de tomar un poco de aire, Alex se levantó con una herida profunda sobre su ceja derecha y otra en la mejilla.

Tides: ¿Estás bien, niña?

Enix: Claro. Gracias. Eso sí que me dolió. Ya verán…


Alex y los tres chicos fueron en ayuda del resto de morlocks, quienes hacían lo posible por detener a los zombis.


Xia: ¡Guau! ¿Sales de en medio de la tempestad? ¡Ja, ja!

Gamma: ¡Oh, sí!, ya veo. Esas cosas que están afuera se ven feas.

Knight: Sí, así es, pero debemos confiar en que la mansión se encargará de todo.

Quimera: Oigan: Los signos del profesor Worthington se debilitan.


Los chicos fueron a ver al profesor, quien estaba cuidado por Deathmaid y Felix.

Xia: Oiga, Profe, no se nos muera. ¿Sí?

Knight: No se preocupen. El profe tiene buena sangre.

Xia: Puede ser. Además, lo último que se pierde es la fe…y lo primero la virginidad…

Felix: ¡Ja, ja, ja!

Xia: Ahorita vengo, ¿si?


Xia bajaba para coger una malteada que la tranquilizara, cuando, de pronto, comienza a dolerle todo el cuerpo y da unos fuertes alaridos.

Xia: ¡Ah! ¡Me duele! ¡Socorro![45]

Quimera: ¿Quién grita?

Deathmaid: Es la china…

RoloX: Sí que es ella

Knight: Voy a verla, ¿ok?


Knight salió tras la chica y al verla exclamó: Knight: Xia, ¿qué te pasa? ¡Oh, mierda!

Xia: Ayúdame.


Miguel pudo observar que por todo el cuerpo de Xia se habían formados agujeros simétricos. Desde sus ojos, por sus dos lolitas, sus dedos, las plantas de sus pies, su ombligo y demás lugares.

Miguel: ¿Qué te pasa?

Xia: No sé, pero me duele.


Al parecer sus poderes se estaban descontrolando y, en cualquier momento, podría expulsar una gran cantidad de misiles, que podrían destruir toda la Mansión.

Knight: ¡Rayos! ¿Qué hacemos? ¿Te duele?

Xia: No, realmente.

Knight: Bueno, eso es alentador, aunque sigo sin saber qué hacer.


Quimera y RoloX llegaron rápidamente.

RoloX: ¿Qué sucede?

Xia:¡No lo sé! Es como si fuera a disparar un cohete, pero…¡no disparo nada!

Quimera: Pero eso no es para disparar "un" cohete.

Knight: ¿Disparar…cohetes?

Xia: Sí, ese es mi poder.

Knight: ¡Guau!, ¡qué chulo!

Quimera: ¿Podríamos dejar esto para un momento más oportuno? ¿Xia, has intentado cerrar…bueno…esos hoyos?

Knight: ¡Oh!, ¿y te llamas Xia?

Quimera: …[13] Solo, inténtalo.

Xia: Puede ser… ¡Gnh!


Xia, por inercia, intenta cerrar todos lo agujeros, pero después del esfuerzo le resulta difícil hacerlo. Felix llega entonces.

Felix: ¿Qué sucede?

RoloX: Nada. Regresa a la enfermería y cuida bien de Warren y Cecilia.

Gamma: ¿Y qué vamos a hacer?

Knight: ¡Oh!, por cierto, ¿cómo te llamas?

Quimera: Dije que para después. Ahora, RoloX, ¿alguna idea?

RoloX: —Se tomó un tiempo mientras terminaba de realizar procesos mentales.— Es difícil. ¿Te das cuenta de que si dispara por todos los agujeros que tiene, no solo podría dejarla medio muerta, si no que podría destruir casi toda la mansión? Llevémosla a la Sala de Peligro. Es lo más resistente a lo que tenemos acceso. Al menos allí, si se descontrola, destruirá una parte, mucho menos considerable, de la mansión.

Quimera: ¡RoloX! ¡Lo que queremos es que no explote!

RoloX: Lo siento. Es lo más lógico que puedo deducir ahora.

Knight: Lo más rápido sería llevarla allí —dice levantando a Xia en brazos—, y después ya veremos qué hacer.

Quimera: …Bien…


Los cinco parten hacia la Sala de Peligro. RoloX se apresura y toma la cabina de control. Gamma también se queda arriba, mientras Knight y Quimera entran por debajo.

Xia: ¡Oh!, ¡esto duele mucho!

Knight: Tranquila. Estarás bien…¿Estará bien, verdad?

Quimera: …No lo sé. ¡¿RoloX?!

Rolox: …Sigo en ello. Lo siento. Lo único que puedo pensar ahora es que será mejor que se alejen de ella.

Quimera: …[13] ¡Ay!, no…

Página 8[]

El ruido se hacía sordo y el corazón de James latía muy rápidamente. Sus ojos se abrieron de repente, mostrando que, a su lado, un joven miembro de las nuevas generaciones le había salvado.

James se levantó y, apoyado en una pared, cogió a Sonne y se lo llevó, en brazos, hacia donde quedaban los últimos vestigios de la lucha: Wildwood y Nova quienes seguían peleando en una considerable lucha.

James: ¡Lechuguita! ¡Vamos!, acaba ya, que el novato y yo estamos hechos una basura y tenemos hambre.


Wildwood no pudo sino sonreír ante la escena que abajo montaba un tipo vestido de negro con un chaval en brazos.

Wildwood: ¿Por qué no os hacéis una foto? Así veremos a una pareja feliz. ¡Ja, ja, ja! —Acto seguido, un golpe de Nova fue recibido por el exo-esqueleto de la naturaleza.


James se acercó, dejó a Sonne en el suelo, apoyado contra la pared, y pensó "Vamos a ver qué tal lo haces, lechuguita". Mientras admiraba la lucha titánica, algo se le acerco por detrás: Namorita seguía en pie, muy deteriorada y muy cansada, pero parecía que seguía con ganas de pelear.

James: Bueno…parece que los dos estamos cansados…, pero vamos a ello.


Namorita se lanzó a por James, quien volteó con su aliento, y, girando el brazo, lo cargó justo para que golpease el cuerpo de Namorita. Ante la reacción del brazo con su piel, Namorita salió disparada, varios metros, hasta chocar contra un muro que le cayó encima.

James sacó su escopeta y lanzó varias balas seguidas hacia otro piso sobre él, cayendo una gran montaña de escombros sobre ella. Acto seguido, y antes de que Namorita pudiese reaccionar, James sacó su espada, de la parte de atrás de su capa, y la cargó, haciendo que pudiese cortar casi cualquier cosa.

Namorita salió volando hacia arriba muy cabreada, y se lanzó hacia James, quien cortó una farola con la que la golpeó. Namorita estaba furiosa y desde el suelo solo escupía sangre, mientras gimoteaba y balbuceaba palabras raras que nadie entendía.

James: Esto se acabó, nena. —Su escopeta lanzó una de las balas especiales, de la que salió una bala que ató y electrificó a Namorita, dejándola inconsciente, al lado de Rabia y de los demás Nuevos Guerreros.


James estaba muy cansado y se sentó, apoyado en la misma pared en la que estaba Sonne.

James: ¡Lechugita! Termina ya, que solo quedas tú, tío.


Un gigante Pym se veía pelear a lo lejos de los equipos. Pronto, una bengala iluminó el cielo y, tras unos segundos, un haz de luz/electricidad que cayó exáctamente donde estaba Pym hacía unos momentos. Unos minutos después, otro haz de luz/electricidad golpeó el suelo, pero esta vez más cerca del equipo de héroes.


Alex: No, señor. Somos más que eso. Tenemos el privilegio de tener atributos que nos hacen ser especiales, y es por eso que debemos salir y tratar de detener esta locura. Y aquí, entre nosotros…yo soy más que un super chico[14]…y parece ser que Brian también —dice en voz baja[20].

— Lo que ustedes son…no es más que un error de la naturaleza. Una abominación. Encarnaciones de Satanás y sus malditos ángeles…

Brian: ¡Cielos! Creo que este tipo está chiflado.

Medium: No solo él. Las demás personas creo que lo apoyan. Aún así, no podemos quedarnos a discutir. Es hora de irnos.

— No. No lo harán —amenaza tomando a Grecia del brazo—. Si salen por esa puerta, esta niña morirá.

Alex: ¡Demonios! ¡¿Está hablando en serio?!

— Nada de trucos, …bruja…

Brian: Podría invocar a uno de mis lobos…y todo terminaría demasiado rápido.

Alex: ¿Acaso estás loco? No podemos exponer la vida de Grecia. Este tipo parece hablar en serio.

Medium: ¿Qué es lo que quieren?

— Adelante, hermanos, pónganles las cadenas.

Medium: Esto se está saliendo de control. No creo que termine nada bien…

— Ahora solo les queda orar y pedir perdón por sus pecados.

Grecia: Esto no está bien. Ellos solo quiere ayudar.

— Ellos solo empeoran las cosas. Por gente como ellos, el mundo es un asco…y también por gente como tú, niña, pero esto terminará ahora.

Brian: Bueno, creo que ya hemos visto suficiente. Salgamos de aquí y llevémonos a la niña. —Brian invoca a uno de sus lobos para que lo libere, mientras que Medium solo necesita explotar un poco de su poder espiritual para romper las cadenas, y Alex, con su campo radiactivo, genera calor suficiente como para hacerlas explotar.

Medium: Bien. Podemos hacer esto por las buenas…o por las malas. Ustedes deciden.

— Son…unos monstruos.

Brian: Alejalos a todos, y si se oponen, devóralos —ordena.


Mientras el lobo de Brian atemoriza a las personas, Alex corre a por Grecia, y la lleva junto a ellos, y Medium se encarga de hacer una salida.

— No se saldrán con la suya. Seremos purificados y perdonados en las llamas, y ustedes ¡serán condenados en las llamas del infierno! —exclama, mientras un olor a grasa se expande por todo el edificio.


La explosión puede verse a gran distancia, y no parece ser que alguien haya sobrevivido ante tal situación.

Brian: ¡Coff, coff!…¿Medium?, ¿estás bien?

Medium: Mmm… Sí, solo un poco…¡o, Dios! No. No, por favor, no…


A unos cuantos metros encuentran a Alex llorando, y entre sus brazos tiene a la pequeña Grecia.

Alex: Esto no está pasando. Esto no es real. Vamos Gre…, despierta. Esto no es gracioso. Deja de jugar. No lo hagas. ¡Oh, Eimi!, …dime que no es verdad…

Medium: Alex, yo…lo siento. No sé qué decir…

Alex: No es justo. No debió haber pasado. No a ella…ella no…ella no…

Brian: … Alex…tenemos que seguir adelante.

Alex: Yo no pienso moverme de aquí. Váyanse ustedes sin mí. Déjenme…sólo. No quiero seguir. No tengo el valor…

Medium: Es mejor que sigamos, Brian. No podemos quedarnos aquí por más tiempo.

Brian: ¡¿Qué?! No podemos dejarlo sólo. No en esta condición.

Medium: Él sabe cuidarse sólo. Vámonos, nos alcanzará después.

Brian: …Lo siento, Alex… Recupérate pronto, amigo.


Mientras que los Morlocks y los mutantes de la escuela de Xavier peleaban, se notaba, claramente, que la victoria estaba por llegar. Los Nuevos Guerreros estaban más que diezmados, al igual que los demás héroes y villanos que llegaron. Los civiles infectados eran cada vez menos en pie, y el ataque era menos consistente. Las probabilidades cambiaban de bando, y algunos ya empezaban a sonreír.

Después de que el equipo cruzara la pequeña montaña creada por Terrak, para ayudar a los mutantes subterráneos, Hermes y Yasha se mantuvieron entre los árboles, descansando un poco, mientras los demás terminaban con el grupo de zombies. A muchas cuadras a la redonda parecía no haber más enemigos. Los héroes, y demás, contaminados, parecían haber desaparecido, aunque, con algo de atención, todavía se les podía ver escapar…o desistir de la pelea. Ahora daba lo mismo.

Cerca de Central Park se escucharon varios ataques y golpeteos, con sus consecuentes movimientos sísmicos. La suposición más obvia, ahora, era que había una pelea mayor, y quien sea que controlara a las hordas, las enviaba hacia ese flanco.

Mientras, por la cabeza de Shaman y Eon se miraron, por la idea que se les pasaba por la cabeza, y que Shaman comprobó que era la misma: "Debían ir a ayudar a la última resistencia de New York, aunque, por como estaban las cosas, lo más saludable sería retirarse por unos momentos, curar a los heridos y auxiliar a quienes lo hicieron con ellos hace minutos, osea, los Morlocks.

Para el primer intento de Shaman por hablar con alguno de los Morlock, solo encontró caras duras, a pesar de que salieron en su ayuda, y pelearon juntos. Podría sondearlos, y notar que no confiaban en nadie, independientemente de si estaba infectado o no; sin embargo, mientras los calmaba suavemente y explicaba sin palabras el nivel de la situación, Eon caminó hacia Michael, lo tomó del brazo y lo acercó, lentamente, hacia su gente. Caído estaba impertérrito, con el rostro seco y sin emoción. Al llegar frente a los morlocks Caído volteó un poco el rostro, y Eon comprendió porqué: Ahora estaba muy cambiado físicamente, y no estaba seguro de si alguno lo reconocería. Un anciano, de aspecto sobrio, aunque ropas maltrechas, se le acercó y lo saludó fervientemente: — Tú eres el aprendiz del curandero, del grupo que vivía bajo la catedral. Tus compañeros nos ayudaron mucho y, como puedo ver, ahora perteneces, aún más, a tu gente.


Pasando suavemente su mano sobre el rostro de caído, revisó las espinas y protuberancias que salían de él.

— Muy parecido a nuestra líder: La princesa. Aquella que peleó y se ganó la confianza de la reina, la diosa y de nosotros. Eres un Morlock, y te apoyaremos en lo que digas.


El rostro de Caído por fin cambió, expresando una emoción que estallaba en forma de lágrimas. Sin pensárselo dos veces, abrazó al anciano y dejó correr libre el sentimiento. Todo se le había acumulado: la muerte de su familia, de su amigo, y el intento de la suya.


El momento sentimental pasó rápido, para beneplácito de Shaman y Eon, quienes ya se estaban empezando a preocupar. Rápidamente mandaron a Caído, junto con los Morlocks, a la mansión, mientras ayudaban a levantarse a Sonne, Bala Oscura y Wildwood, quienes estaban exhaustos. En medio del movimiento, una explosión se escuchó al otro lado de la protuberancia de rocas y árboles. Al parecer, el suelo se había derrumbado hacia si mismo, y unas voces salían de él. La voz de Hermes se escucho desde los árboles:

— Unos tipos salen del agujero de la calle. Emm…me parece que son unos malos de los Abyss, ¿alguien lo puede confirmar? ¿Nadie? mmm…tal vez solo vengan a una fiesta de disfrazes, muy malos por cierto, de una caverna subterránea llena de topos o algo así.

— Hermes, Yasha, esperen. ¡No vayan a atacar!

— Tarde, Shaman-san. El chico veloz ya se fue y no lo voy a dejar sólo.


Yasha corre tras Hermes, mientra que los Neo-X y Abyss de detrás presienten que tendrán que pelear de nuevo.

Eon: Hermes, no vayas a ir por tí sólo. Toda… ¡Rayos! Ese niño no escucha nada. ¡¿Cómo lo haces, Shaman?!

Shaman: Créeme que es difícil.


Hermes, con una gran sonrisa y confianza, adquirida después de haber derrotado a Namorita, se dirigía hasta los tipos que venían acercándose. Su primera impresión fue que podrían ser Morlocks por el aspecto de algunos, pero tras ver a un chico de cabello café que iba a su lado, y a un tipo de color vestido al estilo callejero, se dijo que sería imposible.

¡¿Quién diablos eran esos tipos?! ¡¿A caso son con los que se enfrentaron los Abbys hacía un tiempo?! —Se preguntó Hermes— No importa. Ésta es mi oportunidad para detenerlos antes de que lleguen a donde estamos nosotros. ¡Ju, ju, ju! No sabrán, siquiera, qué los golpeo. —Estos pensamientos de Bart transcurrían en una milésima de segundo, pues en realidad iba muy rápido.


De pronto, sus ojos captaron a uno de los sujetos; en especial el más grande de todos, y decidió ir primero contra él. No sabia por qué, pero, tal vez, su cerebro se fijó primero en él por ser el más grande. Fuera lo que fuese, Hermes arremetió contra aquel grandote.

Tan solo con correr a su lado bastará. La estela que produzco lo elevará por los aires, y es ahí que, cuando caiga, le remataré con varios golpes ¡en super velocidad! Hermes, chico, ¡eres un genio de las artes de lucha![2]


La colisión era inminente y era obvio que fuera cual fuese el resultado, tomaría por sorpresa a el grandote, a quien se le conocía como Revenge[1].


Hotaru veía la situación y tampoco se pudo quedar muy atrás. Después de todo, su agilidad era legendaria.

Rápidamente corrió tras la estela de Hermes, y al ver al albino y extraño hombre frente a él, decidió que sería a él a quien atacaría. Sin embargo se lo pensó bien y decidió también golpear a la bestia oscura, ya que definitivamente se la veía lenta y peligrosa, factores que vio como una gran ventaja.


Mientras tanto en la mansión, Xia fue llevada a la Sala de Peligro, para evitar problemas, mientras RoloX seguía analizando la situación.

Knight: ¿Y bien? ¿Qué le ocurre?

RoloX: No lo sé…, pero su estructura genética está sumamente inestable. podría pasar cualquier cosa. Lo más probable es que dispare proyectiles hacia todas direcciones y destruya la Sala dePeligro.

Quimera: …Con ella dentro.

RoloX: Ajá…

Gamma: Muy bien, y para evitarlo tenemos que…

RoloX: En principio, nadie se le acercará.

Knight: ¡¿Qué?!

RoloX: No queremos más héroes muertos. Necesitamos una solución, no una imprudencia. En cuanto tenga una idea para solucionar el problema…sin bajas, lo diré de inmediato.

Deathmaid: …

Quimera: …Reachel, ¿estás bien?

Deathmaid: Es que… Esto…no lo sé.

Gamma: ¿…?

Knight: ¿Qué ocurre?

Todos dirigieron su mirada[46] hacia la sirena, quien parecía tener algo en la cabeza que no quería decir.

Deathmaid: Es posible que haya algo que podamos hacer…sin lastimar a nadie.

RoloX: ¡Je, je, je! Tienes cara de lista, ¿qué se te ocurre?

Deathmaid: …El Antídoto X

Todos: ¡No![30] —Todos quedaron impactados. Al principio no quisieron ver que parecía una buena idea, pero tan solo pensarlo les enfermaba. Para ellos era lo peor, tan solo saber qué tal cosa existía, pero, por otro lado,…

RoloX: Lo peor que le puede pasar a un mutante es perderse a sí mismo, …pero creo que nadie saldría herido.

Knight: ¡¿Te has vuelto loco?!

Quimera: Debemos pensar en qué será lo mejor para Xia. Si sus poderes acaban con ella, de nada le servirá tenerlos.

Knight: Pero…

RoloX: Debemos preguntarle. Todavía existen posibilidades de que se salve en este estado, pero no puedo predecir cuántas.

Knight: ¿Porque no sabes qué le pasa? ¿No tienes datos suficientes?

RoloX: Los datos cambian…y cambian, cada segundo.

Deathmaid: Lo siento. No debí hablar.

RoloX: Tal vez no…o tal vez sí. Es posible que le hayas salvado la vida.

Deathmaid: No puedo evitar sentirme culpable[17].

Quimera: A todos nos pasa alguna vez, pero hiciste lo correcto al decirlo.

Deathmaid: Bueno…gracias.

RoloX: Encenderé el parlante y le preguntaré a Xia qué desea hacer.


El parlante estaba encendido y solo se podía esperar a que todo terminara bien al final, lo cual no era probable según ninguna de las estadísticas en la cabeza de ningún mutante en la mansión. …Ninguno…


Revenge estaba furioso. Parecía que todo el mundo le atacaba, pero bueno, mejor: Más víctimas ¡ja, ja, ja! Revenge pensaba en hacer algo especial, algo que le hiciera convertirse en el verdadero asesino que era. No estaba cansado, al contrario, estaba más fuerte que nunca…y más furioso.

Revenge vio cómo estaba la situación. De momento un velocista estaba atacándole. Era nuevo, o al menos él no le conocía de nada, y parecía que un hombre le acababa de lanzar una patada al costado. También esto le estaba pareciendo muy raro. No eran demasiado poderosos, pero parecía que atacaban con mucho entusiasmo, y eso le gustaba. A su lado vio como Jofiel estaba concentrándose, probablemente, en algo psíquico, mientras los demás miraban hacia distintos lados, porque les parecía que esto iba a acabar pronto. Eran niñatos…

De repente, el remolino le lanzó hacia arriba, y parecía que iba a caer enseguida, pero pensó que aquello iba a ser una cosa sin importancia, así que Revenge tan solo tenía que caer para atacar, puesto que el pequeño no sabía cómo iba a ser su ataque. Desde arriba vio a algunos con los que ya había luchado hacía algún tiempo. Vio como el chico luz estaba en la batalla, y pronto se dio cuenta de quién era, así que gritó furioso:

Revenge: ¡Jofiel! estamos enfrentándonos a las juventudes de los X-Men. ¡El chico que emite luz es poderoso!, y los Abyss están con ellos. ¡Maldita sea! Desde aquí arriba se ve todo. ¡Ataquen al chico luz, ya!

Revenge desde arriba, pues todavía seguía subiendo, se saco dos huesos y comenzo a caer, aprovechando para lanzar sus huesos hacia donde estaba el chico luz, al tiempo que se convertía en una Bestia negra y caía hacia el suelo, cogiendo propulsión en los cuartos traseros y lanzándose hacia el velocista. En forma de bestia rabiosa corrió hacia él, con un fiero gesto siniestro en la cara.


Wildwood estaba de pie junto a todos sus compañeros, viendo cómo se desarrollaban los actos. Estaba cansado, más de lo que recordaba haberlo estado nunca. Junto con sus dos compañeros, Sonne y Bala Oscura, estaban intentando hacer que todo saliera lo más fructífero posible.

Wildwood: He tenido una ligera idea. Hay muchos árboles por aquí. Creo que podré hacer algo con ellos… Raices…


Wilwood miraba el remolino de aire que había en el suelo y se le ocurrió atacar por debajo, mientras que los enemigos estaban en el centro. Aunque no viera nada, a través de ese remolino de aire, ellos deberían estar, lógicamente, en el centro del torbellino, por lo que las raíces llegarían allí sin problema. Miró a Bala Oscura, quien le había comprendido perfectamente, y puso su plan en marcha.

Las raíces se levantaron bajo el suelo y, siguiendo una mera indicación de Will, avanzaron por debajo de la tierra, atravesando el gran remolino de aire, viento y hojas, y saliendo en el centro de la zona. Esperaba haberles cogido.


James estaba sorprendido por el plan que había ingeniado en menos de un minuto su compañero vegetal, pues aunque sabía de que era un gran estratega, esto le había sorprendido mucho, mucho…

James: Ya sé lo que tengo que hacer, ¡Leguguita!


James sacó la escopeta y, apoyado frente a un árbol, empezó a vislumbrar al objetivo con su mejorada vista, viendo lo que parecía una figura oscura y de tamaño medio. No sabía lo que era realmente, pero decidió ponerle fin.

James: La Patrulla-X no mata, ¡ja!, ¡pero los demás si nos hacen esto!


James metió dos balas en su escopeta y apuntó hacia la figura negra. Al parecer no era la bestia, pues ésta estaba más a la derecha, ni tampoco era el albino, pues este era blanco. Parecía otro, pero a él le daba igual. Las balas especiales estaban cargadas y listas para ser disparadas.

James apuntó con las dos balas poco corrientes, dos balas especiales, dos bombas termita que estaban a punto de ser disparadas. Eran dos de las balas que salieron del laboratorio de McCoy. No eran fuegos artificiales, ni mucho menos, era una especie de granada termita, pero con la fuerza necesaria para llegar hasta el centro, y la rapidez que caracterizaba al cazador transilvano.

James: Quizás con esto ya no sea más un Hombre-X…


Lanzó la primera bala y, acto seguido, la segunda, dislocándose el hombro de la fuerza de sendas bombas-termita que acababa de disparar.

James: Espero que la combinación esté bien, chico lechuga. —Una lágrima le cayó por la mejilla.


Todo comenzaba a llenarse de raíces, que destrozaban la calzada para crecer y agarrarse a lo más próximo a ellas. Parecía que alguno de los muchos pecadores que tenía frente a sí podía corromper la naturaleza a su antojo.

La mente de Jofiel estaba cansada, más no así su cuerpo, con el que estaba dispuesto a enseñar, con sangre y fe, la verdadera palabra. Por ahora se limitaría a defenderse de cualquier ataque mental, más no utilizaría los suyos hasta que su cerebro estuviese más despejado. Antes de que aquello se hubiese llenado de plantas había podido ver al joven luminoso del que hablaba su compañero, y al hindú que se encontraba a su lado. Algo en ese último le hacía pensar que era peligroso. Puede que fuese su mirada serena, entre tanto caos, o el aspecto de aquel que, no preocupado por los peligros físicos, se relaja de forma instintiva. Sabedor de que aquel hombre era más de lo que aparentaba, lo había seleccionado como su objetivo. Sólo tenía que pasar esquivando aquellas plantas y, si no podía esquivarlas, las arrasaría.

— Entonces Dios dijo: "Hágase la luz. Y la luz se hizo…" —Continuó diciendo— "Yo les doy todas las plantas que producen semilla sobre la tierra. Y aquellas que sean corruptas serán purificadas y nada impedirá que llegue al pecador que ha de aprender que ninguno de sus falsos dioses tienen poder sobre el siervo de Javhé".


Jofiel arrancó las plantas que iban surgiendo a su paso. En cuanto llegase a su objetivo, el Hombre-X, Shaman, sabría lo que significaba el castigo divino.


Knight: Como ya escuchaste, Xia, tenemos dos opciones. Tú eliges. La verdad es que eres un gran miembro del equipo, y no quisiéramos perderte.

Xia: No sé. Tengo miedo —dice tirada en el suelo.

Quimera: Por dios, ¡qué situación! ¡Ey, Xia!, míranos y dinos qué es lo que prefieres.

Xia: No puedo mirarlos.

Gamma: ¿Por qué?


Al voltear su cara observaron que en vez de ojos tenía dos agujeros, por lo que le era casi imposible ver.

Reachel: ¡Oh, por Dios!

Quimera: Pobre…

Knight: ¡Oh, Xia! …Tenemos que hacer algo…


Cada vez aparecían más orificios en el cuerpo de la chica, lo que le causaba un gran dolor. Ella sentía que era hora de dejar de sentir dolor y tuvo que hacerlo.

Xia: Ya me decidí. Lárguense todos. Por favor, fuera.

Knight: No te vamos a dejar aquí. Eres miembro del grupo.

Quimera: Vamos, querida. Reachel tiene la solución. No te dolerá más.

Xia: Vayanse, ¡plis!. Ya no aguanto…


Xia expulsó misiles de los más poderosos por todos los agujeros y repetidas veces, con tal fuerza que destruyó casi toda la Sala de Peligro con su cabina, con sus compañeros. La cabina cayó, con todos los chicos adentro, y, aunque solo se dieron leves golpes, Xia se encontraba en el suelo, muy herida y algo desangrante. Los chicos salieron de la destrozada cabina.

Knight: ¡Auch!, ¡qué dolor de cabeza! ¿Están bien todos? El que esté muerto que diga yo…

Deathmaid: Bueno, algunos dicen que soy la muerte…

Quimera: ¡Ja, ja! Están bien, ¿nop?

RoloX :

Gamma[47]: Yo también. Ha sido solo una caída. Me preocupa más el desastre creado. Nos van a sancionar.

Deathmaid: Pero ella tuvo la culpa —dice señalando a Xia.


Miguel alzó a Xia y, al verla, todos los agujeros le habían desaparecido,por lo que la llevó, rápidamente, a la enfermería con una herida más.


Mansión-X

Knight era el único que estaba tan cerca de Xia, pero el golpe no pareció la explosión exagerada que él se pensaba. Es cierto que hizo bastante daño en la Sala de Peligro, pero nada que otro no hubiera hecho. Sin embargo, ahora, ella ella necesitaba atención, pues le salía humo del cuerpo, así que Knight se apresuró, aunque mal herido por las heridas anteriores, y se lleva a Rocket a la enfermería, mientras los demás le siguen.

RoloX: Bueno, eso fue más rápido de lo que pensaba.

Gamma: Guau… ¿Qué pasó?

Quimera: Ahora lo averiguaremos. Acompañemoslos a la enfermería.

Deathmaid: Ella…¿estará bien?

Quimera: Esperemos…


A la enfermería llega Knight, con Xia en brazos.

Felix: ¡Guau, chicos! ¿Qué ha pasado? ¿Qué fue ese estruendo? …¿Esa es Rocket?

Knight: Sí. Tan solo permíteme que la ponga en una cama… —dice apostándola despacio— Ella…se descontroló. Empezó a disparar proyectiles, y tuvimos que llevarla a la Sala de Peligro.

Felix: ¡Oh!

RoloX: Creo que se contuvo —dice llegando—. …Es lo más lógico.

Quimera: Pobre niña.

Deathmaid: ¡Oh!, se ve mal…pero no tanto. Los hoyos se le cerraron.

Knight: ¡Je! Vale, chicos, voy a checar los alrededores. Ya saben…familiarizarme con la Mansión.

Quimera: Claro. Es más: Tú y Gamma podrían ir juntos.

Knight: …Claro, ¿por qué no? Avísenme cuando se repongan los enfermos, por fa. ¿Vienes?

Gamma: Sí[6].


Knight y Gamma se alejan de la enfermería y caminan por los pasillos. Caminan hasta la biblioteca, después cogen un nuevo pasillo, bajan las escaleras y quedan en la puerta de la Mansión-X. En los escalones, Knight se para.

Knight: ¿Qué tal si nos sentamos un rato? Y dime…cuál es tu historia, cuál es tu poder, y para qué ese portafolio.

Gamma: Mmm…digamos que puedo…sacar sorpresas de ahí dentro.

Knight: ¿En serio? ¿Qué hay dentro?

Gamma: Nada…

Knight: …[13] ¡Je, je, je! Entonces, ¿puedes abrirlo?

Gamma: ¡No!

Knight: Emm…vamos a ver: ¿por qué no?

Gamma: …Es decir, si quieres tú puedes abrirlo, pero yo no.

Knight: …[13] ¡Je, je, je! Está bien. Solo tenía ~¡cof!~ curiosidad…

Gamma: ¿Estás bien?

Knight: Sí…, claro…~¡cof, cof!~ Ah…

Gamma: No estás bien.

Knight: Permíteme. —dice quitándose la armadura del pecho, el brazo y el casco, dejando ver los moretones, cortes y demas golpes de todo su cuerpo, así como que estaba sangrando de una de las heridas del pecho.

Gamma: ¡Oh!, ¡sí que estás mal!

Knight: Tranquilo. Guarda el secreto, ¿sí? Estoy bien… Es que solo necesito unas cuantas vendas. No quiero ser una carga para todos. Si puedo ayudar estaré bien. Son solo algunos golpes superficiales ~¡cof!~, pero Xia, el señor Worthington y la Doc sí que están mal. …Prefiero ser lo más útil[48] posible, en vez de estar en cama ~cof~.

Gamma:Comprendo, pero estás sangrando.

Knight: ¡Ja, ja! Sí ~¡cof!~, claro. Debe de ser porque le quité el sellado total a mi armadura para no desgastarme, así que alguno de los cohetes de Xia debió de haberme entrado. Siento que me quema un poco, …pero estaré bien… Tan solo…¿podrías hacerme un favor?

Gamma: Claro.

Knight: Gracias. ¿Podrías ir a por vendas a la enfermería?…je…je… Yo ~¡cof!~ …esperaré aquí. ¡Je, je! …Y que no sepan que estoy mal. Tómalas sin que se den cuenta. Total, hay en todas partes de la enfermería…y también revisa por allí por si Xia se levantó.

Gamma: Claro…, pero ¿estarás bien?

Knight: Je, je…claro. Ahora, cuando regreses, seguimos platicando.


Gamma se va caminando a la enfermería a por las vendas, mientras Knight se recarga contra la pared y empieza a cerrar los ojos.

Knight: ¡Dios! ¡Cómo arde esto! …Estoy cansado. —Deshace su armadura— ¡oh…! Eso estuvo bien… ¡oh…! Estoy agotado.


Enfermería.

Deathmaid: Amm… ¿Estás realmente bien?

RoloX:

Xia: Sip. Mejor de lo que esperaba, …pero estoy intrigada: ¿Qué era realmente lo que iban a hacer?

RoloX:

Deathmaid:

Xia: ¿…?[22]


Parecía que ambos estaban terriblemente arrepentidos de todo aquel asunto, porque debido a un mal cálculo y una mala idea, estuvieron a punto de hacer algo terrible.

Xia: ¿Qué pasa? Díganme[20]

Deathmaid: Es que…

RoloX: Nada. No ha pasado nada. Era un simple anestésico, que se suponía que te dormiría para darnos más tiempo. Nada más.

Xia: ¡Ah, bueno![13]


Deathmaid se acerca a RoloX y le habla al oído en voz baja:

Deathmaid: ¿Por qué no le dices la verdad?

RoloX: Porque jamás creería en nosotros de nuevo, tonta.

Deathmaid: …[26] ¿es por mi culpa?

RoloX: Fue "nuestra" culpa. Esto pasa a veces. No te preocupes.

Xia: ¿Están hablando de mí?

Deathmaid: No lo creo. No.

RoloX:

Xia: ¡Ah!, bueno[22].

RoloX: Como sea. Veo que tienes un inmenso poder tras esa piel. ¿Cuántas veces te has descontrolado?

Xia: …

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— ¡Les dije que esperaran! ¡Diablos!, ahora no tendremos tiempo ni de planificar algo decente.


Eon corre hacia donde se encontraban Yasha y Hermes, y puede ver lo que están atacando. Esos tipos eran problemas serios, y por serios se refería a realmente difíciles. Puede ver como Yasha ya está posicionado y Hermes gira haciendo un tornado. Bien, entonces ya era tarde para esperar.

— Shaman estos tipos son difíciles. Trata de hacer el mayor daño a distancia, por favor. Yo me encargo del remedo[49] de mascota de Brian.


Al avanzar, el corazón de Eon palpita al ritmo de sus luces. Su cuerpo destella, a pesar de sentirse muy cansado. Esta vez no se irían sin nada.

— Lamento lo de tu estúpido amigo, negrote peludo, pero ese día presumiste mucho de poder vencerme. Pues bien, ¡da tu mejor golpe!


Iván brilla más tenuemente, pero esta vez el brillo se refleja en una solidez sobre su cuerpo: Ha cubierto su piel con fotones que se reflejan entre sí, como un prisma. Ahora sus golpes son un láser puro, y sus dedos son garras largas capaces de rasgar piel y huesos.

— No es bueno fanfarronear con alguien que desintegra materia, ¡feo!


Las cosas se ponían peor. Además de los infectados, una nueva amenaza había aparecido: Al parecer, viejos rivales de los Abyss. Con los pensamientos que llegaban le era suficiente a Shaman para obtener la información necesaria de ellos. Ahí estaba Tony, aunque los pensamientos que le percibió eran demasiado confusos y extraños. ¿Dónde estaban sus recuerdos de los Neo-X?

Shaman lanzaba sus ataques piroquinéticos, pero estaba claro que el hindú estaba agotado. Sus poderes no daban para más. Logró dar de lleno a un par de ellos. Un monstruoso ser llamado, al parecer, Revenge, recibió uno de los ataques, pero de nuevo se puso de pie.

— Eon, lamento decir que no tengo más ideas, pero lo mejor sería que cada quien tome a uno.


Shaman se lanzó contra uno de los sujeto "Dark Strikers", o así era como se hacían llamar, y un ataque piroquinético fue lanzado nuevamente.

Shaman ya estaba en el suelo, pero una extraña señal le llegó a la mente: Una chica le había lanzado un ataque que, por suerte, logró esquivar. Trató de entrar en su mente y se sintió horrorizado por las cosas que vio. Ya no tenía suficiente energía, por lo que lo único que le quedaba era un ataque cuerpo a cuerpo.

— Como tú quieras, Fangoria.


Fangoria vio a los jóvenes que se encontraban al otro lado de la batalla. Algunos parecían estar muy cansados, y con sus ropas maltrechas.

Fangoria: Son los niños de aquella vez. …¿Cómo se llamaban?… ¡Los Ambrizz!, o algo por el estilo. No importa. No pudieron escoger mejor momento para cruzarse con nosotros.


Mientras la mutante decía esto en voz alta, algunos de sus compañeros ya estaban enfrentándose a algunos del equipo de los jóvenes mutantes. Fangoria no reconocía a la mayoría. Habían muchas caras nuevas y, obviamente, mucha inexperiencia, pero, a la vez, valor en sus ojos. El solo hecho de que estén con vida, sin estar infectados, decía mucho.

Fangoria: Es que, acaso, cada vez se reproducen más, ¡¿o los piden por catálogo?! Ahora son el triple de antes. Lo mejor sería empezar con los de caritas de bebés. Serán los más frágiles.


Fangoria echó una rápida mirada a su alrededor. Entonces empezó a sentir un miedo proveniente de varios de los chicos. No era de extrañarse, pues era algo normal en esta situación, pero lo que les hacía diferentes era que, al parecer, hacían todo lo posible para no dejar que este miedo les dominase. Entonces los ojos de Fangoria se centraron en alguien en especial: un chico de cabello rubio, gestos delicados y de facciones finas: Terrank.

Fangoria: ¡"El miedo en ese, fuerte es…"![1] ¡Vaya!, mírenme, hablando ahora como el enano verde de Stars Wars


Dicho esto, Fangoria acechó entre las sombras que proyectaba la noche sobre su presa, y ahora se encontraba muy cerca de su objetivo. Decidió no desenfundar su cuchillo, aún. Primero quería jugar un poco con el nene, luego vendría el baño de sangre.


Brian: No puedo creer que dejemos a Alex sólo. No en esa situación, ¡y esta situación…!

Medium: Alex es de la personas más positivas que conozco. Nunca está de malas. Siempre me hace reir. Es difícil verlo mal, por lo que era justo darle su tiempo. a parte, no tenemos tiempo que perder. Él sabrá cuidarse sólo.

Brian: Y exactamente, ¡¿a dónde vamos?!

Medium: Solo sigamos hacia donde se dirigen toda esta bola de fracasados —dice apuntando a un par de personas infectadas, que parecían ir detrás de algo.

Brian: Mmm… ¿Estás segura de que esa es tu mejor idea?


En otra parte.

Antes de comenzar la pelea, una pequeña charla telepática entre Eon y Shaman sucede:

Eon: ""Shaman, …esto cada vez se está volviendo más difícil. La mayoría de los chicos son aún inexpertos y están muy cansados…al igual que nosotros… Esto es un completo desastre. No sé si llegaré a tiempo a la Mansión para ver mi programa favorito.""[26]

Shaman: ""¡Ja! ¡Qué gracioso, Ivan!, pero no tenemos tiempo para eso. Nuestros velocistas no aguantarán más, …y yo ya no tengo suficiente energía.""

Eon: ""Sí, lo sé. Hasta el final, amigo. Solo espero que salgamos de esta…o que un milagro esté por ocurrir""

Shaman: ""Mmm…un momento. Quizás sí que es posible que salgamos de esta.""

Eon: ""¡¿…?!""

Brian: ¡Ey, chicos!, ¡¿cómo están?! Miren a quien encontré —dice señalando a Medium—. Ivan, ¡¿qué te ha pasado?!, y ¿quién diablos es ese tipo feo?

Medium: ¿Necesitas una mano, jefe?

Shaman: Gracias, Medium. Te lo agradecería.

Brian: Y bien, "jefes", ¿en qué podemos ayudarles? Mmm… ¡Ey, Eimi!, ¡¿a dónde vas?!

Medium: ¡Shh! Trato de concentrarme. Alguien conocido está cerca, y esta vez me encargaré de darle las gracias por nuestro último encuentro.


Xia: Bueno, la verdad es que no es la primera vez.

RoloX: ¿Quieres decir que ya lo has hecho antes?

Xia: Sip, y casi destruí un barrio.

Deathmaid: ¡Guau!

Xia: El problema es que tengo demasiados cohetes en mi organismo, y tengo que usarlos constantemente, porque si no, ellos buscarán la forma de "fogar", y, tal y como vieron, eso puede ser muy peligroso.

RoloX: ¡Ah!, comprendo.

Xia: Una pregunta: ¿Quién me trajo?

Deathmaid: …El chico con la armadura.

Xia: ¿Knight?

RoloX: Sí. Él.

Xia: ¿Dónde está? Tengo que darle las gracias.

RoloX: Abajo.

Los chicos ven asomarse a Gamma, y le preguntan dónde está Miguel, pero él hizo todo lo posible para que no se fijasen en que iba a llevarle las vendas. Cuando logró que todos se distrajeran, cogió un par de vendas, algo de alcohol y sigilosamente, salió de la enfermería satisfecho por no haber sido pillado. Gamma siguió caminando, cuando una mano lo detiene por el hombro.

Xia: ¿A dónde llevas eso?

Gamma: Este… Esto… No. No es nada.

Xia: Es para Miguel, ¿nop? …Y no vas a decir que no porque ese chico debe estar lastimado.

Gamma: La verdad es que sí, pero no se lo digas, ¿ok?

Xia: No…no te preocupes. Hablando de él, ¿dónde está? Tengo que darle las gracias, ya que me ayudó.

Gamma: Sígueme, yo te llevo.

Los dos se dirigieron hacia Miguel, quien tenía un poco de sangre en la mano.

Xia: Conque aquí estás, ¡eh! Por dios, ¿qué te has hecho? ¡¿Así no te querrás curar, no?! Vengan para acá y denme esas vendas y el alcohol. Vamos a curarte.

Miguel: No te preocupes. Yo sólo puedo.

Xia: ¡Shu! ¡Cállese!

Miguel: ¡Auch!

Xia: Oye. Gracias por ayudarme y cargarme. Te debo una.

Miguel: No…¿de qué? Eres parte del equipo. No te podía dejar ahí tirada.

Xia; ¡Ja, ja, ja! Claro. ¿Sabes?, serías un gran líder. Te arriesgas por los demás.

Miguel: ¡Guau! …Puede ser.

Xia: Es más, ya hay mucha gente en los equipos. Le deberíamos pedir a Xavier el montar un tercer…

Miguel: ¡Buena idea! ¿Y quién sería el líder?

Xia: Tú. …¿Quién más? Has demostrado ser muy valiente, pero no me gusta que no te dejes curar.

Miguel: De verdad que me encantaría esa oportunidad.

Xia: En cuanto esto acabe, hablamos con Xavier.

Gamma: Me apunto al nuevo equipo.

Xia: ¡Perfecto! Listo, Micky. Ya estás.

Miguel: Gracias, china.

En la mansión estaba Felix dejando un mensaje para el profesor Xavier:

Felix: …Y por esa razón, Profesor, me gustaría viajar a España. La verdad es que prefiero ir sólo. Espero que no haya mucho problema. Regresaré pronto…y gracias, Profesor. Se lo agradezco mucho[2].


Felix sale de la mansión y se dirige al aeropuerto de la ciudad más cercana. Toma su avión y se irá lo antes posible.


- Nigthmare, Medium, no tienen ni idea de cuánto me alegro de que llegaran. Creo que necesitaremos muchísimo apoyo —Eon grita eso, mientras camina contra Revenge.


A lo lejos, Ericka puede analizar la batalla, y ya tiene analizados el 86% de los posibles resultados. Su mente viaja a velocidad de hiperespacio, mientras los demás parecen reaccionar en horas. Su poder está activado.

Recorriendo con una única mirada la pelea, Ericka puede ver los movimientos de los integrantes que componen el encuentro. Algunos han reaccionado más rápido que otros, pero ella va un paso por delante.

De acuerdo a la vestimenta y movimientos corporales, Ericka puede descubrir aspectos básicos de las personalidades, tanto de sus compañeros como de sus enemigos.

Al ver el ataque de James contra sus enemigos, Ericka sabe que algo está demasiado mal. Ella reconoce las balas, y sabe que son extremadamente mortales. Estaba de acuerdo en que la moral del grupo se veía afectada y bla, bla, bla…, pero el verdadero problema lo nota en que los Strikers son, en su mayoría, asesinos con mirada fría y rasgos psicóticos, por la desviación intervalada entre brazos y piernas, o las heridas y cicatrices que indican automutilación. Osea, que si matan a uno de ellos, les harían hervir en furia…y eso no le convendría a nadie.

Así que ahí estaba la cuestión: Las balas estaban siendo colocadas en segundos, y ahora estaba segura de que eran el diseño de Hank McCoy y, por tanto, eran fáciles de desactivar con ondas de corto alcance. Mientras su mano llegaba a la parte baja de su espalda, se dio cuenta de que sus enemigos eran demasiado peligrosos de todas las maneras, por lo que solo desactivar las balas sería estúpido.

Calculando, Ericka había perdido 0,023 milisegundos en dirigir su mano hacia su transmisor de señal, por lo que cambió rápidamente a su disco de rango, una belleza que anularía las balas que explotarían al chocar con aquellas ondas sónicas. Ahora solo faltaba calcular la trayectoria, aunque por el ángulo tan preciso en donde se encontraba Bala Oscura —Debía de pensar en él como James, o perdería 0,1 segundos cada vez que realizaba un análisis sobre él—, no tardaría mucho.

Después de realizar todos, y cada uno, de los cálculos, Ericka les dio una revisada de 2,3 segundos, el tiempo en que su brazo respondía a las órdenes mentales para realizar su acción. Todo iba bien por el momento, incluso dejó escapar una sonrisa maliciosa, por haber escogido un gadget de rango: Nada mejor contra grupos de enemigos según las estadísticas. Empezaba a disfrutar eso de pelear.


Terrank observaba el desempeño que ponía Enix al pelear. La verdad era que, aunque a veces la viera cansada, no se le pasaba por su cabeza ayudarla al no ser de su agrado. Él sabía que tenía que participar en la batalla y vencer a Tony, y decidió comerse su orgullo, solo por esta vez, para ayudar a Enix.

Terrank: Es imposible que te esté ayudando. ¡Ja!, solo por esta vez, ¿ok?

Enix: Púdrete. Si me ayudas, bien. Si no, cállate la boca. ¡Ah!

Terrank: ¡Ops!, está bien —dice mientras molesta a Enix con sus poderes.

Enix: Sí, suéltame. Voy a matarlo. ¡Lo juro!

Terrank: Quédate aquí, ¿sí? Estás mal. Déjamelo.

Enix: Tienes tan poca experiencia como actuando…

Terrank: ¡Oye! Perdona, pero he hecho varias películas como…"Lo que el fuego se llevó", "Maztrix", "El Anillo", "Horror Potter 2", y más…y hasta me llamaron para protagonizar "Secreto en la playa".

Enix: Sí, pero nada de eso te ayudará ahora. ¡Cuidado! —dice empujando al chico.

Terrank: ¡Auch! ¡Cuidado!


Terrank se puso de pie y, mirando a los demás con la cara que solo puso cuando le robaron a su perrito Timkerbelly.

Al ver que todos sus compañero están peleando, y a pesar de los miles de sentimientos (predominando las ganas de correr) que pasaban por su cerebro, Steve se concentró y enfocó en hacer temblar, tanto como pudo, la tierra debajo los enemigos. Sin equilibrio, era imposible ser efectivo, incluso para los más expertos.

Terrank: ¡Ja! …Y decían que el modelaje era para tontos.


Tony observaba en mitad del montículo de tierra. Aquello era un caos total. La bestia negra estaba peleando contra un montón de personas a la vez; Jofiel estaba concentrado y listo; Fangoria intentaba atemorizar a los más débiles. A lo lejos le pareció sentir que alguien decía su nombre. Creía conocer a esos chicos de su pasado, pero lo mejor era que éstos no supieran que le había parecido verlos antes.

Desde donde estaba, Tony podía intentar realizar varios ataques. Las piedras que tenía en su bolsillo, y a su alrededor, eran más que suficiente.

Podía ver las raíces en el territorio. Debían ser muy molestas para sus compañeros. Al parecer, el responsable de esas ramas era un sujeto de cabello verde, tumbado a lo lejos. En la otra punta de la batalla, captaba a una niña con un aparato en su mano. Debía tramar algo. Ya tenía sus dos primeros blancos, pero ambos eran igual de peligrosos. La simultaneidad de sus habilidades le serviría ahora.

Tony toma una piedra de tamaño considerable y la lanza entre los dos blancos. Con sus poderes de tirador experto, y los residuos en su mente de cuando jugaba al billar con su padre, sabía dónde pegar al primer proyectil para que éste se dividiera en dos, y colisionara donde él quería…o al menso eso pensaba Tony. El segundo proyectil fue lanzado, e impactó en el primero, haciendo que se dividiera en dos partes. Una salió dirección al chico de pelo verde, y otra dirección a la chica con el transmisor en la mano. Las raíces pararon. El disparo debía de haber hecho contacto con el primer objetivo. En cuanto a la chica, creo que ésta había podido calcular cómo esquivar el golpe, pero el transmisor se le había caído.

No tenía más tiempo que perder con esto. Aún podía hacer más. Tony observaba cómo la bestia atacaba embistiendo al chico, a quien creía conocer. Al mirar a su derecha, el italiano vio un hierro clavado en la tierra. Serviría para hacer algo. Lo tomó fuertemente, y lo lanzó hacia donde estaba la bestia. La idea era hacer que se tropezara con el hierro, aunque, de seguro, no sería suficiente para pararla.

Aún no sabía por qué hacía eso, pero ya estaba hecho. Efectivamente, Revenge no vio con qué se tropezaba. Cuando miró hacia donde estaba Tony, éste ya estaba concentrado en otro blanco.

— Así que crees que con esto bastará, ¿Luciérnaga? —Revenge creyó que el "chico de las luces" era quien le había atacado.


Tony pensó que ahora la bestia estaba furiosa. Al parecer, un chico, que era tan rápido que Il Tiratore, aunque podía verlo, no era capaz de distinguir su rostro, iba a tratar de cometer la estupidez de tratar de parar a Revenge, así que debía detenerlo, pero, debido a la velocidad, probablemente destruyera las piedras antes de que le hicieran algo. Necesitaba algo más efectivo, e irreconocible. En su chaqueta aún tenía algunos de los proyectiles que Devastator le había entregado[cita requerida]. Si lograba atinarle con uno de esos, luego podría activarlo y darle una descarga que lo frenara, y así nadie moriría. Al menos eso era lo que quería Noctem, y Tony le debía mucho.

El dispositivo fue lanzado, pero Tony no tuvo tiempo para ver si impactó o no. En ese momento se percató de que un par de balas iban directas hacia Rage. Si podía, debía hacer algo. Tomó dos trozos de metal y los lanzó. Su puntería era infalible. No fallaría a dos balas que eran bastante lentas para su vista. Bueno, no habría fallado si un terremoto no le hubiera hecho resbalar, por lo que los trozos de metal terminaron incrustados en un árbol, y, por tanto, las balas seguían rumbo a Rage. Ya no podía hacer nada. Estaba tumbado en el piso. Se incorporó rápidamente y apretó el botón en su reloj. Al menos quería poder haber salvado a ese niño de una muerte segura.

— ¡Click!


Como todos los demás, como si no tuvieran suficiente, estaban peleando otra vez contra los Striker.

Enix observó la forma en la que se comportaba el chico conocido como Tony. Antes fue un Abyss, y ahora era uno de ellos. Aún así se sintió algo extraña al ver lo que hizo en algunos segundos. Comenzó su ataque después de verlo caer, por uno de los terremotos de Terrank, quien ahora tenía problemas con una chica delgada y descuidada, y que no sabía, demasiado bien, lo que le estaba haciendo.

El objetivo de Alex era Tony, quien seguía un poco confuso por su caída. Lanzó varios rayos, pero él los esquivó. Era rápido, pero ella también. Finalmente logró darle. Después de la ayuda de Terrank, los ataques de Tony parecieron incrementarse. Enix trataba de mantenerse firme, sin embargo Tony era muy rápido y pronto recibe la ayuda de Sonne, quien hace que los ataques de Tony no hagan tanto daño. Consciente, Alex cree que Terrank puede encargarse de aquella, así que dirige su atención hacia la bestia. Lanza un último rayo, haciendo que Tony se quedara quieto un instante, y luego dirigió sus ataques a la enorme bestia negra, quien estaba dando muchos problemas, y olvidándose de Tony, con quien no quiso seguir luchando.

Trataba de reunir toda la energía que le fuese posible y usarla contra la bestia, pero estaba agotándose rápidamente. Solo había una opción: acercarse más y absorber algo de su energía.

Con mucha dificultad, Enix logró acercarse y absorber una buena cantidad, pero se vio interrumpida por el golpe que le propinó el propio sujeto, que la envió por los aires, estrellándose contra un montón de escombros. El golpe, sin duda, fue muy fuerte, ya que hizo que tardara en ponerse de pie y descubriéndose un tubo enterrado en su estómago que se sacó.

Enix trató de regresar a la pelea, aunque esta vez ya no podía forzar su cuerpo al máximo, como lo estaba haciendo con sus poderes.


Insultos, chillidos y explosiones. Sonne buscaba alejarse de todo eso. Aún no se había recuperado de su combate contra Rabia, así que se sentía cansado y, con todo este ruido, le era imposible concentrarse.

¿Quién diablos era esa gente? Ni siquiera los conocía. Se mantuvo apartado de la pelea, entre las sombras. Hasta ahora nadie había reparado en él, y eso le daba cierta ventaja.

""Sonne, chico, vuelve al centro. El equipo te necesita."" —Era la voz de Shaman resonando en la cabeza de Sonne. Nada divertido, pensó el.

""¡Dios! Tío, sal de mi puta cabeza. ¿Sabes el mareo que llevo encima ahora?""

""No bromeo, Sonne. Ayúdanos ¡ya!""

""Ok. Dame un momento""


Matt, se llevó la mano a la cabeza, apretando fuertemente. Alzó la mirada, dispuesto a meterse de lleno en esa marabunta de locos, y vio algo que le dejó seco.

— ¡Touch! –Ahí estaba el pequeño morlock, en medio de todo. Sonne se levantó rápidamente a por el niño, esquivando todo lo que se le venía encima. Una gran bestia negra le dio un zarpazo, que Matt logró evitar. Ni siquiera contraataco, solo quería poner a salvo al crío, para poder echarle una buena bronca después. Matt aligeró el paso, y cogió a Touch en brazos. Sus pieles se rozaron y Sonne supo que el niño se moría de miedo.


Matt se alejó del tumulto y puso al niño a salvo.

— ¿Qué haces, enano? ¡Te podrían haber matado!


El pequeño tocó con su mano el rostro de Matt y este sintió su miedo y su dolor.

— Ok. Esto es lo que haremos: Te quedarás aquí, escondido. Daré un par de hostias y te llevaré con el resto de los tuyos.


Touch asintió con la cabeza, pero señaló al tumulto con cara de preocupación. Sonne le siguió con la vista y lo comprendió todo: Enix y Terrank estaban dándolo todo frente a un tipo que lanzaba cosas de fuego. Y parecía muy cabreado.

— Bueno. Creo que podré hacer algo desde aquí.


Sonne cerró los ojos. Se sentía débil, pero tenía que hacerlo. El pequeño Touch agarró su mano con fuerza, transmitiéndole ánimos y Matt sonrió. Abrió de nuevo los ojos, esta vez unos preciosos ojos azul claro. Dejaba ver su lengua pasando por sus finos labios e, intentando hacer un último esfuerzo, bajó un poco la cabeza y estiró la palma de su mano apuntando hacia la pelea. De repente, las piedras prendidas se apagaron de lleno. Sonne las había quitado el oxigeno para que dejaran de prender.

Enix quedó asombrada, sin entender aquel golpe de fortuna, hasta que paseó su mirada y, a lo lejos, vio a Sonne guiñándole un ojo.

"“¡Vamos, chica! Dale duro”" —se dijo a sí mismo Matt.


Evan se preguntaba qué mierda era lo que estaba sucediendo. No tenía ni la menor idea. Todo esto de luchas contra cosas amarillas y superchicos se le hacía algo nuevo y, hasta hace poco, difícil de creer, pero se juraba que no se quedaría atrás y que estaría a la altura.

Sus demás compañeros iban delante. El más cercano a él era Jofiel, el cual, aunque obviamente jamás se lo diría a nadie, le provocaba, con solo verlo, escalofríos. Lo que más le inquietaba de aquel sujeto era el tono pálido de su piel, como la de un muerto, y la quietud que en momentos demostraba para hacer sus cosas.

Entonces, mientras seguía por su lado, sintió un ardor y dolor tremendo. Era como si su piel, su estomago y a un costado de su hombro derecho estuvieran ardiendo en fuego. Rage apenas tuvo tiempo de esquivar el ataque que vino rápido, demasiado rápido. Lo único que parecía que podría salvarle la vida, era el traje especial de combate que llevaba: Mezcla de spandex y kevlar, pero solo podía esperar a que los impactos no le hubiesen dañado algo vital. Como fuese, la herida, y el dolor, eran insoportables.

— ¡Ahg!… ¿Quién ha sido?…¡nng!…


El dolor era intenso, pero Evan no se podía permitir dejar que aquello nublase su mente. Tenía que concentrarse o no saldría de esta. Tenía que usar su cerebro, que era lo que más le gustaba.

Rage: ""Ok. La única forma de salir de esta es utilizando mis poderes rápidamente. Si lo hago ahora, es seguro que más tarde no los podré utilizar por un buen rato, lo que me dejaría con la carga de acabar rápido con mi oponente. ¡Qué más da! ¡¿Suerte o tripa?!" —piensa.


Evan podía sentir cómo sus latidos empezaban a acelerarse. Juraría que su pecho se inflaba y desinflaba, a punto de estallar, y la herida en el hombro no ayudaba nada, solo le hacia sentir, por el momento, más dolor. Tenía que seguir con esto. Ahora ya no había marcha atrás. Sus venas brotaron de manera exagerada. Sus músculos aumentaron de tamaño rápidamente, mientras su cuerpo temblaba por el escalofrío que producía la adrenalina que generaba su cuerpo al máximo nivel. Estaba bañado en sudor, un sudor frío que salía de sus poros.

Rage: …Solo espero que…funcione. ¡Maldita sea! …o estoy muerto… ¡Nng!…


Era momento de actuar. Ya podía sentir cómo su cuerpo estaba empezando a sanar naturalmente, pues en el estado en el que estaba, la curación de sus moléculas actuaban de manera exagerada. Ahora tenía que esperar, apenas un par de minutos, antes de terminar de sanarse, pero sabía que no tendría todo ese tiempo antes de que sus enemigos le volviesen a atacar. El dolor le hizo apretar los dientes, de manera que pensó que, en cualquier momento, se le romperían, pero entonces, en menos de un minuto, se sintió mucho mejor.

Rage: …Tengo…que actuar…rápido…mientras aún me queda algo de un semblante lúcido. …Tengo que ¡matar a ese tipo! ¡Ahh!…


Rage desató toda su furia. Ahora su mente había sido invadida, y nublada, por la ira que le llenaba. Ahora era puro instinto asesino y, veloz y violentamente, se lanzó contra su atacante: Un chico con sombrero, parecido al que solía llevar Noctem, y una chica que le era totalmente desconocida y que, a simple vista, juraría que no tendría ningún poder mutante.


Mansión-X.

Knight: ¿Sabes?, sería genial, …pero dudo que me dejaran hacerlo.

Xia: ¿Por qué?

Knight: Principalmente…porque soy nuevo. No creo que me dejasen esto así como así.

Xia: ¿Pierdes algo con preguntar?

Knight: Bueno…no, pero…no sé… No creo que…¡argh!

Xia: Perdona. Es solo el alcohol. ¿Te hiciste esto contra los zombies esos?

Knight: No. Ellos no pudieron sobrepasar mi armadura. Fue Iron Man y la Gata Negra. ¡Diablos!, me alegro de haber sobrevivido.

Gamma: ¿Han peleado contra esos tipos?

Xia: Y más. Por eso es que nos tienen aquí dentro, como niños buenos.

Knight: ¡Xia! —exclama reaccionando de golpe— ¡Es cierto! ¿Qué te pasó? ¿Estás bien?

Xia: ¡Je!, sí, claro. Fue solo un inconveniente con mi poder. Debo de sacar cohetes cada cierto tiempo para mantenerme estable, porque si no me sobrecargo, por decirlo de alguna manera.

Knight: ¡Oh! ¡Qué bueno que estés bien! ¡Ahh!

Xia: Ya, ya. Que esto está feo. ¿En serio que andas así desde la pelea con Iron Man? Deberías de haberte cuidado antes.

Knight: Lo hice… —dijo antes de percatarse de que había cometido un error, pero ya, la conversación, había continuado.

Xia: ¿Ah…sí? ¡Qué bien!… ¿Cuándo?

Knight: Pues…eh…cuando llegamos —Knight quería cambiar de tema, pero ya era tarde.

Xia: ¡Ohh!…y ¿por qué están abiertas de nuevo? No me digas que eres tan malo hacien… ¡Oh, no! No me digas que…

Knight: No fue nada. En serio.

Xia: ¡Ay! ¡Te lastimé cuando salieron los cohetes!, ¿verdad? ¡Ay, no!

Knight: Fue mi culpa. No me quise quitar cuando me lo dijeron. Estaba demasiado cerca…

Xia: …¡¿y me llevaste cargando así?!

Knight: No. No fue…~¡cof!~… No fue tu culpa. En serio, no te preocupes. Soy un tonto, es solo eso[6].


Quimera esperaba en un rincón de la enfermería. El señor Warren ya había sido atendido y, de momento se encontraba en una camilla, mientras que en el otro lado de la sala se encontraba Xia, charlando con Knight y los demás chicos.

Dana realmente se sentía fuera de lugar. No conocía a ninguno de ellos, salvo a RoloX, quien, de momento, se encontraba en otro lugar. Todos eran nuevos y, además, no podía dejar de pensar en la suerte de sus amigos, y compañeros, en el campo de batalla. Lo daría todo por poder estar ayudándoles en estos momentos, pero también sabía que ella había sido designada por los jefes de equipos, Eon y Shaman, para que acompañase a los heridos a la Mansión, por un motivo: Sin duda, era la más experimentada de este pequeño grupo.

Dana veía como Knight se aferraba a su valor, contando las peleas que tuvo, mientras que Xia parecía estar algo admiradora, así como el nuevo chico que se les había unido: Gamma.

Después de chequear los signos vitales de Warren, Dana salió de la enfermería y se dirigió a su cuarto. Realmente, en estos momentos, no había mucho que pudiera hacer. Todos los demás estudiantes parecían haber desaparecido, o escapado si llegasen a tener suerte.

Realmente, Dana quería ayudar más. Sabía que su cuerpo aún podía dar más en combate, y que los que estaban allá luchando estarían cansados…muy cansados, mientras que ella, prácticamente, estaba como nueva. Sumergida pensando en esto estaba cuando, de la nada, le pareció escuchar, por su ventana, un sonido proveniente de los jardines. Al asomarse, con algo de terror, vio que una pequeña cantidad de la sustancia amarilla se estaba filtrando. A diferencia de los demás, Dana sabía, o al menos tenía una idea, de qué se trataba ese líquido metálico (No por algo se pasaba horas y horas en la biblioteca de la escuela estudiando los archivos y datos de viejas batallas de los X-Men, además de las fichas de los villanos y oponentes conocidos).

Dana: ¡Maldita basura tecno-orgánica!


La joven salió volando por su ventana y entonces, con el ceño fruncido, escupió una gran cantidad de fuego sobre la pequeña cantidad de líquido metálico y, con algo de esfuerzo, este se incineró.

Dana: Eso te pasa por no estar adaptado a cualquier tipo de ataque. ¡Basura!…


En el aire, la mutante pensó que obviamente se trataba de una subespecie de la mente colectiva, y virus tecno-orgánico conocido como Falange, pero había algo más. Algo que hacía que los infectados, además de apreciarse en ellos las habilidades comunes de Falange, actuasen como unos zombies sacados de las pelis de muertos vivientes, pero, ahora no era el momento de descubrirlo. Ahora se dirigiría hacia la enfermería y alertaría a los demás. Después de todo, la Mansión no era tan segura como habían pensado.


Allí, entre una montaña de tierra, plantas y una ciudad devastada, una veintena de mutantes luchaban por su vida en mitad del caos.

Los Striker acababan de bajar por la colina y, entre una exhalación y la siguiente, el joven velocista Hermes se había lanzado al ataque. A toda velocidad, corrió hacia la gran mole que era Revenge levantándola del suelo por el impulso de su estela de aire. Yasha le seguía de forma furtiva. En cuanto la bestia tocó el suelo, ambos comenzaron a golpearle.

Los puñetazos de Hermes eran certeros y muy veloces, tanto que apenas se podían distinguir sus brazos más que como un borrón que se movía en los costados del mutante. Bart sonreía, pues le parecía muy gracioso ver a ese grandullón intentando pegarle. Lo sentía por él, pero ahora su percepción había cambiado. Era como si le viese a cámara lenta. Si el combate seguía así, iba a ser muy fácil destrozarle. Los grandes siempre hacen mucho ruido al caer, pero Revenge no era sólo músculos.

— ""…Así que el criajo ese le esquivaba, ¿eh?, bueno…seguro que estaría tan satisfecho consigo mismo que no se dará cuenta de mi siguiente ataque"".

La bestia rugió a pleno pulmón y comenzó a dar golpes donde, un instante antes, se encontraba Bart. Sólo necesitaba uno: Primero al centro, derecha, izquierda, a la espalda, centro, derecha…¡ahí!

Sin darse cuenta, Hermes había seguido la coreografía que Revenge le había marcado. Despistándole con sus otros golpes, trazó un amplio garrazo, que cogió al muchacho desprevenido, y que impactó en su brazo y en parte de su estómago, lanzándolo a varios metros de distancia. Por un momento pareció que el joven iba a levantarse, pero después cayó inconsciente como un fardo.

Yasha seguía golpeándole, sin demasiado efecto, y vio horrorizado como su compañero caía. Un par de rayos impactaron en el grandísimo mutante y, a su espalda, un destello le hizo volver a tener confianza. Por las palabras de Eon, supuso que no era la primera vez que aquella mala bestia y él se encontraban. Y ahora, con sus manos recubiertas de láser, las heridas de Revenge no se curaban con tanta facilidad.

Enix, por la espalda del monstruo, les hizo un gesto de complicidad a ambos: Ahora eran tres contra la bestia, más el apoyo que recibían a distancia. La chica intentó acercarse a la mole, quien, casi enloquecida, atacaba con una ferocidad digna del mismo Lobezno. Apenas notó como uno de sus golpes la lanzaba por los aires. Lo realmente doloroso fue ver la barra de hierro que le atravesaba de parte a parte. Con un grito ahogado se la quitó y con paso renqueante volvió a la batalla.

Algo más alejado, el terreno se había llenado de plantas. Rage comenzó a avanzar cuando vio un par de proyectiles disparados hacia él y, antes de que pudiese siquiera cubrirse de ellos, explotaron lanzándole hacia atrás, destrozando y quemando todo lo que estaba a su paso. Un inmenso dolor recorrió las partes que no estaban tan quemadas, como para que se le hubiesen abrasado los nervios. Apretó los dientes y dejó fluir sus poderes mutantes. Tan rápido como le había derribado la explosión, él estaba de pie corriendo directo hacia el tipo que le había disparado. Bala Oscura vio llegar un borrón negro y con olor a carne quemada (realmente le recordaba al bacón), y sintió como una patada se incrustaba en su estómago que le levantaba del suelo. Antes de volver a caer, Rage tenía cogido a Bala Oscura por el cuello y golpeaba su cabeza con su puño. Cuando notó que el cuerpo de James estaba inerte[50], lo dejó caer. Giró el rostro con rapidez hacia la muchacha que, a lo lejos, buscaba un transmisor que se le había caído. Pronto sabría qué se sentía al ser arrollado por un tren de mercancías.

Wildwood sonrió un poco al ver que las plantas habían conseguido estorbar a esos tipos lo suficiente como para ralentizarlos. Estaba pensando en el siguiente paso de su plan, cuando sintió un golpe en su cabeza. Si no hubiese estado tan agotado habría visto cómo el proyectil que le alcanzó atravesaba una neblina[51]; y si hubiese seguido consciente pondría haber visto a Il Tiratore disparar a diestro y siniestro.

El hindú veía la batalla y colaboraba en lo que podía con sus, ya mermados, poderes. Cuando notó que su piroquinesis no daba para más, se acercó a Fangoria. Ya la conocía de antes[52] y sabía que sus poderes podían ser muy desagradables…como ahora mismo debía de estar comprobando Terrank. En medio de alaridos se tocaba el rostro asustado: Parecía estar viéndose reflejado y su rostro, por lo general hermoso, estaba desfigurado, y su cuerpo contrahecho de la misma manera que el de los Morlocks, y ninguno, de todos los que Fangoria le hacía ver, le aceptaban o le consolaban. Todos esos horribles mutantes se reían de él, le insultaban, le despreciaban y, sobretodo, le gritaban que sus películas eran una mierda.

Shaman estaba a punto de llegar y, con suerte, podría impedir que hiciesen más daño al actor, pero antes de que pudiese hacerlo, un albino de aspecto feroz se lanzó contra él haciéndole caer y revolcándose por el suelo. Ninguno paraba de golpear al otro. Jofiel le incrustó la rodilla en el estómago, mientras Shaman le agarraba del cuello y apretaba.

La lucha estaba muy igualada y nadie podría haber dado un claro ganador si hubiese visto la batalla en ese momento. Dos nuevos luchadores había llegado para apoyar a los Neo-X/Abyss, pero todos ellos estaban agotados, y ninguno disfrutaba tanto de la contienda como los Striker. Pero pronto, muy pronto, alguien ganaría.


Quimera volaba por los pasillos de la mansión buscando a sus amigos, para alertarles sobre lo que recién había sucedido. El virus tecno-orgánico se estaba empezando a infiltrar. Sería solo cuestión de una hora que entrase definitivamente.

Knight se encontraba junto a Rocket y Gamma en la enfermería, y, como ya habían terminado de atenderlo, se estaban retirando. Warren seguía aun en su camilla, aunque ya algo mejor.

Quimera: ¡Chicos!

Rocket: ¡Ey! ¿Qué pasa, Quimera?

Quimera: Tenemos problemas.

Gamma: ¡¿Problemas?! No me digas que…

Quimera: Sí, justo eso. He visto un poco de esa sustancia dentro de la mansión. Es solo cuestión de tiempo que penetre del todo. Tenemos que tomar medidas.

Knight: Pero no podemos irnos aún. El profesor Warren aún no está listo para moverse, y yo…bueno, yo aún no estoy recuperado al cien por cien… Lo siento…

Quimera: …Ok, ok. A ver…entonces, lo primero que haremos será contactar con RoloX. Seguro que él podrá arreglar el sistema de seguridad, o por lo menos reforzarlo. Umm…Deathmaid está con él, ¿verdad? Los chicos se pusieron de acuerdo y siguiendo las instrucciones de Quimera. Knight quedó a cargo de vigilar al profesor Warren, mientras que Gamma, a quien se le veía muy preocupado seguía a la gatita en busca de RoloX y Deathmaid, junto a Rocket.

Gamma: ¡Umm…Dana. Eres Dana, ¿verdad? Emm…¿crees que los demás estudiantes fueron víctimas de ese líquido?

Rocket: Seguro que sí. Vamos a sufrir lo mismo.

Quimera: ¡Rocket! A ver, Gamma, no podemos estar seguros, pero tendremos que considerarlo como una opción lamentablemente.

RoloX: ¿Qué sucede? ¿Acaso hay problemas en la mejoría del profesor Ángel?

Deathmaid: ¡¿Está bien el angelito?!

Quimera: No. RoloX, tenemos que hacer todo lo posible para que el virus no entre.

RoloX: Eso es imposible. La seguridad de la mansión no permitiría que…

Quimera: ¡RoloX, te digo que yo tuve un pequeño encuentro con ellos! ¡Esa…cosa se adapta a cualquier cosa!

Deathmaid: ¿A cualquier cosa?

RoloX: Entonces estamos en problemas. La seguridad de la mansión no durará mucho.

Rocket: Emm…chicos, no quiero arruinar más el momento, pero miren por las cámaras de seguridad…


Todos voltean para ver que la mansión estaba totalmente rodeada por esa masa líquida. Solo un tenue campo de fuerza les separa de la infección. De repente los chicos empiezan a pensar que tal vez no sería tan genial ser un X-Men.

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Knight no sabía de la situación, pero, ya que estaba en la enfermería, atendía al señor Warren y a la señorita Cecilia, quienes estaban en mal estado. El estado de Ángel se estabilizaba rápidamente, "debe de ser un tipo duro", piensa Knight sentándose un segundo a descansar sus propias heridas. De pronto comienza a caminar alrededor de la enfermería, y a confirmar que sus vendas estaban bien puestas. Curiosamente quería seguir platicando con Xia, aunque aquello fuese un poco egoísta debido a la situación. Knight recarga su hombro sobre la ventana y ve los árboles del gran jardín que, si sobrevivía a esto, podría recorrer atravesando la muralla de la mansión y…

Knight: ¡Oh! ¡No![22]

— ¡Whamm-hamm! —La alarma de la mansión había sido accionada por RoloX, y la visión de lo que pasaba afuera hizo que Knight se levantase.

Knight: ¡Oh!… —exclama mientras aparece su armadura— ¡Allá vamos de nuevo!


Rocket: No quiero ser una zombie[26]

Quimera: Querer es poder, …pero no magia.

Deathmaid: No hay dónde esconderse. Estamos fritos, ¡fritos! ¡¿Entienden?!

Knight: ¡Cierra la boca! ¡No podemos desesperarnos! ¿En dónde estaríamos más seguros?

RoloX: Esto-to… ¡Vamos, vengan, todos al sótano! Tal vez estemos-mos más seguros allí.

Gamma: ¡Vengan chicos! ¿Vienen conmigo?


Todos entraron lo más rápido posible al elevador. Gamma llevaba a Warren y a Cecilia en brazos, ya que, afortunadamente, no pesaban demasiado. Un incómodo silencio invadió la cámara los siguientes minutos.

— Segundo subsuelo… Tercer subsuelo… Cuarto subsuelo… ¡Beep!


Las puertas se abren y los chicos pueden ver el laboratorio subterráneo. Éste estaba limpio, aunque algo…frío…seco…y mucho más normal de lo esperado. Una extraña aura de miedo y soledad era sentida por todos. Y aquel silencio…

Deathmaid: …Lindo laboratorio, pero estamos debajo de la tierra. ¿No es algo peligroso?

RoloX: Esa cosa llega-garia a la terraza mucho más rápido. Estamos bien aquí-quí.

Quimera: Estás tartamudeando. No te había oído hablar así antes.

RoloX: Ahora que lo pienso… —dice caminando hacia su panel de control— …no hablamos mucho nosotros dos.


La puerta del elevador se cierra con una nueva puerta blindada. Todas las máquinas armadas se colocan en las paredes, listas para hacer lo primero que se les ordene.

Gamma: Creo que debemos llevar a estos dos a alguna camilla de emergencia…o algo así.

RoloX: Al fo-fondo, a la izquierda.

Knight: Yo te ayudo.


Los dos mutantes llevaron a Warren y a Cecilia a la habitación señalada por RoloX, en la que había un par de camillas con un montón de incómodos artilugios mecánicos en sus cabeceras. Sin mucho tiempo para pensar en las consecuencias, los jóvenes acuestan a los maestros en ellas.

RoloX: Déjame ver qué puedo hacer co-con esta cosa… Necesito más defensa…ya… Energía de reserva… Oxígeno… Hay bastante comida como para unos meses…

Rocket: ¡¿Meses?!

RoloX: Am… ¡Je, je, je! …es solo información. No creo que necesitemos toda esa co-comida.

Deathmaid: Entiendo… Moriremos mucho antes.

RoloX: Yup…

Quimera: Eres un idiota. No es momento para ser sarcástico.

RoloX: ¿Sarcástico? Estamos en un sótano con un-uno de los virus más terribles del mundo. ¿Cuánto tiempo te-tenemos?

Deathmaid: …[30]

Quimera: ¡Cierra la boca, estúpida máquina![1]

Deathmaid: ¡No![26]


El llanto de Reachel fue tal que le quitó toda esperanza a todos en el laboratorio. La desesperación consumió, rápidamente, a todos los mutantes, quienes ocultaban su miedo con silencio.

RoloX: Mmm…

Deathmaid: ¿Por qué?, ¿por qué?, ¿por qué?, ¡¿por qué…?!

Quimera: ¡¿Qué rayos te pasa?!

RoloX: ¿A mí? Estoy diciendo la verdad. Les estoy dando los datos correctos-tos para evitar errores. Si no quieren escuchar la verdad, ¿qué clase de personas son?

Quimera: No me interesan. Entiendo la gravedad de la situación, pero ¡¿cómo puedes decirle esas cosas a Reachel?!

Rocket: Amm… Esto puede sonar algo mal…pero RoloX, ¿has estado expuesto a ese virus?

Quimera: …[30]

Deathmaid: …[30]


Todos dejaron lo que estaban haciendo para acercarse tan rápido como les fue posible.

RoloX: ¡¿De qué hablas?! ¡Soy un androide!, ¡no puedo ser infec-ectado por un virus!

Deathmaid: Pero…pero…¡snif! —Seca sus lágrimas y se hace hacia atrás— …Creí que era un tecno-virus.

RoloX: …¿y…?

Quimera: ¡Todos, aléjense! ¡Vayan a la enfermería!


Las palabras de la gata fueron algo absurdas, puesto que para cuando terminó de hablar todos ya estaban en la enfermería.

Quimera: No te me acerques.

RoloX: ¿Acercarme-me?… ¡Ja, ja, ja!

Quimera: ¿Qué es tan gracioso?

RoloX: Estoy en todas partes, tonta-ta. Este es ¡mí laboratorio!, y puedo hacer, o deshacer, lo que se me plazca. ¡Ja, ja, ja! Estoy en todas partes, y pronto… —Desenfunda su guadaña— …ustedes también es-es-es-es-es-estarán en todas partes. ¡Ja, ja, ja!

Quimera: Pero…nosotros te seguimos…

RoloX: Al fondo de la tierra. ¡Je, je, je! ¡Al fondo del abismo, preciosa!


Entrando por la puerta de la enfermería aparece Knight:

Knight: ¡Oh! No te preocupes —exclama creando su espada-, nosotros somos el abismo[53][9].

Deathmaid: ¡Oh!, ¡por dios! ¡Todos moriremos!

RoloX: No me permito mentir. ¡Ja, ja, ja!

Knight: ¿Sabes?, enséñanos cómo, amigo robot —exclama lanzándose al ataque con su espada para hacer tu corte en la cabeza de su presa, pero es detenido por la guadaña de RoloX. Después hace un swing con la espada hacia su cintura, que es detenido por un giro de RoloX con su arma.

Rolox: ¡No puedes vence-cerme![1] Puedo calcular todo lo que hagas. Puedo…

Knight: …¿Utilizar tu datos para pelear? La esgrima es una pasión que tú, tonto robot, no entenderías. No se trata de datos, se trata de instinto —dice dando una vuelta con su espada a su guadaña—. Déjame decirte que esa guadaña que tienes es soberbia.

Quimera: Bien, chicos, ¡ataquen rápido! y…

Knight: ¡No! —dice enfrentado en un choque de las dos armas— Yo puedo pelear contra él, pero tiene razón: El lugar es suyo. Deberíais de cuidar a los nuevos y a los profesores.

Xia: También eres nuevo, ¿recuerdas?

Knight: ¡Oh!, no en esgrima, amiga, …no en esgrima[1].

Quimera: Solo aguanta. Sacaremos a los heridos y nos reagruparemos.

Knight: Sí, sí. Tómate tu tiempo.


Rápidamente, Quimera y los demás toman a Warren y se acercan al elevador que, obviamente, estaba apagado por los sistemas de RoloX, por lo que Quimera quita la tapa de éste y emprende el vuelo llevando a Cecilia y, después, a Warren, al piso superior, donde RoloX no tendría acceso a ellos, ya que no todo estaba robotizado en la Mansión.

RoloX: ¿Y cuál es tu plan? —pregunta corriendo y saltando, mientras hace un movimiento sobrehumano, mientras gira su torso para dar un corte, de extrema fuerza— ¿Pelear hasta que mueras valientemente? ¡Ja, ja, ja!

Knight: …O hasta que tú mueras deshonrosamente[21].

RoloX: ¿Cómo puedes estar tan feliz? Los datos no concue-erdan. Es incomprensible.

Knight: No eres un mal tipo, solo te contaminaste. Le pasa a cualquiera. No tengo nada contra tí.


Knight pensaba en darle tiempo a sus compañeros. Toda la Mansión, al menos en su parte mecánica, era de RoloX, así que cuanto menos atención pusiera sobre ellos, mejor. Él todavía tenía varias sorpresas bajo la manga.

Rolox: [13] ¿Te das cuenta de que los demás no pueden salir porque afuera está lleno de zombies?

Knight: Claro…y por tu culpa se cuela el virus, dado que tú eres el sistema de seguridad.

RoloX: Chico listo[1].

Knight: …Pero hablando seriamente: Tengo las probabilidades a mi favor.

RoloX: ¡Ja! ¡Ja, ja, ja! —El sonido de su risa se transmitía por los altavoces de la mansión— Estás muy por debajo de las probabilidades, créeme.

Knight: No tienes datos de mí —dice echándose para atrás—. No me has visto en más combates que yo a tí, y tú forma de usar la guadaña es rudimentaria. ¡Ja, ja! Además de que es un arma de movimientos muy cerrados.

RoloX: ¡Calla![1] —exclama dando cortes al aire, donde se encontraba Knight— …Solo te quedaste porque eres un pequeño héroe idiota y suicida.

Knight: Claro. Esa es una razón, y aquí está la otra… —dice sacando otra espada, de casi dos metros, en la otra mano, mientras sellaba su armadura para que no se viera el sudor en su frente— ¡Vamos! Tienes que aceptar que eso nivela la situación …Y hay varias sorpresas más[1] …Realmente espero que te recuperes. Me gustaría practicar después.

Rolox: ¡Practicaré sobre tu tumba![9]

Knight: …[21]


Rocket: Quimera, ¡¿de verdad dejarás atrás y sólo a Knight, con Rolox infectado?! Aún no está recuperado del todo. Recuerda que yo fui quien le puso las vendas ¡y vi sus heridas!

Quimera: Es eso, o dejarlos a ustedes tres sólos con los profesores heridos. No tendrían muchas posibilidades.

Gamma: Realmente deberías tener más fé en nosotros, gatita.

Quimera: ¿Más fé? ¡¿Más fé?! Escúchame bien: ¡¿Sabes que en quien más confianza y fé tenía acaba de revelar que está infectado?! RoloX podría hallar, con sus conocimientos, los pasadizos secretos de la Mansión, y así tendríamos una oportunidad de escapar ilesos, pero ahora ya no. Estamos atrapados aquí, y si el virus ya infectó a RoloX ha sido porque ya está aquí dentro desde hace mucho.

Gamma: ¡Ey! ¡No hay motivo para gritarme!

Quimera: ¿Quieres que te de un motivo…¡eh!, niño? ¡¿Realmente estás tan verde que no ves que estamos contra la pared?! En cuanto el virus entre totalmente, seremos inmediatamente asimilados. ¡Son demasiados!

Deathmaid: ¡Ya dejen de discutir!


Todos voltearon para ver a la sirena que, con lágrimas en los ojos, se tomaba el rostro.

Rocket: …Reachel…

Quimera: Yo…lo siento. Es solo que esto me tiene muy fatigada, pero tienes razón, Rocket, no debemos dejar sólo a Knight allá. Tendré que ir a ayudarle.

Gamma: Entonces ¿sí que nos vas a dejar solos? ¿Ya confías?

Quimera: No. Aún no es buena opción dejarles solos, pero no puedo permitir que otro más caiga infectado. De momento tendrán que arreglárselas, ¿entienden? Rocket, estás al mando hasta que regrese con Miguel.

Deathmaid: ¡¿Y qué pasa si no regresan?![3]

Quimera: Corran como alma que lleva el diablo.


Mientras, Knight seguía luchando valientemente contra RoloX. No dejaba de notar lo débil que estaba aún. Hablando sin parar, y molestando a RoloX, esperaba que se distrajese lo suficiente como para dejarle fuera de peligro, pero esperaba demasiado.

RoloX atacó con su guadaña, pero Knight lo bloqueó fácilmente con su espada, mientras que con la otra, usando el mango, golpeó en el rostro del androide, haciéndolo retroceder.

Knight: ¿Ves? Es solo cuestión de tiempo el vencerte.

Rolox: …Lo mismo digo, Knight.


El virus en el cuerpo computarizado de RoloX tenía efectos cambiantes. Su interfaz permitía que el virus le dominase totalmente, y esto aumentaba el rango de sus habilidades. Era algo que, hasta ahora, Knight no había visto. Rolox, o al menos lo que quedaba de él, empezó a crecer en tamaño. El líquido amarillo que recorría su cuerpo le formó gran variedad de armas, mientras algunos tentáculos tecno-orgánicos salían de su pecho.

Knight: ¡Qué demonios!

RoloX: El metal…sea orgánico o no, es superconductor para nuestro virus tecno-orgánico. Debiste aprender-der eso en las clases de esta tonta mansión[1].

Knight: ¡Agh! ¡Quita tus sucios tentáculos de mí!


RoloX había tomado a Knight con sus tentáculos y estaba preparándose para infectarlo y asimilarlo. Knight, por su parte, logró liberar una mano y cortó un tentáculo, pero este volvió a crecer en seguida.

RoloX: ¡¿Asustado?! ¿Dónde están tus comentarios ahora?…¡eh!, listillo.

Quimera: ¡Déjalo en paz!


La mutante atacó a distancia con su fuego a RoloX, quemando los tentáculos que sujetaban a Knight. Su fuego ya había demostrado, hacía un rato, ser algo eficaz contra el virus.

RoloX: Quimera, No sabes. el gusto que tendré al asimilarte.


Knight y Quimera luchaban juntos contra RoloX. Los dos daban lo mejor de sí mismos, pero parecía inútil, ya que el virus que llenaba el cuerpo de su ex compañero le hacía capaz de adaptarse y anular los ataques ya usados contra él. Esta era una de las características letales del virus.

Knight: …Estamos…perdidos… ¡Ungg! …Mis heridas…¡diablos!…están empezando a abrirse de nuevo.


Quimera veía el tremendo esfuerzo y valor puesto por el joven novato que, a pesar de serlo, lo daba todo. También se acordó de los otros chicos que esperaban fuera de la base. Tenían derecho a tener una oportunidad en la vida. Estaban empezando y ¡no era justo! Los ojos de la gatita se llenaron de lágrimas, pero enseguida se los limpió. Sabía lo que tenía que hacer, después de todo era una Abyss, y Eon, y Shaman, le habían dejado al cargo de estos chicos. No podía fallarles.

Un tentáculo de RoloX avanzó velozmente contra Knight. Sin duda, el androide le había puesto como prioridad número uno, pero entonces, mientras el chico intentaba cortar y protegerse con su espada, de la nada una silueta saltó frente a él. Quimera se interponía entre el virus y él.

Knight: ¡No! ¡¿Qué estás haciendo, Dana?!

Quimera: ¡Knight!, ¡¿a qué esperas?! ¡Tienes que sacar a los demás con vida de aquí! Hazlo. Yo os daré esa oportunidad…¡Agh!…

RoloX: Niña tonta, estás siendo absorbida. ¡Ja, ja, ja!

Quimera: Sí, pero no sin antes…

Rolox: No sin antes…¿qué?


Quimera sonrió dulcemente, volteando hasta Knight. Entonces, despidiéndose, emprendió el vuelo, moviendo sus alas con gran fuerza para elevar también a Rolox, llegó hasta el techo y lanzó una gran llamarada contra la puerta del pequeño ferrocarril, que se había cerrado minutos atrás. y que se fundió, dejando espacio para entrar al muchacho.

RoloX terminaba de absorber a la mutante, contaminándola, e intentaba hacerlo rápido, pero iba tan veloz como podía.

Knight conteniendo las enormes ganas de lanzarse y tratar de liberar a su amiga, entendía muy bien lo que debía hacer: Se dio la vuelta para ir a por sus amigos. Ahora tenían cómo escapar por el pequeño ferrocarril que les sacaría lejos de la mansión por una serie de túneles.

Knight: Dana…Dana…Dana[26]… —repetía, constantemente, Miguel, mientras las lágrimas corrían de sus ojos por el viento que pegaba frente a su cara, mientras se dirigía hacia los demás.


Mientras en la ciudad, el pequeño Touch miraba con atención la escandalosa visión que ofrecían esos superseres en medio de una ciudad desierta. Matt le volvió a mirar, con un sentimiento de protección hacia él.

— Chico, escóndete entre esos escombros. Ahí estarás a salvo. Prometo que volveré enseguida ¿Eh?


El morlock puso su mano sobre el rostro de Matt, asintiendo con la cabeza. Matt le dedicó una mirada de ternura, impropia de él, y dijo:

— No me hagas llorar, mocoso. Y ahora, vete.


Tras irse el pequeño Morlock, Sonne se detuvo un momento a mirar el panorama. No sabía ni por dónde empezar. Centró su mirada en un tío que abría una especie de “agujeros” en el aire, por el que salían bestias.

— Voy a por ese cabrón.


Matt comenzó a correr, decidido a darle lo suyo. Nightmare, que era el nombre de ese chico, apenas pudo reaccionar cuando vio a un tío, al que no había visto nunca, lanzándose sobre él.

Sonne le propinó un soberbio puñetazo en la cara. Nigthmare, sin apenas tiempo de reaccionar y tan solo por pura inercia, le lanzó un derechazo, que Sonne se tragó de lleno. Ante esto, alzó el puño, pero su contrincante le detuvo. Alzo el otro, y Nigthmare le cogió del brazo también.

— ¡Vaya! No sabía que los Dark Strikers se dedicasen a recoger niñatos ahora… –dijo Nigthmare en tono de mofa, mientras forcejeaban.

— ¿Los qué? Tío, necesitas que te refresque la memoria…


Sin posibilidad de usar los puños, Matt le soltó un cabezazo a Nigthmare, que lo dejó aturdido lo suficiente como para que Sonne comenzara a pegarle metódicamente, usando sus técnicas de aikido. Empezaba a disfrutar con esto

"“Hacía mucho que no soltaba un par de hostias limpias”" —pensó Matt.


Tras unos cuantos golpes de manos, Nigthmare logró cortar el ataque de su rival, y mirando fijamente a Matt dijo:

— Mira detrás de tí, pringado.


Sonne se dio la vuelta y contempló cómo dos pequeños dragoncitos, parecidos a la mascota de su profesora Kitty Pride, estaban frente a él. Los observó un segundo antes de decir:

— ¡Gilipollas!, …esto era entre tú y yo, y sin poderes.


Los dragones escupieron bocanadas de fuego, a la par que a Sonne se le escapó un “¡ja!”. Sus ojos se volvieron azules al instante, y las llamas, ante el asombro de Nigthmare, comenzaron a dirigirse hacia él, quien las esquivaba de un salto. Cuando Sonne fue a contraatacar alzando el puño, ambos fueron detenidos en seco, llevándose sendas manos a la cabeza.

— ""¡Brian, Matt! ¿Qué os creéis que estáis haciendo?"" —La voz telepática de Shaman era como si tu profesor te estuviera "dando la moralina"[54] por haber copiado en el examen. Al menos así le recordó a Matt.


Shaman lanzó una descarga psíquica a los dos mutantes, que pronto se miraron avergonzados.

— ""La culpa es tuya por no decirme quién está, o no está, en mi equipo, tío.""

— ""Discutiremos eso en otro momento. Ahora, poneos en marcha.""


Matt y Brian se miraron en silencio.

Brian: Empezaste tú, idiota.

Matt: ¿Cómo iba a saber que un tío que crea monstruos iba a ser bueno?

Brian: ¿Lo estás diciendo en serio?

Matt: Oye, mira, déjalo. Por cierto…¿me podrías dejar a esas dos monadas? —dice señalando a los dragones— Tengo una idea.

Brian: Son todo tuyos, idiota, pero después tendremos una conversación.


Matt empezó a alejarse, escoltado por los dos dragones que, a una señal de Nigthmare, le siguieron.

— …Sí, sí, luego te dejaré que me des con la fusta.

""Sonne, busca a Terrank. Necesita ayuda.""

— Ok, ¡vamos!


Sonne se dispuso a observar, buscando al joven modelo.

— ¡Steve! —Al llegar hasta él, vio cómo una mujer delgada, pálida y de pelo negro acariciaba el cuerpo inconsciente de Terrank con un cuchillo.


Matt se frenó en seco, con los dos dragones revoloteando alrededor de su figura. ¿Quién era esa mujer? ¿Era mutante también?. Pensó en cómo atacarle, aún sabiendo que no tenía mucho tiempo antes de que empezara a usar ese cuchillo a modo de jamonero.


Xia: A ver, Chicos, ahora qué hacemos.

Gamma: Escapar. Quimera nos dijo eso…

Xia: Sí, pero no podemos dejarlos atrás.

Deathmaid: Ella nos dijo que saliéramos, así que hay que hacerlo. Ella tiene la experiencia suficiente como para salir viva con Miguel.

Gamma: ¡Miren!, algo se mueve allá.

Xia: ¡Ay, no!, ¡el virus! A mi me da…

Deathmaid: ¡No, no! Es…Miguel.


Miguel estaba muy mal. Llorando, recostado y caminando con las fuerzas justa. Xia corrió y le preguntó qué le pasaba, pero él no dejaba de llorar y llorar.

Xia: A ver, si no te calmas no te voy a entender.

Miguel: ¡No! ¿Por qué la vida es tan cruel? ¡No! Ella era genial.

Xia: ¿De quién hablas? Espera, ¿dónde está la gata?

Miguel: RoloX se la llevó. ¡No!

Xia: ¡Oh, no! No puede ser. Tiene que ser una broma.

Xia se sentó acostada contra la pared. De pronto tenía mucho miedo. Lágrimas brotaban de sus ojos al ver a Reachel llorando también, y a Gamma abrazándola. Todos estaban destrozados, pero al parecer las lágrimas no iban a calmar el dolor de la pérdida de una amiga que ahora estaba contagiada. Miguel se detiene y da un grito, que retumbó entre las paredes:

Miguel: ¡Avancen, ya! Larguémonos.

Xia: ¡Por fin reaccionastes! —dice deteniéndose— Tú dirás qué hacemos.

Miguel: Subamos…bajemos…cómo sea…

Deathmaid: Vayamos arriba, pero por las escaleras, ¿ok?

Gamma: ¡Sí! Tal vez RoloX aún no está destruido.


Los chicos subieron mientras Xia hacía agujeros por los cuartos, para no tener que toparse con el virus. Todos subían corriendo, ya que el virus dominaba los pisos inferiores, cuando, de pronto en las escaleras, un poco del virus rompió el suelo donde se hallaban, haciendo que Xia resbalara y estuviera a punto de caer. Gamma la tomó de la mano, pero, al parecer, no sería suficiente. Deathmaid y Knight quedaron separados por una acumulacion del virus que les impedía pasar.

Miguel: ¡No, no, no! Xia, sostente. Gamma agárrala fuerte. ¡¿Cómo mierda pasamos ahora?!

Deathmaid: Por favor. Ya no más.

Gamma: No te voy a dejar…

Xia: Suéltame y sálvate. Ya me cogió de los pies. Yo no tengo salvación, y no quiero que te contagies.

Miguel: No. No lo hagas. Ella no sabe de lo que habla.

Gamma: Pesas…mucho…

Xia: Esto de aquí no me va dejar escapar. Vete. Los tres saldrán de aquí. Váyanse.


El virus venía por la espalada de Gamma, quien, aunque se dió cuenta, no dejaba de sostener a la chica. Xia también se percató de la situación y, convirtiendo su dedos en misiles, los lanzó. Así, Gamma reaccionó y la soltó, cayendo sobre el virus que la tragó por completo.

Gamma: ¡No!

Miguel: ¡Mierda! Ya no… ¡Xia, regresa!

Reachel: ¡Oh, Dios! ¡No, por favor!

Miguel: ¡Oh, no! ¡Gamma, sal de ahí! ¡Sal de ahí, rápido!


Knight: ¡No!

Deathmaid: ¡Ah! …¡Jamás lo lograremos! Caemos uno a uno. Yo… ¡Buah!


Gamma retrocedió. Knight tiró unos libreros[55], pero apenas le darían algunos segundos. Deathmaid y Knight se arrinconaron contra la pared, pero Gamma estaba en el otro lado y tampoco podría hacer nada más. Estaban rodeados.

Deathmaid: ¡Oh, por favor, no! ¡No! Todos van cayendo. ¡No quiero morir!


Knight se hacía hacia un lado. Las caídas de sus compañeras habían sido muy rápidas. Xia había caído, y un profundo sentimiento de tristeza lo inundaba. Gamma estaba contra una pared al otro lado de la sala, y con el virus bloqueándole.Deathmaid se pudo poner al lado de Gamma, cerca de las una serie de cuartos.

Knight: Deberíamos salir por detrás. ¡Oh, dios! ¿qué ha pasado aquí?[26]

Deathmaid: ¿Qué sentido tiene? Estamos rodeados[26]

Knight: …


El virus pasó por los libreros[55] y avanzó, rápidamente, hacia la esquina donde se encontraban todos. Con la evolución que el virus le había dado a RoloX, ahora éste se movía a placer. Knight se para frente a ellos intentando defenderlos, aunque sabía que era inútil contra esa cosa, por lo que el virus se acercó. De pronto, las llamas tomaron el virus, que empezó a retroceder por momentos, haciéndose pequeño, hasta que ese avance se detuvo. Todos se voltearon rápidamente.

Deathmaid: ¡¿Dana?!

Felix: No, lo siento. La vi en el aire con RoloX y vine aquí, a la estancia, lo más rápido que pude. ¿Qué…qué pasa? ¿Por qué están así?

Deathmaid: ¡Todos cayeron! Rolox era malo, Quimera salvó a Knight y… ¡Buah! …Xia también cayó. ¡Vamos a morir![26]

Felix: ¡Oh, no!


Acababa de llegar, pero Felix se dio cuenta de la situación: No tenían oportunidad contra el virus, así que se sentó junto a Gamma y Deathmaid, quien no paraba de llorar. Gamma veía todo, y agachaba la cabeza. Todos esperaban que el virus llegara de nuevo. Knight se recargó contra una pared, se puso la mano en la cara y pensó en cómo habían caído sus compañeros. Él no habría dudado en dar su vida, pero ver la de los demás…, a Dana salvándolos de RoloX, y Xia salvando a Gamma… Él estaba herido, bastante herido, Deathamaid en un total caos y Felix, y Gamma, desesperanzados. Miguel pensó en lo que pasaba y entonces tomó una decisión: Los sacaría de allí. Tenía que hacerlo.

Knight: ¡Chicos!, debemos de irnos. El virus no tardará en recuperarse.

Deathmaid: ¡Uuu…! ~¡Snif!~ ¿Y qué importa? Moriremos aquí[26]


Inclusive la siempre alegre cara de Felix, mostraba la cruel realidad, pero por terquedad, o tristeza, Knight siguió hablando.

Knight: Chicos, yo…no diré que tenemos muchas oportunidades. No les mentiré. Estoy completamente dolorido. El virus nos rodea…y no somos los más experimentados de todos, pero no me rendiré hasta que mi último aliento se mantenga. Intentaré llegar a quienes están haciendo esto, y los defenderé hasta mi último aliento. Chicos, ¡debemos intentarlo! La señorita Dana,…Xia,…ellas así lo quisieron. ¿No? ¡No me quedaré aquí! ¡No dejaré que su caída sea en vano! ¡Acabaremos con este virus, y recuperaremos a los nuestros! ¡Vamos!


Knight esperaba que sus palabras hicieran eco en sus compañeros. Felix parecía reaccionar, pero no se le veía lo suficientemente convencido, así que Knight se quitó el casco.

Knight: Chicos, no permitiré que caigan. Podemos hacerlo. Podemos salir de aquí.

Deathmaid: E ir a dónde. ¡Todo el mundo está infectado![26]

Knight: …Directos a la fuente.

Gamma: ¿La ciudad?

Knight: …A quien haya hecho esto[9]. Tenemos que acabar con ellos.

Felix: Haré todo lo que pueda —dice levantándose.

Gamma: Estoy contigo…


Deathmaid se arrinconaba llorando en la pared. Knight se acercó a ella. El movimiento del virus había vuelto a comenzar, así que Knight le extendió la mano a Reachel.

Knight: No permitiré que mueran. Siempre estará mi mano par ayudarles.

Deathmaid: …[26]¿lo prometes?

Knight: Lo prometo. Ahora —dice levantando a Deathmaid y limpiando sus lágrimas— …¡corran!

Felix: ¿A dónde?

Knight: ¿Dónde está el garaje?

Deathamaid: …¡Por acá!


Todos corrieron, tan rápidamente como podían, hacia el garaje. La puerta estaba cerrada, pero un golpe de Knight en los circuitos, y sin RoloX para detenerlos, pudieron entrar. Dentro estaban los coches, pero dos de ellos ya estaban contaminados, y el virus continuaba avanzando rápido. Había uno azul metálico a la orilla. Knight abrió la puerta del conductor y buscó las llaves entre las cosas rápidamente. No tardó en encontrarlas y arrancó el auto. Delante iba Deathmaid, y detrás los demás.

Knight: ¿Todos listos?…Bien. Agarrénse.

Acelerando a todo lo que pudo, tumba la cochera y sale de allí, dirigiéndose a la puerta de la mansión, pero esta está llena de zombies tecno-orgánicos. Knight mira a todos y acelera a fondo.

— ""Cumpliré mi promesa, Reachel. Cumpliré mi promesa, Reachel."" —Repetía mental y constantemente Knight, mientras el coche salía disparado hacia las rejas.


El auto estaba ya a varios metros, cuando RoloX, finalmente, rompe la última puerta de salida, con Quimera sobrevolándole, llena de tecno-virus y con sus ojos completamente negros.

RoloX: La carne escapa-pa. ¿Qué crees que debemos hacer?

Quimera: …

RoloX: ¡Ah!, lo olvidé. No puedes hablar, pensar o sentir. ¡Je, je, je! Esto es nuevo para mí-mí. El olor del miedo, el dulce sonido de los gritos es…hermoso.


Una enorme plataforma de virus se elevó de un agujero en el piso, del cual se surgió Xia.

RoloX: Buenas noches, hermana. ¿Con ham-hambre?

Rocket: …

RoloX: Perfecto. Sube a mi espalda. —diciendo esto, Xia dio un salto sobrehumano, para caer justo en los hombros del androide. Una asquerosa masa amarilla se creó debajo de él, y a su alrededor, moviendolo como un barco a motor a través de la calle. Por supuesto, seguidos a igual velocidad por Quimera volando.


Deathmaid: Perdón…perdón por actuar así. No puedo controlarme[26].

Knight: No te preocupes. A todos nos pasa a veces.

Gamma: ¿Te ha pasado a ti?

Knight: ¡¿Estás loco?!, ¡yo soy perfecto y jamás me he desesperado!

Deathmaid: ¡Ji, ji, ji![17][21]


Knight sonríe[56] conduciendo a mil por hora, y evadiendo zombies. El auto se dirigía "a quién sabe dónde", perseguidos por una extraña figura.

Knight: …

Gamma: …

Felix: ¿…?

Deathmaid: ¿Por qué están tan callados?

— ¡Grah! ¡Gra, ja, ja, ja!


Todos se dieron la vuelta para ver lo que era obvio: Tres de sus mejores amigos los perseguían a toda velocidad. Cada vez más y más cerca.

Deathmaid: ¡Se acabó! ¡Detén el auto!

Knight: No seas imprudente. De nada serviría que te matasen aquí y ahora. Además, no puedes hacer mucho contra ellos.

Deathmaid: Veo que no has leído los archivos. Como quieras. ¿Cuál es el plan?

Felix: Puedo darles más tiempo. Tal vez con un muro de fuego pueda detenerles.

Knight: …Intentalo.

Felix: …[4]


Antes de poder comenzar con las llamas, el auto ya estaba siendo atacado por el fuego de Quimera y proyectiles de Rocket. Al parecer, todo estaba bien calculado desde el principio. Miguel hizo lo imposible para tomar el control del auto y, despues de eso, Felix levantó el muro de fuego.

Al principio parecía que los atacantes se ralentizaban, pero finalmente continuaron avanzando, incluso a través de las llamas. La carne de Dana y Xia comenzaba a calcinarse, pero continuaban avanzando.

RoloX: Se detendrán tarde o temprano. y estoy seguro de que será temprano. Después de todo, no matarán a sus propios hermanos, a diferencia de nosotros. ¡Ja, ja, ja!

Gamma: ¡Basta! ¡No funciona!

Felix: ¡Maldita sea! —exclama bajando el muro de fuego— ¿Y ahora qué?

Deathmaid: …¡Je, je! ¿Por qué no os interesa lastimarles?

Knight: ¡¿Qué?![30]

Gamma: ¡Por Dios! Realmente estás perdiendo la razón, sirenita.

Deathmaid: …Aceptenlo: Ser una inocente niña no es…útil. Lo que este momento necesita son personas que actúen.


Todos estaban algo deprimidos al ver que la inocencia de Reachel se desvanecía a lo largo del combate. Poco a poco, aquello que la había hecho tan alegre y simpática, estaba muriendo. Toda su esperanza y optimismo moría al ver lo que alguna vez pudo ser su familia muriendo, por su propia voluntad.

Deathmaid: No hay lugar para la mi viejo yo en este momento.

Knight: Si lastimas personas…jamás volverás a ser lo que has sido.

Deathmaid: …No me importa.

Knight: Reachel, …lamento que te sientas así.

Felix: Todos pasamos por momentos difíciles, pero no deben convertirnos en individuos insensibles.

Gamma: Porque…


Un nuevo ataque de cohetes y fuego fue lanzado sobre el, ya dañado, auto, pero Reachel no parpadeó.

Deathmaid: Detén el maldito auto ¡ahora!


Knight: No lo haré.

Deathmaid: No te lo estoy preguntando. Te digo que…

Knight: Reachel, por favor. Eres una persona tierna y amable. No tiene sentido lo que dices. No pierdas la esperanza.

Deathmaid: ¡Tan solo detente!

Knight: ¡No me levantes la voz! Te dije que me aseguraría de que vivirás…todos ustedes, y así lo haré[9], …pero si estás tan gustosa de pelear, que así sea —dice acelerando y dando una vuelta de 180 grados, quedando de frente a RoloX, Quimera y Xia, quienes se acercaban, y deteniendo el auto.

Deathmaid: Bien…

Knight: ¡Alto! Todavía no bajen. Si vamos a pelear, permítanme dirigirles.

Felix: Está bien. Te dije que estábamos juntos.

Knight: Bien. Bajen.


Todos bajaron, excepto el propio Knight, quien se aferraba al volante y miraba fijamente cómo se acercaba RoloX junto a Dana y Xia, y los demás esperaban en posiciones de pelea. Gamma miró a Knight.

Gamma: ¿Qué haces ahí?

Knight: Gamma, …¿crees que podrías noquear a Rocket con tu maletín sin lastimarla demasiado?

Gamma: Yo… Claro.

Knight: Bien. Dile a Reachel y Felix que tomen a Quimera, es la más experimentada. RoloX es mío.

RoloX: ¡Ja, ja, ja! Qué deli-icia. Ustedes serán nuestros nuevos hermanos… ¿Qué…? ¡M LKLJIA CV UJJZZQA![30]


Knight se había quedado parado lo suficiente como para que los parámetros de evasión de RoloX no se activasen, pues no había peligro. Por lo tanto, al estar cerca, RoloX no pudo evitar el carro que se abalanzó sobre él.

¡Crash! El golpe fue contundente, pero Knight bajó del carro rápidamente.

RoloX: ¡Ja, ja, ja! No aprend-des. Sé que estás débil, y mis tentáculos tomarán y contaminarán tu metal —amenazaba mientras movía su guadaña—. Mejor no lo pongas más difícil.

Knight: ¡Cállate! —exclama, sacando sus dos espadas— Si tocas a alguno de ellos ¡lo pagarás!

RoloX: ¡Oh! —dice sacando sus tentáculos—, pero qué necio er-res.


Rolox pego rápidamente los tentáculos a la armadura de Knight, pero, aunque contaminó una parte de la armadura y de la cota, el pedazo cayó al suelo, dejando una nueva perfecta parte de armadura, mientras la infectada se deshacía.

Knight: ¡Sorpresa! No puedes contaminarme[1].


Knight, rápidamente, empezó a efectuar cortes algo enfurecido, pero concentrado y precisos. Las lágrimas brotaban por los ojos de Knight, mientras hablaba:

Knight: ¡Mira lo que les has hecho! ¡No saldrás de aquí!

RoloX: Te gastarás peleando contra mí, y no no-no te levantarás.

Knight: …Puede que así sea…


Tony observaba el campo de batalla. Ya habían caído varios héroes, aunque él no los conocía demasiado…o quizá sí… Por ahora, su mente estaba algo confusa y solo sabía que no podía permitir que Eon o Shaman saliesen heridos. Ambos estaban luchando contra contrincantes muy poderosos. Sin embargo, ellos no parecían estar en un peligro tan inminente como Enix. La chica estaba muy herida, tanto que un solo golpe de Revenge podría matarla, y esa bestia negra no iba a contenerse con ella. Ni mucho menos. Echó un vistazo al resto, y tomó una decisión: si hacía caer a Enix, antes de que el psicópata la alcanzase, no la mataría. Además, nadie se extrañaría si, durante el proceso, algunas de sus balas impactaban en él.

Con un gesto hábil, sacó dos pequeños proyectiles de cristal e hizo algo que hacía mucho tiempo que no practicaba: Crearía tres de sus proyectiles explosivos. Tony podía “endurecer” objetos para lanzarlos, pero hace tiempo que descubrió que era capaz de crear pequeñas esferas púrpuras cargadas de pequeñas dosis de nitroglicerina. Aunque podría recargarlas esta vez, no quería causar heridas profundas en Enix. Aunque cargar los vidrios lo dejaría agotado, al ser pocos los objetivos, y de poca carga, estaría bien.

Tony Se preparó y lanzó los cristales a su objetivo. Con que una solo de esas "balas" rozase la cabeza de la chica, el impacto la noquearía y caería inconsciente, antes de que Revenge la destripara. Saltó hacia delante y lanzó los tres explosivos, aprovechando que el combate se recrudecía.

Con la excusa de que se movían mucho, impactaría sobre su "compañero", al que le haría tres buenas heridas.

"“Esto, "Lobo feroz", sí que te va a doler”"


Mientras Il Tiratore hacia esto, tuvo una sensación extraña que lo dejó tumbado. Al voltearse lo entendió todo: Un espíritu lo había traspasado. Medium le atacaba lanzando unos cuantos espíritus más, pero Tony los frenó lanzando algunas piedras un poco cargadas de aquel líquido explosivo.

Medium no se iba a rendir fácilmente, así que invocó una gran cantidad de espíritus, que empezaron a girar alrededor de Tony mientras pensaban en atacarle juntos.

Tony recordó aquella vez que intentó atacar a Adonis con una lluvia de meteoritos, que se dispersaron por el campo. Trataría de hacerlo de nuevo.

Mientras huía de los espíritus, Il Tiratore tomó algunas rocas bastante grandes y las puso sobre una tabla que estaba inclinada. Corrió rápidamente a un lugar elevado y saltó, con todas sus fuerzas, al otro extremo de la tabla, que hizo palanca, lanzando las rocas muy alto.

No tenía tiempo que perder, así que creó algunos proyectiles pequeños y los lanzó a las rocas en el aire. Al explotar, pequeñas rocas en llamas caían por doquier. Pudo detener a algunos espíritus, pero un par de ellos le dieron en el pecho. Ahora Tony se encontraba muy débil, pero había superado lo peor. No sabía como repercutiría la lluvia de rocas en el campo.


En las calles.

Knight batallaba contra RoloX, mientras que Gamma se preparaba para usar su maleta con Xia. Mientras tanto, Felix y Reachel le estaban dando duro a Quimera. Ella les lanzaba fuego, pero Felix usaba su poder para alejarla, mientras que Deathmaid la atacaba con sus garras.

— Perdóname, gatita —decía Reachel con lágrimas—. ¡Ja, ja, ja! ¡Toma esto! —decía cambiando su cara— Y es… ¡Ahh!


Alguien había tomado a Reachel por el hombro, y le había proporcionado un golpe directo en la cara. Un chico de pelo negro y uniforme de Hombre-X había sido el responsable, y estaba parado junto a Quimera.

Felix intentó tomar al sujeto por la espalda, pero el chico le agarró por el brazo, y, con una llave sobre su cuerpo, lo lanzó muy lejos. Ahora era Quimera quien se elevaba a por el chico de fuego.

— Y éste ¡¿quién demonios es?! —preguntaba Gamma a Knight.

— ¿Eh…? ¡Oh, Dios! Es una larga historia. Se llama Samuel y también está infectado.

— ¡Swamp! ¡Argh! —rugía Reachel mientras se incorporaba. Ya no era aquella niña inocente, ahora estaba furiosa.

— Mmmm…¡je, je, je!… ¡Ja, ja, ja! —Samuel reía como un loco, mientras se recubría de su lodo, amarillo en esta ocasión.


La batalla entre ellos iba a empezar. Gamma se enfrentaba a Rocket, mientras veía muy claro lo que iba a suceder. Se estaban enfrentando fuego contra fuego, metal contra metal y veneno contra veneno: Nada bueno podía salir de ahí.


Knight: …

RoloX: ¡Ja, ja, ja! ¡Somos ine-evitables!


Knight veía la situación, y se puso junto al carro. Vio a Felix caer desde una punta al suelo, mientras peleaba contra Quimera. Deathmaid tiraba rápidos zarpazos contra Swamp, quien evitaba, como podía, sus ataques. Gamma se alejaba de Rocket y se preparaba para usar su poder, pero no podía, dado que tenía que cubrirse, con el maletín, de los cohetes de Xia.

RoloX: ¡¿Estás anali-izando datos?! ¡Ja, ja! Comprensible, pero inservible.

Knight: ¿Pensaste que me paré aquí por una imprudencia de Reachel?[9]

RoloX: ¿Qué imp-prudencia?

Knight: Olvídalo…

RoloX: ¡La desesperación os invade!, puedo ver sus esca-alímetros. ¡Ja, ja, ja! Reachel está fuera de escala. Tú-tú-tú tienes la adrenalina alta, pero cuando se te baje, caerás. ¡Ja, ja, ja!

Knight: ¡Oh! No te preocupes. ¡Todo acabará muy bien!


Knight se acercaba al auto que él mismo había estrellado. Se hacía para atrás y empezó a dirigir. Sus fuerzas menguaban y tenía que dar solución a este asunto.

Knight: ¡Todos!, ¡síganme!

RoloX: ¡No tienes ninguna probabi-ilidad de escapar! ¡Ja, ja, ja!

Deathmaid: ¡Puedo tumbarlo!

Gamma: ¡Ya voy! Estoy ocupado.


Felix se acercaba a Knight manteniendo a Quimera ha distancia, hasta que llegó a un punto en el que quedó espalda con espalda junto a Knight.

Knight: Cuando te diga… —le susurra al oído— …tumba a Quimera hacia el coche y prende mi espada.

Felix: Sip

RoloX: Tus planes no son suficientes. Estás a pocos mo-mo-momentos[1]

Knight: ¡Reachel!, ven para acá. ¡Rayos!


Deathmaid se acercaba, pero el lodo no le dejaba moverse. Swamp estaba empezando a ganarle terreno, y el veneno de la sirena no surtía efecto sobre él. Gamma empezó a correr: Su poder afectaba a humanos, no a máquinas.

Knight: ¡Gamma!, ¡esparce miedo!

Gamma: Mi poder no funciona así. Debo de tomarlo de alguien…

Knight: …¡Reachel! ¡Toma los sentimientos de Reachel!


Gamma entendió, claramente, lo que le pedía. Rápidamente tomó los sentimientos que predominaban en Reachel: Desesperación, temor y furia. Era mucho a contener, pero estaba listo.

Knight: ¡No lo lances! ¡Acércate a nosotros! Reachel, por lo que más quieras, ¡ven!


Reachel, con toda la fuerza de su cola, logra zafarse del fango. Los cohetes perseguían a Gamma, pero aún así logra llegar al lado de Knight y Felix. Todos formaban una línea junto a Gamma, mientras que todos los infectados corrían tras ellos. Detrás de los infectados se encontraba el coche.

Knight: ¡Ahora, Gamma!


Gamma abrió su portafolio. Aún cuando tenían partes robóticas, seguían teniendo partes humanas a las que les afectó, sobremanera, el poder de Gamma. Todo el grupo de nuevos estaba a su lado, así que el poder de Gamma no les afectó. El sentimiento concentrado de Reachel sobre todos ellos los desorientó por completo. A todos, excepto a uno.

RoloX: ¡Guau! Casi lo logras. ¡Ja, ja, ja! ¿Cuánto durará? ¿Segundos? ¿Dos minutos tal vez?

Knight: ¡Lo suficiente! —dice embistiendo a RoloX.

RoloX: ¡Qué car-ajos!


Knight llega hasta el auto y deshace una de sus espadas, transformándola en más armadura y, con los dos brazos, detiene a RoloX.

Knight: Reachel, ¡golpea con toda tu fuerza a Swamp! Gamma, ¡lo mismo en Xia! Felix…¡ahora!


Deathmaid aplica un golpe con su cola sobre Swamp, que lo manda a volar a un lado del carro. Gamma, no siendo muy amigo de los golpes, utiliza la inteligencia y tumba, hacia el carro, a Xia con un golpe del maletín. Felix, con el estilo de su arte marcial, de una patada tumba a Quimera hacia el mismo lugar, para después prender la espada de Knight en fuego, quien estaba encima del cofre[57] del auto, y bajo él, RoloX.

Felix: ¡No se quedará prendida lo suficiente!

Knight: No te preocupes. No lo necesito por mucho tiempo.


Knight clava la espada frente a RoloX a un velocidad, y fuerza, gracias a un último arranque de adrenalina, que su cuerpo le había regalado como un milagro. RoloX lo esquiva, moviendo la cabeza de forma inhumana, doblando el cuello completamente a un lado.

Rolox: ¡Ja, ja, ja! ¡¿Ese-se e-era tu plan?!

Knight: No. Era este…

Felix: ¡No!

¡Boom!


RoloX no se dio cuenta, pero el golpe que pensaba que iba dirigido hacia él, realmente lo hacía hacia el motor de carro y con una espada de casi dos metros, no fue difícil llegar hasta ahí. La explosión fue ensordecedora, y Gamma, Felix y Reachel esperaban lo peor.

De entre el fuego y las llamas surge Knight, para sorpresa de todos, pero con la armadura hecha pedazos y varias partes del cuerpo quemadas.

Knight: Te-tenemos que irn-irnos… —dice cayendo hincado, y deshaciendo su armadura— Ellos…se recuperarán. Espero haber complacido tu deseo… ¡Cof!, ¡cof! Reach…oh…


Knight cae al suelo, sin su armadura y cerrando los ojos. No tenía fuerzas para levantarlo, y ya estaba demasiado golpeado. Felix levanta el cuerpo de Miguel, Reachel baja la cabeza y comienza a hundirse en llanto de nuevo. Gamma no sabe qué decir, y Knight…habla.

Knight: ¡Ey! No he muerto, …pero necesito un hospital. En serio…no…llo…res, …Reachel.


Felix y Gamma toman sendos brazos de Knight, y se apresuran a caminar hacia un suburbio cerca de allí, a lo que parece ser una clínica abandonada. Por fortuna, los únicos rastros de virus en este lado de la ciudad eran sus compañeros contaminados.


Todos estaban en el hospital. Felix llevaba a Knight a la espalda y lo dejó en una camilla.

Felix: ¡Vamos, Knight! Aguanta. No te puedes morir.

Knight: Felix, necesito… —Knight pierde el conocimiento y Felix, sorprendido, no sabe qué hacer.

Felix: Knight.

Deathmaid: Felix, tranquilo. Necesita sangre.

Felix: Ok. Aquí hay para una transfusión, ¿pero qué tipo de sangre tiene?

Deathmaid: Hay que preguntarle.

Felix: ¡Rayos! Knight, si me escuchas, por favor, despierta. ¡Vamos, Knight!

Knight: ¡Oye!, tranquilo. Aquí estoy. Baja la voz.

Felix: Knight, ¿qué tipo de sangre tienes? Necesitas una transfusión. Vamos, dinos.

Knight: Mmm…ah…soy…A+.


En ese momento vuelve a perder el conocimiento.

Felix: Muy bien. Es mi tipo de sangre. Maldito seas, Knight. Eres un suertudo. ¡Je, je!

Deathmaid: Será mejor que te apresures.

Felix: Pero no sé cómo usar esto…

Voz: Quizá yo te pueda ayudar con eso.

Felix: ¿Quién anda por ahí? —pregunta Felix, iluminando todo lo que pudo del cuarto.

Spider-Woman: Soy Spider-Woman.

Felix: ¡Spider-Woman! ¡Gracias!

Spider-Woman: Muy bien. Ahora…


Spider-Woman lo prepara todo y empieza la transfusión de sangre.

Felix: ¡Vamos, Knight! No dejaré que te mueras[13]

Spider-Woman: Muy bien. Con eso es suficiente. Si le das más, puede que te desmayes.

Felix: Muy bien.

Spider-Woman: Será mejor que descansen. El resto y yo nos quedaremos para protegerles.

Felix: Muy bien, y oye, gracias. Por cierto, no soy desagradecido, pero…¿qué haces aquí?[6]


Spider-Woman miró al suelo, y luego levantó la mirada, comentando:

Spider-Woman: La verdad es que vine a buscar a los X-Men, pero ahora que los veo así…ustedes deben de ser de allí, ¿verdad?

Felix: Sí, claro.

Spider-Woman: ¿Están los X-Men?…

Felix: …¿Transformados? ¡Oh, no! Ellos no están aquí.

Spider-Woman: ¡Oh!, muy bien. Bueno, nos veremos.

Felix: ¡Espera! ¿A dónde vas?

Spider-Woman: Tengo que ir a buscar la fuente y los demás héroes que están bien.

Felix: Y ¿ya saben dónde está el que está haciendo esto?

Spider-Woman: Parece que en la ciudad, pero aún no estoy segura.

Felix: …¿Podemos ir contigo?

Spider-Woman: …[13]


RoloX: Diversión, emoción, pasión-pasión-pasión… ~REPARACION COMPLETA~


Todos los infectados se levantan lentamente. Tras la batalla perdida, poco a poco sus fuerzas se restablecían por el mismo virus que los cubría. Las heridas cicatrizaban, y cada fluido corporal indispensable se restablecía: Sangre, adrenalina, sudor,…alma.

RoloX: Inteligente, sagaz, astuto, controlado, poderoso. Debe ser nuestro, ese al que llaman…Knight.

Swamp: Mmm…¡ow! ¡K-k-kkk!…

RoloX: ¿Qué le o-ocurre a éste? Es como si… ¡Por supuesto! Su poder se ha adap-aptado al virus, así como a mi mente. No puede pensar, aunque podrías hablar con un poco de ayuda. Mmm…encontrare bue-buen uso de tí, hermano.

Swamp: …

Enfermería.

Knight: …

Deathmaid: …Esto es mi culpa. Me dejé llevar, y ahora estás herido porque…yo debería estar en tú lugar. ¡Snif![26].

Gamma: ¿Estás bien?

Deathmaid: ¡¿Cómo rayos podría estar bien?! ¡Mira lo que hice!…Es culpa mía.

Felix: Tienes problemas de personalidad.

Deathmaid: ¡Ding, ding, ding! Tenemos un ganador. Por favor, di qué premio quieres, nene. —Después de decir esto, se alejó del quirófano y se sentó en la sala de espera, al lado de la puerta, como si no quisiera estar frente a Miguel cuando éste despertara.

Deathmaid: … —Reachel junta sus manos y mira al techo, en pose de oración, intentando hablar con alguien.— …Madre, …¿qué debo hacer? No puedo cumplir con lo que te prometí. No puedo proteger a las personas que me rodean, porque soy una cobarde, porque no puedo controlar lo que pasa. Por favor, dime que puedo complacerte de otra forma. Haré cualquier cosa…menos esto. No puedo…no puedo…no puedo…no[26]… —Reachel limpia sus lágrimas y se dirige hacia el oscuro pasillo, esperando encontrar algo en el camino que no hubiese visto la primera vez que pasó por allí.

— El camino nunca es fácil.

Deathmaid: ¡…!


Por entre las sombras, una figura le sorprende. Era Spider-Woman, cruzada de brazos y mirando al suelo.

Spider-Woman: A veces todo el poder del mundo no es suficiente.

Deathmaid: Perfecto. Con permiso… —se exculpa mientras sigue su camino, cuando Spiderwoman se le pone en medio.

Spider-Woman: No te dejaré romper tu promesa.

Deathmaid: Prometo que romperé mi promesa. Listo, ahora, ¿qué promesa debo mantener?

Spider-Woman: No seas irónica. Sabes que estás haciendo algo mal.

Deathmaid: ¡Ah!, ¿sí? ¿Qué estoy haciendo?

Spider-Woman: Abandonarás a tus amigos, abandonarás a tu familia, abandonarás al mundo, abandonarás tu verdadero ser, y abandonarás toda esperanza de volver atrás.

Deathmaid: Es porque soy débil.

Spider-Woman: Te darás la vuelta y te enfrentarás esa debilidad.

Deathmaid: …No.


Spider-Woman camina en dirección a Reachel, y se pone detrás de ella. Luego voltea su cabeza.

Spider-Woman: Mo quieres hacerlo.

Deathmaid: Sí quiero.

Spider-Woman: …Qué lástima.


Finalmente decide dejar a la sirena sola. Esta se deja caer al suelo, y comienza a llorar. Rápidamente se detiene, limpia sus lágrimas y se levanta. Se da la vuelta y regresa a la silla en la que estaba. Vuelve a juntar sus manos y a mirar al techo.

Deathmaid: Sensible, pero nunca cobarde. Gracias, señorita.


Reachel platicaba afuera, con Spider-Woman. Gamma estaba sentado viendo cómo Felix y Knight se quedaban en sendas camillas. Knight, por otra parte, se sentía entre despierto y dormido. El trabajo de Spider-Woman se había hecho bien.

Escuchaba los gritos de Reachel, y estaba feliz. No por lo que decía, sino porque demostraba que tenía la fuerza necesaria, y el esplendor, para gritar de esa forma. Demostraba que estaba bien, aún cuando quería decirle que no era su culpa. No tenía la fuerza para hablar, pero estaba feliz por haberlos llevado allí y tener apoyo. Volteó la cabeza y vio a Gamma y Felix. Felix también le vio, y una sonrisa se posó en su rostro. Ciertamente era una persona honesta y amable. Sería maravilloso sobrevivir a esto. De repente cerró los ojos y empezó lo que él esperaba que fuera un sueño.

Quince minutos después, Knight abrió los ojos. Estaba allí, en la Mansión. Él ya era un X-Men, y veía a sus compañeros. Rocket practicaba con los nuevos cómo esquivar los tiros. Deathmaid estaba cerca de él, al lado de un árbol, hablando y platicando. Tenía una voz melódica. Felix estaba practicando sus golpes contra Gamma, quien ya sabía pelear. Todo se veía muy bien, pero en un parpadeo el lugar estaba arrasado. Había una serie de tumbas frente de él. Un hombre de capucha y con una hoz se acercaba. Su risa era macabra y conocida, y cuando se quita la capucha deja ver el terror: La cara de RoloX sonríe, mientras menea la hoz:

RoloX: ¿En serio?[1] ¡Te lo dije! ¡Los alcanzaré! ¡Ja, ja, ja!


Knight: ¡Ah…!

Felix: ¿Estás bien? Tranquilo.

Knight: Eh…sí, claro. ¿Cuánto llevamos aquí?

Felix: Pues hace como treinta o cuarenta minutos.

Knight: Tenemos que irnos.

Gamma: No te puedes mover.

Knight: ¡Uff! ¡Cof! Estoy mal, pero estaremos peor.

Spider-Woman: ¿Qué sucede? —pregunta entrando delante de Deathmaid— ¡Ah!…ya estás despierto.

Knight: Señorita… ¡Oh! ¡Cof! Debemos irnos.

Spider-Woman: Están heridos…

Knight: ¡¿Están heridos?! ¿Reachel, Felix o tú, Gamma?

Spider-Woman: Me refería a tí.

Knight: ¡Augh! Sí, lo sé, pero…ya estoy despierto —dice intentando mover los pies—, aunque no puedo quedarme quieto.

Spider-Woman: No puedes pararte, y no, no nos iremos.

Knight: No lo entiende. Él regresará.

Spider-Woman: ¿Quién?

Knight: ¡Oh!, mi cabeza —exclama cayéndose de espaldas— ¡Oh! RoloX…él se reconstruirá…y a los demás. Ya lo hizo con las quemaduras de…ahh…Dana.

Felix: ¡Pero lo hiciste explotar!

Knight: Solo lo retrasaré. ¡Oh…! Por favor. solo seré una carga, señorita. Llévelos a un lugar seguro.

Felix: No. No nos iremos. Ya has peleado dos veces por nosotros.

Knight: No tienen opción. Por favor…

Spider-Woman: Chico, se ve que has dado todo lo que tienes. No nos iremos. Los esperaremos…hasta que puedas caminar. Nos iremos todos…

Knight: No lo entienden. Él…está…muy cerca.

Spider-Woman: Lo esperaremos.


Spider-Woman cierra las puertas rápidamente, junto con Gamma, y empieza a preguntar los poderes de todos mientras entronca las puertas con estantes de la enfermería, rompe un tragaluz y se prepara para volar. Antes de eso, también pidió especificaciones sobre los atacantes.

Felix: Pues…Swamp lanza lodo y veneno…mmm; RoloX es el robot con superfuerza y una guadaña asesina; Xia lanza proyectiles; …¿Qué hacía Quimera?…bueno, lanza fuego y vuela, pero ¿hace algo más?

Gamma: Sabes mucho de ellos.

Felix: ¡Soy telépata![25] Bueno, me leí los archivos.

Deathmaid: ¡No es momento para bromas!

Spider-Woman: Tienes razon, pero recuerda lo que hablamos. Bien, chicos, las probabilidades están en contra. Su compañero se está ofreciendo a quedarse, y yo no soy quién para decidir. Es su decisión.


Todos se miraron

Knight: Chicos,…no se preocupen por mí…


En otro lado, RoloX se terminaba de recuperar, pero estaba esperando a los demás. No todos mantenían la misma velocidad de recuperación. Mientras tanto, activó su propio sistema de búsqueda, para encontrar las muy visibles huellas de sangre de Knight en el camino.

RoloX: ¡Hermos-so![1]

Página 11[]

Revenge estaba de muy mala leche. Su carácter siempre había sido atroz, pero el mono le empezaba a dominar otra vez.

Revenge vio todo lo que tenía a su alrededor. Tanto el chico luz, como la ladrona de energía, y el Jakie Chan le estaban siguiendo y rodeando.

Revenge estaba analizando las posibilidades a seguir. Calculó y vió sus opciones. Necesitaba una buena defensa, así que empezó a reaccionar como el sabía hacerlo: Empezaron a salirle los huesos del cuerpo, haciendo como una armadura alrededor de éste. Sus brazos empezaron a adquirir una gran fortaleza. Los huesos que le salían por su espalda, adquirían forma de escalera, formando una armadura ósea gigantesca. Estos huesos le surgían como si fueran unas grandes espinas óseas, que le brotaban de forma puntiaguda. La cabeza se le volvió un casco de color blanco leche y de los antebrazos empezaron a salirle grandes lanzas de hueso.

Revenge comenzo a andar a una velocidad insospechada para los tres chicos, quienes le miraban asustados por todo lo que estaban viendo. El monstruo había evolucionado.

Revenge vio cómo el rapidín se asustaba y, tras de él, se mostraba evidente que tanto la ladrona, como Jakie Chan, eran novatos e inútiles.

Revenge sabía cómo actuar en ese caso: Empezó a moverse a una velocidad increible. Saltando hacia todos lados, evitando los rayos del chico luz, mientras que los demás estaban atónitos mirandole. Revenge se situó justo delante de la ladrona y con un brazo extendido, lo puso en la cabeza de Yasha.

Revenge: ¡Bu! Estáis muertos.


Los golpes volaron entre los dos chicos. Los huesos le hacían ser, virtualmente, invulnerable a los golpes, y sus golpes eran mucho más fuertes.

Con una risa malévola, Revenge salta hacia atrás, bajando el brazo hacia el suelo.

Revenge: Adiós. —Tras esto, un frío congelante se extendió por la tierra hacia los dos NeoX.


La agilidad de Yasha era bastante, sin embargo, después del golpe que lo mandó a volar, se sentía algo mareado, aunque eso no significaba que no pudiera encargase de matones como antes. Giró en el aire, para caer en la espalda alta de Revenge con una patada de talón, pero se llevó una sorpresa cuando perdió el equilibrio, cayendo su lado de perfectamente de pie. Al parecer, la bestia mutaba y sacaba huesos por todo su cuerpo, lo que aumentaba exponencialmente el peligro al que se enfrentaban. Ahora ya no estaba tan seguro de su victoria. Después de todo, los matones a los que se solía enfrentar traían katanas o armas, no huesos deformes salidos de sus carnes.

Yasha no se quedaría atrás. No se permitiría que el miedo le afectara. Sus habilidades no eran un juego, y les demostraría por qué.

Hotaru acomoda sus piernas y, en una posición claramente incómoda, rueda para dejarse caer sobre su brazo, con el impulso suficiente como para lanzar una patada, con un ángulo perfecto, a la tráquea de Revenge. Sin embargo, no contaba con que la bestia fuese a poner su atención en él y en el pobre Hermes, quien apenas podía levantarse. Revenge los agarró con sus enormes brazos antes que pudieran hacer nada. Bart apenas se mantenía en pie, y con la fuerza de la presa se desmayó de nuevo. Yasha no caería así de fácil.

Tomando con los brazos los dedos Revenge, giró sobre su eje con una velocidad magistral, y en un santiamén había liberado docenas de patadas certeras a los ojos de la bestia, terminando con un doble rodillazo en la parte baja de los tendones del brazo, esperando que sus golpes lograran impactar a pesar de la armadura.

— Eon-san, …creo que es buen momento para que actúes.


Ivan seguía descargando golpe tras golpe contra Revenge, que por ser rápidos eran muy superficiales. El aura de láser hacía su trabajo, pero al parecer no le daba mucha batalla al factor de curación del monstruo. Eon esperaba que las quemaduras en la piel le hicieran retroceder un poco, pero al no verlo inmutarse se dio cuenta de que el villano no jugaba mientras peleaba, y que sería muy duro de roer.

De repente, un exoesqueleto nuevecito surge de Revenge, y Eon solo traga saliva. Ahora el aura le era inservible, ya que apenas lograría rozar la piel, por lo que no le haría nada de nada. Mientras Yasha y Hermes eran sujetados, y que, posteriormente, Hotaru se moviese con super-agilidad, Eon batalló para seguir sus movimientos sin marearse, y de ahí le vino la solución a la batalla.

Al momento en que Yasha menciona su nombre parece despertar de un trance y concentra su energía de nuevo. Después de tanta pelea, y del aura de láser, a Eon no le quedaba más en su reserva, y de seguro esta sería una buena movida. Ivan concentró todo lo que le restaba de poder, y gritó. Su cuerpo se estremeció sin su consentimiento, y un rayo psíquico fue dirigido directo al cuerpo de Revenge, causándole un mareo peor que el de un avión en picada, afectando no solo su mente, sino su equilibrio[58] y nervios, con intención de marearlo y aturdirlo tanto que no supiese ni dónde estaba parado.

— Yasha-san, sige con las patadas, yo... te alcanzo en unos momentos...

Al caer Eon de rodillas al suelo, sonríe para el chico nuevo y trata de darle todo el apoyo moral que puede, mientras ordena a sus extremidades hacer lo mismo en el campo físico y en el fino arte de patear traseros peludos.


Shaman y Jofiel habían decidido arreglar sus diferencias a puñetazo limpio. En el caso de Jofiel, porque su mente estaba agotada después de los esfuerzos efectuados a lo largo de la noche, mientras que su cuerpo estaba como nuevo gracias a su factor de curación.

Jofiel: ¡Hereje!, vas a pagar por tus pecados.


La lucha comenzó y ambos luchadores se lanzaban golpes, a la vez que intentaban esquivar los de su rival. La gran diferencia residía en que los golpes de Jofiel no llegaban a golpear a Rumsey, y si lo golpeaba, éste giraba con el impacto para recibir el menor daño posible. Realmente Shaman era un buen luchador, tanto que comenzó a golpear a Jofiel de modo que incluso le rompió un par de costillas. A pesar de todo, Jofiel sigue luchando sabiendo que su regeneración solucionará lo de sus costillas en menos de un minuto. Lo único que Jofiel necesitaba era dar un buen golpe…e iba a conseguirlo.

Jofiel: El Señor curará mis heridas y guiará mi mano.


Shaman estaba agotado. Jamás había forzado, a tal grado,su telepatía y su telequinesis. Estaba verdaderamente preocupado. Los Dark Strikers lo intimidaban. Sin saber de dónde había sacado suficiente energía dio un golpe a Jofiel, tan fuerte que le rompió un par de costillas.

Shaman: Lo lamento, pero no me dejaste opción.

Jofiel: El Señor curará mis heridas y guiará mi mano.

Shaman: No conozco a tu "Señor", pero sé que el mío no me abandonará mientras sepa que lo que hago es correcto.


Era inútil utilizar la telepatía. Aquel chico, que se hacia llamar Jofiel, tenía suficiente nivel como para soportar un ataque por ese lado. Shaman lanzó un puñetazo de nuevo, pero esta vez sus reflejos fallaron y Jofiel detuvo el golpe, sosteniendo la mano del hindú y propinándole un poderoso puñetazo que hizo sangrar la nariz del Neo. Además, pateó sus costillas y le hizo caer. Estaba claro que él no podría recuperarse de ataques así, pero se volvió a levantar. En su cara se veían discurrir hilos de sangre, mientras miraba firmemente, y sin mostrar dolor, a Jofiel.

Shaman: ¡No me rendiré![9]


Jofiel no dejó que el telépata se pusiera de pie, gracias a otro de sus salvajes golpes, y se decidió a darle su castigo. Jofiel pateó a Shaman, mientras éste seguía en el suelo.

Jofiel: El guía de los demonios de estos sujetos ha caído. Es hora de que te vayas al infierno.


Un terrible sentimiento inundaba los pensamientos de Rumsey. Estaba fallando a los Neo-X, a sus camaradas los Abyss, a la señorita Cecilia, al Profesor Xavier, sus amigos, su familia…les había fallado.

¡No! No podía darse ese lujo. No podía permitirse que lo vieran caer. Debía dar esperanza a los suyos y mostrarles que podía seguir en pie.

Shaman comenzó a brillar en energía blanca, mientras Jofiel avanzaba hacia él, dispuesto a darle el golpe final.

Jofiel: ¡Es hora de que seas juzgado![1].

Shaman: ¡No!


Rumsey extendió su mano y lanzó un rayo piroquinético que albergaba sus últimas esperanza. Su último respiro, su último esfuerzo, tal vez…su última batalla.

Jofiel recibió el ataque de lleno, y fue lanzado al suelo, unos metros alejado de Shaman. El hindú dejó caer su cuerpo hacia detrás. Esto era lo último que podía hacer, pero confiaba en el resto. Confiaba en que sus compañeros seguían de pie, y una vez más salvarían el día.

Su respiración era agitada, pero, al parecer, el extraño poder curativo del Striker hacía efecto de nuevo y, tras recuperar su consciencia, Jofiel intentaba ponerse de pie una vez más.

Shaman: Ma…ldició…n. No…puedo…má…ás.


En algún lugar de la carretera.

RoloX:…Mmm… Esto-estos datos… Esta información-ción… El cuerpo de este es increíble-ble.


El androide había estado recolectando información del cuerpo de Swamp, hasta encontrar algo asombroso que, en este mismo momento, estaba probando con Dana.

Quimera: ¡Ouch! …Mi cabeza…


Aún sin abrir los ojos, la gata estaba acostada en el suelo, sujetándose la cabeza como si hubiese olvidado todo lo que había pasado hasta ese momento, hasta que…

Quimera: ¡No! ¡¿Dónde estoy?!

RoloX: Tranquila. Todo está bien-en.

Quimera: Aléjate de mí, o ya verás. …Demonio… ¿Qué les has hecho a los demás?

RoloX:

Quimera: ¿Qué?… ¿Tengo algo en la cara?


Sin decir nada, RoloX extiende su garra hacia la cara de Dana. Ésta, por reflejo, cubre su cara con su mano y, entonces…

Quimera: …Mi…mano…

RoloX:

Quimera: Es…


Las manos de Dana, ahora, eran…manos…en lugar de garras peludas. Ahora tenía con manos normales: Pequeñas, delicadas y hermosas. Sin decir nada, RoloX levanta su guadaña, usandola como espejo para mostrar a la ex-gatita su nueva cara: Un rostro perfecto, con ojos azules y un largo y lacio cabello rubio.

RoloX:

Quimera: Tú… ¿Cómo?… Gracias.

RoloX:

Quimera: ¿Qué has hecho?

RoloX: He aislado el virus de tu mente. Ahora el virus está, únicamente en tu cuerpo. Lo he hecho gracias a los datos del cuerpo del señor Swamp, quien aún es-está dormido. …Eres libre de hacer lo que quieras, pero…¿qué quieres hacer?

Quimera: ¿Perdón?…

RoloX: Esto es así-sí. Puedes seguirnos…o dejarnos.

Quimera: …¿Qué pasaría si te sigo?

RoloX: Nadie te llamará "gatita" de nuevo. Nadie en el mundo volverá a ser despreciado por verse diferente, y no volverán a existir diferencias entre mutantes y humanos. Jamás-ás. El mundo será, por fin, un solo cuerpo, …una sola sangre, …y finalmente-te las diferencias entre los mamíferos y máquinas morirán-án. "Sin barreras, ni banderas". Ahora eres parte de la hermandad. Tu cuerpo es de todos nosotros-os. Nuestro cuerpo es tuyo. Tienes libertad de quedarte o dejarnos, …pero ahora que eres como nosotros-os, y nos entiendes. No creo que nos quieras dejar…¿o si?

Quimera: …Es…tan… No estoy segura…

RoloX: ¿Es que no es este el sueño del profesor Xavier?: Que-que humanos y mutantes vivan en paz.

Quimera: …Supongo, pero en este caso no existirán humanos, …ni mutantes.

RoloX: ¿No es eso aún mejor?

Quimera: …Tal vez.

RoloX: ¡Je, je, je! ¿Tal vez?

Quimera: …No me siento bien. Permíteme reconsiderarlo.

RoloX: Se-seguro. Tómate tu tiempo.

Enfermería.

Felix: Se dieron cuenta de que, en todos los videojuegos de zombies, siempre, tarde o temprano, el héroe llega al hospital: "Silent Hill", "Resident Evil",… ¡Qué curioso! ¡Je, je![2].

Deathmaid: Sí, lo sé. Los he jugado todos, pero aún no me acostumbro.

Spider-Woman: ¿Tienes miedo?

Deathmaid: No, pero sí que estoy preocupada.

Felix: No lo estés. Después de todo, todo sale siempre bien al final.

Deathmaid: Pero…, ¿qué ocurre hasta que llegas al final?

Gamma: Eso depende, únicamente, de nosotros. Hagamos lo mejor que podamos.

Deathmaid: …


La sirena se dirige a una gaveta, junto a la camilla, y toma un bisturí.

Deathmaid: …Creo que debí deciros esto antes: Puedo curar con mi sangre…

Felix: ¡¿Te cortarás las venas para curar a Knight?!

Deathmaid: ¡¿Crees que estoy loca?![22], solo me cortaré un poco mi palma.

Felix: ¡Uops![17]


Con un pequeño corte en su palma, Reachel pone su mano encima de la herida de Miguel.

Deathmaid: Bueno…un poco y es…¡ah!


La sirena suelta un grito espeluznante al instante. Era como si no se esperase lo que acababa de ocurrir.

Deathmaid: ¡Aléjate! ¡No!, ¡monstruo!

Felix: ¡Suéltalo!


Con un golpe en el rostro, Felix saca a Reachel de ese estado, mientras un gran chorro de sangre azul sale de su mano.

Deathmaid: ¡Buf…buf! Jamás me había enfrentado a eso.

Gamma: ¡¿Qué pasó?!

Deathmaid: En su cuerpo…no hay nada malo, …pero su mente…

Spider-Woman: ¿Qué rayos ha visto?

Deathmaid: …A la muerte…, o eso cree. …Bueno, debe tener razón… En su mente hay un gran caos…y miedo…mucho miedo…

Felix: creo que dejaré los juegos de terror por un tiempo[30].


Alex estaba completamente agotada, al igual que sus compañeros. El tipo, Revenge, le había golpeado fuerte y, aunque ella trataba de mantenerse en la lucha, sus heridas ya no sanaban debido al uso de tanta energía como había usado. Observaba a sus compañeros, quienes estaban tan mal como ella. Shaman estaba peleando duro contra su oponente, Eon ayudando contra la bestia, y, aunque algunos de los suyos ya habían caído, tenían que mantenerse en la batalla sin importar el costo.

Enix: Bien, es hora de terminar con esto.


Enix observó detenidamente la situación. Ivan preparaba un ataque directo, así que, reuniendo toda la energía que pudo, se concentró. No podía fallar.

Poco a poco, Alex fue creando una pequeña bola de energía, que empezó a crecer. Cada vez era mayor la energía que iba liberando, y menor la que le quedaba. Sabía que su ataque, combinado con el de Eon, podría funcionar, así que, con las fuerzas que le quedaban, lanzó la esfera hacia Revenge. No pudo observar el resultado, ya que cayó de rodillas y con sangre cubriendo su rostro. Apenas podía mantenerse, así que su visión se volvió borrosa.

Enix: …Lo que me pasa por jugar a la heroína.


Knight se levanta de golpe de nuevo. Algo pasó, algo muy extraño. Curiosamente, aún con los golpes y sintiéndose fatal, podía moverse. Ligeramente, no con toda su fuerza…no con… Miró su pecho y vio una sustancia azul.

Knight: ¡Oh!, ¡¿qué es esto?! —exclama volteando a ver a los demás, y encontrándose a Deathmaid en el suelo, y a Felix y Gamma a su lado, quienes sujetaban la mano de Deathmaid que sangraba— ¿Qué ha pasado aquí? ¿Reachel?

Felix: Ella se ha cortado y te ha puesto sangre encima.

Knight: ¿Estás bien? ¿Te hizo daño curarme?

Deathmaid: No…no exactamente. Es…tu mente…

Knight: ¿Viste lo que veía?


El silencio llegó en la sala. Knight, con dificultad y dolor, puso un pie sobre el suelo y luego el otro. Cuando ya pudo moverlos, a pesar de los múltiples daños que sufría, caminó unos pasos y se acercó a Deathmaid, dándole la mano.

Knight: Lo que viste…es lo que sé desde que peleé contra Rolox la primera vez. Lo sé, mi armadura, que es parte de mí, quedó contaminada, y, aunque la tiré y deshice, aún queda algo de lo que pensaba RoloX en mí. Lo que quieren todos ellos…y sé que RoloX regresará.

Felix: Pues lo esperaremos, ¡como diji Spider-Woman!, ¿no es así?, ¿Spider-Woman?


Spider-Woman estaba en las sombras, platicando por un transmisor, y su cara…el reflejo de su cara no era la mejor.

Spider-Woman: No…¿sí? ¿Todos ellos? Bien. Está bien… ¿Y los de aquí? …¿Qué?… ¡No …Yo… Claro…


Todos la miraban atentos. y ella volteó con la cara seria.

Spider-Woman: Lo siento, chicos, pero tengo que irme. Es realmente necesario, pero no se preocupen. Regresaré a por ustedes.


Todos se miraron con cara de terror.

Knight: Está bien. No se preocupe, estaremos bien.

Felix: Claro, ¡estaremos bien[6]!


Spider-Woman desplegó una sonrisa y salió volando por el techo. Todos vieron su rápida salida.

Felix: Estaremos bien, ¿verdad?

Knight: ¡Je! Hay que prepararse, chicos —dice sacando una espada y usándola como bastón—. Felix, …carga esos vidrios con alcohol. Gamma y Reachel, tragan hilos y vendajes, haremos trampas a lo vieja escuela[20]


Todos sonrieron y se pusieron a hacer lo que les dijo Knight. RoloX y los demás no se irían así como así. Se tendrían que llevar una gran sorpresa si querían verlos caídos.

Reachel se acercó a Knight, quien volvió a sentarse en la camilla.

Knight: Gracias, Reachel. Estoy algo mejor, y veo que tú también. ¡Cof! Gracias por ayudarme —Se acercó y le dio un beso en la mejilla[6].

Deathmaid: …¿Cómo lo combates?

Knight: ¿El qué?

Deathmaid: El miedo. Siempre te lanzas…aunque estés lleno de miedo.

Knight: Todos tenemos miedo, Reachel, …pero el estar con ustedes me da valor. ¿Recuerdas hace un rato en la mansión, cuando todos estábamos por morir, y Felix llegó y nos salvó?, les hice una promesa. Pues bien, la hice no por ser el héroe, sino porque no quería verlos así. Mientras yo pueda ayudarles y estar con ustedes, no estaré mal. Debes de buscar algo que te de fuerza y aferrarte a ello. Eso, más o menos, lo explica[6].


Reachel guardó silencio por unos momentos, volteó a ver a Knight, y sonrió.

Deathmaid: Gracias.

Knight: Como te dije: Gracias a tí.


¿Y ahora qué?, se preguntaba Rage. Después de haber dejado fuera de combate a sus atacantes, el problema era que ahora su poder estaba desapareciendo y, poco a poco, volvía a la normalidad. Aún se sentía agitado, pero ya en menor manera.

Rage: Ahora solo debo de ocuparme de esa chica que me atacó, junto con este otro —decía Rage mientras volteaba para ver, en el piso, al inconsciente Bala Oscura.


La muchacha llamada Ericka estaba lista para enfrentarse a Rage. En lo poco que lo había estudiado, parecía que el tipo poseía una rabia tremenda, pero no la podía calcular, pese a su poder mutante, ya que este era su poder, y no duraba mucho. Rage aún seguía agitado, pero solo era cuestión de tiempo que esto se volviese obvio.

Rage: Muy…muy bien, chica. Quédate donde estás, si no quieres que esto se vuelva peor de lo que está.

Ericka: Sí, ¿cómo no?


Conforme Rage se acercaba, la chica, al ser más pequeña que la bestia, se escurrió entre las piernas del mutante, y tumbándolo dándole una patada en sus partes bajas. Rage cayó duramente al piso, sorprendido por el ataque de la chica. Se dio cuenta de que no era ninguna tonta, pero, aún así, él estaba en ventaja. Aún no había sacado a sus dos nenas.

Rage: Muy bien, chica. Tienes buenos movimientos, pero yo también los tengo. Me imagino que, si luchamos cuerpo a cuerpo, estaremos en esto por algún rato. ¿Qué te parece si dejamos eso atrás y pasamos a la parte donde te rindes?


El mutante desenfundó sus dos magnums y, en seguida, apuntó con ellas al Ericka.

Ericka: ¿Con armas? ¿No eres lo suficiente hombre como para enfrentarte sin ellas?

Rage: Te aseguro, nena, que soy lo suficientemente hombre. Créeme. Las chicas siempre vuelven a por más. Digamos que mis poderes mutantes se acaban de acabar, mientras que los tuyos son de actividad infinita, o por lo menos eso me imagino. Dime: ¿Qué poderes tienes? Como sea, yo estaría en desventaja, ¿no?

Ericka: …No me dicen Plan B por nada. Puedo analizarlo todo. Absolutamente todo, y venir con un plan de combate superior. Ahora mismo me doy cuenta de que, en realidad, te mueres por luchar conmigo, pero no puedes arriesgarte, ¿verdad?

Rage: Tienes razón. No me quiero arriesgar. Veo que tus poderes funcionan a las mil maravillas, así que terminemos con esto.


Rage se preparaba para disparar a la chica. Ésta, en su defensa, empezó a moverse hacia el mutante, pensando en esquivar las balas y, a la vez, atacarle. En un acto imposible de predecir, Rage lanzó una de sus nenas con bastante fuerza, contra los pies de la chica, quien tropezó y la dejó lista para terminar con ella, con un golpe del mango de la otra magnum.

¿Podría Rage hacerlo, y salirse con la suya?


— En el suelo, Ericka fundía su cerebro manejando probabilidades con un rango de acción de toda la ciudad. No podía permitirse un error, por muy aleatorio que fuera, y para una maniobra evasiva exitosa necesitaba tanto la descripción exacta del área, como de los individuos que se encontraban en ella (por supuesto empezando por Rage). Bien. Golpe con el arma, así que rodó hacia un lado para que el golpe solo rozara su cabello. Bien. Ahora, para derrotarle, necesitaría un disruptor eléctrico de más de 200 amperes, lo cual tenía en sus patines.

La forma más fácil de golpearle con ellos sería esperar a que lanzara el segundo ataque, y él mismo los rompiera. Ella, al tener aislante en todas las partes eléctricas de su traje, no sería lastimada. Sin embargo, para mayor seguridad, se liberaría del zapato y este chocaría a unos 13 cm. de distancia, suficiente como para no ser alcanzada por la descarga, y dándole unos dos segundos, para levantarse y no ser alcanzada por alguna chispa aleatoria.

De repente, su cerebro hizo algo que ella nunca se hubiera esperado —interpretando "ella" como su conciencia general—. Sin esperarlo, un pequeño trozo de masa amarilla entró en la ecuación, ya que estaba cerca del suelo donde Rage estaba parado. Fue entonces cuando su mente reaccionó, analizando al virus como a uno de los integrantes de la situación en la que se encontraba, y fue ahí cuando las respuestas le golpearon. El virus no era en realidad eso, sino una masa tecno-orgánica, con propiedades de asimilación extraterrestre, pero sobretodo reconocía sus elementos debido a la coloración y el efecto que causaba la masa sobre los organismos basados en carbono. La masa tecno-orgánica había sufrido una segunda mutación que era de origen orgánico, con mutaciones provenientes del gen del Hommo Sapiens Superior, claramente visible por los restos de energía que dejaba, posiblemente por el aumento de su carga, realizada por medios artificiales como generadores de materia, clásicos de la manufactura genoshiana y, posteriormente, vendida en mercado negro a compañías de armamento mutante, como Arma-X, o la producción de drogas, como con el HCM. Entonces, si la relación entre el sistema de virus Falange —el único sistema de vida tecno-orgánico que ella conoció tras el robo de los archivos de SHIELD y de los X-men— con los mutantes era tenue, significaba que, con una onda de radio correct…

Al perderse en esa rama de pensamiento, Ericka olvidó, por completo, activar el desprendimiento de su zapato, que chocó contra el siguiente golpe de Rage, provocando que ambos recibieran una descarga de 203 amperes, y, aunque ella estaba algo protegida con el aislante de su traje, su teoría de que el impacto dañaría el material fue correcta.


Medium: ¡Diablos! Ese tipo sí que es rápido. Debí acabar con él lo antes posible, aunque ahora no es mi principal objetivo. ¡Vaya, Brian!, no te ves muy bien. ¡¿Alguien te dio un par de golpes?!

Brian: Ni me lo recuerdes. Ese idiota de "Matt". Para colmo resultó ser uno de los buenos…e incluso se llevó algunos de mis dragones. ¡Qué descarado! Después de todo esto tendré que hablar, muy seriamente, con él. Ahora, es momento de comenzar a actuar de verdad. Esos chicos parecen estar muy mal. Tengo que ayudar a Eon.

Medium: Seguiré buscándola. Sé que está por aquí.

Brian: ¡¿De quien hablas?!

Medium: De una vieja "amiga"…

Brian: Chicos, es hora de ponernos a trabajar —exclama invocando a sus dos inseparables hombres-lobo—. Eon, estoy de regreso y creo que esta vez sí que necesitarás mi ayuda.

Eon: Estás en lo correcto, pero no soy el único que la necesita. Plan-B quizás la necesite más que yo. Tengo que encargarme de un asunto más.

Brian: No hay problema. Ve con él, pequeña. Es hora de comenzar a sangrar, tipejo —Brian y su lobo se lanzan contra Revenge—. Sé que no es muy educado golpear a alguien mientras está en el suelo, pero como verás, no tenemos tiempo que perder con fanfarrones como tú.

Revenge: ¿Es que ninguno de ustedes se cansa de tanto hablar? —pregunta mientras elude el ataque y lanza, desde su hocico, ráfagas de hielo, que logran dar en un pie de Brian.

Brian: ¡Agh!

Eon: Brian, ¿estás bien? Creo que será mejor que me quede.

Brian: ¡No! Yo puedo encargarme de este tipo. Adelante. Sé que tienes que hacer algo importante. No te preocupes por mí. Estaré bien. Tan solo vete y termina tu trabajo, jefe.

Eon: Gracias, amigo. Nos veremos pronto. Aún me debes una revancha en el cube[59][25].


Mientras Eon se aleja, el lobo de Brian es seriamente golpeado y es aventado cerca de él.

Revenge: ¡¿Así que esto era todo?! Es hora de acabar contigo.

Brian: Lo siento, pero aún no es hora. —dice mientras lanza una especia de energía negra que, si bien no era demasiado fuerte, al menos logró mantenerlo a raya— ¡Vaya, funcionó!


El lobo de Brian comienza a recuperarse y vuelve a la pelea.

En otro lugar

Medium: ¡Vaya! Aquí estás, …Fangoria, ¿no es así? Al parecer tienes compañía. ¿Por qué no dejas que los chicos se vayan? Así podremos tener una conversación de chicas.

Fangoria: ¡Jé!, pero miren lo que trajo el agua. La señorita de los fantasmas. La última vez que te ví[52] no lucías muy sensata que digamos. Lucías arrebatadoramente…loca. ¡¿Quieres volver a sentirlo?!, será un placer, querida, volver a destrozar tu miserable vida. Así que, ¿por qué no comenzamos a charlar? Nene, ¿por qué no juegas un rato con tu amigo? Después te buscaré. Aún no he terminado contigo.

Medium: Moría de la ganas por que dijeras eso, perra del demonio. —Fangoria es atravesada por un par de espíritus, y cae de rodillas al suelo.

Fangoria: ¡Uhm!…dolor. ¡Qué rica sensación! Quiero más… Dame más… —Rápidamente, la asesina se pone de pie y corta en el costado a Medium— …Sangre, ¡qué delicia!…

Medium: Será lo último que hagas. Es hora de que seas condenada.


Fangoria: ¡Aún no me has proporcionado el dolor que tanto dices que me darás! Hablas mucho y me das poca acción, niña loca.


Medium frunce el ceño y levanta sus manos. Entonces, de la nada, entes de energía ectoplasmática aparecen, aullando por redención, y se lanzan, nuevamente, contra la mutante Fangoria. Ésta, con sus manos, trataba instintivamente de ahuyentarlos, pero parecía inútil. Su cuerpo recibía golpe tras golpe, mientras que moretones aparecían en su cuerpo, uno a uno.

Fangoria: ¡Quítame…estas…cosas! ¡Agh!

Medium: ¡Ah!, ¿sí? ¿No te parecen atractivos? ¿No querías sentir dolor? ¡Ahogate ahora en él, mujer! ¡Esto es solo el comienzo!

Fangoria: ¡Ngg!… Perra, pagarás caro por esto. Ya verás, en cuanto ponga mis manos en tu…¡ack!


La mutante, en seco, dejó de hablar. Eran como si dos manos le estuvieran asfixiando. No podía hablar, y era muy difícil respirar. Si esto seguía así, en poco tiempo su garganta sería destrozada. Pero, ¡¿qué podía hacer?! ¡¿Cómo luchar contra fantasmas, contra cosas intangibles?! Todo empezaba a ponerse oscuro, muy oscuro, para la mutante.

De pronto, la mutante Fangoria yace en el piso, sin moverse. Medium estaba complacida.

Medium: Buen trabajo, mis queridos. Sin duda le hemos dado su merecido. Ahora, regresen a su eterna penitencia, y esperen a que los vuelva a llamar cuando los necesite, mis niños.

Fantasmas: Regresaremos a tí, Medium. Claro que sí, ¡pero ahora te toca unirte a nosotros!

Medium: ¡¿De qué hablan?! Basta. ¡Ahora mismo los haré desaparecer!…eh… No puedo hacerlo. No es posible.

Fantasmas: Como dijimos, es hora que te unas a nosotros. Te dimos nuestros servicios por mucho tiempo. Te obedecimos, y ahora es momento de que pagues. ¡¿No creerías que no tendrías ninguna consecuencia, no?! ¡ja, ja, ja!


Los fantasmas atacaron a Medium sin parar. Su cuerpo estaba todo moreteado y rasguñado. El ataque era salvaje. Los fantasmas no pararían hasta que fuese una más de ellos.

Medium: ¡Deténganse! No…no pueden. …¡Yo soy Medium!


Al lado de Medium, alguien la observaba. Alguien sonriente y cruzada de brazos. Era Fangoria, quien se encontraba en perfecto estado, mientras observaba a Medium luchar contra sus mayores temores.

Fangoria: ¿Qué?, ¡¿te gusta trabajar con fantasmas, pero temes volverte uno de ellos?! ¡Ja, qué ironía![1] Adoro cuando mis poderes engañan a los demás. ¡Ja, ja, ja! Las expresiones de sus caras son simplemente deliciosas.


En el campo de batalla las cosas pasaban de confusas a decididas. Varios peleadores habían caído ya, pero las cosas llegarían a su clímax en cualquier momento.

Mientras Eimi caía al suelo, atrapada en lo más profundo de sus miedos. Fangoria se chupaba los dedos, por el exquisito banquete que se estaba dando al ver, de nuevo, a Medium sufrir. Mientras levanta su cuchillo, y se toma la molestia de calcular el mejor ángulo para corta a su víctima, escucha unos pasos. Al voltearse, tras de sí, lo que ve es un pie que impacta sobre su rostro. seguido de varios golpes de aikido en el estómago, cara, estómago y cara, de nuevo, terminando con un gancho que hace que caiga, en seco, al suelo. Al parecer, Sonne también era bueno con los golpes.

En la pelea contra Revenge, las cosas también llegaban a su fin: Hotaru había lanzado todos los golpes que su super-agilidad le permitían, rompiendo parte de la armadura de hueso, pero sin causarle un daño real. Esto no evitó al monstruo el ser lanzado contra el suelo, que ,con la caída, terminó congelando. Tanto el rayo psíquico de Eon, como la bola de energía de Enix, no solo lo habían hecho tambalear, sino que terminó por quedar aturdido y desorientado. En una situación normal, esto habría supuesto que ya hubiera caído, pero el ansia que le provocaba el "ser" dentro de él, tomó por completo el control, dejando a una bestia sin cerebro y rabiosa que, más que interesarse por comer y ganar, solo pensaba en matar. De todos modos, su salud no era buena, aunque su regeneración trabajaba a marchas forzadas por la destrucción de sus huesos y el daño de los rayos de energía. Ahora se enfrentaba a dos hombres lobo, cortesía de Brian. En un combate normal hubiera estudiado sus movimientos, mientras presumía de que les ganaría, pero esta vez tan solo se lanzó sobre ellos, como perro furioso, mordiendo, arañando y rodando por todo el lugar.

Enix, por su parte y después de dar tanta energía, ya no tenía para más. Ni siquiera para terminar de cerrar sus heridas, que actualmente eran mortales. Con solo un gemido involuntario, cae al suelo abatida. Eon, quien también estaba exhausto, buscaba fuerzas para seguir luchando, sin embargo al ver a Enix, se da cuenta, rápidamente, de que su amiga moriría si no hacía algo, por lo que se arrastra hasta donde estaba ella y le permite absorber su energía, en cantidades pequeñas pero ininterrumpidamente. Una vida importaba más que una victoria.

Por otro lado cercano, se puede ver cómo un albino sale volando, mientras su pecho va en llamas. Es Jofiel, quien fue alcanzado, de lleno, por la energía de Shaman. Sin embargo y a pesar de estrellarse contra unos pedazos de cemento, se levanta lentamente. Rumsey, por su parte, cae al suelo agotado. Intenta levantarse de nuevo. Sentir la presencia de Jofiel junto a él no auguraba nada bueno.

Cuando todo se veía peligroso y salvaje, las cosas empeoran con la lluvia de meteoritos, proporcionada por Il Tiratore, que, aunque pequeños, causaban más daño y caos en el campo de combate. Varios impactan contra las tres bestias[60] que peleaban entre sí, otros entre los que ya habían sido derrotados, como Rage y Plan B. Ambos dañados por el choque eléctrico, y siendo rematados por los misiles del aire.

Mientras Brian esquivaba los ataques del italiano, puede ver que la bestia de Revenge manda a volar a uno de sus hombres lobo, que, aunque cae parado, lo hace muy lejos. Entonces continúa rodando con el otro, hasta caer cerca de donde estaban Eon y Enix. El primero, al ver al Striker, reacciona instintivamente y le da una patada en el cráneo, llamando su atención hacia él.

— ¡Vamos, Alex!…te cubriré. Tan solo absorbe más para que puedas correr…


Hay veces en las que el tiempo se congela para alguien. No es demasiado, pues realmente no tiene una utilidad práctica más allá que verlo todo bajo una perspectiva más amplia. Eso fue lo que le pasó a Noctem cuando, después de dar la vuelta a la montaña de tierra, bajó un terraplén y pudo observar la escena que se desarrollaba frente a él. A varios metros se encontraban los Striker. Algunos había caído, otros seguían luchando contra los que parecían ser un grupo de jóvenes héroes. Durante esos segundos en los que el tiempo se había congelado para él, su mente intentó asimilar el porqué de la situación, ¿por qué no veía a Devastador por ninguna parte, ¿por qué le habían desobedecido tan descaradamente? y, sobretodo, ¿qué hacía su amigo allí? Entre los otros, quienes le resultaban vagamente familiares y a los que, claramente, no conocía. Su amigo estaba luchando contra Revenge. Sin duda, si él estaba aquí, no era difícil deducir que el resto de personas, que luchaban contra sus compañeros, debían de ser estudiantes de la Escuela y, muy probablemente, miembros de los NeoX o de los Shining Abyss.

Cuando su mente procesó aquello, comenzó a crear una táctica para detener la pelea. Calmadamente sacó unas gafas de cristal rojo, de aspecto futurista, del bolsillo interior de su chaqueta. Al ponérselas comenzó a ver en las lentes todo lo que le interesaba.

Bala Oscura: James. Puntería y visión sobrehumana. Resuelto y temerario.
Nightmare: Brian. Transportador e invoca criaturas de pesadilla.
Shaman: Rumsey. Telepatía y piroquinesis. Excelente estratega y combatiente cuerpo a cuerpo.

Noctem hizo un gesto de afirmación. Ese era al que necesitaría para parar la pelea. Ahora estaba distraído y podría teleportarse sin problemas a su espalda, tocarle y absorber su sombra. Entonces le obligaría a lanzar un ataque psíquico, combinado con Jofiel, que dejaría a todos los de Xavier inconscientes, marchándose de allí. Aunque…también podría intentar solucionar aquello de una forma más…civilizada, y sin necesidad de dañar a nadie.

Se quitó las gafas, las miró un momento con cariño, y se las volvió a guardar. Allí, donde estaba, dejó que las sombras le engullesen.

Revenge acababa de recuperarse del último ataque de Eon y estaba muy enfadado. Aquel enclenque iba a pagarlo, así que alzó sus garras, reforzadas por los huesos que las cubrían, y a punto estaba de descargarlas, cuando una figura oscura se apareció entre ellos dos, dándole tiempo a reconocer a Noctem momentos antes de que éste sacase el arma que le había cogido a uno de los agentes de SHIELD[61].

Loco por el ansia, lanzó un garrazo al italiano que bloqueó con el bastón, y aprovechando la fuerza, desvió el ataque mientras acompañaba el movimiento disparando al mutante, soltándole una descarga eléctrica tremenda. Revenge dio unos traspiés hacia atrás y se dejó caer mareado, dándole unos buenos motivos a su factor de curación para trabajar a todo ritmo.

— ¡¿Eh?!…

Buonanotte, Ivan. ¿Serías tan amable de parar a tu grupo, per favore?

— ¡¿Gabriel?!…¿Mi grupo de qué?…¡¿Qué haces aquí, y de qué hablas?!…¿Eres un zombi?


El mago sonreía, recordando cuán rápido podía llegar a hablar Ivan.

— Sí. Los Neo-X, y por lo que veo también los Shinning Abyss. Si los detienes yo daré la misma orden a los Striker, y no, no soy un zombi.

— Gaby, no sé si eres consciente de la situación, pero estos tipos son muy difíciles. No creo que los puedas detener tú sólo, y no puedo retirar al equipo porque nos patearían el trasero a todos, así que ayúdame mejor a patearles el trasero. Anda, ¡vamos!

— Ivan, amigo mío, como de costumbre dejas que los detalles se te escondan entre las sombras. Los Strikers me obedecerán porque yo soy su líder. Vamos, Eon, arreglemos esto de forma civilizada. No me hagas entrar en la lucha. Además —dijo guiñándole un ojo—, sabes que incluso herido te puedo.


Al momento de escuchar eso, los ojos de Ivan destellaron. Aunque ya no tenía más carga, el asunto le hacía surgir algo de brillo.

— Entonces…¿tú eres el líder de los malos malosos? ¡¿Así como si nada?! ¿Tú?, ¡¿el chico que no se defendía de unos matoncillos tontos?! Se supone que tenías defensas, no sé qué nivel, ¡y aún así no te podían controlar! No entiendo nada de nada, pero no retiraré a mi equipo, a menos que me des una buena razón para ello. Por ejemplo: "ejercer" tu poder y retirar al tuyo. Después de todo, nosotros somos los buenos y puedes confiar…

— …¡Ja, ja, ja! …¿Puedo confiar? ¿Desde cuándo yo soy el crédulo de los dos? Mira, no convirtamos esto en una competición, ¿eh?, ruso cabezota. Mientras hablamos, los demás se están partiendo la cabeza, así que demos la orden a la vez y confiemos en que todos obedezcan Si pensa?[62]

— …Ok. ¡Shaman!, ¡Abyss!, ¡deténganse y retírense unos pasos! ¡Los niños malos harán lo mismo!

"¡Strikers, parad y retrasaos unos metros! Tenemos que saber qué está ocurriendo en la ciudad."

— Ok. Bien. Se fueron por quién sabe qué razón, y bueno…estamos en una situación algo exagerada para decir esto ahora, pero…¡¿qué demonios haces con los malos?!…y ¡¿por qué te fuiste de la mansión?!…y, principalmente, ¡¿qué te crees atacándonos?! ¡Aquí hay mucha gente en peligro! ¡Se supone que tienes cerebro!…¡¿o es que de tanto golpe te golpearon el cráneo?!


El italiano aguantó estoicamente todos los gritos del ruso. Todos los que los observaban habrían jurado que, si no hubiese sido porque Noctem tenía el pelo recogido por el sombrero, los gritos del x-men se lo habría hecho ondear.

— …Ajá…

— …Realmente lamento que os hayan atacado. A decir verdad, creí haber dado una orden expresa al respecto —exclama mientras les echa una mirada fulminante a los Strikers—, y luego trataremos ese asunto. Siento si os han dañado, y os ayudaré a sacar de aquí a los más jóvenes, pero si he de serte sincero, no tenemos ni idea de qué está pasando aquí.

— Mmm… Ok, ok. Eso está mejor…creo. Ok. Perdón por gritar, pero…bueno, de todos modos ¡¿eso no responde a porqué mandas sobre un grupo de locos asesinos?! …Y para que lo sepas: la ciudad fue infectada por un virus tecno-orgánico, y todos nos atacan…bla, bla, bla.

— …Meraviglioso… El porqué de mis…nuevas compañías, no creo que venga al caso ahora, Ivan. Es extraño. A nosotros no nos atacan, pero no tengo ni idea de a qué se debe todo esto.


Noctem echó una ojeada a sus compañeros, y mientras conversaba con su amigo inició una charla telepática con los Dark Strikers. No sabía cómo hacer que dejasen de querer matar a los Chicos-X, y no tenía ni idea de cómo podría contenerles para que hiciesen lo que él quería. Sin embargo, comenzó a hablar, y las palabras salieron solas. Quizá había heredado de su padre alguna habilidad a la hora de manipular a la gente:

— ""Es muy extraño que esas…cosas no nos hayan atacado si lo están haciendo en masa. Supongo que tendrá algo que ver con nuestra "alianza" con Kingpin. Sin embargo, no me gusta el hecho de que nos hayan mandado a esa base de SHIELD en el momento preciso en que esta plaga azotaba la ciudad. Y si no cree que puede contarnos eso, tampoco nos contará el resto. Decidimos dejar a Nessuno para no ser unos simples recaderos, y no estoy dispuesto a que Fisk nos trate así. Propongo que, por ahora, nos unamos a ellos a ver qué podemos averiguar, y si, por el camino, Fisk aprende a que es mejor tenernos en cuenta para sus planes, que tratarnos como simples esbirros, tanto meglio[63].""

— Bien. Pues a lo mejor están de suerte…o alejan el virus de alguna manera. A sabiendas de que es de suma importancia el que me digas el porqué estás con ellos, y no lo haces, pasemos a algo mejor: ¿que-se-supone-que-estarían-haciendo-ahora-en-lugar-de-estar-ayudandonos-a-pelear-contra-el- maldito-virus-y-a-salvar-civiles-a-pesar-de-que-a-tus-"amigitos"-les-guste-tragarselos-vivos-o-hacer-cosas-parecidas? —Apenas cogió un poco de aire y se volvió hacia uno de sus compañeros— Shaman, por favor, traten de buscar algo de ayuda médica, ¿ok? Yo me encargo de mi "amigazo", aquí presente.

— ¿Iván? ¿Alguien, a parte de mí, te entiende cuando hablas a esa velocidad? —Mientras Noctem hablaba con Eon, al parecer despreocupado de la situación, mantenía una conversación más profunda, telepáticamente, con su viejo amigo.— ""No tengo otra opción que estar con ellos, Ivan. Es una historia muy larga, pero creo saber quién puede estar relacionado con esto, y si compartimos información puede que saquemos algo en claro.""

— ""Bien, es en ese punto donde comienzo a sospechar por lo que dices. ¿Cómo se supone que te puedo decir todo lo que sé y que no nos traicionarás? Lamento ser desconsiderado de los viejos tiempos, pero sabes bien que para que yo no me sienta a gusto, algo muy extraño debe de estar pasando, y, sobretodo, si necesitas ayuda para liberarte: ¿por qué no nos pides ayuda? Además, antes de que sigamos, podrías, simplemente, decirme por qué te fuiste de la mansión.""

— ""Siento no haberme despedido. Fue por mi Nonno. Mi…mi abuelo desapareció, y yo tenía que encontrarlo. Ivan, sabes que es lo único que tengo; Y no os he pedido ayuda, porque no puedo irme de los Strikers. ¿No te das cuenta, Eon? Al menos estando con ellos puedo frenarlos.""

— ""Emm…да[64]. Ok, ok. Entonces, tendré que acostumbrarme a cuidarme la espalda junto a tí. Bueno…el asunto es que ahora mismo tenemos algo así como una situación, y pues…, no es por ser rogador, pero ya que ustedes andan medio inmunes a los zombis, ¿podrían ayudarnos bastante, no lo creen? Digo, ya sabes: liberar la ciudad del ma…eh…de lo que no va aquí, y pues…ya, después de eso, supongo que seguiríamos cada quién por su camino. No sé qué piensas al respecto.""

— ""Para alguien que dice tener que cuidarse la espalda cerca de mi, pides bastante, ¿no?, Eon." —Después de haber convivido durante tanto tiempo en la misma habitación, Ivan notaba que Gabriel estaba dolido por su comentario.— ""Aún así, creo que podemos abriros paso. ¿A dónde queréis ir? Nosotros iremos adelante y haremos que no lleguen hasta vosotros. Tú solo encárgate de que los heridos estén bien.""


Apenas habían pasado unos segundos desde que iniciaron la conversación mentalmente, y salvo Shaman, acostumbrado a mantener "charlas telepáticas", el resto no había notado que hubiese habido una conversación entre los dos mutantes. Al instante volvieron a hablar normalmente.

— Bueno, sí. El asunto es que, en verdad estamos bastante heridos y me gustaría estar listo para poder patearle el trasero a la población de zombis de la ciudad, que por cierto, se cuenta por miles. Así que te ofreceré algo por lo que posiblemente me matarán, pero bueno, la redundancia sería el caso contrario… ¡Je, je! Me confundí. ¡Je, je, je! El asunto es que les ofrezco que vayamos a la mansión, si prometen no matar a nadie, o algo así, y no hacer destrozos por allí. Ya sabes…, mientras los papás no están, podemos hacer fiesta. …Es un decir, por supuesto.

— Está bien. Me ocuparé de que el resto entienda que no es conveniente seguir luchando contra vosotros. Yo podría transportarnos en tandas de cinco.

— ¡Guau!, tandas. ¿Quién usa esa palabra en estos días? —Aquello era nuevo para él. Cuando le conoció apenas podía teleportarse él mismo, y siempre que lo hacía era porque estaba obligado a hacerlo. No es que fuese muy bueno en la Sala de Peligro.— …Digo, ¡guau!, ¡son muchos! ¡Je, je, je! Has mejorado bastante. ¡Je, je! ¿Eso significa que puedes borrar nuestra memoria y hacernos pensar que somos gallinas?…¡o gallinas italianas! ¡Je, je, je! Sería gracioso graznar en italiano, не[65], espera, …las gallinas no graznan…eh…como sea. Está bien. Bueno, ¿y cómo los convencerás? ¿Les dirás que les daremos dulces?, —porque no lo haremos. Son nuestros—. ¿Y seguro que no harán un desastre en la mansión?

— ¡Ja…¡ja, ja!…¡ja, ja, ja! —Noctem estalla a carcajadas, y le pone una mano en el hombro a Eon mientras le empuja contra él y le abraza cariñosamente.— ¡Ja, ja, ja!… Te echaba de menos, Ivan. Los convenceré, no te preocupes. Tú tan solo intenta que los tuyos no se metan con los míos, y creo que podremos manejarlo. Aún así, será mejor que nos limitemos a los jardines, da precauzione[66]

— ¡Yeah!, genial. Ok, ok, ok… Todo va perfecto. Ahora, tan solo déjame convencer a Shaman, Puede ser un poquito estricto, serio y amargado. Ya sabes cómo son los tele…telediarios con esas gentes. Tú sabes. ¡Je, je! Como sea. Entonces, vayámonos todos juntos. ¡Je, je! Por cierto, ¿ahora usas un bastón para pelear? Eso es genial. Yo siempre quise un pero salían volando en cuando usaba mis poderes. De todos modos…solo tenía escobas viejas. Ya sabes que uno, como superhéroe freelance, no es millonario que digamos. ¡Je, je, je! Sabes bien, que sé bien, que no es tu arma —o bueno, tal vez, pero tampoco es el punto—, así que…emm…¿qué pasó ahí?


El italiano se dio cuenta, por primera vez en toda la conversación, de que le dolía la pierna a rabiar. A veces te olvidas de algo hasta que te lo recuerdan. Eon, acostumbrado ya en su joven vida a ver heridos, notó en seguida que su viejo amigo protegía, además, su costado de forma inconsciente.

— Me utilizaron de alfiletero. Clavaron un florete hasta la empuñadura en mi abdomen y retorcieron un estilete clavado en mi pierna[67].


Poniéndose desacostumbradamente serio, Eon se volvió a a su grupo, y de nuevo hacia él.

— …Siempre te dije que andabas con malas compañías…bueno, no lo hice, pero de todos modos el asunto no es nada bueno. Como sea, eso me lo cuentas con detalle mientras nos teletransportamos, porque presiento que tenemos heridos de gravedad y, sobretodo, que estamos en una ciudad infestada de zombis malditos. ¿Sabes algo?, Gaby: Creí que se te haría raro que no dudara de si eras un zombi o no. Digo…tú sabes qué es lo que yo pensaría si te veo sin ser atacado por ellos, ¿no lo crees?

— Sí, pensarías que soy parte de ellos. De una forma, u otra. Supongo que es aquí cuando piensas en si confías en mí o no. Ma ho avuto sempre parola[68].

— Cierto, aunque no fue por eso, fue por el abrazo. Si hubieras sido un zombi me hubieras intentado contaminar. ¿Es que nunca viste el amanecer de los muertos[69]?… ¡Dios! ¡¿En qué mundo vives?! ¡Je, je, je! ¡Nah!, solo bromeo. Sé que ya la viste…¡Ja, ja, ja! Nah, bromeo de nuevo. Es que ando algo alegre, ¿sabes? ¿Se me nota?

— Sí. Cualquiera diría que te ha atacado una centena de zombies tecno-orgánicos. Creo que si estás tan contento es que no eran tan peligrosos. Siempre te gustó exagerar, ¿non[70]? Dime, ¿por qué ese humor? ¿Te gusta ser vapuleado por una enorme bestia maloliente de dos metros y medio?

— Nah. No apestaba tan feo. En realidad todos estamos algo sudados y sangrando, así que no es como si distinguiera mucho los aromas, pero no. No es por eso. Es que, la verdad, ganáramos, o no, las cosas se pondrían muy difíciles si estuviéramos solos. ¡Especialmente si perdíamos!, ¡je, je!, pero bueno. Espero que esta alianza momentánea no signifique que, en un futuro, nos tengamos que ver y pelear a muerte, tipo Arma-X y Alpha Flight. ¡Je, je! Ya sabes que hago mi tarea. ¡Je, je! Por cierto, era broma lo del principio. Es verdad que tu bicho feo sí que apesta.


Gabriel resopla un poco mientras sonreía, y se volvió hacia los Striker.

Signores y signorina[71] nos marchamos con los Abyss. Espero de vosotros que sepáis comportaros mientras estamos en su casa, y eso significa nada de peleas, nada de destrozar la propiedad ajena y… —continuó mentalmente— ""…Nada de hacerme enfadar, o todos probaréis qué es volverse loco"" —Volviendo a hablar en voz alta.— …Si alguno tiene dudas de lo agradable que es, preguntadle a Fangoria.


Se veía claramente que el italiano hablaba en serio, aunque no había sacado el tema, todos sabían que el hecho de haber desobedecido expresamente las últimas órdenes que les dio antes de bajar a por los soldados, había hecho que estuviese enfadado. Noctem se volteó hacia Eon.

— ¿Y bien?, ¿a quiénes me llevo primero?…¿y quién de los tuyos no va a quitarme el ojo de encima?

— Yo voy primero. Con tres de los tuyos seríamos cuatro. y tú cinco. Será mejor que solo uno corra el riesgo. Claro que no lo digo por tí, camarada. ¡Je, je!

— Puedo transportar a otro más: cinco sin contarme. Sería bueno que te llevases al que tiene esa escopeta, por prevención.

— Perfecto. Entonces del grupo solo podré confiar en tí. ¡Je, je!, pero no se lo digas…¡shh!


Brian: Esto que está pasando es una broma, ¡¿no?! No me puedo creer lo que acabo de escuchar. Ellos son unos asesinos y no dudaban en acabar con nosotros. ¡Demonios!, ¿qué le pasa a Eon?

Medium: Te apoyo, Brian. Esa maldita de Fangoria hizo que me atacara con mis propios espíritus. Solo era cuestión de tiempo el darme cuenta de su engaño, por supuesto, pero…no puedo quedarme tan tranquila después de eso. No estoy de acuerdo con esta situación, aunque supongo que no tenemos otra solución.

Shaman: ""Así es, amigos."" —dice hablando telepáticamente con Brian y Medium— ""De momento no hay nada que podamos hacer, más que estar atentos. Cuento con su ayuda para estar observandolos. No podemos darnos el lujo de cometer errores con ellos, así que traten de tranquilizarse. No sería bueno que fuésemos nosotros quienes rompieran el pacto.""

Brian: Así se hará, jefe. Un momento, ¿quién es…? ¡Oh, cielos! Medium, mira…

Medium: ¡Es Alex! Sabía que no tardaría en llegar.


Brian y Medium corren hacia Alex.

Medium: ¡Ey!, amigo. ¿Cómo te encuentras?

Alex: …Absolutamente bien[25]

Brian: ¡Qué bueno que llegaste! Estamos a punto de partir. Por cierto, ¡¿qué es esa extraña piedra que traes colgada?!

Alex: Oh…es una larga historia. ¡Je, je! Se la contaré después[4].


El trío se une al resto del grupo.

Brian: ¿Saben? Noctem no es el único con poderes de teletransportación, yo también podría ayudar.

Alex: Yo me voy con B.[25]

Página 12[]

La enfermería

Todos estaban preparando las trampas. Knight tenía la frente en alto, y sacó sus dos espadas. Dirigió una sonrisa cariñosa a Reachel y, después, se estabilizó como pudo. Espero en la puerta y oyó lo que se avecinaba. Todos tenían dos frascos de alcohol en sus manos, excepto Knight. La tierra temblaba y, a lo lejos, se oía algo.

Knight: Bueno, chicos, este el el tercer strike…para nosotros, o para ellos.

Felix: Ellos serán los que caerán[6]

¡Brrm!


Los golpes contra la puerta habían comenzado. Todas las estanterías, y las puertas cerradas, detenían la entrada, pero los golpes resonaba. El sonido era estruendoso, hasta que se detuvo. El silencio se apoderó de ellos y pensaron que, tal vez, solo…tal vez, RoloX tardaría más tiempo en entrar.

Todos estaban preparados. Felix era el que estaba más cerca de la puerta. Detrás de él estaban Knight, junto con Deathmaid. En la parte trasera esta Gamma, con su portafolio en una mano y la botella en la otra.

¡Crash!


El sonido de la guadaña de RoloX atravesando la puerta, y haciendo un hoyo, es un chirrido infernal. Aún así, al terminar de cortar deja ver a los cuatro infectados afuera, mientras ríe.

RoloX: ¡Los tenemos! ¡Ja, ja, ja! ¡Se escondieron bi-ien, y pelearon, pero, los t…! ¡¿Qué?!


La escala de datos de RoloX se salió de escala.

Knight: ¿Quién se esconde?[9] ¡Ahora!


La sorpresa de los infectados es suficiente. Knight se había dado cuenta de que los infectados se regeneraban, así que era el momento de una buena noqueada: Los frasco chocaron contra cada uno de los presentes, excepto RoloX, sobre quien se reventaron los dos frascos de Felix.

RoloX: ¡¿Qué co-oño?!… ¡¿Alcohol?!

Knight: Felix, ¡los honores!


Felix sonrió y sus llamas se esparcieron. Todos los infectados estaban envueltos en fuego antes de que se dieran cuenta. Rápidamente, los héroes saltaron contra los infectados. Tenían el factor sorpresa de su parte, y era el momento de aprovecharlo. El plan de Knight iba a la perfección. Cada uno tomó su "pareja" para este baile. No tenían por qué ganar. Tan solo tenían que esperar a Spider-Woman. Knight no estaba ni cerca en su mejor estado, pero que sus enemigos estuvieran ardiendo compensaba el asunto.

RoloX: ¡Guah! ¡Ma-aldito![1] ¡Excepcional!

Knight: ¿Qué dices?

Rolox: ¡Estás mejor de lo que esperaba!, y la táctica, ¡es excepcional![1] ¡Nos encantaría tenerte! ¡Por favor, no te rindas!¡Quiero que lo des todo![1]


Rolox, aún ardiendo, saca su guadaña y la prepara con fiereza. Knight prepara sus espadas y frunce el ceño. La mirada de RoloX se fija en el héroe. Todos pelean, pero ellos tan solo se miran.

Knight: …¡Adelante, RoloX!

Rolox: …¡Así me gusta![1]

OTROS[]

Notas[]

  • Aunque no aparece explícitamente, Mr. Vet habla con su secretaria.
  • La sombra que ve Shaman es Ghost, aunque no es suya la voz que escucha, que sí que pertenece a Cronos.
  • Se han mantenido las menciones a Xia como Rocket, aun sabiendo que debería ser Rocket 2.
  • En la página 10, Quimera dice que no ha escuchado a RoloX tartamudear. Sin embargo sí que pudo hacerlo durante Vidas salvajes, antes de actualizarse para que la sangre humana no lo alterarse, pero Quimera no estaba presente durante esta crisis del androide.

Sustituciones[]

Traducciones[]

Términos[]

  • "valet parking" por aparcacoches.
  • "Limo"/limosina por limusina.
  • "tip" por consejo.
  • "giggle" por ¡ji. ji. ji!
  • "cool" por genial.

Nombres[]

Incoherencias[]

  • En la página 7, Knight se sorprende cuando Xia le dice que su poder consiste en disparar más de un misil, sin embargo Knight ya había visto esto durante el viaje en el coche y el ataque a los zombies desde el mismo.

Galería[]

Anotaciones[]

  1. ^ 1,00 1,01 1,02 1,03 1,04 1,05 1,06 1,07 1,08 1,09 1,10 1,11 1,12 1,13 1,14 1,15 1,16 1,17 1,18 1,19 1,20 1,21 1,22 1,23 1,24 1,25 1,26 1,27 1,28 1,29 1,30 1,31 1,32 1,33 1,34 😈
  2. ^ 2,00 2,01 2,02 2,03 2,04 2,05 2,06 2,07 2,08 2,09 2,10 2,11 2,12 2,13 2,14 2,15 2,16 2,17 2,18 Icon mrgreen
  3. ^ 3,0 3,1 3,2 3,3 3,4 🙁
  4. ^ 4,00 4,01 4,02 4,03 4,04 4,05 4,06 4,07 4,08 4,09 4,10 😉
  5. ^ Shaman le atacó psíquicamente durante Asuntos pendientes.
  6. ^ 6,00 6,01 6,02 6,03 6,04 6,05 6,06 6,07 6,08 6,09 6,10 6,11 6,12 6,13 6,14 🙂
  7. ^ Zorro de nueve colas.
  8. ^ Joven de blanco
  9. ^ 9,00 9,01 9,02 9,03 9,04 9,05 9,06 9,07 9,08 9,09 9,10 9,11 😠
  10. ^ Serie1 lucha
  11. ^ 11,0 11,1 11,2 11,3 11,4 11,5 11,6 11,7 🙄
  12. ^ "hacer que el informe de una alumna con cola de sirena parezca poca cosa" en el original.
  13. ^ 13,00 13,01 13,02 13,03 13,04 13,05 13,06 13,07 13,08 13,09 13,10 13,11 13,12 13,13 13,14 13,15 13,16 13,17 13,18 13,19 13,20 13,21 13,22 13,23 13,24 13,25 13,26 13,27 13,28 😕
  14. ^ 14,0 14,1 14,2 14,3 14,4 14,5 😎
  15. ^ Asuntos pendientes
  16. ^ "transfusionando" en el original. Revisado de la RAE.
  17. ^ 17,0 17,1 17,2 17,3 17,4 17,5 17,6 17,7 17,8 😳
  18. ^ 18,0 18,1 😒
  19. ^ Tratado de Libre Comercio.
  20. ^ 20,0 20,1 20,2 20,3 20,4 20,5 20,6 20,7 20,8 20,9 😀
  21. ^ 21,0 21,1 21,2 21,3 21,4 21,5 😆
  22. ^ 22,00 22,01 22,02 22,03 22,04 22,05 22,06 22,07 22,08 22,09 22,10 😐
  23. ^ Eusa think
  24. ^ 24,0 24,1 Serie1 coffee
  25. ^ 25,0 25,1 25,2 25,3 25,4 25,5 😛
  26. ^ 26,00 26,01 26,02 26,03 26,04 26,05 26,06 26,07 26,08 26,09 26,10 26,11 26,12 26,13 26,14 26,15 😭
  27. ^ "la mansión" en el original. La fiesta se celebra en un hotel.
  28. ^ Este mensaje se ha re-escrito por completo para omitir las referencias visuales del mensaje original y darle sentido en el texto completo. Se aporta la referencia al mensaje Original:

    « 

    BEEP, BEEP, BEEP

    \_____/\____/\___/\___/\__/\___/\___/\___/\___/\___/\___/\___/\___/\___/\___/\___/\___/\

    "o0O(frío, mucho frío)O0o"

    /\/\__/\/\__/\/\__/\/\__/\/\__/\/\__/\/\__/\/\__/\/\__/\/\__/\/\__/\/\__/\/\__/\/\__/\/\__/\/\__/\/\_

    "o0O(Hate....¡HATE!)O0o"

    BOOM, BOOM,BOOM

    /\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\

    BOOM, BOOM,...,BOOM, BOOM

    _________________________________________________________________________________

    ¡Beep!

     ».

  29. ^ "Eso le seria suficiente para sentir el subidón, llenarse de adrenalina y posiblemente toda la variedad química posible en un viaje a una selva mortal con alguien de su agrado...." en el original. La frase está descontextualizada y no tiene sentido con en la oración.
  30. ^ 30,00 30,01 30,02 30,03 30,04 30,05 30,06 30,07 30,08 30,09 30,10 😮
  31. ^ Se interpretaba a Yasha como una mujer. Se ha modificado para que no sea así.
  32. ^ "Eso compete explicar a los…profesores" en el original.
  33. ^ Pack5 risasuelos
  34. ^ "aunque gusta de ir enfrente y por primera vez,comienza a ver las caras de los demás a fondo, no quiere perderse entre toda la gente y la ciudad de sus compañeros." en el original. Se ha re-escrito para darle sentido.
  35. ^ "aunque sin perder el equilibrio estando a punto de caer de nuevo y cargando su brazo para lanzar su escudo de repente lo tiene que usar para" se ha re-escrito para darle sentido.
  36. ^ Pacto de Sangre
  37. ^ "Se sienta en la silla, esta se rompe y el robot cae al suelo debajo de" en el original. No tiene sentido que haya una silla en la calle, que es donde lucha contra Iron Man.
  38. ^ El Halcón
  39. ^ ·pensando en que había salvado al menos alguien mas se reconforta, pero, por segunda vez, sus pensamientos se ven interrumpidos... por la mano de un angel." Esta parte se ha re-escrito para darle sentido al párrafo.
  40. ^ "He encontrado modo al desastre de sus mentes, atraigo a los zombies y a scorpio a nosotros, moon night vienen en camino he" en el original.
  41. ^ A lo largo de este mensaje se ha cambiado el género de Yasha de femenino a masculino.
  42. ^ QUIMERA
  43. ^ Colibrí.
  44. ^ Cecilia, aunque no aparecía en el texto original, sí que iba en el coche, por lo que se ha añadido.
  45. ^ "sos" en el original.
  46. ^ "extrajeron sus ojos" en el original
  47. ^ Originalmente quien hablaba era Felix, sin embargo este personaje estaba en la enfermería, por lo que no podía participar. Para arreglar la coherencia de la trama se ha cambiado a Felix por Gamma.
  48. ^ "servicial" en el original.
  49. ^ imitación
  50. ^ "inerme" en el original. Se duda que sea el verbo que quería utilizar, ya que en ningún momento se describe que haya perdido sus armas.
  51. ^ "dejaba de arder en el aire" en el original. Se ha cambiado puesto que los poderes de Tony no "incendian" los objetos que carga.
  52. ^ 52,0 52,1 Noche de brujas
  53. ^ Alusión a los Abyss.
  54. ^ Recriminase.
  55. ^ 55,0 55,1 estanterías
  56. ^ "Knight: :)" en el original.
  57. ^ Capó. Parte de enfrente del coche.
  58. ^ "todo su sistema de dirección" en el original.
  59. ^ Nintendo GameCube
  60. ^ "tres bestias negras" en el original. Sin embargo uno de los lobos de Nightmare es blanco.
  61. ^ Hundimiento
  62. ^ ¿Te parece?
  63. ^ Mejor que mejor
  64. ^ Sí.
  65. ^ No.
  66. ^ Por precaución.
  67. ^ Cuando los pájaros huyen del nido
  68. ^ Pero yo siempre tuve palabra.
  69. ^ "el despertar de los muertos" en el original.
  70. ^ No.
  71. ^ Señores y señorita.
  72. ^ Se han identificado y contabilizado lo mensajes de las páginas 4-5 y 6-9. Gracias a este conteo y sabiendo que hay 15 mensajes por página, es fácilmente identificable dónde comienza cada una de ellas. Sin embargo, han faltado cuatro mensajes por identificar. Es probable que estos mensajes, debido a al forma parecida de escribir o, incluso, que hubiese sido el mismo autor quien los escribía uno tras otro, se hayan unificado en el conteo final.
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